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El cuidado colectivo, la respuesta desde abajo: estrategias y autodefensa feminista en torno a la violencia de género en la Ciudad de México

Por Paola Flores

Mural realizado por la comunidad estudiantil de la Prepa 9, 4 de Octubre 2019. Foto: Jota Ele Muñoz vía Colectivo Crea Ciudad

Tu cuerpo se acostumbra a estar tenso. Aprende a estar a la defensiva.

La Ciudad de México, es la entidad con el más alto índice de mujeres violentadas en el espacio público a nivel nacional[1]. Se estima que seis de cada 10 mujeres han sido agredidas de distintas formas en la calle, parques o transporte público[2]. Entre las agresiones más frecuentes se encuentran frases ofensivas de carácter sexual (74%) y el tocamiento inapropiado (58%)[3]. Esta situación ubica a la capital del país como uno de los entornos con mayor prevalencia de agresiones contra las mujeres en los ámbitos comunitarios[4].

Feminicidios, agresiones sexuales, secuestros y acoso no son solo palabras que se escuchan en medios y redes sociales; son situaciones comunes que enfrentan las mujeres y que repercuten en cómo usan, disfrutan y se trasladan en la ciudad.

Como respuesta gubernamental se cuenta con programas para erradicar la violencia contra las mujeres en los espacios urbanos, específicamente el Programa Ciudad Segura y Amigable para Mujeres y Niñas, vigente desde 2015 en la CDMX. Sin embargo es evidente que las acciones no han sido efectivas; al contrario, las mujeres revelan que la percepción de vulnerabilidad a ser atacadas persiste, así como la búsqueda e implementación de alternativas para enfrentar la grave situación[5].

Lo anterior, ha desarrollado una relación compleja con el espacio público de la ciudad, una relación que involucra el miedo y la precaución constante y que ante ello, desde sus propias condiciones socio-espaciales; las mujeres han adaptado estrategias de cuidado individuales o en grupo que involucran actividades y prácticas, desplazamientos y formas de actuar.

De manera paralela, se observa la emergencia de organizaciones de mujeres que apuestan activamente por la autodefensa feminista, apuestan actuar desde una perspectiva que integre la concientización, la organización y el cuidado colectivo como formas de generar seguridad y protección entre mujeres.

El presente ensayo explora la manera en la que desde diversos contextos, las mujeres generan alternativas de protección y cuidado ante el escenario de poca efectividad que ofrecen las políticas gubernamentales. Se toman de referente las iniciativas cotidianas en los espacios próximos así como aquellas que han surgido y consolidado a partir del activismo y militancia[6].

 

Andar en la ciudad: ¿Cómo se siente el miedo en el cuerpo de las mujeres? 

“Es algo que siento casi todos los días y que he sentido a lo largo de toda mi vida. La sensación inicia en mi estómago, siento burbujas que se van haciendo cada vez más grandes y me sobrepasan”.

Vivir en un contexto amenazante que es cada vez más cruel, tiene ya consecuencias importantes en la vida cotidiana de las mujeres. La sensación de miedo, ante la amenaza o bien la violencia misma, deja secuelas en lo memoria corporal, impactando en su dimensión física y emocional y en efecto en su relación socio espacial. La sensación de angustia es un continuo, se alimenta de otras violencias y hace frente a las nuevas formas de ejercerla, los  mecanismos y modus operandi que no cesan de cambiar. La experiencia de las mujeres en el espacio público incorpora de principio un miedo manifestado en la incertidumbre de vivir algún episodio de violencia.

“Antes sabías qué horarios o lugares no visitar, ahora te sientes vulnerable en todos los espacios y transportes, piensas que la siguiente serás tú”.

No sólo se siente el miedo a transitar o usar un espacio determinado, también el miedo como resultado de la desigualdad en las relaciones de poder, que construye a la mujer como un territorio que puede ser ultrajado de manera impune (y muchas veces aceptada) en el espacio público. Lo anterior reproduce la sensación de ausencia de libertad, las reacciones físicas que causa “asfixian”, “paralizan y mantienen inmóvil”.

“El miedo invade mis piernas y se empiezan a debilitar, la voz no logra salir”.

Vergüenza, frustración, desconfianza y enojo, eso es lo que sienten las mujeres después de haber sido atacadas, por el acto mismo y por la confusión de no saber qué hacer o no tener capacidad de hacerlo. El sentimiento de pérdida de libertad e imposibilidad de actuar; empeora con los actos seguidos del episodio violento. El cuerpo es agredido en todas sus dimensiones posibles.

 

Las respuestas desde abajo

El cuerpo no sólo resiente sino que reacciona a un escenario hostil en el que hay que estar en constante alerta. En este sentido, la relación con el espacio público de la CDMX, se compone de experiencias, percepciones e imaginarios, muchas veces en función de la precaución y la defensa. Las mujeres planean sus actividades a partir de sumar elementos a favor de su protección, crean estrategias para sentirse seguras en los espacios públicos, con la finalidad de pasar “desapercibidas” y evitar ser atacadas.

La concientización de estas violencias, a partir de sus experiencias propias -corporales- tiene implicaciones importantes al tomar decisiones respecto a sus actividades cotidianas. Estas estrategias o iniciativas populares, pueden estar articuladas de la siguiente manera:

Espontáneas sin largo alcance

Generadas después de algún caso sonado de violencia, se difunden mayoritariamente en las redes sociales. Su fugacidad e improvisación no permite impactar de manera importante. Aunque tienen un objetivo preciso, pocas veces son efectivas. No perduran en el tiempo. Un ejemplo es la invitación realizada en redes sociales a llevar un listón morado en la muñeca para identificar que pueden acercarse a pedirte ayuda. Asimismo, varios comercios comenzaron a ofrecer teléfono, traslado, y lugar seguro en caso de alguna situación de acoso o violencia cerca de su establecimiento.

Estrategias populares cotidianas (personales o en grupo) que se consolidan y replican

Son aquellas que se socializan e implementan en círculos cercanos, utilizando diferentes formas de transmisión, generalmente con mujeres de la familia, escuela, trabajo, amistades o vecinas. Es decir, su efectividad se caracteriza implementarse en grupos cerrados, en el que existe un vínculo, lo que permite que sea casi de manera orgánica el avisar “ya llegué”.

Son estrategias que se “vuelven hábito” y que se han ido perfeccionando. Aquí entran las iniciativas relacionadas con las herramientas de autodefensa (específicamente anillos, cuchillos, llaveros, botones de pánico, spray) o bien la utilización de objetos que traen en su bolsa habitualmente, para protegerse (llaves, lápices, perfumes). “Caminando de noche, uso las lleves en la mano dispuesta a defenderme si lo requiero”. Su socialización se ha extendido a las redes sociales trascendiendo a otros ámbitos socio espaciales.

Pensar en cómo vestir, compartir rutas, formas de transitar, hacer viajes compartidos con otras mujeres, formar parte de grupos virtuales de comunicación, planear el horario de visita de algún lugar, entrenarse, cargar objetos punzocortantes, son algunas de las estrategias que se han consolidado entre las mujeres para hacer frente a la situación. A continuación se muestra cómo se integran estas estrategias en el desplazamiento cotidiano:

 

 

Si desmenuzamos estas “técnicas de cuidado”, podemos observar un proceso complejo. Parece que surgen de forma espontánea, por inercia o por instinto; sin embargo, cuando se socializan, cuando se comparten o se transmiten generacionalmente, cuando se entrenan, repiten, mejoran, pueden detonar procesos de agencia y apropiación colectiva conformándose en mecanismos de autodefensa femenina popular.

“Me interesa más saber qué pasa y en función de ello las precauciones. Estamos más activas y más proactivas”.

Estrategias llevadas a cabo por grupos o colectivos de autodefensa feminista

La autodefensa feminista es un proceso que permite tener herramientas para poder enfrentar episodios de violencia, “o salir de situaciones de riesgo”, integra diversas dimensiones, desde la práctica física, la atención de lo psicológico y emocional, cuestiones legales o protocolarias, etc. Más allá de la transmisión, entrenamiento y práctica de estas estrategias; lo importante son los procesos mismos. La autodefensa feminista, da la posibilidad de crear espacios colectivos de cuidado en el que convergen distintas prácticas de transformación social. Es indispensable entonces, valorar y aprender de las alternativas feministas gestadas desde abajo, sobre su capacidad para comprender el problema, organizarse y construir respuestas y formas de hacer propias.

