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La rabia y la calma

Por Emma González

Foto de twitter por 

Hemos hecho de todo. Sí, hasta incendiar estaciones de autobús y hacer pintas en monumentos históricos,que representan la legitimación del poder, los ideales utópicos y las ideas memorables que sirven para forjar una identidad colectiva.

      Las pintas fueron hechas en un tono de protesta, que no se olvide eso. No fue al calor de la victoria por ganar un partido de fútbol, ni en medio de un carnaval o una procesión. Tienen por objetivo materializar lo que se ha dicho miles de veces, con formas igualmente diversas: el hartazgo, el enojo y la desesperación, ante lo que parece inoperancia e indiferencia, una pésima combinación que no es de hoy.

     La justificación o no de la violencia, merece un análisis mucho más profundo que cualquier opinión. Porque en medio de este enunciado existen una serie de aristas a escudriñar. Violencia también es la omisión de las autoridades, violencia son masacres, desaparaciones, violaciones, hostigamiento, acoso y un largo etcétera.

      La protesta feminista del 16 de agosto provocó opiniones divididas que permiten identificar y afinar posturas. Si hoy, ante este panorama, hay que tomar una posición y estar de un lado, yo estoy con las chicas que fueron a pintarrajear el Ángel de la Independencia.

     La protesta fue tolerada por las autoridades de la Ciudad de México. No fue reprimida y hasta donde sé no hay detenidas. Aquí nos metemos a otro vericueto de la ecuación. Porque la acepción de la palabra tolerancia es amplia.

     En México tenemos un museo de Memoria y Tolerancia, que entre otras cosas, habla o pretende hablar de las terribles consecuencias por el uso desmedido del poder.  Pero también tenemos la frase histórica de Díaz Ordaz en la que tras la tolerancia, justificó en su discurso con motivo de su IV informe de gobierno el 1 de septiembre de 1968, el uso excesivo de la fuerza militar y policial que usaría un mes después en la matanza a estudiantes, por todo mundo conocida. “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados, pero todo tiene un límite”[1]y el Congreso de aquel entonces lo interrumpió, para aplaudirle. “No podemos permitir ya que se siga quebrantando irremisiblemente el orden jurídico como a los ojos de todo el mundo ha venido sucediendo” prosiguió.

     La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, primera mujer electa de esta ciudad, pronunció un discurso luego de la protesta en el que parecía más preocupada por hablarle o amenazar a sus adversarias políticas, que por entender y dialogar con las ciudadanas que se le pusieron enfrente, para exigir una vez más, una investigación, de menos creíble.

     Su discurso, la rueda de prensa y el acto para lavarle la cara a su gobierno que organizó con otras feministas, fueron las reacciones ante la exigencia de una investigación por la denuncia de violación hacia  una niña, por policías.

     En el evento que llevó por nombre: “Cero impunidad y justicia absoluta para las mujeres y niñas víctimas de violencia” donde se expuso un poco  de todo; en lo estructural, representantes de organizaciones feministas expresaron la necesidad y la exigencia por saber aspectos muy concretos traducido a acciones, pero sobre todo a resultados como el seguimiento a los secuestros de mujeres en el metro y la evaluación de  los programas de éste gobierno que solo han sido anunciados.

     También hubo discursos políticos, sumamente lamentables como el de la Senadora morenista Malú Micher que tuvo la audacia, misma que hay que reconocerle, de decir que  “sí nos están cuidando, no nos están violando, pero donde lo han hecho, lo están corrigiendo y hay que seguirlo corrigiendo”[2]Nadie niega que hay que corregirlo, pero de eso a que lo estén haciendo, hay una realidad que pone sus palabras en entredicho.

     De la misma forma se habló de la confianza y del orgullo que sienten algunas de esas feministas invitadas, hacia la jefa de gobierno. Nunca está de más el manifiesto de las muestras de cariño, pero en las acciones de gobierno, incluso al margen del feminismo, es importante respaldar las palabras de orgullo y confianza con resultados.

     Ahí es donde se ha fallado, en los resultados. Es la confianza la que se ha minado. “Me cuidan mis amigas, no la policía” fueron unas de las consignas de la protesta, encabezadas sobre todo por jovencitas, quienes ocupan un número importante en las cifras de feminicidio, secuestro, violación  y desaparición. [3]

     El feminismo es un movimiento social sumamente diverso y complejo,  principalmente en lo político, aspecto que algunas mujeres hemos decidido tomar muy en serio. Porque habla directamente de nosotras, pero sobre todo, habla con nosotras y por lo tanto hace que entre nosotras hablemos, no solo de nosotras mismas, sino también de nosotras en relación a lo demás.

     Como toda creación humana, el feminismo no está exento de contradicciones y desigualdades, donde lo acrítico puede anidar por momentos discursos supremacistas, victimistas (sin que por ello deje de reconocer a las víctimas) no está libre de incongruencias y tiene una cantidad infinita de sesgos y rezagos. ¿Y?

     Vaya, ¿Es que por qué tendría que ser distinto? Tampoco es algo con lo que no sepamos convivir. Ahí tenemos a las religiones, por ejemplo, que promueven la pureza y sienten estar hechas de una sola pieza y están plagadas de terribles y aberrantes contradicciones, como la pedofilia, ampliamente conocida y hasta tolerada por sus seguidores, quienes se denominan a sí mismos como bondadosos. Si tenemos éstas y otras manifestaciones aprobadas como bondad, ¿por qué entonces pensamos que el feminismo tendría que ser prístino?

     Aunque muchas personas puedan pensar lo contrario.El feminismo no es una logia. Ni todas estamos de acuerdo todo el tiempo, ni todas pensamos igual. Y al feminismo siempre hay que cuestionarlo. ¿O cómo piensan que hemos sobrevivido y nos hemos fortalecido, si no es a partir de la crítica constante desde el interior del propio movimiento? No crean que las feministas no sabemos de nuestros talones de Aquiles, de nuestras discusiones inacabadas. El desarrollo de literatura y la constante tensión entre nuestras posturas personales y políticas dan cuenta de ello. También sabemos de la descalificación y el escozor que causa entre sus más reacios detractores. Y hemos sabido lidiar con ello.

     En el feminismo estamos quienes queremos. Se está por convicción y del mismo modo, se pueden retirar. Hay un trabajo personal de pormedio para autoadscribirse -o no- como feminista. No hay un sacramento, ni nos otorgamos credenciales vitalicias de miembros preferentes. Tampoco hacemos examen de admisión para calificar  ante el feministrómetro. El feminismo, con todo y sus inconsecuencias (que siempre están muy preocupados por señalar ) es un espacio seguro que construímos entre muchas. Para hacer algo que al menos los gobiernos y parte de la sociedad no han hecho: Escuchar y acompañar.

     Habrá para quienes estas dos cosas les parezcan menores, pero cobran relevancias cuando tenemos un panorama desolador como el que hemos venido teniendo en México desde antes de iniciarse esta guerra absurda por Calderón.

     Las feministas conocemos perfecto donde quedan los tribunales, nacionales e internacionales, las oficinas de gobierno, con todo y sus procesos, algunos muy caducos. A bote pronto, puedo enunciar de menos dos acciones sustantivas en el marco de la ley, (para los que se preocuparon por salvaguardar el estado de derecho y la cultura de la legalidad  con motivo de las pintas) en distinto niveles que se han hecho desde el feminismo: La obtención de la llamada  sentencia Campo Algodonero contra el Estado Mexicano, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos[4], y en consecuencia  el desarrollo y monitoreo en todo el país de la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia. Si no saben qué son, les invito a leer. [5]

     Nos hemos organizado, hemos formado grupos, asociaciones políticas, civiles, colectivas[6]. Hemos hasta trabajado, a veces gratis desde las oficinas de gobierno, como consejeras,[7]de la mano, como a veces parece hay que llevar a las autoridades. Hemos estado ahí en muchas de las mesas de diálogo de muchos gobiernos.  Se ha intentado comunicar el problema desde el periodismo, creando agencias especializadas[8], desde el arte[9], con innumerables iniciativas, se han denunciado a gobernadores ante las instancias correspondientes  y a otros  corruptos que hacen actos tan abominables como la  trata de niñas.[10]

     Se han señalado las fallas, se ha trabajado para repararlas, se han  mapeado las problemáticas[11], no desde una oficina de gobierno que cuenta con presupuesto suficiente, sino desde el ámbito civil, con recursos propios.

