Arantxa Rodríguez / Axl Ayuso / Emmanuel Domínguez / Miguel Bocarando / Mary Rópeez / Mayra Silva / Néstor Benítez / Reyna Erthal
Tipo de trabajo que realizan:
Desde hace un año realizamos espacios de dibujo, desnudos, obra plástica referente a la figura humana. Una bitácora visual de los cuerpos de la zona.
¿Cuál es la importancia de su trabajo como colectivo?
Además de la producción y el estudio de la figura humana, que son actividades en pro de nuestro desarrollo personal y técnico, la desinhibición corporal juega un papel muy importante dentro de nuestro quehacer. Proponemos un espacio de libre creación que explora las posibilidades del cuerpo (cualquiera que sea su forma) como un objeto estético. Mientras tanto, la investigación de dicho objeto ha provocado la liberación corporal de algunos compañeros y de algunas personas que al mostrarse desnudas por primera vez encuentran un potencial desconocido.
¿Cómo se organizan?
Siguiendo los ritmos individuales, concretamos una cita en algún espacio cómodo (generalmente una casa amplia o una azotea) y esperamos a estar todos juntos. A veces se integra de forma rápida a los que nunca han sido partícipes de nuestra dinámica, inmediatamente después alguien comienza sacándose la ropa y proponiendo imágenes con el cuerpo. Cada integrante posa en algún momento aunque no es obligatorio que lo haga desnudo. Normalmente la desnudez (ya sea por calor, comodidad o convivencia) va esparciéndose entre los dibujantes y el límite entre vestido/desnudo, modelo/creador se difumina. En algún momento hemos estado todos desnudos dibujando a un desnudo y hasta podríamos aventurarnos a decir que ese ambiente afecta la soltura de los trazos. Al final los dibujos son puestos en conjunto para ser analizados.
¿Cuál es la importancia de la colectividad en su trabajo?
Las diferentes partes del equipo se nutren del trabajo del otro y es esa variedad de perspectivas la que da riqueza a los resultados plásticos. Son importantes las presencias, el ambiente, las críticas y retroalimentaciones, las propuestas y, por supuesto, el seguimiento de los procesos tanto en la generalidad del colectivo como en lo propiamente individual.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan al trabajar en conjunto?
La falta de compromiso de algunas partes del equipo, provocada por los distintos ritmos de trabajo o por maneras y procesos difíciles de acompasar. Sin embargo quizá lo más difícil sea el pudor; al comenzar este como un taller de dibujo que pretendía zafarse de algunas dinámicas o espacios escolares y omitir el pago por los cuerpos desnudos, nuestra invitación para los compañeros dibujantes siempre es doble “Cáele a dibujar y cáele a desnudarte”, invitación a la que muchos responden con evasivas. Les interesa, por supuesto pero sienten vergüenza.
Nadie podrá negar que el paso por el TAG (Taller de Arte y Género coordinado por Mónica Mayer 2009 -2011) fue un parteaguas en su vida.
Puntualmente nos reunía el poder realizar actos que la enseñanza en las escuelas y en las familias por lo general diluyen: pequeño grupo, debates sobre temas comunes, escuchar a lxs demás, abrazos y reconocimiento al final de la clase….. parecieran ejercicios sencillos pero que al final marcaron la forma de re-pensarnos como sujetxs en un mundo globalizado.
Las Sucias, ”colectiva feminista de proceso, acción y reflexión creativa” sale de esas prácticas; de ver porqué la colectividad es importante en una sociedad patriarcal e individualista.
La Compa Chimpa en la marcha Por el Derecho a Decidir 2010
Durante más de dos años nos reunió la rabia ante un sistema que invisibiliza y menosprecia. Nos reunió el grito placentero que se siente en la cuerpx cuando se es consciente de que es propia. Compartimos con las paredes el poder de libertad para criticar y proponer gozos con la Virgen de las Panochas.
Aparición de la virgen de las panochas
Aparición de la virgen de las panochas
Aparición de la virgen de las panochas
Aparición de la virgen de las panochas
1a aparición de la virgen de las panochas 15 de julio 2010
Ensuciamos las calles y los papeles porque la estética nos deslumbraba; la limpieza, lo blanco, lo bien hecho era cuestionado en cada trazo. La “compa Chimpa” se movía al ritmo de tambores para preguntarnos en dónde estaba nuestra razón… Las “antimuñekas” horrorizaban las mentes delineadas por la belleza preconcebida.
antimuñekas
antimuñekas
Cantamos placer y respeto en talleres, exposiciones, estampas, collages y pintas….
Reímos mucho, lo disfrutamos siempre; pero aprendimos que a las colectividades hay que darles tiempo, mirarse a los ojos y hablar claro sobre qué se quiere y por dónde no hay que caminar…..
Al final cada una seguimos en nuestros propios atajos, pero aún en ellos resuenan con claridad conceptos como comunidad- colectividad- vinculación.
Performances, dibujos, pláticas con artesanas y trabajadoras domésticas. Entre la fiesta y los oficios, seguimos cada una tratando de proponer que entre más seamos, más nos escuchamos.
…..
Salud con atole agrio/ siempre “peludas y seguras”
Nosotrxs: lxs Otrxs surgió como un proyecto alternativo de arte y educación con la finalidad de difundir el pensamiento feminista entre lxs jóvenes, en un intento por contrarrestrar la influencia de ciertas posturas ideológicas que, con base en la ignorancia respecto al tema, intentan desprestigiar los diferentes movimientos feministas.
La idea inicial de generar intercambios intergeneracionales, con instituciones culturales y educativas, con otros colectivos de artistas y activistas y/o con artistas independientes y jóvenes en formación, desembocó en la actual propuesta de Tequio voluntario de saberes.