“Organizar la rabia”

Debido al contexto actual, la popularidad de entrenarse para auto defenderse se ha extendido, pueden observarse gimnasios, cursos, clases particulares que hacen uso de herramientas de diversas disciplinas (box, artes marciales…) para actuar en caso necesario. Sin embargo, desde la perspectiva feminista, es una propuesta integral, no se queda en un mero entrenamiento físico. Es decir, la autodefensa feminista es una plataforma de alternativas para hacer frente situaciones de violencia que viven las mujeres a partir de procesos de concientización y cuidado en comunidad, hay una construcción sobre lo que significa cuidarse-cuidarnos, manifestada en sus procesos empíricos.

Para Cuadrilla Violeta, colectiva en la CDMX, el proceso pedagógico que conlleva la autodefensa feminista requiere técnicas individuales de reconocimiento corporal, de sus memorias, sus límites, capacidades y potencialidades, técnicas colectivas que aportan al fortalecimiento y creación de redes de apoyo y técnicas multidisciplinarias que permitan abarcar los elementos del amplio abanico de violencias al que estamos expuestas.

Es importante no perder de vista la carga política y transformadora de estos espacios. El cuidado deja de ser una responsabilidad meramente individual, creencia que nos impone el sistema neoliberal en el que estamos inmersos. El cuidado es colectivo, se hace con otras mujeres, construyendo en comunidad, procurando la protección pero también la sanación y la acción. En estos pequeños espacios se entretejen nuevas formas de relacionarnos como mujeres; son ejercicios de construcción de autonomías, una autonomía ligada a la seguridad, pero también a las formas de organización, gestión y construcción de conocimiento. En estos espacios se construyen formas propias de cuidarse. Son un referente en el acompañamiento y en la re significación del miedo. El miedo ya no paraliza. Se supera el objetivo de bien reaccionar ante una situación de riesgo, y se camina hacia la apropiación del cuerpo como el territorio más nuestro y por ende, el derecho a vivir libres de violencia en la ciudad, siempre en comunidad, siempre con sororidad.

[1] Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (INEGI, 2016).

[2] Palabras de la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Nashieli Ramírez Hernández en la firma de convenio entre Poder Judicial, INMUJERES CDMX y la Organización Equis Justicia para las Mujeres, 27 de febrero 2018.

[3] Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (INEGI, 2016).

[4] La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define violencia comunitaria como “los actos individuales o colectivos que transgreden derechos fundamentales de las mujeres y propician su denigración, discriminación, marginación y exclusión del ámbito público“. Como ejemplo se citan tocamientos, piropos, insinuaciones sexuales, comportamientos intimidatorios o agresivos y restricción de la participación de las mujeres en los procesos de su comunidad.

[5] Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública[5] un 82% dicen sentirse inseguras de vivir y transitar en la capital (INEGI, 2018).

[6] El ensayo forma parte de un proyecto colaborativo de investigación sobre la violencia de género en los espacios públicos de la CDMX.  Además de estar fuertemente apoyado en un trabajo etnográfico, se integran los hallazgos del proceso de Investigación Acción Participativa implementado con un grupo de mujeres de diversas realidades; así como las voces y experiencia de Diva Ortiz del Colectivo Cuadrilla Violeta y Mariana Ramírez de Polifeminismo.

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Paola Flores (Ciudad de México 1982). Feminista, doctoranda en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana. Aficionada a lo que sucede en las calles. Estudia sobre los movimientos urbanos, la participación, la autogestión, espacio público, los feminismos y la subjetividad. Cree de manera ferviente en la producción colectiva del conocimiento. Ha realizado ejercicios de investigación acción en países como México, Haití, Jordania y Honduras. Ha tenido la fortuna de colaborar en proyectos de educación popular en medios rurales y urbanos. Forma parte del Colectivo Crea Ciudad, espacio de investigación creativa sobre temas urbanos.

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Ilustración. A la izquierda una persona deprimida sentada en el suelo con las piernas flexionadas y abrazándolas. A la derecha un cofre del cual salen corazones hacia la persona en deprimida.

Caja de herramientas para acompañar a personas en crisis depresiva o colapso emocional I

Consejos desde la experiencia personal de estar en crisis

Por Ivelin Buenrostro

Con especial agradecimiento y amor al Partido Neurodivertido:
la Dom, KiKa, Selene, TriXia; a Mariana y Zaria por todas las
aportaciones hechas., y a Liz y Hegel por decir si era claro.

Esta caja de herramientas es una especie de “manual” desde mi propia experiencia como persona con un primer diagnóstico de depresión desde la adolescencia, y que ahora he ampliado al reconocerme dentro del espectro autista[1] y todo lo que ello conlleva. Así pues, no pretende ser una guía total, pues hay una serie de padecimientos o condiciones que no me afectan, por lo cual es necesario no tomarlo como única manera de apoyo hacia alguna persona que se encuentre en un cuadro depresivo o en crisis de ansiedad o alguna similar.

Lo he hecho porque me he encontrado con que hay cada vez más personas no sólo reconociendo sus condiciones mentales, o reconociéndose dentro de algún diagnóstico en torno a la salud mental, sino con que hay más personas dispuestas a acompañarnos o que externan su incapacidad de entender cómo apoyar. No obstante, el camino en ese acompañamiento es exhaustivo y difícil, tanto, que esas personas que nos acompañan suelen estar expuestas a su vez emocional y mentalmente debido a que no saben cómo apoyar o lidiar con nuestras crisis todo el tiempo. Necesitamos herramientas para que esas personas que nos cuidan o acompañan, se cuiden a su vez.

 

1. Sálvate tú I

Acompañar a una persona con algún “problema” psicológico o mental permanente o temporal, o alguna condición no neurotípica como el autismo, es siempre un “riesgo”. Sin embargo, siempre es “un riesgo” convivir con personas en general. Así que, seamos honestxs con nosotrxs mismos y seamos conscientes de qué tanto y hasta dónde podemos acompañar a alguien, sobre todo en un episodio o temporada de crisis. No obstante, si somos consideradxs con nuestro autocuidado, es mucho más fácil no arriesgarnos y saber cómo “no exponernos”. Digo “Sálvate tú”, no sólo porque es necesario tener consciencia del autocuidado, sino porque debemos ser conscientes que el acompañamiento no puede ser nunca una manera de pretender “salvar” a alguien. O “salvarnos” a través de alguien. Apoyar a alguien no tiene que ver con salvarle, sino con, justamente, acompañarle, hacerle saber que no está solx.

Para ello, he encontrado una herramienta muy sencilla, pero bastante honesta de lo que puede ser y se puede hacer en el acompañamiento: Saldremos de esta. Guía de salud mental para el entorno de la persona en crisis. Se trata de un muy breve manual para reconocer diversas situaciones que pueden requerir acompañamiento, cómo hacerlo, cómo platicarlo con las demás personas del entorno cercano e, incluso, cómo cuidarnos si somos acompañantes. Esto es muy importante, porque al tener interiorizada la cultura del cuidado como una forma de sacrificio, quienes acompañan olvidan recurrentemente cuidarse. Esta guía es importante porque da pautas para ello, a la vez que da herramientas para detectar hasta dónde podemos dar cuidados, la honestidad y reconocimiento de hasta dónde podemos apoyar, entre otras cosas muy bellas. (Para descargar el libro, da clic en la imagen o en el título azul de arriba).

Imagen: Portada del libro "Saldremos de esta" de Javier Erro. Muestra el dibujo de unas personas arriba y abajo de una barda, ayudando a subir a otra.
Portada del libro «Saldremos de esta» de Javier Erro.

2. Sálvate tú II

 Muchas veces, tenemos tan asumido que las labores de cuidado se dan de manera natural, que olvidamos cuidarnos por cuidar. Si eres el principal apoyo de una persona con depresión, ansiedad o autismo, también necesitarás apoyo para sacar lo que puedas estar sintiendo. Lo ideal, por ejemplo, sería ir a terapia (bueno, eso sería ideal para todas las personas). Sin embargo, sabemos lo cara que suele ser, es un privilegio que muy pocas personas se pueden dar. Hay terapias a muy bajo costo, pero los trámites suelen ser complejos. Si por el momento te es imposible hacerlo, mínimamente amplía tu red de apoyo. ¿Quién de tu familia y amigos podría escucharte en una crisis propia? ¿Con quién puedes compartir los cuidados o el apoyo de esa persona a quien amas? ¿Puedes, por lo menos, desahogarte con alguien? ¿Cómo puedes crear estrategias para reconocer que puedes estar rebasadx, hartx, cansadx, sin que se te juzgue o se te haga sentir como el malo de la película?