     Se han creado instancias gubernamentales a todos los niveles,[12]se han instalado comisiones en la Cámara de Diputados y en congresos locales,[13]se ha trabajado en propuestas económicas para la asignación de recursos a programas para una vida libre de violencia hacia las mujeres y otros, se ha monitoreado el presupuesto asignado[14], se han creado Tribunales de Conciencia[15]para exponer la actuación de las autoridades e informar a la ciudadanía, se han retomado los Encuentros Nacionales Feministas, para promover puntos de acercamiento a nivel nacional, [16]se han creado protocolos de actuación en distintos niveles y sobre diferentes problemáticas[17], se han hecho memoria de los feminicidios,[18]etcétera. Todas y cada una de estas acciones y otras, muchísimas otras más,  han sido impulsadas desde el ámbito feminista.

     Pero así como enumero las acciones feministas, también puedo enumerar con una facilidad apabullante al menos 7 feminicidios: Nadia Muciño[19], Ernestina Ascencio[20], Lesvy Berlin[21], Mara Castilla[22], Adriana Morlett[23]o Marisela Escobedo[24],  a quien vimos caer muerta en la puerta del palacio de gobierno de Chihuahua[25], tras una bala en la cabeza, luego de ir a protestar por el feminicidio de su hija Ruby Fraire [26]

     Es duro tener al duelo aguijoneando la memoria. Más duro es aún, ver a sus familias de frente, hablar con sus madres que te miran con una tristeza inconmensurable, donde el llanto es constante, igual que su resistencia infinita a la implacable muerte de sus hijas a través de actos llenos de crueldad. Ininteligibles, difíciles de dilucidar. Es vergonzante dolerse frente a ellas y frente a muchas otras. Por favor. No nos pidan calma. Qué calma quieren que tengamos si hace mucho tiempo que nos la arrebataron y no solo a las feministas.

Las feministas estamos furiosas y no nos vamos a calmar.

[1]https://www.youtube.com/watch?v=izxy42v7Mfk

[2]https://www.pscp.tv/w/1MYxNdMkORLGw

[3]https://www.animalpolitico.com/2019/04/crecen-feminicidios-violaciones-cdmx/

[4]http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_205_esp.pdf

[5]https://www.gob.mx/conavim/documentos/ley-general-de-acceso-de-las-mujeres-a-una-vida-libre-de-violencia-pdf

[6](algunos poquísimos ejemplos)  https://cimacnoticias.com.mx/node/57052https://cladem.org/mexico/

https://www.facebook.com/morrashelpmorras/

https://gire.org.mx/

http://catolicasmexico.org/ns/

http://www.scielo.org.mx/pdf/argu/v25n69/v25n69a13.pdf

[7]https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/331211/convocatoria-inmujeres-organos-auxiliares.pdf

[8]https://www.cimacnoticias.com.mx/

[9]http://micgenero.com/http://www.gaceta.unam.mx/las-reinas-chulas-y-las-heroinas-del-68/

[10]https://aristeguinoticias.com/1408/mexico/lydia-cacho-denuncia-mario-marin-esta-en-puebla-no-lo-detienen-porque-esta-protegido/

[11]https://www.eluniversal.com.mx/tag/maria-salguero

[12]http://puntogenero.inmujeres.gob.mx/madig/igualdad/seccion4.html

[13]http://www.aldf.gob.mx/archivo-b44079545c7b92cb7ca84ab11314bcf0.pdf

[14]http://2006-2012.funcionpublica.gob.mx/index.php/transparencia/contraloria-social/observatorios-ciudadanos

[15]https://www.cimacnoticias.com.mx/node/64662

[16]https://www.facebook.com/ENF2019/

[17]https://www.gob.mx/conavim/documentos/protocolo-para-la-atencion-de-la-violencia-contra-las-mujeres-en-razon-de-genero-2017

[18]https://fridaguerrera.blogspot.com/2019/01/2019-una-historia-diferente.html

[19]http://cmdpdh.org/casos-paradigmaticos-2-2/casos-defendidos/caso-nadia-alejandra-mucino-marquez/

[20]https://www.cimacnoticias.com.mx/node/44002

[21]https://es.wikipedia.org/wiki/Feminicidio_de_Lesvy_Berl%C3%ADn

[22]https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-41303542

[23]https://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/cdmx/2017/05/4/adriana-morlett-el-feminicidio-que-marco-cu

[24]https://es.wikipedia.org/wiki/Marisela_Escobedo_Ortiz

[25]https://www.youtube.com/watch?v=QNvgrEKedsw

[26]https://www.cimacnoticias.com.mx/etiqueta/rub-marisol-frayre-escobedo

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Ema Gonzalez. Feminista, psicoanalista, ha colaborado en diversas organizaciones de la sociedad civil con temas relacionados a derechos humanos, factores discapacitantes debido a la violencia, incluyendo violencia de género, acceso a la justicia y acompañamiento terapéutico y psicosocial a sobrevivientes de violaciones graves de derechos humanos. Colabora en 17, Instituto de estudios críticos, en la Clínica Jurídica del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, Foro Psicoanalítico Mexicano, entre otros.

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ilustración por Liz Misterio

No se nace mujer, ni se llega a serlo.

por María del Carmen González

Es momento de romper, de hacer un llamado a las afinidades y establecer los criterios necesarios para revivir en situaciones de revuelta frente a las agresiones de la heteronormatividad, hay que tener claro el papel del cuerpo trans-cuir-nobinario en la guerra social, cuerpo por oposición a las representaciones de estabilidad, cuerpo – territorio de tensión, cuerpo en que florece la rebelión, agentes de desorden. Hay mucho ruido, necesitamos que se callen para responder al llamado de las otras.

Para acuerpar la ruptura a las categorías binarias, necesitamos romper con la mujer, construcción histórica para explotarnos y marginarnos, sin embargo, existe un pasado doloroso, la mujer es consecuencia de los experimentos desarrollados para generar una imagen y establecer relaciones de poder que se fundan y determinan desde la anatomía. Apelar a esta última como única posibilidad de alianza antiautoritaria es una señal del fracaso, ya que ese perpetuar las imágenes que contienen la producción de subjetividad, con un discurso biologicista, que apela a defender una opresión, es una trampa, nadie necesita a la mujer, ya que está supeditada a los engranajes de normalización corporal con la única finalidad de controlar un cuerpo que pertenece al estado y al mercado para una expansión política futura; garantiza la continuidad de los efectos de uniformación del discurso.

La mujer es un elemento constitutivo de la modernidad, se definió como mujer biológica, basada en una pedagogía médica, arma que permite articular las políticas de higienización y persecución social, en tanto que sostienen el mantenimiento de un cuerpo especifico, que a su vez, pone de manifiesto el funcionamiento eficaz de amoldar los cuerpos y sus prácticas, de manera indirecta su necesaria invención, es un símbolo de lealtad para legitimar una visión concreta; a su vez, se ve atravesado por sistemas de regulación sexual, saberes y dispositivos disciplinarios de moralización y medicalización del cuerpo, y en su dimensión simbólica, plantea un clima de sospecha para mantener una jerarquía ¿Quién es mujer, qué mujer cumple con los requisitos y cuáles son los valores morales implicados en estas? Así se produce un apartheid en el feminismo.

No es casualidad que el papel de la mujer en las crisis del capital, en las posguerras y la creciente manifestación del fascismo este bajo la lupa la identidad, se torna evidente con mensajes totalitarios de expandir democracias, reconfiguración de políticas ambientales y la glorificación del estado.