Comenzamos a encontrarnos en 2012. El evento que marcó la conformación del colectivo fue una sesión de cine debate que organizamos a finales de junio en el Taller de la Gráfica Popular, en la que se proyectó el documental Fake Orgasm del artista trans Lazlo Pearlman. A partir de entonces, nos reunimos regularmente para conformar un grupo diverso, multidisciplinario y chalanero, que trabaja en torno a ejes como la educación desescolarizada, el arte, la plástica social, el feminismo y el activismo político, en un esfuerzo por hacer del proceso de descolonización una práctica de vida cotidiana. Para nosotrxs, la importancia del trabajo en colectivo radica en la forma en que creamos un espacio para hablar de estos temas al margen de la vía institucional, así como en el esfuerzo por conformar una comunidad no jerárquica basada en el intercambio de saberes.
proyección del documental Fake Orgasm
proyección del documental Fake Orgasm
foro Mapeando Resitencias
foro Mapeando Resitencias
Trabajamos de forma independiente, sin ningún tipo de financiamiento. Somos itinerantes, nómadas: no tenemos un lugar de trabajo fijo, aunque solemos encontrarnos en un café cooperativa cerca de la alameda o en la casa de algunx de nosotrxs. Nuestros constantes retos se resumen en hacer coincidir nuestros tiempos, hacer de la precariedad un motor para aprender a ser autogestivos, aterrizar proyectos, generar un acervo teórico, afinar la organización y consolidar principios. La colectividad es el eje que articula nuestro hacer, y acercarnos a la práctica de la horizontalidad nos permite compartir sin protagonismos. Nos organizamos a partir de la asamblea y el consenso, tomando acuerdos y muchas decisiones espontáneas. El asumirnos como seres en constante formación nos ha permitido descubrir en la práctica el valor educativo de aprender a hacer las cosas en el proceso, del aprender haciendo, en un contacto directo con la vida. Descubrimos también que podemos compartir este proceso de aprendizaje más allá del colectivo al hacerlo parte de nuestras vidas, tanto como al hacer de la experiencia personal de cada unx un elemento que enriquece la experiencia colectiva, no sólo desde lo teórico-práctico, sino también desde lo afectivo, o desde aquello a lo que Maturana llama el reconocimiento del otro como legítimo otro. El identificarnos a partir de este proceso nos da la posibilidad de conformar una comunidad, de originar comunión al reflejar la mirada del otro en un constante aprender a escucharnos, convocándonos desde la amistad y las complicidades fraternas.
proyecto callejero "Debajo de la alfombra"
inauguración de la expo "Cuerpo Degenerador" en Casa Talavera
inauguración de la expo "Cuerpo Degenerador" en Casa Talavera
reuniones en el café-cooperativa cerca de la alameda
Así, el proyecto inicial del colectivo ha devenido un proceso vivo, de transformación constante: un proceso de construcción, pero también de deconstrucción y renovaciones personales. El aprender haciendo nos permite cuestionar cosas que se dan por sentadas, reelaborar nociones en el devenir de la interrelación, fracturar el factor competitivo para reconocernos en el otro al tiempo que nos reconocemos iguales en la diferencia. Nos damos cuenta de que el aprendizaje al interior del grupo también trastoca la mirada hacia fuera, transformándola en relaciones que se reconstituyen en el encuentro con lxs otrxs, con lo otro. La experiencia colectiva es finalmente una experiencia que se instaura en la vida cotidiana, y el trabajo que vertimos hacia afuera se manifiesta en el contexto social, con un contenido político. O al menos hacia allá pretendemos movernos al compartir afuera la consecuencia del trabajo interior, buscando generar espacios de intercambio abiertos a la participación de aquellxs que andan los caminos que andamos, que como nosotrxs resisten desde diferentes frentes y están dispuestxs a compartir saberes y experiencias desde sus propias células colectivas para integrarnos juntos al nosotrxs universal.
visita a la casa de la memoria indómita parte del proyecto "audio memorial del 68"
visita a la casa de la memoria indómita parte del proyecto "audio memorial del 68"
visita a la casa de la memoria indómita parte del proyecto "audio memorial del 68"
visita a la casa de la memoria indómita parte del proyecto "audio memorial del 68"
acción en el metro del proyecto "audio memorial del 68"
acción en el metro del proyecto "audio memorial del 68"
acción en el metro del proyecto "audio memorial del 68"
Proponemos el tequio de saberes para fomentar el encuentro entre diversas colectividades, como una alternativa para invertir el monopolio institucional del conocimiento. Nuestro horizonte como colectivo es labrar un camino común para el saber, en donde todxs somos parte del mismo centro y cuidamos de lxs otrxs, que están en el común acuerdo. Nos guía el pensamiento trascendente de los pueblos originarios: el principio del tequio, que se refiere al trabajo que se hace por y para la comunidad, al intercambio que entraña un sentido de responsabilidad hacia lxs otrxs.
Recuperamos también la noción de trabajo contenida en el vocablo tojolabal a’tel, que se refiere al trabajo por y para la vida y el bien común, y que se contrapone al concepto occidental de ganar asociado al trabajo remunerado que establece un sistema basado en la competencia. A’tel es un concepto de trabajo que no convierte a las personas en mercancía porque no tiene que ver con la noción capitalista de producción, no es a destajo, no se hace bajo la vigilancia ni para obtener una retribución individual. Donde se fortalece el trabajo colectivo los sujetos procuran complementarse en la pluralidad.