Ojo. Si bien es importante que reconozcas tu cansancio o crisis propias, sé precavido en cómo las comunicas a la persona a la que acompañas. Generalmente no solemos tener el procesamiento emocional tan fortalecido como las personas neurotípicas o con óptima salud mental, y es importante que lo tengas en mente para que consideres que no siempre es prudente externar tu hartazgo a esa persona. Lo que para ti es fácil decir en tu derecho genuino de reconocer que estás cansadx, a la persona en crisis puede caerle como una bomba: ya carga con la culpa de no ser tan productiva como debiera, con saber que la estás pasando mal, como para que además le digas de forma brusca que en efecto la pasas mal. No se trata de que ocultes tus necesidades, sino de tener el tacto mínimos para decir las cosas. ¿Qué tal si en vez de decir: «estoy hartx, estoy agotadx, me cansa estar contigo, etc.», dices que necesitas salir a despejarte un poco? Sé que lo digo de forma muy sencilla, pero un comentario de desagrado puede incentivar crisis más duras porque muchas veces nos sentimos una carga. En algún momento a mi pareja yo le comentaba que no podía darle contención de lo que pasa conmigo. Y es verdad. No es que no reconozca su interés genuino de cuidarme, y que reconozca que se cansa al verme en crisis, pero tenemos suficientes problemas emocionales como para cargar uno más. Y no tiene que ver con que no nos importe quien nos acompaña. Por eso es necesario hacerse de herramientas externas, pues el disgusto que a ti te puede llevar 10 minutos externar y una hora olvidar, a la persona en crisis le puede llevar dos o tras días procesarlo. Es una realidad dura, pero cierta.

Las personas que deciden cuidar, suelen hacerlo sin pensarlo mucho, las más de las veces porque no les queda de otra. No obstante, aunque lo hagan con todo el amor del mundo, pueden llegar a sentirse hartas, fastidiadas, perdidas, sin saber qué hacer, devastadas, cansadas. Creo aquí es importante recordar el: no puedes salvar a esa persona, pero puedes acompañarla. Y tú, eres también una persona, no un robot de acero sin emociones. A veces querrás gritar o salir huyendo. Y para que eso no pase, y puedas seguir siendo la persona coherente que quieres, es preciso solicitar ayuda cuando lo requieras. Necesitamos ampliar la idea de cuidados, necesitamos ampliar las redes de apoyo. El cuidado debe ser lo más colectivo posible. Normalicemos el pedir ayuda.

3. Yo te creo

 Debido a que la necesidad de gozar de una salud mental no está socializada, no solemos preocuparnos por lo que pasen emocional y mentalmente ni nosotros ni nuestras personas cercanas, respondemos al “¿cómo estás?” un “’¡muy bien!” en automático y sin chistar. Pero no siempre estamos bien. Y si estamos en un cuadro de depresión, ansiedad, angustia, en un proceso de duelo, etc., muchas veces no diremos que algo nos tiene tristes o desesperados, que algo nos incomoda.

Por otro lado, cuando llegamos a decirlo, nos arriesgamos a comentarios del tipo: “todo va a estar bien” (cuya carga no es precisamente negativa), hasta el: “no exageres, hay gente en peores condiciones”, o “es que eres muy intensx”. Hay una cuestión básica en el acompañamiento a personas en crisis y es: su dolor es válido. Su dolor, sea lo que sea, sea por lo que sea, es válido. Y hay que hacerle saber eso. Y hay que reconocer eso. Recuerdo una persona muy querida diciéndome que mi estar en el hoyo era una condición de actitud ante la vida. Y es muy mierda que te digan eso: levantarte de la cama puede ser tan difícil como intentar levantarte con 200 kg encima. Los músculos no responden, la voluntad no responde. No es necesario que le recuerdes a la persona que hay gente en “peores condiciones”, pues esa persona todos los días es casi seguro que sienta el remordimiento y la impotencia de no llevar una vida productiva.

Si tu intención es acompañar a alguien, pero sientes que “exagera” en lo que le hace sentir mal, calla ese pensamiento o, de no poder, vete. Es mejor así. Porque algo que muchas veces no comprendemos es que el dolor emocional o el dolor causado por una condición mental no neurotípica también nos incapacita. En mis peores momentos de depresión, simplemente deseaba la muerte, sólo quieres suicidarte para que el dolor pare, para que dejes de sentir esa emoción horrible que, por muy pasajera, se te inserta en el alma, en la mente y en la voluntad. Puedes ser incapaz de levantarte de la cama por semanas por un dolor así, de ducharte, de comer. Y es que hay que entender que un dolor de ese tipo, si bien puede empezar por un desorden emocional, tiene consecuencias fisiológicas en nuestro cerebro. Puedes investigar acerca de los procesos fisiológicos vinculados al duelo o la depresión y verás que no “todo está en la mente”, en abstracto, así, como en una nube ajena. Hay procesos complejos en el cerebro y en todo nuestro organismo que necesitan más que fuerza de voluntad de la persona deprimida o con ansiedad; a veces requieren un poquito de ayuda química para empezar a regular de nuevo sus procesos y “volver a la vida”. Mientras eso pasa, y si tienes ánimo, tú puedes acompañar a esa persona.

 

4. Lo más básico puede ser un apoyo tremendo

 Una de las principales cuestiones para acompañar a las personas en crisis es ayudar a acercarle lo más básico para sobrevivir. En principio, acompañarle ya sea físicamente o de forma virtual, puede ser una gran ayuda. Recuerdo que en mis crisis más fuertes, uno de mis apoyos fue un amigo que me preguntaba todos los días cómo estaba. Yo estaba mal en general, pero de alguna manera agradecí que esa irrupción momentánea en mi vida, me recordara al mundo exterior y no me permitiera seguir cayendo en el hoyo profundo de la introspección y el ensimismamiento.

Con otra amistad tuve la confianza de pedir apoyo para salir a comer, pues la depresión y los ataques de pánico, no me permitían ni acercarme a la puerta. De alguna manera empecé a tener la conciencia de que, si no solicitaba ese apoyo, no comería en tres o cuatro días más. Mi amistad iba cuando le era posible, me hacía salir de la casa y me acompañaba a comer. Yo, apenada, le solicitaba que no me hiciera preguntas de ningún tipo, a lo cual accedía sin problema. Después, era yo la que acababa hablando de lo mal que me sentía, me regresaba a mi casa y listo. Tuve más personas lindas que me acompañaron, pero estas son el ejemplo puntual de que algo muy sencillo puede ser vital para fortalecernos.

Hay detalles muy pequeños que podemos hacer con esas personas que pasan por una crisis crónica, y es recordarles que no están solas a pesar de todo. Saber que alguien está ahí al pendiente, hace que no perdamos el contacto con “la realidad” todo el tiempo. Y eso es muchísmo.

Cuando tengas la idea de algo que pueda ayudar a la persona, es mejor que le preguntes si puedes o no puedes hacer lo que piensas. Por ejemplo, hay veces que al ver una persona en crisis y llorando, lo primero que queremos es abrazarle muy fuerte. Pero cuidado, eso puede ser contraproducente para determinada gente. Muchas veces es mejor preguntarle si puedes hacerlo, o simplemente decirle que estarás a su lado por si necesita algo. Es difícil entender que no siempre lo mejor es intentar dar palabras de consuelo sino simplemente estar ahí y no irse. Y, aunque no siempre la persona en crisis sabrá qué es lo que necesita, es probable que si le preguntas, pueda responderte, o le ayudes a activar ese mecanismo que permita que empiece a buscar en sí misma para poder responder. Es como ayudarle a entender sus propias emociones y necesidades.

Otra cuestión básica es revisar cuáles son las condiciones de la persona. Muchas crisis pueden disminuir notablemente con un vaso de agua (deshidratación) o con un poco de descanso. Y, si bien todo eso es relativo, no está de más indagar si la persona ha tenido las cosas más básicas de supervivencia a su alcance, o si por ejemplo ha tenido un cambio brusco en su rutina. Cuestiones tan básicas y en apariencia obvias (comer, orinar, beber agua) pueden ser muy difíciles de procurar o entender en personas que, por ejemplo, pasen por un cuadro depresivo fuerte. Eso también puede ayudar para personas con una crisis de ansiedad, procurar recordarle principios muy básicos de “automantenimiento”. Dejo acá una tablita que me encontré en internet, y creo que es una guía muy buena para incluso imprimirla y tenerla a la mano siempre. En ella hay cuestiones básicas para considerar en caso de que la persona esté a punto de tirar la toalla. Ojo: todo lo que comparto acá está a discusión, y no a todas las personas les funciona lo mismo. Sin embargo, lo que comparto puede ser el punto de partida para empezar a entender que todo, absolutamente todo puede ser de vital importancia. Y que podemos hacer las tablitas propias que se vayan adecuando a las necesidades de nuestra persona querida.