Si una de las condiciones para agregarse como sujeto a las distintas luchas políticas es compartir opresiones, no hay opresión que no tenga un rasgo de criminalidad, que, en la cotidianidad, se vuelca sobre el cuerpo la lógica de muerte del sistema capitalista, los transfeminicidios son una de las develaciones más crudas de aniquilamiento a la diferencia radical, en pocas palabras existe una maquinaria de control que se mantiene criminalizando la existencia de lo que no opera dentro del marco binario y permite el recrudecimiento del régimen occidental a partir del ideal regulatorio, la peligrosidad social a partir del comportamiento sexual y su consolidación.

La respuesta es la furia, no el odio, aprender a responder, desarmando y desarticulando el discurso que impera en el feminismo hegemónico, no para pelear un espacio, sino para tener las armas de construir otro, en donde sea necesario, pero teniendo claro que no así.

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ma.carmenMi nombre es María del Carmen González y soy mamá de Batman, experiencia que me gustaría repetir, pero ahora quiero a La Mujer Maravilla. Tengo dos hijas caninas, me gusta la pornografía y las drogas. Me gusta ese feminismo que es incómodo para las institucionales, me han cerrado espacios. Me gusta David Bowie, New Order. Me gusta leer y no me gusta el lugar donde trabajo.

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Se exige respuesta adecuada de autoridades del ámbito público y privado ante el #MeTooMx

Quienes suscribimos la presente -mujeres representantes de la academia, la sociedad civil, personas expertas en derechos humanos y violencia de género- exponemos nuestra postura frente al clima que se ha generado sobre el #MeTooMx y sus hashtags vinculados.

Reconocemos la situación de violencia sistemática que ataca la seguridad y vida de las mujeres, limitando el pleno ejercicio de sus derechos, en este caso particular, los relativos a la educación y al trabajo en condiciones de igualdad y dignidad.

La ola de denuncias hechas en estos días desde los diferentes hashtags del #MeTooMx, son solo un ejemplo del carácter estructural de la violencia de género. Dan cuenta de cómo la violencia en espacios laborales y escolares son prácticas presentes y normalizadas en diferentes ámbitos de la vida social. Son testimonio también de que las instituciones han fallado en garantizar el acceso de las víctimas a la justicia, preocupación que por cierto fue externada por el Comité CEDAW en julio de 2018, en ocasión del informe del Estado mexicano.

Las respuestas agresivas que se han hecho contra las denuncias, son muestra de cómo la violencia en general, pero estas formas particulares, están profundamente normalizadas de manera que se siguen reproduciendo formas históricas que promueven la impunidad y perpetuación de la violencia contra las mujeres.

Valoramos el rompimiento del silencio por parte de las mujeres que se han atrevido a hablar y suscribimos la postura de la Colectiva Periodistas Unidas Mexicanas1 al reconocer la diferencia entre “confidencialidad” y “anonimato”. Nos pronunciamos a favor del derecho que tienen las víctimas de brindar su testimonio de manera confidencial.

Afirmamos categóricamente que los efectos que está teniendo el rompimiento del silencio son producto de la violencia y omisión de las autoridades, no de las mujeres que alzaron la voz.

Nuestra posición además enfatiza que la presunción de inocencia va acompañada de la presunción de buena fe de la víctima, tal como se establece en la Ley General de Víctimas.2 Ambas presunciones cobran sentido y relevancia dado que es la autoridad la que está obligada a investigar.

En este sentido, afirmamos que el Estado está cometiendo una grave omisión al no investigar los hechos que están siendo denunciados. Consideramos al Estado en un sentido amplio, sin limitarnos a las funciones del Ministerio Público, ya que en todos los casos, las autoridades tienen la obligación de garantizar una vida libre de violencia, cumplir con la debida diligencia y en su caso, por lo menos, iniciar de oficio las investigaciones por delitos como la violación sin parte querellante. Los testimonios recabados por los hashtags del #MeTooMx dan muestra que hay un amplio margen de denuncias que deberían ser investigadas, por las instituciones e industrias de donde emergen, de acuerdo a sus procedimientos internos y con las obligaciones reforzadas que ya establecen las normas vigentes por el propio interés de garantizar espacios laborales, escolares y sociales dignos y libres de toda discriminación y violencia.

Entre las obligaciones señaladas por las leyes, además de la investigación, se encuentra la prevención, con el objetivo de consolidar relaciones sociales sustentadas en los derechos humanos. El silencio de las autoridades ante estas denuncias está propiciando el encono y la confrontación social, por lo que urgimos a su respuesta integral y oportuna ante las denuncias y en este contexto.

1 Ver Comunicado 3. Sobre las denuncias CONFIDENCIALES de acoso, hostigamiento y violencia sexual publicadas en @PeriodistasPUM. 1 de abril de 2019. 2 http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGV_030117.pdf

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Andrea Medina Rosas
Lorena Wolffer
María Renée Prudencio
Adriana Martínez Noriega
Fernanda Murillo Pichardo
Roberta Liliana Flores Ángeles
CERRUCHA

Rocío García M.
Hazyadeth Acero
Irene Asenet Márquez
Sandra Chaher
Paola G. Ortega Garay
Gabriela González Ortuño
Jazmín Sánchez Méndez

Cecilia Espinosa Martínez
Verónica Altamirano
Lydia Cordero Cabrera
Itzel Ramírez León
María del Mar Monroy García
Xanny Itandehui Hernández
Hernández

Sonia Madrigal
María Corina Muskus Toro
Elizabeth Ross
Olivia Tena Guerrero
Montserrat Castillo Portillo
Jahel López
Verónica Rodríguez López
Aimée Vega Montiel
Jacqueline L’Hoist
Leticia Díaz Quiroz
Martha Patricia Castañeda Salgado
Leticia Pedrajo
Carmen Trejo Colchado
Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña
Ariana Lourdes Rodríguez González
Itzel Eguiluz
Ingrid Ebergenyi Salinas
Lourdes Charlotte Burgueño Sánchez
Mirna Roldán Gutiérrez
Ofelia Álvarez
Olga Guzmán Vergara
Haydee Deutsch
Beatriz Rodríguez
Úrsula Pruneda
Marisol de la Rosa Urquía Sánchez
Karla Ávila
Paula Vrelly
Ana Zavala
Luisa Kislinger Selene Soto
Fabiola Bailón Vásquez
Fernando Aranguren
Martha Forjas Tovar
Diana Merchán
Linda Loaiza
Anel Flores Cruz
Magally Huggins
Norma Georgina Gutiérrez
Ivonne G. Villalón
Mariana Avendaño O.
Karina Salinas Basave
Silvia Bénard
Rosa Bertha Simón Sánchez
Lilia García
Noemí Domínguez Gaspar
Angélica de la Peña
Gabriela Aguilar Gutiérrez
Brenda H. Arana
Evlin H. Aragón
Mónica Mayer
Adriana Pérez Amador
Paloma Rodríguez Tejeda
Cirenia Celestino Ortega
Liz Misterio
Ixchel Cisneros Soltero
Fabiola Mancilla
Ana Gaitán Uribe
Guadalupe Trejo (Fru)
Áurea Ceja Albanés
Andrea Viteri García