Así, moviéndonos hacia las raíces, aspiramos al sentido nosótrico que comparten los pueblos originarios, en donde el yo no existe sin el tú, ni el nosotrxs sin lxs otrxs, sin lo otro, sino que se complementan en una relación que es como el hablar al escuchar. No es el excluyente nosotrxs chauvinista que delimita una identidad que separa del resto convirtiéndoles en enemigos, sino un nosotrxs incluyente, que forma parte de la naturaleza y de las cosas y que trabaja por el bien común tendiendo lazos para tejer redes. Este nosotrxs se opone al yo individualista que fomenta el capitalismo salvaje, a la noción de poder asociada a la estructura jerárquica de un sistema de dominación. Es el nosotrxs que busca el emparejamiento, eso que lxs tojolabales llaman andar parejo, un caminar juntos, lado a lado.
Buscamos desarrollar ese sentido nosótrico para andar desde el nosotrxs a sabiendas de que habitamos un espacio urbano donde no siempre se comparte el territorio, aunque sí muchas veces las afinidades profundas y los ideales comunes, esos que nos llevan a constituir comunidades deslocalizadas para labrar territorios simbólicos. Es desde este nosotrxs que proponemos el tequio de saberes como una alternativa para descolonizar los territorios simbólicos del conocimiento y la educación, creando espacios donde hacer posibles los intercambios intergenéricos, interculturales, intergeneracionales e interdisciplinarios, a fin de transgredir las divisiones impuestas por la cultura dominante. Nos sumamos a las voces que apelan a la experiencia colectiva y solidaria, comunitaria; a la propuesta por descolonizar como una práctica cotidiana y no meramente teórica.
Mediante la creación de espacios críticos de aprendizaje desescolarizado, nos sumamos al esfuerzo por visibilizar que hay otras formas de aprender, de generar conocimiento, de compartir.
Considerando que todxs en algún punto encarnamos la condición de otrxs, trabajamos desde el nosotrxs por el reconocimiento del otrx como legítimo nosotrxs.
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Bibliografía:
-Illich, Iván, La sociedad desescolarizada, Joaquín Mortíz/Planeta, México, 1985
-Lenkersdorf, Carlos, Aprender a escuchar. Enseñanzas maya-tojolabales, Plaza y Valdéz, México, 2008
___________, Conceptos tojolabales de filosofía y del altermundo, Plaza y Valdez, México, 2004
-Maturana Romesín, Humberto, Del ser al hacer, JCSAÉZ Editores, Chile, 2004
___________, Emociones y lenguaje en educación y política, Dolmen Ensayo, México, 2001
*Si quieres contactar a los grupos de Bordados por la Paz, hasta abajo puedes encontrar algunos links.
Por Cordelia Rizzo
Fotografías: Grupos de bordados por la Paz
¿Quiénes son ‘las bordadoras’?
Los colectivos de bordado por la paz son grupos de ciudadanas y ciudadanos de todo México y algunos lugares del extranjero que bordan en pañuelos blancos los nombres y las historias de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico. En este conjunto se encuentran los asesinados, a los que se bordan en rojo; los desaparecidos, bordados en verde; los feminicidios, bordados en morado (inicialmente en rosa y bordados generalmente en primera persona); crímenes de odio (bordados con hilos multicolores) y a los ciudadanos amenazados. También se bordan pañuelos informativos, mensajes de paz, poemas y pensamientos.
Cada uno de los grupos ha adoptado como mote alguna variación de la idea de bordar: ‘bordados’, ‘bordamos’ o ‘bordando’ y ‘por la paz’. A veces agregan por ‘la memoria y la justicia’. El proyecto inicial se llamó: “Bordando por la Paz: una víctima, un pañuelo”. La acción se realiza primordialmente en el espacio público, pero también se borda en privado para que los pañuelos sean fotografiados y se difunda su imagen en las redes sociales.
La acción colectiva inició con un fin de denuncia y a la vez de terapia del pensamiento y catarsis colectiva. Se puede decir que es un espacio que se abre para procesar duelos personales y colectivos a través de la reflexión o meditación sobre la muerte de las personas y la vivencia del límite del orden conocido de nuestro espacio vital.
Cuándo comenzó y hasta dónde ha llegado
Inicia cuando Fuentes Rojas, un colectivo de ciudadanos y artistas responde al llamado a visibilizar a las víctimas hecho por el Movimiento Por la Paz con Justicia y Dignidad en 2011. Desde esa primera bordada se han sumado colectivos de artistas, ciudadanos y víctimas de Guadalajara, Monterrey, Torreón, Toluca, Morelos, Hermosillo, Puebla, Acteal, Veracruz, Tijuana y otras ciudades del País a hacerlo desde sus lugares de origen.
Los pañuelos que se han bordado se han exhibido en el extranjero en ciudades como Barcelona (España), Nueva York (Estados Unidos), Nicosia (Chipre), Lyon (Francia), San Juan (Puerto Rico)… Tanto mexicanos expatriados que viven ahí como habitantes oriundos de varias de estas ciudades y también en Córdoba (Argentina), Tokio (Japón), Phoenix (Arizona), Montreal (Canadá) y la Bretaña Francesa, han mostrado su adhesión a esta misión de paz y también han bordado. Varios colectivos de fuera del país eventualmente han adoptado la actividad para también canalizar sus propias denuncias a la par que sostienen el lazo solidario con México.
La exhibición de pañuelos más importante fue el 1ro de diciembre de 2012, cuando se reunieron la mayoría de los colectivos de bordado de México y el de Córdoba, Argentina, para hacer una instalación de todos los pañuelos con los que contaban en la Avenida Juárez en el centro de la Ciudad de México. Muchos fueron enviados desde Montreal, Arizona y Tokio. Ha sido el único proyecto en conjunto en el que han coincidido tantas bordadoras y bordadores durante los cuatro años que tiene de llevarse a cabo el bordado. Ese 1ro de diciembre, tras meses de organización, se consolidaba una manera de manifestar la defensa del derecho a la memoria a través de la muestra de un memorial efímero a las víctimas de la guerra que contrastaba con la inauguración del memorial que construyó el gobierno Calderonista y que careció de legitimidad.