Imagen: Todo está saliendo mal y ya no puedo más. Algunas preguntas por si estás pensando en rendirte.

5. Lo más básico puede ser un apoyo tremendo II

Cuando hay una persona en crisis severa, puede llegar a un punto en que su voluntad se vea comprometida, con lo cual, su salud física y bienestar general está en riesgo. Cuestiones tan básicas como lavarse los dientes, asearse, comer, respirar profundo, levantarse de la cama, pueden ser tareas tremendamente difíciles de realizar. Incluso si está de pie, un momento de confusión mental puede hacer que las tareas cotidianas más sencillas no puedan ser realizadas con facilidad. Para apoyar en ello, hay cosas muy básicas en las que puedes apoyar:

 

  1. Acercarle un termo con agua a su cama, en general, tenerle a la mano agua para facilitar su hidratación.
  2. Llevarle alimentos de fácil consumo pero que sean duraderos, como ciertas frutas y semillas.
  3. Alentarlo a comer o, de ser posible, hacerle salir de su cama y de su casa, de forma amorosa, con mucho cuidado y preguntando por sus deseos.
  4. Apoyarle en alguna tarea. Hay personas que a su vez tienen el cuidado de otras personas y pueden estar en crisis (por ejemplo, una amiga que esté maternando y se sienta rebasada por las labores domésticas y de cuidados). Puedes apoyarla preguntando qué es lo que más le preocupa y ayudarla a realizar esa labor. Incluso algo tan simple como lavar trastes puede ser de gran apoyo. Otro ejemplo puede ser apoyándole en alguna cuestión laboral. Me acaba de pasar que, por ejemplo, era incapaz de hacer algo tan fácil como copiar y pegar un texto para publicarlo. Mi pareja me apoyó a hacerlo y con eso abrió un mundo de posibilidades para volver a comprender de qué manera realizarlo yo sola. Parece una estupidez, pero no lo es. Pequeños detalles que parecen insignificantes pueden ser vitales en estos momentos, y al no estar acostumbradxs a aceptar la propia vulnerabilidad muchas veces somos incapaces de pedir ayuda por vergüenza o, simplemente, porque la mente no da para reconocer qué necesitamos. Es por eso que es mejor preguntar a la persona qué podemos hacer por ella en vez de hacerlo sin más, pues decidir por ellas puede ser invasivo y hasta violento. Apelemos a preguntar para que tengan el ímpetu de reconocer qué requieren y qué es importante para ellxs. Eso puede ser fundamental incluso para ejercitar su autoconocimiento. Ser funcional puede ser un proceso muy complejo.
  5. No perder el contacto. Como comentaba arriba, muchas veces una simple llamada o mensaje preguntando ¿cómo estás? puede ser fundamental para que la persona siga teniendo vínculo con el mundo exterior. No perderla de vista puede ser muy benéfico, incluso si te contactas solamente por unos minutos.

Por ahora es todo. Pronto la segunda parte sobre acompañamiento en crisis de ansiedad y cómo fortalecer el entendimiento de lo que le sucede a una persona en un colapso emocional o sensorial.

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[1]  Condición del Espectro Autista (CEA) 1, considerarlo al leer esta caja de herramientas.

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Eso que llaman amor…

por Ailén Possamay

Desde mediados del 2017 me encuentro llevando adelante un proyecto de murales-esténcil que tratan sobre las tareas de cuidado y el trabajo doméstico que realizan las mujeres al interior del hogar y que es histórica y sistemáticamente invisibilizado y naturalizado. Murales acompañados de conversatorios para abrir el debate con lxs vecinos acerca de los cuidados.

 

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Ailén Possamay (1992) de Junín de los Andes, Argentina. Artista visual y activista feminista.

Si quieres ver más de su trabajo, visita su Instagram: https://www.instagram.com/possamayailen/?hl=es-la 

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Respetttrans: El lugar sin límites.

Por Alejandra Aragón

 Ante la hostilidad de una retórica de odio y acciones discriminatorias de los gobiernos de Estados Unidos y México un albergue en Ciudad Juárez ofrece esperanza y seguridad a la vulnerada comunidad de migrantes LGBTTTIQ.

Retórica de odio y discriminación

En Ciudad Juárez la frontera ha sido militarizada en el afán de bloquear el paso de inmigrantes centro americanos y cubanos que intentan ejercer su legítimo derecho a solicitar asilo político en territorio Estadounidense.

El pasado Junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio la orden de desplegar la guardia nacional a lo largo de la línea divisoria bajo la supuesta amenaza por parte del presidente Donald Trump de aumentar en un 5% los aranceles de productos Mexicanos de importación en E. U. La decisión afirma la retórica antimigrante y estrategias de intimidación de Trump, que incluyen ampliación de la construcción del muro, la agresiva vigilancia de cruces, solicitud de visas a mitad de los puentes por vía peatonal y vial, simulacros ante “invasión” por el ejército, colocación de alambres de púas y vallas, además de cerrar garitas que aumentan los tiempos y cuyo sector más afectado es el industrial; Además la exigencia de asilo en países de paso y que no aseguran el trámite para ingresar de manera legal a los E.U. ya que las deportaciones y abusos denunciados en centros de detención como el Cíbola, en Nuevo México, a escasos kilómetros de la franja fronteriza, se hacen cada día mas frecuentes.

Todo lo anterior favorece la incertidumbre para los migrantes, y un fuerte ambiente de animadversión y discriminación por parte de la población de Ciudad Juárez que vuelve más duro su camino al destino final. Hasta este momento se estima que más de 30 mil migrantes han llegado hasta esta frontera, algunos lograron cruzar, el resto se encuentran en albergues, otrxs han conseguido trabajos, algunos duermen en las calles y casas abandonadas. Un par de cubanos trabajando en un puesto de artículos usados comentan que su arrendatario les dijo que “para los juarenses la renta era de 2mil pesos, para los cubanos, 8mil”.

Respetttrans: Un lugar de esperanza y seguridad

 

Mientras todo esto sucede, en la casa albergue para migrantes de la comunidad LGBTTTIQ, Red Sororitaria de Personas Trans, Respetttrans, Chihuahua,  A.C. un grupo de jóvenes juega a la lotería para tratar de pasar el tiempo ante la incertidumbre que genera esta campaña de discriminación. La mayoría están esperando su turno para entrevista de solicitud de asilo.

El albergue fue fundado por Grecia Herrera en mayo del 2018, inició con una pequeña cabaña dentro de la Casa del Migrante. Conforme fue aumentando el flujo de migrantes, Grecia se vio en la necesidad de buscar un espacio más grande. Este es el tercer lugar que consigue para dar refugio a quienes ella considera uno de los grupos más vulnerables de la población centro americana: personas transgénero, transexuales, mujeres lesbianas y sus hijxs.

Grecia es Licenciada en Enfermería y lleva toda una vida en el activismo trabajando en Ciudad Juárez para prevenir la propagación de enfermedades de transmisión sexual entre los y las trabajadoras sexuales, socorriendo en caso de situación de calle, adicciones, y ante todo, -“el apoyo incondicional a la comunidad LGBTTTI”- sobre cualquier necesidad que está presente.

Grecia expresa que – “para nuestra comunidad trans, la migración es una situación de vida, por la cuestión de discriminación, del estigma, y todo lo que conlleva nuestra vida, somos una población flotante… cuando las chicas perciben una situación de riesgo, rápidamente se mueven a otro estado, o hacia otro país, y eso es continuamente… Es rara la chica que se establece de por vida en un solo lugar…”- Además -“muchas de estas chicas vienen de centro América donde hay mucha población indígena, entonces, a eso agrégale el color de piel, que si es usuaria de drogas, que si viene con problemas psicológicos por las secuelas de drogas o violencia que ha sufrido, todo eso las vuelve más vulnerables… muchas de ellas vienen perseguidas. Vienen muy golpeadas… a veces decimos, ella vivía en tal lugar, ella no vivía, sobrevivía”.

La huida

“Kourtney”, originaria de Honduras, huérfana de padre y madre salió de la pequeña Isla de Roatan, a los 14 años de edad. Fue siempre rechazada por el resto de su familia. Se movió de ciudad en ciudad para trabajar y poder pagar sus clases de inglés. Aprendió lo suficiente para dar clases, fue discriminada por los padres de sus estudiantes quienes argumentaban que podría enseñarles a sus hijos “otras cosas”. Luego trabajo en un call center donde, a pesar de atraer a muchos clientes, fue despedida por qué no “hablaba ni se comportaba como hombre”. La falta de oportunidades la llevaron a conocer a una pareja, quien le propuso transportar drogas dentro de su cuerpo. Unos meses después Kourtney terminó en el hospital al borde de la muerte cuando tres capsulas de cocaína y metanfetaminas se reventaron en sus entrañas. Este fue el más drástico del sin número de eventos que la hizo tomar la decisión de dejar su país en busca de un lugar donde realizar sus sueños, entre los que están poder expresar libremente su identidad de género.