Florencia Franco Romo
Angélica Abelleyra
Samantha Nolasco Coiffierc
Ana Banderas
María Edith López Hernández
Brenda Selene González Ramos
Stephanie Siliceo Luna
Maribel López Rodríguez
Gabriela Loaria Pedroza
Lizeth Pérez Cárdenas
Osiris Isidra Hernández Hernández
Lucía Núñez Rebolledo
Mónica Nepote
María del Rosario Ruiz Jaramillo
Pérez Ortega Miranda Emilia
Natalia Eguiluz Ornelas
Silvia D. Esparza Rodríguez
Quiteria Franco
Talia Loaria
Patricia Bedolla Zamora
Adriana Mújica Murias
Gisela Ortiz Torres
Guadalupe Santaella
Estrella Pedroza
María de la Luz Luévano Martínez
Lucía Bayona Caballero
Tania Sánchez
Laura Berenice Gutiérrez
Calíope Martínez
Luz Galindo
Académicas en Acción Crítica:
Emanuela Borzacchiello
Lucía Melgar
Lourdes Enríquez
Diana Evangelista
Fernanda Oceguera Espinosa de los
Monteros
María Fernanda Wray
Gisela Martínez
Maricarmen de Lara
Gabriela Ortega Valdez
Gema Liliana González Pérez
Claudia Vásquez Ortuño
Isabel Clavijo Flórez
Elizabeth C. Plácido Ríos
Susana Azcue
Lydia Alpízar Durán
Marcia Itzel Checa Gtz.
Julia Escalante De Haro
Marlene Diveinz
Violeta Horcasitas
Antígona Segura Peralta
Karen Cordero
Adina Barrera Hernández
Magali Lara
Carmen Boullosa
Minerva Ayón
Río Polly Krac
Srishti Granados

Marisol García Walls
Colectiva Feminista Interseccional
Colectiva Ciudad y Género
Laura Orduña Álvarez
Claudia Ocaranza Abascal
Andrea González Cornejo
Claudia Ordoñez Víquez
Claudia L. Corona de la Peña
Andrea Avilez Ortega
Adriana Lecona Escartín
Carolina Hernández Nieto
María Eugenia Chávez Fonseca
Brenda Rodríguez Herrera
Verónica Rodríguez López
Mercedes Ballesté Gálvez
Avelina Fonseca Orozco
Estefanía Veloz
Amy Lira
Elvira Urrutia Castro
Gina Ileana Chacón
Renata Ruelas Romo
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Liliana Monroy
Daniela Díaz
Iván Facundo Rubinstein
Carolina Pacheco Luna
Cecilia García Ruiz
Martha González Rentería
Cristina Salmerónf
María Jaritzi Camacho Serrano
Claudia Ivette Navarro Corona
Ana Negri
Tania Morales
Mónica Jasis
Patria Jiménez
Magdalena Huerta
Paola Rebeca Arteaga López
Yael Cayetano
Gloria Careaga Pérez
Gabriela Aragón
Luz María Moreno Tetlacuio
Nancy L. Flores Castillo
Sofía Jiménez Poiré
Cinthia Nallely Gamboa Luna
Norma González Benítez
Mariana Rodríguez Espinoza
Gabriela Serralde Díaz
Adriana Zentella Chávez
Mariana Rodríguez
Yndira Sandoval Sánchez
Ivelin Buenrostro
Josefina Chávez
Katherine Martínez
María Elena Estavillo
Daniela Cerva
Melisa Morán
Aurea Rendón
Samanta Zaragoza Luna
Yolanda Pineda López

Mariana Niembro
Ángeles Hernández Alvarado
Selene Mazón
Arlen Palestina Pandal Madrid
Alma Rosa Colín
Claudia Díaz de León
Teresa Ordorika Sacristán
Colectiva Las Sincréticas
Maira Melisa Guerra Pulido
Ramírez García Claudia Libertad
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Yerid López Barrera
M. Sagrario Hernández
Yusif E. Escalona
Arely Torres Miranda
Andrea Alicia Prado Álvarez
Yanet Miranda
Verona Valencia
Jan de la Rosa
Aurora Montaño Barbosa
Mónica Perea
Laura Torres Quiñones
Mónica Raya
Colectivo Las Olvidadas
Marissa Villareal
Andrea Foncerrada
Érika Elizabeth Luis Nicolás

José Alberto Patiño
Sandra Escutia Díaz
Juan Martín Pérez García
Adriana Cruz Miranda
María Julieta Lamberti
Ana Paola Mendoza García
Micaela Bocanegra Rodríguez
Carmen Alcázar Castillo
Paola Cabello Montaño
Alejandra Cabello Montaño
Colectiva Con Letra F
Rosy Laura Castellanos Mariano
Delia Mondragón
Azorenny Bracamonte
Ana Teresa Pérez
Mercedes Muñoz
Gabriela Delgado Ballesteros
Rodrigo Llanos Flores
Marcela Arévalo Contreras
Mercedes Ballesté Gálvez
Irina Ventura Dávila
Marisol Fernández Alonso
Aleida Hernández Cervantes
Jennifer Ann Cooper Tory
Karla M. Ramírez Murillo
Yadira Cortés Castillo
Imelda Marrufo Nava

Mariana Berlanga Gayón
Flor Ariadna Juárez López
Aline Castellanos Jurado
Sophie Alexander-Katz
Margarita Dalton Palomo
Lidia Guzmán Hernández
Erika Yamada Kubo
Blanca Castañón Canals
Lidia Fabiola Vázquez
Martha Ávalos Calderón
Emilia Canavati Pérez
Andrea Frías Rosales
Patricia Piñones Vázquez
Yara Olivia Vergara Bustamante
Andrea Kenya Sánchez Zepeda
Verónica Caporal Pérez
Alicia Mendoza Guerra
Daniela Esquivel
Cynthia Galicia
Leonardo Martínez Flores
Gloria Ramírez
Melisa Morán Esteva
Arzu Martínez Estavillo
Lulú V. Barrera
Roxana Foladori Antúnez
Aime Jezabel Pérez Godínez
Lucía Lagunes

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Hacking de alto nivel: Meterte el cosmos en el cuerpo

imagen por Janina Morais

aniara rodado

A nadie sorprende que la humanidad haya descubierto desde el nido que seguir el movimiento y la permanencia de los astros hace posible desplazarse y navegar sin perderse. Leer el cielo para trazar rutas y mapas de territorios se ha constituido en proeza de expansión patriarcal, de marinos y conquistadores. Esta tecnología que incorpora el cosmos al territorio ha sido valorada desde siempre, tal vez porque sin ella colonizar nuevas tierras y expoliar “recursos” habría sido mucho más difícil.

Después del sol, desde el punto vista de la tierra, la luna es el cuerpo celeste más brillante. El ciclo menstrual de las hembras Homo Sapiens y otros homínidos, así como el ciclo completo de la órbita lunar alrededor de la tierra, duran más o menos 28 días. La luna nos fascina y en lo que conocemos de la historia humana, inventariamos innumerables cultos y rituales dedicados a la luna y ligados tanto a la prosperidad de los cultivos como a la “energía femenina” por ella representada (aunque existen lenguas y culturas para las cuales la luna es masculina).

Sin misticismo especular y basados en la observación de los ciclos reproductivos de otras mamíferas, muchxs racionales pensadorxs consideran que la sincronización entre la revolución lunar en torno a la tierra y la ronda periódica de nuestra hormonas, es puro azar, alegre coincidencia. Por otro lado, en las redes sociales encontramos en cada face de luna llena/nueva, invitaciones para celebrar los llamados “círculos de mujeres”. Durante estos encuentros, las asistentes vestidas con faldas amplias, accionan una serie de rituales para honrar su genealogía uterina, continuar y rehacer su contacto íntimo con la tierra madre, declaran ser sus hijas-lobas, mamíferas elegidas por el satélite terrestre y llaman a sus menstruaciones “la luna”.

El primer argumento me resulta de una pobreza creativa que raya en la banalidad, mientras que las hijas de la luna, con sus prácticas, parecen aceptar e incorporar sin distancia critica el excepcionalismo humano autoproclamado que nos ha transformado en “lxs tiranxs de la creación”, alimentando con ello  la idea venenosa de que somos la especie elegida, las verdaderas hijas de los astros. Defienden su conexión con la tierra porque tienen útero, y no porque sufren, como ella, los mismos abusos y expropiaciones, olvidan la alianza transversal que muchas ecofeministas sí han entendido y que no es esencialista en la simple ecuación Mujer=Utero=Semilla=Tierra, las dos potencialmente fértiles y nutridoras, sino que incorporan la realidad dominante, en la cual la tierra ha sido “feminizada” por los modelos de explotación y las mujeres han sido “naturalizadas” como la tierra, atribuyéndoles a ambas un rol “sagrado” pero servil, aptas para ser saqueadas por su condición de madres generosas, siempre disponibles y listas a dar frutos. Los dos argumentos reflejan la manipuladora dicotomía entre naturaleza y cultura, entre cuerpo y espíritu… ¡Con qué facilidad caemos en las trampas del binarismo!