La jornada de ese día fue interrumpida por los enfrentamientos entre policías y muchedumbres que no participaban en la instalación. Los pañuelos fueron rescatados por algunos manifestantes solidarios e integrantes de los grupos de bordado. A lo largo de las siguientes semanas fueron entregados.
A partir de ese hito, cada uno de los colectivos ha seguido desarrollándose de manera autónoma y se han hecho algunas exposiciones en conjunto como la del Museo de Memoria y Tolerancia, conmemorando los 3 años del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
Los grupos de bordado como nodos sociales
Cada grupo de bordado es un nodo en el que convergen ciudadanos y víctimas de la violencia (cada vez más). Grupos de víctimas de Torreón (FUUNDEC) y Veracruz conformaron grupos de bordado. FUNDENL en Monterrey, Nuevo León se fortaleció y consolidó como grupo tras llevar a cabo de manera constante la actividad del bordado.
La gran mayoría de los colectivos están conformados por ciudadanos y ciudadanas solidarios. Algunos de estos grupos colaboran directamente con organizaciones de víctimas. Otros han ayudado a fortalecer nacientes agrupaciones, como lo es el caso de Bordamos por la Paz en Jalisco con Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ).
El fenómeno sigue creciendo en direcciones pautadas por los mismos integrantes de los grupos. Algunos bordan esporádicamente en las plazas públicas, otros han optado por difundir su trabajo de modo más focalizado y algunos dejaron de bordar pero buscan que sus pañuelos se exhiban.
De ser una actividad cuyos objetivos se centraban en la denuncia y humanización de las víctimas del conflicto, se ha convertido una herramienta de construcción de paz y de vinculación de activistas con víctimas. Las células se comunican principalmente vía Facebook y casi todas tienen sus propios blogs y plataformas.
En general, los colectivos están apoyados por organizaciones de la sociedad civil pero no son en sí mismos Asociaciones Civiles, ni están afiliados a partido político alguno, aunque algunos de sus integrantes lo estén. La retroalimentación entre la plataforma Nuestra Aparente Rendición y los colectivos de bordado, principalmente vía el proyecto Menos Días Aquí de donde se extraen casos para bordar, es fundamental.
Este modelo de gestión ha permitido una lectura novedosa, pausada y detallada sobre los retos de la incidencia en pro de las víctimas de la guerra y del derecho a la memoria. Los colectivos de bordado por la paz, aunque de modo disperso, han ido conformando valiosos laboratorios ciudadanos de planeación de acciones colectivas y de construcción de paz.
Bordamos por la paz UPREZ
Bordamos por la paz en Bellas Artes
Bordamos por la paz en Guadalajara
Bordador de Guadalajara
Bordadoras del D.F.
Bordando en Puebla
Bordamos por la paz Córdoba, Argentina
Bordamos por la paz 1 diciembre, Zócalo
Bordamos por la paz, Puebla
Bordamos por la paz, Puebla
Bordamos por la paz, Córdoba, Argentina
Bordamos por la paz, Nuevo León
Bordamos por la paz, Barcelona
Bordamos por la paz, Brasil
Bordamos por la paz, Francia
Bordado de desaparecido
Bordamos por la paz, Durham Inglaterra
Bordadora por la Paz
Bordamos de periodistas
Bordadora por la paz
Bordadores por la paz
Bordamos por la paz, Círculo de estudios. Casos de periodistas
Bordamos por la paz. 1 diciembre, A. Juárez
Bordamos por la paz. Colectivo Fuentes Rojas
Bordamos por la paz. Colectivo Fuentes Rojas
Bordador por la paz
Bordadora por la paz
Bordadora por la paz
Bordamos feminicidios
Bordamos feminicidios
Bordamos feminicidios
Bordamos por la Paz, ITESO
Bordamos por la Paz, Japón
Bordamos por la Paz, Montreal
Bordadora de Morelos
Bordado por la paz
Familiares de mineros de Pasta de Conchos
Familiares de mineros de Pasta de Conchos en la misa anual
Bordamos por la paz, NY
Bordados de personas desaparecidas
Bordamos por la Paz, Toluca
Miguel Hidalgo en la calle de Madero
Bordamos por la Paz, Puebla. Feminicidios
Jóvenes de escuela intermedia en Puerto Rico bordan feminicidios
Bordando a Anastasia, niña de 3 años asesinada por su padrastro
Jóvenes de escuela intermedia en Puerto Rico bordan feminicidios
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Si te interesa sumarte a esta iniciativa o conocerla más, algunos links:
DF.
El primer colectivo del movimiento de Bordados por la paz, Fuentes Rojas, se reúne cada domingo en punto de las 12 hrs. en la Fuente de los Coyotes, en Coyoacán.
Bordamos Feminicidios publica en su página de FB las convocatorias a bordar. También puedes enviar un mensaje para ponerte de acuerdo y realizar algún bordado.
Guadalajara
Bordamos por la Paz Guadalajara se reúne algunos domingos en el Parque Revolución. Convocan a través de su página en FB a los encuentros que tengan.
Bordamos por la Paz de México en Barcelona, se reúne el primer domingo de cada mes en el Parque de la Ciutadella (entrando por la puerta que hay al final del Passeig Sant Joan, a mano izquierda), a partir de las 13 horas..
Puerto Rico
Bordamos por la Paz, Puerto Rico, se organiza para ir a distintas plazas y ha bordado por violencia de género, la paz en México, y poanean incorporar el tema de la migración.