Un caso distinto es el de Mathews de 20 años. Estudio comercio internacional, trabajaba en un banco, pero ante el hostigamiento de las maras de su barrio para demostrar que era “hombre” decidió huir. Hace poco se enteró de que fueron a buscarlo a su casa, ante la negativa de su padre de dar señales sobre su paradero, le propinaron una golpiza que lo envió al hospital.

Rosa tiene 26 años, a los 13 años fue vendida por su madre a un hombre de 80 años para “hacerla que le gustaran los hombres”. A los 18 años quedó embarazada. Cuando Rosa dio a luz a su hijo huyó de la casa familiar hacia otra ciudad porque este hombre quería quitarle a su hijo. Salió adelante con un pequeño comercio de billar y máquinas de juego. Cuando el hostigamiento por parte de las maras para pagar cuota se exacerbó, Rosa decidido salir de su país. Dice no guardarle rencor a su madre, y espera poder formar una familia con una mujer ya que dice no conoce un lugar en donde ejercer su derecho a amar y caminar por la calle con alguien como ella.

Un futuro incierto

Es más que evidente que el asilo político es necesario. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos, lejos de proveer soluciones humanitarias ante la crisis, que en más de un análisis se ha vinculado con el intervencionismo de aquel país en los conflictos armados que han devastado y marginado el desarrollo de Centroamérica y Cuba, solo perpetua los actos de discriminación incluso posibilitando la muerte de personas trans dentro de los centros de detención.

Grecia además de procurar un techo para las migrantes, también ayuda a llevar a cabo el proceso migratorio, asistiendo a asociaciones civiles en E.U. que revisan casos de asilo y deportaciones. Incluso se vio forzada a revisar el caso de una mujer trans, Johana, originaria de Honduras quien murió dentro del centro de detención Cibola de ICE en el estado de Nuevo México. Tuvo que enfrentarse a autoridades de ambos países ante la revictimización de Johana y desinformación que han propagado sobre el caso sin justa investigación. El caso ahora se encuentra bajo juicio. Respetttrans es parte de una red de asociaciones que exigen a ICE implementar políticas contra la detención de personas transgénero, ya que a la fecha se ha registrado la muerte de tres mujeres trans bajo custodia de las autoridades migratorias, dos en Cibola y una en Tapachula, México.

Cumbia Contra La Migra

Como una respuesta a las actitudes de xenofobia que incitan las políticas de los gobiernos de ambos lados de la frontera, el espacio comunitario Casa Centro x 16 dirigido por la artista visual Marcia Santos, decidió solidarizarse con Respretttrans. Se organizó una tardeada que llevó por nombre Cumbia Contra la Migra en beneficio del albergue. Amenizaron la DJ Bruja Prieta y el colectivo Adelitas Fronterizas Vinyl Club. Las chicas presentaron un show de lipsing y una pasarela con vestidos que ellas mismas confeccionaron a mano con retazos de tela y ropa usada para mostrar su creatividad y agradecimiento a la comunidad de ambos lados de la frontera que convocó el espacio.

El albergue es completamente independiente, se sostiene con donaciones, Grecia paga renta cada mes. “Es difícil sostener este lugar, sin que falles en algo” dice al sentir la presión, especialmente por la seguridad de las chicas.  Aun así cree en asumir la responsabilidad ya que de otra manera muchas de ellas terminarían en la calle o en situaciones igual de vulnerables como de las que vienen huyendo.

Casa Cx16, junto con el Comité de Solidaridad para migrantes detenidos (DMSC) & diversos colectivos de Cd. Juárez convocan a la comunidad fronteriza de Juárez / El Paso para recaudar fondos y donaciones para Casa Migrante Respetttrans.

Abajo encontrarán la información necesaria para poder donar desde las ciudades fronterizas de EL Paso y Juárez, o desde otros lugares.

Donaciones con dinero puedes apoyar aquí: https://www.gofundme.com/nwmu26-donate-to-respitttrans-during-this-pride-month

Donaciones en especie:
Productos de higiene personal (papel de baño, shampoo, jabón, pasta de dientes).
Productos de Calzado para mujer ( talles 8-12)
Ropa de mujer
Maquillaje
Muebles
Electrodomésticos

Entrega de donaciones en El Paso:
Casa Carmelita
918 Stanton, El Paso, Texas, EUA.
Lunes – Miércoles 18:30 – 20:30hrs

Entrega de donaciones en Juárez:
CX16
Francisco I. Madero 100, Centro. Ciudad Juárez. Mx.
Lunes – Sábado 10:00 – 19:00hrs

También tenemos un registro para donar artículos por internet: tgt.gifts/CasaRespe

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Alejandra Aragón: Mi trabajo explora los vínculos entre la violencia, la memoria y la representación para comprender cómo se constituyen el imaginario y las identidades de la frontera, desde una postura de-colonial trans-feminista. Propone que es desde la experiencia íntima vinculada a la pública donde se reafirma la vida que prevalece entre la apabullante violencia que anula el tiempo y las posibilidades para el futuro; convertir memoria en un archivo vivo que amplifique nuestra voz, nos sitúe en ese tiempo desdibujado y nos ayude a resistir las realidades de la precariedad del capitalismo tardío.

Alejandra Aragón es originaria de Ciudad Juárez, es Licenciada en Artes Visuales y Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Obtuvo la Beca PECDA en el 2011. Fue parte del Seminario de Producción Fotográfica del Centro de la Imagen en el 2017. Entre el 2013 y 2018 ha participado en varias exposiciones colectivas entre ellas en el Museo de Arte Moderno de Toluca, Hidalgo, Centro de la Imagen de la Cd. De México, en la Fototeca de Zacatecas, el Centro Cultural Tijuana en B.C. Fue parte del festival de documentales Ambulante y del Festival Monat der Fotografie-OFF Berlin en el 2018. Actualmente es becaria de programa Jóvenes Creadores del FONCA 2018-2019.

cargocollective.com/alejandraaragon

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LAS PERSONAS NO BINARIAS EN LA LUCHA

Fotos por: Magalli Salazar, aliada.

Texto por: Andras Yareth

INTRODUCCION

A manera de rala aclaración para quienes no estén familiarizadxs con los términos «trans» y «no binario». El primero se refiere a personas que NO se identifican con el género (masculino/femenino) con el que han nacido. Una persona trans ha decidio cambiar o su manera de vestir, sus actitudes,
su fisonomía o su biología por el del sexo opuesto (Aunque se mantiene la convención social de cada género).
La segunda acepción se refiere a personas que NO se identifican ni como hombres ni como mujeres (no binario), es decir rechazan la asignación de los roles para ambos géneros y sólo fluyen.
El registro fotográfico que se presenta es del contingente #8 de personas Trans y de resistencia No binaria presentes en la 41 Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en la ciudad de México ocurrida el pasado mes de Junio, y que es un evento paralelo al «Desfile del Orgullo».
El texto que acompaña las fotos nos acerca a conocer qué es el género no binario.

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El 29 de junio del presente año (2019), el colectivo Resistencia No Binaria marchó por segunda vez en la marcha del orgullo LGBTIQ+, con la intención de visibilizar la existencia de las personas que no se identifican permanente, completa y/o exclusivamente con el ser mujer u hombre (binarismo de género).

Pareciera ser que lo no binario es un tema nuevo, millenial o de moda, pero si revisamos en la historia, podremos encontrar que las personas que se encuentran fuera del espectro binario existen desde milenios atrás; un ejemplo es la comunidad Muxe en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, en donde la identidad “muxe” es reconocida como un tercer género independiente del ser hombre o mujer.

Debido a que las personas no binarias aún somos muy desconocidas en nuestro país, nos afrontamos a constantes violaciones a nuestros derechos humanos y a comportamientos violentos provenientes de la población en general, desde la no aceptación en nuestros núcleos familiares, pasando por nuestra inaccesibilidad a nuestro derecho al nombre a través del trámite de reconocimiento de la identidad de género, la dificultad para acceder a tratamientos médicos y/o de reemplazo hormonal adecuados para nuestras corporalidades, la incomodidad de pasar a los sanitarios públicos al ser juzgades por nuestra apariencia, ser ridiculizades o negades en cualquier ámbito, especialmente si utilizamos el lenguaje inclusivo, hasta vivir violencia física que puede culminar en el asesinato.