Pareciera que unxs son victimas de una especie de amnesia pachamamistica, que hace olvidar la importancia de las personas de genero fluido o disruptivo en muchos pueblos originarios de Abya Yala. Mientras que lxs otrxs olvidan su rigor racional ignorando datos empíricos, por ejemplo la pista abierta por Louise Lacey, quien en 1975 publicó el libro Lunaception, especie de manual de anticoncepción basado en la auto-observación y el control de la luz/oscuridad de nuestro cuarto mientras dormimos. Según ella (y quienes lo han experimentado en su propio cuerpo) en menos de un año estás ovulando en luna llena y menstruando en luna nueva…

Pero en esta historia de falsos antagonismos, las dos miradas simplifican la potencia que tienen los cuerpos, haciéndonos pasivas una vez más, bendecidas por el más allá o confundidas por un alegre azar. No entienden que somos capaces de hackear nuestros cuerpos y de navegar en ellos como tenaces exploradoras, nombrando islas y ajustando nuestro campo de batalla, capaces de incorporar el cosmos. Reducen nuestro ciclo menstrual a una simple maquinita biológica controlada por los ovarios, fragmentan el cuerpo e ignoran el día y la noche, la influencia de la luz y de los ritmos de sueño y vigilia en el sistema endocrino. Aún no hacemos fotosíntesis, pero la luz y la melanina nos dan ritmo y flow. Siguen sin poder explicar cómo es posible que se sincronice el período menstrual entre amigas que viven o viajan juntas[1], que se te adelante la regla cuando haces un viaje a otras latitudes, que no te llegue la regla hasta que tu sobrina adolescente pueda abortar o que se te vaya por seis meses porque vives rodeada de chicos, toda una serie de eventos que hemos vivido y que demuestran la plasticidad de nuestros ciclos menstruales .

Parir ha sido desde siempre una cita con la muerte, esa es la potencia de la vida y los peligros de una hemorragia o cualquier otra complicación. Evitar reproducirse muy seguido es un asunto vital.  Imagino a las homínidas prehistóricas, preocupadas por morir o por la escasez de recursos para nutrir a otra cría, o con miedo a afrontar un largo viaje, en pleno invierno y preñadas. Imagino a una homínida muy parecida a mí, observando su cuerpo y gozando mientras entiende cómo funciona, la imagino recibiendo información de las más viejas, inventando estrategias para no reproducirse sin control. Me imagino en un mundo sin luz artificial, con ese foco inmenso alumbrando en el cielo algunas veces cada 28 días. Me veo como una hembra bonobo masturbándose debajo de un árbol, me veo determinada, me veo buscando en la luna las mejores noches para esconderse en luna nueva o estar de fiesta bajo la luz brillante de la luna llena, viendo destellar la piel de los tigres desde lejos. Me veo buscando el tigre en mi interior, trazando un mapa para saber cuando puedo o no quedar embarazada. Metiendo el cosmos dentro de mi, ajustando mi ciclo.

No se trata de parar de bailar, cantar y ofrendar durante la luna llena, ¡al contrario, eso es lo más parecido a un akelarre y nos encanta! De lo que se trata es de evitar la pasividad antropocéntrica a la que conduce sentirse hija privilegiada de la luna, de cuestionar que tu vínculo con la tierra sea el que ambas son fértiles y reproductivas, de llevar falda por obligación. Se trata de no excluir mujeres trans y otrxs raritxs porque no menstrúan, de darte cuenta de que no se puede limitar la acción política a cantos y maracas y que si riegas tus plantas con sangre menstrual no puedes olvidarte de eyacular sobre el suelo y las sábanas sin sentir vergüenza, sin priorizar órganos, sin ir bendiciendo úteros o castrando próstatas.

Dan ganas de invitar a las hijas de la luna a una orgía ecosexual orquestada por Annie y Beth, para que se revuelquen en la tierra y súper calientes recuerden que el giro epistémico está dado, la tierra como amante, y que es hora de un largo post-orgasmo en el que el tiempo productivo/reproductivo se quede suspendido, mientras endorfinas y malas yerbas colonizan cada poro…

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[1] Se acusan de dudosos y fantasiosos todos los estudios científicos publicados hasta ahora en este sentido, incluyendo el primer estudio Menstrual Synchrony and Suppression, de Martha K. McClintock, publicado en  Nature, VOL. 229, 22 de enero de 1971 http://www.mum.org/mensyn.PDF

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Aniara Rodado Coreografa, artista e investigadora.

Desde un punto de vista transfeminista, Aniara explora la brujería y las relaciones interespecificas tomando como punto de partida el mundo vegetal.  Su trabajo coreografico pretende ir más allá de la danza y más allá del cuerpo humano, con el fin de cuestionar el actual contexto de crisis ecológica y de fetichismo tecno-científico, cuya tendencia es la estandardización de los cuerpos, sus alianzas y saberes, es decir  la vida a todas sus escalas.

Sus performances, instalaciones, textos, videos, piezas de  danza o dibujos, son creados a código abierto y con una preferencia por las viejas tecnologías y el bricolaje domestico.

Es candidata a recibir un Doctorado en Ciencia y Arte por parte de la École Polytechnique de Francia.

www.aniara-rodado.net

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Manifiesto por Algoritmias Hackfeministas

Ilustraciones: Ana Cristina Joaquim

Por Lili_Anaz y Natasha Akhmatova

Nuestros cuerpos son territorios es disputa. Internet es un territorio en disputa. Los algoritmos son un territorio en disputa. Hay una tendencia de ánimos imperialistas que busca limitar las posibilidades de nuestros cuerpos, sus afectos, relaciones y tránsitos para el servicio mercantil de quienes deciden cómo se narra la historia y el mundo.

En este manifiesto –y más que intentar explicar qué es o qué no es un algoritmo– deseamos reescribir nuestras propias formas de intervención y resistencia desde una postura política hackfeminista: queremos resistir frente a toda infraestructura que permite y reproduce opresión, discriminación y misoginia, a través de nuestros cuerpos-territorios-algoritmos en cualquier espacio que habitemos dentro o fuera de Internet.

Los algoritmos no deberían ser complacientes ni arrojarnos a lo identificable o reconocible. Sus posibilidades de significar y reimaginar mundos han sido reducidas a conceptos específicos que no nos satisfacen ni mucho menos nos representan. Toda esa palabrería impostada: relevancia, eficiencia, patrones, medición, personalización… (Qué cansado, ¿verdad?) Pues la queremos fuera.

Al ‘algoritmo’ le han impuesto un caracter casi místico: sabemos que existe y que nuestros datos están gobernados por el, pero no lo conocemos: nunca lo hemos visto. Tampoco sabemos cómo funciona, cómo se relaciona ni quiénes y por qué lo diseñan, ¿a quiénes responde? No importa. Nada en ese mundo está hecho para que nuestros cuerpos elijan sobre sus territorios o sobre sus datos: es un secreto de negocios.

Este entendido de algoritmos es un tratado de cajas negras. Desarrolladas por empresas privativas junto a los los principales servicios comerciales online –decidimos no mencionarlas porque estamos hartas de leerlas por todas partes–, ¿Qué los caracteriza? Su naturelaza cerrada, extractivista y propietaria. ¿Y qué significa ésto? Que es imposible acceder. Que no podemos analizar los factores que determinan cómo priorizan y recomiendan. Que no entendemos qué criterios consideran para la creación de «patrones de consumo» y «perfiles de usuarios». Y lo más importante: que son precisamente ellos quienes nos despojan de todo rastro de alteridad, convirtiéndonos a nosotras, a nuestros cuerpos y a nuestros afectos, en su mina abierta de datos.