A raíz de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se «destapó» una dolorosa realidad que, hasta ese entonces, se vivía de manera silenciosa en Iguala y sus alrededores: la desaparición forzosa de más de 400 personas que no habían sido reportadas por sus familiares por miedo a represalias del crimen organizado. En la búsqueda de los primeros, la exhumación de varios cuerpos que no correspondían con el ADN de los jóvenes normalistas, dio la única posibilidad de acción concreta a los familiares de aquellos que nos faltan: organizarse en la búsqueda de fosas y llevar paz a otros familiares que se encuentran en incertidumbre total por no conocer el paradero de seres queridos. Con mucho trabajo realizado en un tiempo muy breve y con casi nada de recursos, el Comité de Búsqueda «Los otros desaparecidos de Iguala» presiona a las autoridades para la identificación de los cadáveres que continuamente encuentran a los alrededores de esta región, especializándose cada vez más en una labor que el gobierno, aún con toda la tecnología y recursos con que cuenta, no se ha dado el tiempo de cumplir. Hasta ahora, 96 cadáveres han sido rescatados, de los cuales, 93 continúan sin ser identificados por las autoridades.
María del Carmen Abarca, Grisel Pavón Valdés y Alma Barrera explican brevemente en qué consiste este importante grupo de búsqueda.
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Si quieres apoyar o conocer más sobre el tema, contáctales:
Trabajo autogestivo,de autoapoyo y acompañamiento a proceso feministas de mujeres jóvenes, desde enero del 2013, en feminismos, relaciones sexo-afectivas, amor romántico, violencia de género y feminicidios.
Porque nos queremos vivas, dignas y felices
Somos un colectivo conformado por mujeres jóvenes feministas que viven en la Ciudad de México (Distrito Federal y Estado de México), que trabajamos desde diferentes trincheras a partir de las cuales hemos conformado un espacio de confianza, que nos ha permitido generar redes de apoyo y acompañamiento para procesos feministas individuales y colectivos.
Desde una propuesta de sororidad:
buscamos que la colectiva sea un espacio de diálogo, catarsis, pero también de apoyo mutuo que nos regrese las fuerzas para seguir resistiendo y reaccionando ante este sistema capitalista heteropatriarcal;
estamos convencidas de que es importante tener acompañamientos para nuestros procesos feministas, en los que se pueda fortalecer aquello que nos une y que no se juzgue aquello en lo que no coincidimos;
reflexionamos acerca de nuestras relaciones interpersonales, para construir procesos placenteros y libres de violencias. Esto nos ha llevado a analizar algunas formas de amor y la violencia de género, la cual se manifiesta de muchas formas, hasta el extremo de los feminicidios.
consideramos el autocuidado, la articulación y el análisis político como herramientas fundamentales para construir esto que hoy llamamos Las Enredadas;
Para nosotras, los feminismos como posturas frente a relaciones de poder sólo pueden ser concebidos desde la colectividad. Ante un sistema capitalista y heteropatriarcal que usa la construcción histórica de las mujeres como seres individualistas para aislar y mantener sus estructuras de poder, la sororidad es una forma de transformar las relaciones y lograr aquellas que nos decían imposibles. Ante los retos que nos enfrentamos diariamente en el ejercicio de nuestro feminismo y las contradicciones que pueden acarrear, la sororidad nos permite dialogar, reconocer y discernir con la otra. Ante los problemas políticos y sociales que se conciben como hechos aislados, la sororidad nos permite alzar la voz y trabajar por transformar nuestra realidad en la Ciudad de México.
Esta última, nos ha llevado a trabajar en red con diversas actoras y actores sociales, tales como organizaciones de la sociedad civil, defensoras de derechos humanos, activistas del movimiento feminista, estudiantil, zapatista, entre otros, para la visibilización de los feminicidios en el Estado de México (Nezahualcoyotl y Ecatepec) y la desaparición de mujeres en el D.F., enriqueciendo nuestra experiencia con los conocimientos de otros activismos. Igualmente, en algunas ocasiones impartimos talleres de derechos sexuales para jóvenes en espacios de organizaciones de la sociedad civil consolidadas.
Si bien no tenemos un espacio ni horario fijo y las otras trincheras (trabajos, relaciones y proyectos) no permiten que dediquemos tiempo permanente a Enredadas, el contar con un espacio confortable y de autocuidado hace que aquellas cosas que parecen retos para la colectividad se transformen en excusas para encontrarnos.
El día de hoy tomamos la calles en el marco del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia para visivilizar la lesbofobia.
Porque hablar de lesbofobia es hablar de algo que no se nombra y que ni siquiera tiene definición propia porque la palabra lesbiana incomoda, está cargada de prejuicios y estereotipos; lo cual no pasa con la palabra gay u homosexual.
La lesbofobia es una manifestación de odio exacerbado que viene acompañada de violencia y miedo a aquello que se sale de la norma heterosexual. Se manifiesta en todos los distintos tipos de violencia -estructural, simbólica, física, psicológica, sexual. La lesbofobia es una herramienta del sistema heteropatriarcal que tiene como objetivo no sólo el castigo, sino también el control del cuerpo de las lesbianas y sus deseos. Es una forma de disciplina a todas aquellas mujeres que deciden no ser tuteladas por un hombre, desde un régimen que concibe como «natural» sólo las prácticas heterosexuales.
La lesbofobia se expresa de manera específica contra cuerpos sexuados de mujeres por medio de violaciones correctivas, reclusiones en centros psiquiátricos, matrimonios forzados, presión y exclusión social, además de asesinatos violentos. Estas herramientas coercitivas tienen como objetivo legitimar y sostener un régimen heterosexual que organiza política, económica, social y culturalmente la vida, que además se interconecta con el sistema capitalista, patriarcal y racista.