Con el objetivo de visibilizar todo lo anterior a través del arte, eventos lúdicos, la participación en la academia y el diálogo con otros colectivos, organizaciones e instancias gubernamentales, surge en enero de 2018 el colectivo Resistencia No Binarix, un espacio exclusivo para personas no binarias que regularmente abre sus puertas una vez al mes en la Ciudad de México para generar comunidad entre nosotres y discutir de temas que nos competen.

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Si desean seguirnos en redes sociales y conocer los eventos que organizamos, síganos en nuestras cuentas de Facebook e Instagram que dejaré a continuación:

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Fotos por: Magalli Salazar, aliada.
Texto por: Andras Yareth, coordinadore Resistencia No Binaria.
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Liliana Felipe: Cantar y reír hasta que caiga el patriarcado

El trabajo de Liliana Felipe, si bien entre el activismo y la denuncia, se mueve mucho en el entorno festivo y lúdico del cabaret y la performance . De origen argentino, nacionalizada mexicana, sus composiciones parten de poner el dedo en la llaga en las desigualdades, la hipocresía de la iglesia y las «buenas» conciencias y las imposiciones de género. Su humor tenaz es culpable de muchísimas composiciones generalmente alegres y gozosas, desenfadadas y combativas.

Mujer inconveniente, antiespecista mala e irreverente compone en la reivindicación de los insultos que nos agregan cotidianamente a las inadaptadas.

Y, lo mejor de todo: compositora de una de las canciones que nos recuerdan que Las Histéricas somos lo máximo!! 😉

 

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Entrevista a Minerva Valenzuela (ladelcabaret)

Para nuestra fiesta de 5o aniversario tuvimos el agasajo y el honor de contar con un show de Minerva Valenzuela ladelcabaret, referente tanto en los escenarios como en los activismos feministas de la Ciudad de México. ¿Aún no la conoces? ¡Uy, entonces aquí te compartimos la entrevista que nos concedió Minerva, en exclusiva para Hysteria! Revista!

Hysteria Revista.Para ti, qué vino primero, ¿el activismo feminista o el cabaret?

Minerva Valenzuela. Fue primero el cabaret porque empecé muy chica. Empecé a trabajar en bar a los 16 o 17 con el que era mi maestro de física y matemáticas en la prepa. Alguna manera tenía que encontrar para pasar esas materias.
Hoy, a la distancia reviso, no sólo lo que decía en escena, sino lo que hacía en la vida, lo que escribía, lo que enseñaba (fui maestra también desde muy chica) y yo sola hago cara de ternura.
El feminismo, aunque me soplaba al oído, llegó hasta después.

Hysteria Revista.¿Cómo empezaste a hacer activismo desde el cabaret y por qué?

Minerva Valenzuela. No hay otra manera de hacer cabaret. El cabaret es hermanx de la resistencia, de la desobediencia, de la crítica y la inconformidad.
Lo complicado es bajarlo del escenario a la vida real. Una persona puede hacer un show (o un discurso, a una obra artística, o un evento o cualquier cosa) que parezca contestatario y comprometido. Pero si eso no está en la vida cotidiana… si no es una forma de vida… ¿Pues para qué?

Hysteria Revista. Tus shows suelen estar vinculados o encaminados hacia la reivindicación de alguna causa social, ¿Cómo has visto las reacciones del público en torno a estos temas? ¿Crees que es mas fácil llegarle y comunicarle el mensaje que quieres transmitir por medio de la risa y el absurdo?

Minerva Valenzuela. Es más fácil para mí porque es el lenguaje que yo tengo. Es lo que sé hacer. Y creo mucho en el poder de la risa, porque pasa por todo el cuerpo; lo sacude todo, lo acomoda. Y finalmente los errores más garrafales de la humanidad han sido cometidos por personas serias.

He visto que es más fácil acordarnos de algo cuando lo aprendimos junto con alguna emoción, o cuando lo conectamos a alguna sensación. Y eso hace el cabaret.

De todos modos no es un show lo que puede reivindicar una causa, sino el trabajo diario, las acciones, la resistencia como forma de vida.

Hysteria Revista. ¿Por qué el cabaret pareciera ser un género no muy difundido en México? ¿Qué hay en el cabaret que suele salirse del oficialismo?

Minerva Valenzuela. Yo veo en este momento justo lo contrario. El cabaret está entrando en un mercado oficial; en las reglas del juego.
Extraño esos tiempos en los que entre lunes y miércoles decidías qué ibas a presentar el sábado, dependiendo de qué estuviera ocurriendo en la ciudad, en el país y en el mundo. Ahora hay demostrar que tienes los derechos de autoría de tu texto, hacer carpetas y mandarlas con meses de anticipación para ver si te dan un espacio. Cuando al fin lo obtienes, el show ya murió.
Ya sólo puedes agregar comentarios con temas inmediatos, pero no puedes basar el show en ellos.

Pareciera que esto abre puertas, pero es una trampa. Hay que salirse

Hysteria Revista. Además de cabaret, haces burlesque. ¿Cuál es la potencia del burlesque en este contexto mexicano?

Minerva Valenzuela. Una mujer diciendo y haciendo lo que quiere, es de por sí un acto político. Más lo es cuando lo hace desde un escenario; y lo es todavía más cuando se disfruta y se muestra como es, y además critica al sistema y a la policía de los cuerpos.

Pero el proceso empieza mucho antes de subirte al escenario a encuerarte bonito. Es desde que decides tomar un taller de burlesque; desde que llegas a tomarlo y te encuentras, a veces por primera vez, en un espacio seguro, entre mujeres, placentero y permisivo.

Sentirnos cómodas en nuestro propio cuerpo es una parte muy importante de la estrategia de sobrevivencia para las mujeres. El sistema quiere que nos odiemos, que creamos que nuestro cuerpo está mal. Pero no basta con buscar maneras de estar cómodas de manera individual. Tenemos que hacerlo juntas. Va más allá de que nos gustemos. Juntas podemos decidir mejor dónde y cómo poner el cuerpo.

En todo el mundo, en todos los tiempos, a las mujeres nos están matando. Pero en México, en este momento, más. Y entre más acciones se incluyan como estrategia de sobrevivencia, mejor.

Hysteria Revista. ¿Cuáles son las cabareteras y burlesqueras que te han inspirado? ¿Nos puedes decir algunos nombres para echarles una miradita?

Minerva Valenzuela. Vivas, sin duda Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe en México. Y de afuera, Ute Lemper y Nacha Guevara.
Muertas, las tiples de las carpas y los teatros de revista. Principalmente María Conesa; quien además de ser un parteaguas en los espectáculos mexicanos, hacía cosas divinas como bajar del escenario mientas cantaba “La Perchelera” y cautivaba con su voz de gorrioncita, y aprovechaba para cortar mechones de pelo, bigotes y corbatas a los hombres asistentes. Incluidos los Generales Villa y Andrew Almazán.

foto por Liz Misterio

Hysteria Revista. Cuéntanos algo de tu último espectáculo, “Los caballeros las prefieren presas”. ¿Cómo surge, qué podemos ver en él?

Minerva Valenzuela. Hacía tiempo que quería hablar sobre las mujeres privadas de la libertad. Porque vi que no las veía.
Lo mismo me pasó con las mujeres Sordas: un día en un segundo, tras ver un tweet, me di cuenta de que nunca nada de mi trabajo había llegado jamás a una mujer Sorda, y decidí aprender Lengua de Señas para poder entender un poquitito ese mundo suyo y poder hacer un espectáculo de cabaret que también fuera para ellas. Y lo hice.

Con las mujeres presas me pasó lo mismo. No estaban en mi campo de visión ni de acción. Con este show siguen sin estar en mi campo de acción, porque no es para ellas directamente. Pero es lo que hasta ahora he encontrado para empezar: Nombrarlas.

El título “Los Caballeros las prefieren presas” en un antieufemismo de “Los caballeros las prefieren rubias”, que es una película protagonizada por Marilyn Monroe. Y es que tras escuchar y leer historias de las mujeres en prisión, parece que así es: nos prefieren presas. (O muertas.)

En este espectáculo una Marilyn Monroe a la mexicana, llamada Marilynares, nos cuenta las historias que ocurren en el penal de Santa Martha Lamitas, cantando versiones de temas interpretados en aquellos tiempos, como “Baros are a girl´s best friend” y “Raquel mató a su daddy.”