Rechazamos que algoritmo sea sinónimo de aceptar la opacidad y la mística tecnológica propagandeada por corporaciones, la cual dicta que los datos son de código cerrado, perfectos, sin errores, dotados de absoluta verdad. Rechazamos la codescendencia automática: esa que limita nuestro pensamiento e imaginación sobre otras formas de acuerpar las resistencias por las que sí queremos luchar. Así que lo tenemos claro: estamos negadxs a que nos arrebaten la imaginación para actuar.

Queremos que los algoritmos sigan siendo matemáticos pero nunca más dogmáticos: vamos a extirparles todo cálculo colonialista. Todo aspecto prescripitivo. Toda ambición unificante. Vamos a castrarle de una vez por todas su asquerosa hambre misógina.

Queremos defender la curiosidad y la exploración frente al miedo. Frente a las amenazas de violencia. Frente a la censura y al empobrecimiento de interconexiones posibles. Frente a lo que se nos muestra como lo relevante por encima de lo que quizás desearíamos experimentar. Queremos algoritmias hackfeministas para romper los discursos dominantes que reproducen al sistema patriarcal a través de las tecnologías.

Queremos resistir.

Ilustraciones: Ana Cristina Joaquim


Con cuerpos que defienden sus ritmos

Que los algoritmos, como cualquier operación matemática, reconozcan los movimientos de intento, prueba y error. Que los canales de entrada y salida, así como cada uno de sus procedimientos y variables de estado o tiempo, estén en clave de código abierto.

Que la repetición de imágenes e informaciones en nuestros feeds se convierta en ritmos expresivos: no más consumo impositivo, sometimiento y force feeding. Queremos meter a nuestros cuerpos sólo lo que nos da placer.

Que pasado y presente no cedan el control de nuestra memoria a la promesa de futuros empaquetados en forma de predicciones, recomendaciones y propaganda.

Nunca más mandatos de comportamiento sobre cómo presentarse, reaccionar, responder y narrar. Queremos cuerpos que disfruten, no que se carcoman de ansiedad.

* La algoritmia hackfeminista es el pulso que programamos nosotras para sintonizar nuestros beats.

Con cuerpos mutantes hacia existencias gozosas

Los términos y condiciones los ponemos nosotrxs. No queremos tener que aceptar nada.

Nuestros nombres los eligimos nosotrxs. Nuestras muchas representaciones las elegimos nosotrxs.

To agree or not to agree: nuestro consentimiento no es binario.

Subvertimos nuestras propias versiones y construcciones de identidades, paisajes, gestos y futuros.

* La algoritmia hackfeminista comprende cómo funciona esa versión de mundo y desde ahí programa variables críticas para intervenirlo.

Con cuerpos que habitan, sostienen, desarrollan y combaten

No dejamos lugar a que tecnología sea sinónimo exclusivo de máquinas, dispositivos y plataformas de redes sociales corporativas.

Ampliamos nuestros imaginarios: construimos estrategias de cuidado, gozo y combate como tecnología.

Combatimos todo protocolo normativo desde los cuerpos preparados para pelear: conocemos nuestra fuerza, sostenemos nuestras prácticas, y estudiamos profundamente nuestros campos de batalla.

Somos la infraestructura que nos sostiene. Desarrollamos redes, servidoras, antenas, archivos y memorias.

* La algoritmia hackfeminista acompaña nuestras autodefensas: es la fuerza de nuestros cuerpos juntos y la amplificación de su potencia.

Ilustraciones originales: Ana Cristina Joaquim
Ilustraciones: Ana Cristina Joaquim


Con cuerpos como bombas de cultivo frente a las narrativas automáticas

Las máquinas de guerra convierten a la guerra en paisaje: la presentan amigable, limpia, complaciente, necesaria y en alta definición.

Bajo interfases simples, planas y funcionales que pretenden invisibilizarnos, polinizamos paisajes desde los bordes, las fallas, los errores y los glitches.

Cultivamos ecosistemas de deseo y nos contagiamos de formas caóticas entre nosotras: buscamos provocaciones comunes y acciones distribuidas, imprevisibles e interconectadas.

Estamos armadas para distinguir el código de programación del loop infinito (i = misóginocolonialracistaysexista). Vamos a intervenir en su sentencia que está programada para ser siempre verdadera. La romperemos en pedazos comprobando su falsedad hasta bloquearla con fuerza.

* La algoritmia hackfeminista es el comando corporal que frena este jodido loop.

[Este Manifiesto se escribió desde la complicidad algorítmica a cuatro manos y en portuñol-espanglish entre México y Brasil de mayo a octubre de 2017, principalmente a través de un larguísimo pad <3, chats, notas de voz, spokenword, notas en video, imágenes, desvelos, debrayes, mails, pausas, llamadas, música, y sobre todo, ganas. En una segunda etapa, desde el verano mexicano y el invierno brasileño del 2018, buscamos crear un co-relato visual en diálogo con las palabras para darle vida a la Algoritmia a través de una narrativa que también muta, se amplía y decodifica].

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Glosario

* Algoritmo: En matemáticas, lógica y computación, es un conjunto prescrito de instrucciones o reglas bien definidas, ordenadas y finitas, que permite llevar a cabo una actividad mediante pasos sucesivos que no generen dudas a quien deba hacer dicha actividad. En programación, es una secuencia de pasos lógicos que permiten solucionar un problema.

* Loop: En computación, una secuencia de instrucciones que se repite, ya sea un número específico de veces, o hasta que se cumple una condición en particular. En electricidad, un circuito cerrado.

* Beat: Significa «latido» en inglés. En música, una sucesión constante de unidades de ritmo.

* Force feeding: Derivación de la expresión del inglés ‘force-feed’: obligar a una persona o animal a comer y beber, a menudo poniendo comida en el estómago a través de una pipa en la boca.

* Glitch: Expresión en inglés proveniente de la electrónica: refiere a un error en un archivo, y se visualiza comúnmente con la pixelización de la pantalla a partir de una falla en un sistema electrónico.

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Liliana Zaragoza Cano (Lili_Anaz) es comunicóloga, escritora, fotógrafa y artista hackfeminista. Sus proyectos exploran la intersección entre arte, cuerpos, redes, memoria, sexualidades, resistencias, tecnologías libres, ciberfeminismos y cuidados colectivos digitales. Es autora del proyecto artístico transmedial Mirada sostenida, co-fundadora y coordinadora del Laboratorio de Interconectividades, y cómplice del proyecto Autodefensas Hackfeministas.

https://twitter.com/lili_anaz

https://lab-interconectividades.net

https://miradasostenida.net

Autodefensas Hackfeministas

 

Natasha Akhmatova creció en IRC y aprendió en la comunidad Linux qué era hackear. Su trabajo explora la intersección entre tecnología, activismo, artes y medios y plataformas de comunicación. Es idealizadora y coautora de la guia Safer Nudes! y Chupadados.org, y trabaja con la formulación de programas para difusión científica con una perspectiva interseccional.

https://twitter.com/natashafelizi

https://www.codingrights.org/safernudes/

https://www.codingrights.org/3-2/

Ilustraciones: Ana Cristina Joaquim (Brasil) poeta, investigadora en Unicamp, Fapesp y profesora universitaria. También se arriesga en trabajos visuales con cierta frecuencia.

Edición digital de imágenes: Melissa Aguilar (México-Costa Rica),diseñadora y artista visual. Se dedica a la investigación en nuevos medios, museos, tecnologías inmersivas y abiertas. Colabora con el fablab Inventoria en CR y con Medialabmx.https://www.behance.net/meliaguilar

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La Bruja como figura feminista de resistencia social

 

Por Frida Cartas

Porque como dijo Franca Radame:

Las hogueras todavía existen,
y yo antes o después puedo
acabar dentro

Irrefutablemente la historia nos demuestra que son mujeres las que han sido criminalizadas, perseguidas, estigmatizadas y asesinadas por razones de género como fondo, anclados en una misoginia rapaz, aún en aquellos siglos y épocas en los que ni feminismo ni teorías de género había para analizar esta situación como tal.