Nuestra apuesta es política porque nace de las rebeldías, de la desobediencia, del desacato, de la insumisión; es, entonces, peligrosa; porque resistimos y luchamos por la deconstrucción del régimen heteropatriarcal, su misoginia, y el poder masculino. Nuestra apuesta política no busca dialogar con el Estado y sus instituciones ni insertarnos en este sistema sustentado por las opresiones múltiples de las mujeres y las lesbianas donde somos vistas como objetos sexuales, mercancías y botines de guerra.
Queremos dinamitar este sistema y construir desde la autonomía y la horizontalidad, tejer vínculos entre nosottras basados en el reconocimiento y la complicidad; a esto le llamamos lesbofeminismo.
Esta primera acción es parte de un proceso de construcción colectiva que tendrá continuidad en otras acciones que visibilicen las resistencias, desobediencias y propuestas lesbofeministas.
Les invitamos a caminar con nosotras hacia a la Marcha de las Rebeldías Lésbicas que se realizará el 17 de octubre de este año.
Lesbianas feministas autónomas hacia la marcha.
¡Ni víctimas ni pasivas, lesbianas combativas!
“En una institución psiquiátrica de Estados Unidos, a una adolescente la someten a “tratamientos” coercitivos para “curarla” de su lesbianismo. / En un juzgado de Alemania, una mujer pierde la custodia de sus hijos porque el tribunal piensa que su lesbianismo la hace menos competente como madre. / En una oficina en Filipinas, a dos mujeres las despiden de sus empleos en una organización de derechos humanos por mantener una relación amorosa. / En un departamento en la India, dos mujeres se suicidan para no permitir que sus familias rompan la relación que mantienen. / En una casa en Zimbabwe, a una mujer la violan repetidas veces con el conocimiento y la aprobación de su familia, para que quede embarazada, se case y deje de mantener relaciones con mujeres. En un barrio pobre de Perú, una mujer lesbiana es acuchillada por sus vecinos para corregirla. Muere desangrada en el lugar».
La Acción contra la Lesbofobia tiene como intención visibilizar y denunciar los diversos tipos y manifestaciones de la violencia lesbofóbica, que queda silenciada ante los discursos de la homofobia, como concepto homogéneo para hablar de los crímenes de odio contra las disidencias sexo-políticas. Retomamos esta fecha porque nos indigna que las acciones a su alrededor se sigan tejiendo desde el discurso de las “preferencias sexuales”, naturalizando nuevamente el régimen heterosexual, sin evidenciar su componente sistémico, controlador y organizador de la vida. Nosotras queremos denunciar el sistema patriarcal capitalista heterosexual racista que nos está empobreciendo, violentando y matando. Queremos también mostrar nuestra apuesta y propuesta política lesbofeminista, como un desacato y una rebeldía frente a ese sistema, donde no reclamamos migajas ni inclusión, sino que luchamos para destruirlo y resistir fuera de él. Los discursos de la “igualdad y la tolerancia” buscan perpetuar un sistema de desigualdades basado en el reclamo de derechos coloniales y patriarcales, que no nos alcanzan para construir apuestas políticas revolucionarias a este sistema.
Esta acción es parte de un esfuerzo autónomo de lesbianas feministas a título individual y de varias colectivas, que estamos reflexionando y construyendo juntas un proceso organizativo hacia la Marcha de las Rebeldías Lesbofeministas. También marca el inicio de una serie de acciones que iremos realizando camino hacia la Marcha.
Queremos invitarlas a que sumen sus rebeldías y construcciones políticas lesbofeministas a este esfuerzo. Buscamos recuperar la fecha del 13 de octubre como el “Día de las Rebeldías Lésbicas” en América Latina y concretarlo en una acción de visibilización y denuncia al régimen heterosexual. Pero también para mostrar nuestras rabias, críticas y reflexiones, nuestras apuestas para construir otras formas de relacionarnos, de construir y de vivir. ¡¡Soñamos que suenen muchas voces, rabias, tambores, gritos, consignas en la Marcha que queremos construir el 17 de octubre de 2015!!
México es una máquina de desaparición de mujeres. Las mujeres salimos a las calles con el riesgo de no regresar. Muertas nos quieren, calladas nos quieren. Sumisas y en nuestras casas nos quieren. Pero hoy invocamos las voces de todas, de las que se atrevieron a vivir y por eso ya no están con nosotras. Porque vivir se vuelve un acto de valentía en este sistema. No intentamos ser valientes, queremos ser libres.*
Con fotografías de Argelia Leodegario
El pasado domingo 26 de abril, desde las 12:00 del día se dieron cita en la Avenida Juárez, frente al Palacio de Bellas Artes varios colectivos de mujeres que se manifestaron por Nuestras Desaparecidas de ciudad Juárez y Estado de México. Mediante un breve recorrido desde el punto de encuentro, al Hemiciclo a Juárez, la acción consistió en desenrollar un enorme pliego de papel kraft, sobre el cual se iban pegando los rostros y nombres niñas y jóvenes desaparecidas que el Estado pretende que olvidemos. Una enorme línea de incertidumbre, sobre la cual se invitó a las personas que pasaban o miraban el acto, a escribir frases, como:
#HastaEncontrarlas
Las colectivas que organizaron esta acción, fueron: Las Aparecidas, Producciones y Milagros Agrupación Feminista A.C. Bordamos Feminicidios, Mujeres Grabando Resistencias y Las Likuadoras, entre otras.
*Parte del texto leído por las compañeras durante la acción.