Además ¿ya vieron qué chulo cartel? ¿Ya vieron que la tipografía emula a Orange is the new black?
Me lo hizo la súper sensacional Ivelin Buenrostro. Contrátenla todxs.

Hysteria Revista. ¿Cuáles son los planes que tienes en breve (presentaciones, talleres, etc.)?

Minerva Valenzuela. Por ahora tengo seguras tres fechas de “Los caballeros las prefieren presas”. En la Ciudad de México los jueves 21 y 28 de junio en Youkali Cabaret (Amberes 61, Zona Rosa) a las 21:30 horas; y en la Ciudad de Oaxaca el sábado 23 de junio en La Jícara, Librespacio cultural (Porfirio Díaz 1105) a las 20:00 horas. Espero que pronto salgan muchas más. Si usted tiene un bar, lléveme.

Estoy dando la segunda emisión del taller de “Desobediencia y Cabaret” en Casa del Lago. Está por terminar, pero también lo doy en otros lados con formatos y duraciones distintas. Está hecho para grupos de mujeres revoltosas, así que lo armamos cuando quieran.

Y, por supuesto, el taller de burlesque feminista, que se abre siempre que hay un grupo de mujeres que lo pide.
Les comparto en enlace con los talleres que doy frecuentemente: https://www.ladelcabaret.com/talleres

En Puebla se está presentando un espectáculo de cabaret que dirigí. Es sobre las elecciones y se llama “Los huérfanos”. Las actrices y productoras son de un espacio lesbofeminista hermoso que se llama El Taller A.C y llevan 11 años trabajando, haciendo activismo, acompañamiento, denuncia, y tienen su proyecto de teatro en el Foro Las Nahualas. Échenles ojo.

También estoy por empezar un programa de radio por internet. No tengo muchos datos todavía, pero parece que arranca en julio. Ya andaré cacareando el huevo en redes sociales.

Y, bueno, el proyecto Bordamos Feminicidios sigue. Por más que lo trato de soltar, por más que nos atacan, por más que trato de retirarme lentamente, sigue habiendo mujeres bordando casos de feminicidio. Estamos en Facebook, por si quieren bordar.

Hysteria Revista. ¿Qué recomendarías a las mujeres que quieren adentrarse al cabaret y/o burlesque?

Minerva Valenzuela. No mucho. Hay muchos caminos y el mío no es el que le va a servir a otra. Nomás no se vayan con la finta de que es enchílame otra.
Hay que chambear mucho, y es indispensable retomar, más que inventar. La teoría sirve muchísimo, pero hay que notar y hacer notar que en ella no estamos las mujeres. Hay que retomarla y escribirle encima.
¡Y tomen taller de burlesque conmigo! Júntense 5 comadres y lo abrimos cada vez que quieran.

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Checa más del trabajo de Minerva Valenzuela en:  www.ladelcabaret.com

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12 TIPS INTERGALÁCTICOS para lidiar con una persona de su colectivo que es una agresora sexual

por INVASORIX

SUS SILENCIOS NO LXS PROTEGERÁN*

SI SU COMPA ARTÍSTICO, MIEMBRX DE SU COLECTIVO, COMPAÑÍA, BANDA, ESPACIO AUTOGESTIVO, GENERACIÓN DE ESCUELA DE ARTE… ES UNA PERSONA QUE HOSTIGA, ACOSA, ABUSA, VIOLA O PRACTICA CUALQUIER OTRO TIPO DE VIOLENCIA SEXUAL, LES TENEMOS 12 TIPS:

1.- Estírense, levanten los brazos, exhalen su macho interior y hagan consciente que la persona que hostiga, acosa, abusa, viola o practica cualquier otro tipo de violencia sexual es responsable de sus acciones; si ella sola agredió, ella sola que se defienda.

2.- Respiren 3 veces antes de justificar a su compa y absténganse de ser cómplices del hostigamiento, el acoso, el abuso o la violación a través de comentarios o pensamientos que intenten minimizar la situación como: “ay no exageren…”, “pero es muy chidx”, “pero pasó hace un chingo”, “estaba borrachx”, “ay pero si tiene pareja”, “es bien radical y progre”, “es poliamorosx”, “ay le quieren arruinar su brillante carrera…”

3.- Si se les entripa el comentario y les da reflujo tómense dos cucharadas de antiácido mientras repiten el siguiente mantra: “Desacreditar a lxs agredidxs contribuye a solapar a la persona que hostiga, acosa, ataca, viola o practica cualquier otro tipo de violencia sexual.”

4.- Prendan una veladora morada para que su compa que hostiga, acosa, abusa, viola o practica cualquier otro tipo de violencia sexual no se trate de respaldar en sus colegas feministas cuir/queer para que den la cara por él.

5.- Antes de defender inmediatamente a su compa o decir que “ya es mejor persona”, prepárense una taza de té de lavanda y tómense una pausa para confrontarlo con lo que hizo. Vean de qué manera pueden contribuir a que esos abusos no se perpetúen, por ejemplo, recomendándole una terapia o grupo de apoyo, mientras el grupo pide, también, una asesoría.

6.- Prepárense una taza de té de manzanilla y dediquen un tiempo a reflexionar que no es un problema singular sino sistémico y sistemático: En más del 80% de los casos, la persona agredida conocía a la persona que hostiga, acosa, abusa, viola. Además, la mayoría de las últimas no consideran haber cometido un acto muy grave. Se excusan de mil maneras, lo relativizan, lo justifican. Muchas usan también coacción, manipulación, alcohol u otras substancias, así viven con una conciencia sin perturbaciones.

7.- Dense un baño de agua fría y confronten el grave problema de abuso y agresión sexual en nuestros alrededores. No es fácil. La rendición de cuentas abierta por los errores que se han cometido es muy dolorosa. Pero es nada comparado con el dolor que se causó a lx(s) agredix(s) o el daño que su silencio causa al continuar defendiendo una cultura que permite que este abuso sea impune.

8.- Pónganse en posición de loto, tomen su tiempo para reflexionar pero no dejen pasar meses y meses. ¡Es una emergencia! Actívense después de la reflexión, prepárense una taza de té negro y trabajen en un comunicado o una acción pública; en particular si su grupo tiene una identidad pública. ¡OJO! No existen recetas, cada caso es distinto y es importante analizarlo en conjunto para llegar a tomar decisiones que lidien con la situación de manera interna y externa. Háganse cargo de las consecuencias. Sean responsables. ¡NO SE HAGAN GÜEYES, NO SE HAGAN GÜEYES!

9.- Si están en el reven y ven a una persona manoseando a otra que se encuentra muy borracha o drogada, respiren profundo, acérquense y pregunten si todo está bien. Si se dieron cuenta que la persona de su colectivo que hostiga, acosa, abusa, viola o practica cualquier otro tipo de violencia sexual tiene que cortar o reducir el alcohol u otras substancias, para mantenerse presente y tener auto-control, ayúdenla a hacerlo.

10.- Prepárense un té de ruda, y si lo consideran necesario, aborten a la persona que acosa, ataca, abusa, viola o practica cualquier otro tipo de violencia sexual.

11.- Invoquen a los 4 vientos con la conciencia de que esto seguirá sucediendo en cualquier dirección y cualquier galaxia, si no encontramos un camino más allá de la negación, el escándalo y la vergüenza. Incluso si la persona en su grupo nunca más hostiga, acosa, abusa, viola: si no intentamos todxs interrumpir el ambiente de silencio, aceptación y complicidad, esto seguirá sucediendo y habremos contribuido a que los abusos continúen.

12.- Abran las ventanas y hagan un sahumerio con salvia blanca en su espacio colectivo para contrarestar las malignas vibraciones y espíritus chocarreros, recuerden que el trabajo colectivo y grupal es político y de cuidados así que no se hagan güeyes. Y ser testigo o acolitar este tipo de prácticas les convierte en cómplices.

Una persona que hostiga, acosa, abusa, viola o practica cualquier otro tipo de violencia sexual no se hace y deshace de la noche a la mañana, necesita un trabajo constante consigo misma y ayuda profesional para el resto de su vida, de igual manera, su grupo afectivo cercano.