Dicho de esta manera, centrémonos en las brujas, que no eran otra cosa que mujeres con amplios conocimientos de astronomía, matemáticas, medicina, filosofía, espiritualidad, entre otras cosas; eran principalmente mujeres reconciliadas y conocedoras con su cuerpo y todo lo que ocurría allí: menstruación, embarazos, abortos, lactancia, infección, etcétera; conocedoras también de su propia sexualidad y placer… mujeres con una amplia autonomía y determinación.

Y bueno, con todo esto, lógicamente eran mujeres que escapaban al control y normas sociales, sobre todo de la moral en turno y de la iglesia, por ello mismo se les cazaba, como seguramente hemos visto, leído o escuchado en algún cuento, una película o algún libro.

La especulación y difusión de que hablaban con el diablo y le servían, hacían el mal, eran sucias, oscuras, feas, monstruas, y deseaban acabar con la vida, atentando el orden, la paz y belleza del mundo, fue una excusa perfecta desde las religiones para esta caza y sus asesinatos.

Por ello en este texto voy a comentar un poco sobre la bruja como figura feminista de resistencia social en las luchas y movimientos políticos, y en específico en las luchas feministas. ¿Por qué? Porque soy feminista. Pero porque más allá de eso, es aquí, en las luchas de las mujeres, y las luchas con enfoque de género, donde más actual y presente se encuentra hoy día esta figura de resistencia.

Desde la intercontinental frase: “Somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar”, millones de mujeres y otras corporalidades con expresiones de género no hegemónicas, de distintas identidades sexuales, han expresado en la calle, en sus vidas, desde su cuerpo, su repudio a todo un sistema heteropatriarcal y capitalista, que no sólo les ha impuesto un mandato heterosexual de cómo deben comportarse, qué deben sentir, cómo deben ser y cómo deben actuar, y hasta cómo deben verse, en este mundo.

Esto es, diversas imposiciones y mecanismos de control, que pretenden sujetarles social y simbólicamente para cumplir determinados roles durante sus vidas: ser las reproductoras de vida a través de maternidades, ser las educadoras de familia, ser las cuidadoras de todos excepto de ellas, ser las pulcras, las buenas, las dulces, las frágiles, las delicadas, las femeninas, las que “calladitas se ven mas bonitas”, las que sueñen con el gran hombre, fuerte y responsable “que las proteja”, porque evidentemente se asume que son tontas, hormonales, inseguras, y que solas no son nada, no valen mucho y no van a poder hacer algo… Cuando en realidad no son tontas, ni hormonales, ni frágiles, ni ningunos de estos enfermos estereotipos de género que repercuten en muchísimos casos y tipos de violencias a diario, minuto a minuto, en el mundo.

Las mujeres son, fíjense… entre otras cosas, las que sostienen la economía global con el trabajo del hogar, el trabajo sexual y el trabajo de cuidado, crianza o maternidad (en el espacio privado) sin recibir por esto una remuneración económica, obviamente porque se les ha mentido y hecho creer que ese es su papel, su deber, lo normal, lo lógico, el “quehacer” le llaman, “hacer la comida”, le dicen, cuando en realidad ese trabajo del hogar es el primer eslabón de la cadena económica en el mundo, y es un trabajo que implica a la vez muchos otros trabajos (enfermeras, administración, maestras, etc).

Pero, bueno, este es sólo un ejemplo.

Donde principalmente las mujeres viven atadas, por demás oprimidas y violentadas es en sus cuerpos con relación a la sexualidad y todas las expresiones. Para empezar se les ha creado la idea que su sexualidad va en función de sentirse o saberse amadas, y amadas además por un hombre, para no variarle. El virus del amor romántico. Le han reducido la amplia y vasta sexualidad a la genitalidad, aunque tampoco le permiten hablar de su vulva o conocérsela, para quien la tiene pues, recordemos que hay una amplia diversidad de mujeres como las trans y no, no todas tiene una vulva, ni todas tienes un pene (hay cirugías, hola). Somos y existimos más allá de genitales.

El cuerpo de las mujeres parece pertenecerle a todos los demás, menos a ellas mismas.

Y esto tiene una relevancia y trascendencia enorme, porque es en este cuerpo, como campo de batalla, robado a ellas, donde el Estado, los gobiernos, el capitalismo y el sistema heteropatriarcal, mantiene las bases de mucho de su poder político, social, económico y global.

Es aquí donde podemos apropiarnos de la bruja como figura feminista de resistencia social, contra todo este mandato y abuso de poder sobre nuestra propia existencia. La bruja como esa mujer con determinación y autonomía que no está dispuesta a callar, a ceder, ni tiene por qué, y que se reapropia de su cuerpo, se los arrebata porque es suyo y de nadie más, y ejerce su sexualidad de manera combativa, desafiante, y lo manifiesta tanto en el espacio público y privado. La bruja que  escandaliza, aterroriza, que hace el “mal”, que es la “suciedad”, lo “feo”, lo “anormal”, lo que “atenta” contra la vida y el bien establecido, blá blá blá…

– La que aborta es asesina y perversa como una bruja, ¿no?

– La que se masturba cuando y porque quiere está haciendo mal porque la vulva es sólo para complacer al macho, es bruja.

– La que quiere coger por coger, mandando al carajo el romanticismo y el vamos a conocernos antes de irnos a la cama, es bruja.

– La que ama su menstruación y la usa en sus plantas o su piel, es bruja.

– La que elige disfrutar del placer sexual con otras mujeres es sucia y es bruja.

– La que descarta el juego de té y la idea de casita feliz por siempre en el paraíso romántico a lado de un hombre, va contranatura y es bruja.

– La que no quiere parir, ni gestar, ni reproducirse, es la malvada que atenta contra los designios de dios y la naturaleza, y es bruja.

– Las que eligen salir solas a bares, o irse de viaje por el mundo, simplemente porque les place ir solas sin la compañía del varón, porque no los necesitan, son brujas.

– Las que por encima del médico que da la órden, deciden si la toman o no, son brujas.

– Las que ponderan su enriquecimiento intelectual y educacional como un arma para su empoderamiento y no están ocupadas en hallar el príncipe azul, son brujas.

– Las que procuran su propia salud sexual, física y emocional, sin ir por la vida haciéndola de nana de nadie, ni de sus padres, es bruja.

– Las transexuales que rechazan el género socialmente asignado y buscan su propia identidad binaria o no, y tocan la “intocable biología”, son brujas.

– Las transgénero que crean su propia monstruosidad para fugar del género, son brujas.

– Y hasta la que simple y sencillamente hace algo tan orgánico como escuchar a su cuerpo en la salud y en la enfermedad, es bruja.

Y brujas son, que resuene muy alto, todas y cada una de las que han reinvindicado y resignificado su propio ser yo ante el mundo, y defienden su libertad resistiendo todo un sistema que ya no las caza con fuego y la guillotina o las encierra en calabozos, claro está, pero que igual que hace siglos inquisidores las persigue, las sigue cazando y matando, con formas que han cambiado, desde muy sutiles hasta las más evidentes y violentas como el feminicidio. Las sigue cazando con lenguaje, con formas de malnombrar para despolitizar, invisibilizar y minimizar. Las hogueras sólo han cambiado de forma.

Estas brujas contemporáneas son también quienes en un acto de sororidad y solidaridad han hecho manada y han compartido sus experiencias y haceres con otras y otres, liberándoles así también del yugo opresor, o al menos haciendo conciencia de esa opresión y resistiendo juntas. Igual que hicieran las brujas en los antepasados, al reunirse para establecer lazos fraternos entre perseguidas y criminalizadas, reunirse para disfrutar del estar juntas y saberse acompañadas… los famosos aquelarres: encuentros lúdicos, placenteros, de intercambios de afectos, conocimientos, hechizos, y demás… y que se nos han vendido como las fiestas donde complacían a satán y hacían rituales de muerte.