Si hace un par de años me hubiesen pedido que describiera qué era un colectivo, estoy segura de que mi respuesta hubiese sido algo parecido a ‘un grupo de personas que no reciben ningún pago, que se arriesgan mucho a ser objetos de la violencia de estado y que luchan por obtener o defender un bien común (principalmente un bien que les ha sido suprimido o no les esta siendo otorgado por el mismo estado). No hay necesidad de externar que mi visión de la colectividad era bastante limitada -y es probable que aún lo siga siendo-, sin embargo, ahora puedo decir que desde que pertenezco a una colectiva, mi visión de las cosas se ha enriquecido y no sólo eso, puedo decir que un colectivo supera por mucho el simple propósito de la queja o la visibilización de problemáticas como argamasa cohesionadora de personas.
Un colectivo es una isla de paz y la materialización de la fuerza dentro de la vulnerabilidad. Es la forma en la que nuestros cuerpos se unen, sí en igualdad de condiciones de opresión, pero de donde nace la fortaleza y el valor para no sentirnos víctimas ni permitir que se nos victimice. Un colectivo es la utopía y la fiesta que empuja y resiste desde una posición de opresión al poder. Porque somos sujetos oprimidos, pero nunca sujetos pasivos.
Soy integrante de la colectiva Mujeres en tránsito y al unirnos buscamos la visibilización de las formas en las que el espacio público nos ha sido y no sigue siendo sistemáticamente arrebatado por el simple hecho de habitar cuerpos leídos como de mujer. Nos negamos a ser víctimas, nos negamos a replegarnos y a tener miedo; gritamos que estamos hartas del acoso y la violencia de género en las calles. Queremos que se escuche que el espacio público ES NUESTRO. No estamos pidiendo favores, no lo estamos poniendo a consideración. Estamos exigiendo nuestro reconocimiento y nuestra legitimidad en él.
Maquina contra el acoso callejero
acción contra el acoso callejero
acción contra el acoso callejero
acción contra el acoso callejero
Todas somos ciclistas urbanas y eso puede dar razón del porqué somos especialmente sensibles a temas como el libre tránsito, el acoso en las calles y los problemas que como mujeres tenemos para movernos dentro de la ciudad. Somos 14 mujeres de entre 26 y 36 años con perfiles variados y habilidades distintas – tal y como se podría esperar de un grupo tan relativamente numeroso como el nuestro-. Estudiantes, diseñadoras, profesionistas, comunicólogas y economistas.
No mentiré y, al menos en mi caso, puedo decir que el proceso de ‘acoplamiento’ no fue sencillo. Crear conocimiento colectivo dentro de un sistema que privilegia la competencia no es una tarea fácil -de hecho es bastante difícil-. Asimilar que hay cosas más importantes que tus propios intereses en un mundo que pugna por el individualismo y que todas las opiniones dentro de una reunión tienen exactamente el mismo valor independientemente de quién las diga en un mundo tan jerarquizado, es un acto en sí complicadísimo.
Bebemos de nuestro entorno la falsa idea de que existen conocimientos más validos que otros, y de que hay discursos más relevantes que otros dependiendo de ‘las fuentes que nos respalden’ y a partir de esas ideas nos movemos y decidimos rumbos a seguir; sin embargo la construcción del conocimiento colectivo da la espalda y apunta hacia otro lugar, dando luz a procesos más horizontales, sin protagonismos y entre personas que se reconocen como iguales.
Nos hemos descubierto creativas e ingenieras de actividades en la búsqueda de la toma del espacio público. Alguien pone en la mesa el cimiento de una idea que podría funcionar y las demás colocamos tabiques, uno sobre otro en escenarios posibles y si algo no funciona en la construcción volvemos a empezar. Hacemos un balance, asimilamos cuando las cosas no funcionan e intentamos de nuevo con una idea nueva.
Nuestro mayor problema en realidad es el tratar de compatibilizar los tiempos laborales/escolares con el dedicado al activismo. Casi todas trabajamos a jornadas de lunes a viernes y otras integrantes no viven en el DF, así que aunque el ideal sería poder dedicar más tiempo para reunirnos y estar juntas, las cosas se complican cuando existe constantemente un alud de responsabilidades y necesidades a cubrir tocando a la puerta.
A pesar de esto, vemos como un gran logro el que, voluntariamente y poco a poco más personas se interesen en formar parte de esto que crece y que paulatinamente también se animen a alzar la voz desde sus trincheras, porque ¿Qué puede haber más contestatario dentro de un mundo regido por valores monetarios, que un grupo de personas que no busca ganar dinero brindando su tiempo y esfuerzo por un bien común? Personas unidas gritándole a las instituciones que no necesitan de títulos para tener voz, y que se validan a sí mismas porque la experiencia y el habitar un cuerpo es suficiente argumento para poder decir.. «desde ésta mi posición, te exijo». ESO es una colectiva.
Este año he aprendido muchas cosas sobre el verdadero trabajo con otros, sobre el escuchar y crear conocimiento conjunto. Aprender de otros, disfrutar, abrazarnos ante el dolor que nos sobrepasa, ante las cosas que no comprendemos y nos dan rabia. Sobre el gozo de escuchar y reconocer a mujeres capaces, chingonas y admirables. Sobre el amar de formas no patriarcales y discutir para crear. Llorar mientras se baila. Gritar consignas en la calle con las manos entrelazadas y pensar en los cómos, en los dóndes y también en los para qués…
El avance es lento y sin embargo siempre es reconfortante no saberse sola, y creo que justo ese es uno de los retos a los que se enfrentan los colectivos: no sucumbir al desánimo, no soltar, no ceder al cansancio, y no permitirse ser aplastados ante la inmensidad de lo que parece una tarea que sobrepasa la finitud de una sola vida humana.
Que puede que aun con la lucha constante de nuestra generación no logremos ser partícipes y testigos de verdaderos avances: Sí, es verdad. Pero no hay lucha que llegue a su fin si antes no se comienza. Y aquí estamos, buscando formas de resistir.
Dice una frase popular: Si quieres llegar rápido camina solo… si quieres llegar lejos camina acompañado.
Luchar en colectivo no es ni el camino más fácil, ni el más rápido, pero sí es el camino que contraviene lo que ya comprobamos no funciona y nos oprime. Y para nosotras luchar en colectivo es en sí mismo una forma de resistir.
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Mujeres en tránsito son: Laura Bustos, Isela Cruz, Temis Laguna, Diblik Vasco, Ornella Delfino, Malena, Adriana López, Gabriela Ruiz, Daniela Ocaranza, Lu García, María Monguitón, Paola Jorquera, Laurinda
Facebook: mujeres en tránsito
Twitter: @mujeresentransi
Correo: mujeresentransito@gmail.com
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Pasante de la maestría en Historia del Arte con especialidad en Arte Contemporáneo y la tesis ‘Pornografía para mujeres u otra forma de hacer porno mainstream. Análisis crítico de la película Cinco historias para ellas de Erika Lust’. Licenciada en Comunicación Social por la UAM y en Relaciones Comerciales por el IPN.
Actualmente trabaja en proyectos, ensayos y análisis sobre las formas en la que se construye el género femenino a través de la imagen –tanto fija como cinematográfica-, así como las múltiples relaciones simbólicas y de construcción de género entre la mujer, el deporte, y los problemas de movilidad en la ciudad.
Somos una colectiva feminista con perspectiva de género integrada por un grupo de nueve mujeres, jóvenes, estudiantes de diferentes licenciaturas pero sobre todo somos amigas, cómplices y compañeras de lucha. Nuestras experiencias vitales se articularon desde el ámbito universitario, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, lugar en el que estudiamos.
Nuestro proyecto propone la politización radical de nuestras existencias cotidianas. Radical, porque asumimos una postura feminista y anticapitalista que no se conforma con la emancipación de unas cuantas personas, sino que apuesta por la construcción de un nuevo orden social y de un mundo completamente distinto. Como lleva diciendo más de veinte años el EZLN: “El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos”.
Creemos que lo político no puede ni debe reducirse a los órganos estatales e institucionales, ni a los sujetos ligados a éstos, que reproducen sistemáticamente la violencia contra miles de personas diariamente. Por el contrario, asumimos como lo político todas las relaciones de poder que median entre uno y otro ser humano, tácitas o explícitas, las estrategias y discursos que legitiman y perpetúan la desigualdad y la violencia.
Estamos convencidas de que como sujetas y colectividades politizadas podemos y debemos construir nuestras propias plataformas y medios para luchar. Porque vernos las caras también es un acto político.
Surgimos al margen de las movilizaciones masivas que desataron el crimen de Estado cometido contra los 47 compañeros normalistas (43 desaparecidos, tres masacrados y uno en actual estado de coma) la terrible noche del 26 de septiembre del 2014 en Ayotzinapa, Guerrero.
Aún cuando los motivos principales que nos movilizaron son los miles de feminicidios, desapariciones forzadas de mujeres y niñas y la violencia generalizada que enfrentamos cotidianamente por el simple hecho de ser mujeres, reivindicamos y nos solidarizamos con otras formas de luchas y resistencias antisistémicas.
Afirmamos que no podemos jerarquizar luchas, que la rabia por cada injusticia cometida en nuestro país debe trastocar nuestra cotidianidad, que de alguna manera, desde las altas esferas del poder nos tratan de imponer con la sordera a nuestras exigencias.
Llevamos ocho meses de actividad continua trabajando con la comunidad universitaria, organizando círculos de discusión, talleres y cine debates con el propósito de visibilizar la problemática específica de la violencia de género y su relación con los feminicidios; buscando abrir canales de diálogo que nos ayuden a plantear alternativas.
La conformación de nuestra colectiva nos ha permitido transformar la indignación personal en politización, pues además de analizar las problemáticas que como mujeres jóvenes enfrentamos en nuestra realidad social nos hemos dado cuenta de lo significativo que resulta tejer redes afectivas y de acompañamiento, que las risas y la amistad también son formas de resistencia.
Nuestras experiencias como colectiva nos han llevado a reflexionar y problematizar sobre los retos que implica el trabajo en comunidad pues estamos conscientes de que hemos sido construidas desde un individualismo exacerbado que nos impide imaginar otras formas de existir. Aunado a eso debemos admitir que la gestión de recursos materiales y humanos conlleva un grado de disciplina y responsabilidad con el que no todas estamos familiarizadas y eso también significa trabajo adicional.
Ya que uno de nuestros principales objetivos es construir redes de apoyo y lucha combativa, crear colectividad precisamente, estamos en la mejor disposición de compaginar esfuerzos con otres. La única experiencia que hemos tenido en ese sentido fue con les compañeres del colectivo Perspectivas Críticas quienes nos apoyaron en la organización de un cine debate y el taller para crear consignas no sexistas (concretamente el llevado a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras de Ciudad Universitaria).
Por el momento no contamos con un manifiesto ni declaración ya que nuestra formación política apenas comienza y está en construcción y modificación constante. Los espacios en los que operamos suelen ser los que la universidad nos ofrece y en general cualquier lugar que se preste para una intervención política. Con ello pretendemos irrumpir en la cotidianidad y transformar los espacios, dotándolos de fuerza política y romper con las divisiones entre lo público y lo privado.
Porque nos queremos vivas y creemos en defender nuestras vidas luchando: ¡que el patriarcado y el capitalismo caigan juntos!