Estas brujas luchadoras, hermanas y sororales, también hallan hoy día su correlación con la diosa bruja Aradia, figura importante en la Stregheria, la Wicca y otras formas de neopaganismo actuales. Arabia, esta hija mesiánica de la Diosa Diana, que vino a la tierra para enseñar a los pobres y a los oprimidos la brujería como medio de resistencia social.¡Toma ya!

En América, nuestro golpeado y colonizado continente, hay rastros de un colectivo de mujeres feministas en la práctica, en USA, entre 1968 y 1971, se hacían llamar WITCH (Conspiración terrorista internacional de las mujeres del infierno), que cuando salían a manifestarse a las calles, llevaban escobas y hacían misas, rituales, y maldecían públicamente a funcionarios del gobierno o fabricaban allí amuletos para ellas y otras mujeres que se acercaban, para que las protegiera de leyes coercitivas o alguna figura política que hacía declaraciones misóginas.

En México, existen las yerberas y las hechiceras, muy difundidas, aunque con esa visión androcéntrica de que engatuzaban al hombre con embrujos, alimentos, ungüentos, y demás; ó existen también los referentes de bruja en la vida política, “haciendo trabajos” para presidentes o gobernadores que han solicitado servicios para controlar el país. Pero ni uno ni otro, somos más que clichés, más que leyendas, más que películas, somos mujeres, diversas e infinitas mujeres. Y estamos vivas.

Día a día, las que resistimos al sistema heteropatriarcal y capitalista siendo las malas del cuento y las que “atentan” contra la vida y el orden establecido, somos brujas, somos libres. Y ojalá que acá en México pronto podamos reunirnos en una Asamblea de Brujas Disidentes y salir a espacios públicos a “atemorizar”, y nos visibilicemos así en las calles haciendo conjuros y hechizos en forma, ¡el caldero a la calle! Y mezclando con ello toda la cosmogonía indígena tan rica que nos empapa, y sumando además las demandas, consignas y percepciones de nuestros feminismos radicales, sólo porque siempre decimos que en realidad: “No somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar”, ¡Somos las brujas que mataste! Que quemaron, estamos acá… hemos vuelto y se los vamos hacer pagar.

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Frida Cartas es feminista, activista por los derechos humanos de las mujeres y niñas; mexicana, nacida en el norte caluroso, violento y cuasi fronterizo de ese país. Un día así casual huyo de su tierra natal y comenzó a cuestionarse feministamente su identidad sexual (género, orientación y política). Devino entonces transexual y se descubrió además con una condición intersexual de nacimiento. Todo un estuche de pólvora.

Actualmente escribe para distintos medios impresos y electrónicos, es tallerista en temas de sexualidad humana con perspectiva de género y derechos humanos, acompaña abortos seguros en hospital y casa, a madres con hijas en feminicidios, a mujeres en situación de duelo o depresión, y freelancea como procuradora de fondos para proyectos feministas en AC’s u ONG’s, aunque si le preguntan cómo se define, ella dirá que es sólo una escritora feminista, una mujer feliz, y una radical ama de casa y trabajadora del hogar. No le gusta la gente y prefiera socializar con gatas.

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El Top 5 de Rurru Mipanochia

1. Portada de la Edición especial del primer aniversario de Hystera, me gusta mucho la composición y está bien bonita y deliciosa la foto!!!
Especial Primer Aniversari
Especial Primer Aniversario
2. Portada del número «Rosa Marica». Amo los colores y la temática.
00PortadaRosaMarica4
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Rurru Mipanochia

es unx cyborg construidx en Nibiru, pero desechadx a la Tierra por defectos en su sistema operativo, renace en Ciudad de México -en realidad, adopta la forma humanoide para camuflarse con la multitud; despellejando algunas personas, para asimilarse en piel a esta raza y alimentándose de la menstruación coagulada  de algunxs residentes y de esta forma absorber parte de su ADN-, estudió Artes visuales en la Facultad de Artes y Diseño,UNAM, se gradúa el año  2012 del calendario Gregoriano. En 2015-2016, el asteroide B612 pasa rozando la órbita terrestre, lo que ocasiona que al chocar este asteroide casi con el planeta Tierra, se alineara con Mercurio y así, la vibra energética provoca que sea elegidx en el programa jóvenes creadores del FONCA.

Durante años consecutivos la alineación de ciertos astros le ayudan paraque su trabajo sea expuesto en México, Latino América, Europa y E.U.A. así como publicado en revistas Nacionales como Internacionales: Chilango, Yorokobu, KaltBlut, POUSTA, The City Loves You,entre otras.

Actualmente reside junto con Océlotl y Xolotl en el Inframundo,montando consecutivamente a Zotz cada que le apetece salir de su cueva a penetrar deliciosos anos con olor a mierda seca.

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La Bala´s taste: Top 5 de La Bala Rodríguez

En rebeldía a la cruel solicitud de nombrar solo un top 5 de hysteria revista mai lob, y evitando la trampa autoreferencial, (mi corazón pertenece a la edición de Carnitas dónde colaboré con la chula de la Liz Misterio y parimos tal sabrosura) les planearé acá una ruta de fascinación de contenidos con criterios tales como: qué tan cachonda me ponen, la sonrisa que provoca volver a revisarlos y el afán de no repetir los comunes en las listas anteriores. Acá la lista de mis randoms favoritos sin orden jerárquico.

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·        Irreverencia menstrual: Rurru Mipanochia y sus videos que conmocionaron al internet

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·        “El Regreso de Ana Suromai” de Liz Misterio

Nico

·        La cicatriz/ Videoperformance de Nicolás Cuello

15 (1)

Sergio

***Bonus:

Especial Primer Aniversari
Especial Primer Aniversari
·        Las chichis de Liz en la Editorial#6 Primer Aniversario

isabella

·        GREEN PORNO

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Top 5 de Yolanda Benalba

Yolanda Benalba nos comparte un #Top5 muy gordx, guarrx, putón y potente 😉 <3
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Entrevista con Courtney Trouble, icono porno queer

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Proletari-ano  de Yosjuan Piña

marcyImperial Beach por Marcia Santos

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Un dildo casero – por Ernest Graves

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Top 5 de Maga Salazar

Me gusta participar en Hysteria! Revista y me gusta mucho leerla, me gusta hablar de ella y me gusta encontrar entre sus textos y trazos a personas inquietas, valientes, que con humor trasgreden y remueven lo que se da por hecho, o de plano de lo que no se habla. Me gusta hysteria! porque el formato es de lo más relajado pero acertado y directo. Me gustaría verla impresa jajaj (a muuuuchxs) pero tenerla en línea es muy efectivo para que muuuuchxs más la disfruten. Me gustan sus portadas y su galería X. Me gustan las fiestas que organizan porque son la oportunidad de abrazar y reconocer a quienes participan en todos los niveles de creación de este precioso espacio independiente, inclasificable y lleno de energía y compromiso.

¡Gran y feliz CINCO ANIVERSARIO querida Hysteria! Revista y que sigan muchos más!

1_ Conoce el trabajo de Ania Pawlik  

ilustración por Ania Pawlik
ilustración por Ania Pawlik

2_ Por una vejez Digna y Diversa

slideweb

3_ Entrevista a Gabriel Bruno García sobre el proyecto fotográfico Naked Man 

4_ ¿Donde están los negros? El caso de los Afromexicanos 

5_  El Gozo – video de Magalli Salazar 

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Maga Salazar. Ciudad de México 1977

Artista visual y educadora. Con estudios de posgrado en México y Barcelona. Su trabajo va y viene entre la fotografía documental y de celphone, el dibujo naif, el activismo, la educación informal, las zambullidas al internet, la jardinería nivel 00 y en ascenso, la observación de gatos y aves, y cada vez con más frecuencia y gozo el acompañamiento creativo entre mujeres.

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