*Tu silencio no te protegerá. La transformación del silencio a lenguaje y acción es un acto de revelación y siempre parece estar lleno de peligro. Buscando la causa del silencio, cada unx de nosotrxs dibuja la cara de nuestros miedos – miedo de ser odiadx, miedo de ser censuradx, de ser juzgadx o reconocidx, de ser retadx, de aniquilación. Audre Lorde

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Puedes ver el cartel en tamaño completo y descargarlo en calidad de impresión AQUÍ 

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INVASORIX con sus amigxs imaginarixs terrícolxs Coco Fusco, Guerrilla Girls, Audre Lorde, Ana Mendieta, Ijeoma Oluo y Rita Laura Segato, sigue buscando planetas sin acosos, violaciones, hostigamientos, ni cualquier otro tipo de violencias sexuales.

http://invasorix.tumblr.com/

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Epistemología rumiante

Por Lucrecia Masson/ Ilustración: Yosjuan Piña Narváez

El rumiante es para mí una vaca. Siempre digo que durante mi infancia socialicé más con vacas que con personas. Eran los ‘80 en la pampa seca argentina, una región árida muy fría en invierno y muy calurosa en verano, una zona de extremos a pesar de presentar una geografía inquietantemente aburrida. Desde mis ojos de niña todo era inmenso y todo era igual a todo. Sería por eso que se dice; que la infancia es pura espacialidad, que no hay tiempo.

Las vacas pastaban, cada día hacían lo mismo. Yo pensaba si un día me pasarían cosas, si un día tendría una vida excitante como veía que era la vida de la gente de la televisión, televisión que solo podíamos ver si había habido el viento suficiente que cargara las baterías (en la pampa seca la luz eléctrica era un lujo de algunos) mientras tanto mi tarea, cada día y siguiendo esta misma idea de repetición en la inmensidad, era ir a buscar las vacas para que se acercaran al corral y así mi padre poder ordeñarlas. El andar de las vacas se quedó muy guardado en mis retinas, andan lento, andan juntas.

También vaca es un insulto al que siempre como gorda, temí. Qué paradoja que animales que me parecían tan lindas y eran mis amigas, fuera justamente un nombre que yo jamás quisiera escuchar sobre mi cuerpo. Era la injuria gorda. Franz Fanon dice que el lenguaje colonial deshumaniza al colonizado, propiamente hablando, dice, lo animaliza. Y que en realidad el lenguaje del colono, cuando habla del colonizado, es un lenguaje zoológico, que refiere constantemente al bestiario. “…esos rostros de los que ha desaparecido toda humanidad, esos cuerpos obesos que no se parecen ya a nada, esa cohorte sin cabeza ni cola, esos niños que parecen no pertenecer a nadie, esa pereza desplegada al sol, ese ritmo vegetal, todo eso forma parte del vocabulario colonial”1.

Entiendo el cuerpo gordo como un cuerpo colonizado, un cuerpo visto como inferior para una cultura donde la delgadez se ha impuesto triunfantemente. Un cuerpo para el fracaso, para la desaparición, un cuerpo erróneo, errado. Pero, y siguiendo a Fanon, el colonizado se ríe cuando se descubre animal en palabras del colono. Entonces digo: soy la vaca.

Busco en la animalidad mi propia enunciación. Soy un rumiante y oso desafiar los límites que se han (im)puesto a mi cuerpo y mi humanidad.

lentitud / animalidad / el estigma vaca / la carne /
el no saber cómo decir pero ir rumiando

Los rumiantes, como los bovinos, tienen un complejo sistema de digestión que les permite aprovechar eficientemente los nutrientes de los alimentos, inclusive los de baja calidad nutricional. La rumia debe hacerse en un lugar cómodo, plano, con sombra, para poder echarse. El rumiante procurará contar con las condiciones necesarias para poder rumiar cómodamente. Buscará entonces las condiciones de posibilidad, es decir lugar cómodo y seguro, entre afines que lo sostengan.

Muchas veces la carne de este rumiante duele. Sabe que hay dolores que se encarnan, que se vuelven carne y tejidos, tejidos sangrantes.

El rumiante es irreverente e iconoclasta.

No cree en ideas propias, se sabe no original. Sabe que siempre
que habla, traduce.

El rumiante apuesta por un ejercicio de invención política que es colectivo, siempre. Procura darse, para sí y su comunidad, herramientas, y entiende que estas herramientas no son algo a lo que se llega, sino que están en constante construcción.

En su acción de rumiar, rinde tributo al proceso y no al producto acabado.

El rumiante es precaria, y como precaria ha desafiado al futuro.
El futuro no es nuestro. No hay futuro. No hay tiempo.
El rumiante es lento.

Una vez escuché que Tolstoi se hacía fotos durmiendo. Y dicen que lo hacía para mostrar su distancia con respecto a esa sociedad que “avanzaba”, que iba hacia, que se volvía productiva, rápida. Los que quieran trabajar, progresar, enriquecerse serán los ganadores. Pero Tolstoi prefería descansar. Esto es algo que me contó una vez un amigo. He buscado referencias y no he encontrado nada. Tal vez no es verdad, tal vez es un mito. Pero no estoy preocupada por la verdad. Pienso, junto con el movimiento antropofágico2, que la verdad es una mentira muchas veces repetida.

La epistemología rumiante no rinde tributo a la visión lineal de la historia. El rumiante se echa a rumiar, y muchas veces también a dormir. No privilegia el estado consciente. Le gusta soñar.

Se trata de devorar y devorarse, de incorporar a la otra para hacerse con ella una nuevo cuerpo.

¿Cuál es el cuerpo del feminismo? ¿Puede hablar la vaca? ¿Puede el rumiante nombrarse a sí mismo? ¿Qué cuerpos pueden nombrarse a sí mismos? ¿Quién tiene la posibilidad de hablar sobre la verdad de las cosas? Hay sujetos con la posibilidad de producir verdad, de generar un relato donde se cuenta la verdad sobre el mundo, y otros que son actores en ese relato. Quienes pueden pensar la totalidad siempre ocupan lugares hegemónicos. ¿Cómo podemos las rumiantes ser también productoras de verdad?

Necesitamos nuevos modos de nombrar, arrebatar la posibilidad del relato a quienes cuentan nuestra historia. De ahí que la epistemología rumiante apuesta por que es posible pensar y generar relatos desde otros lugares. Desde la frontera.

La epistemología rumiante todo lo traga, todo lo mastica, se lo come todo. El rumiante es poligástrico y pasa todo por sus cuatro estómagos.

sangre de vaca / el cuerpo pulverizado /el campo / la vaca y el campo / el campo de batalla / la vaca y el alambrado / el alambrado como política de cercamiento / el alambrado como primer dispositivo que da lugar a la propiedad privada / la vaca loca / el miedo / el contagio / la carne humana.

Descomponer el mapa cárnico vital es un acto de vandalismo3. Y el rumiante es un vándalo.

El rumiante piensa más en el espacio que en el tiempo. Mas en geografía que en historia, y le gustan sobre todo las geografías de la carne.

El rumiante desborda, es excesivo. Su grasa chorrea, da asco.

El rumiante es la vaca, que no la perra. No es esbelta ni de movimientos calientes, su movimiento es tal vez menos sexy, pero la vaca también sabe “ir hasta abajo”4.

En este feminismo gordo que imagino, nadie duda en ser feliz en los desbordes y las extrañezas y nadie teme a los espejos. Pienso este cuerpo gordo y rumiante como un cuerpo que excede lo humano y que va hacia la máquina y va hacia la animalidad, aunque es más animal que máquina. Es contra la idea de eficiencia que el rumiante es menos máquina y más animal.

El rumiante devora lo que afecta a su cuerpo en su potencia vital.

Hay que permitirse ser afectado lo mas físicamente posible, tragar al otro como una presencia viva, absorberlo en el cuerpo, de modo que las partículas de su admirada y deseada diferencia sean incorporadas en la alquimia del alma, y así se estimule el refinamiento, la expansión y el devenir de uno mismo5.

Es así que el rumiante tiene una concepción devorativa de la vida, es antropófago. Busca dejarse afectar lo mas físicamente posible por la otra, hasta engullirla, devorarla, para componerse con ella.

Con el comienzo del siglo XX, la eficacia y la vivacidad se redefinen. El manifiesto futurista lo deja claro. Este manifiesto, de 1908 y escrito por Marinetti, es una oda a la velocidad, a la fuerza, al ser temerarios, al ser fuertes y jóvenes. Habla de corazones que no sienten fatiga alguna, de valor, de velocidad, de vencer.

“Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo… un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia.”6

Nuestro rumiante no se apura, se resiste a la velocidad, y tampoco quiere vencer.

El método rumiante es:

lento, perezoso, poco productivo, poco sexy, grande, excesivo, de cuero muy duro, poco delicado, poco refinado, camina lento, es ocioso, dejado, abandonado en sus formas

El rumiante rechaza la concepción del tiempo y de la historia basada en el progreso. Rechaza la idea de un tiempo cronológico, unilineal y medible.

El rumiante no cree en metas.

No piensa que los finales deban ser necesariamente placenteros ni felices. No piensa en el orgasmo como consumación exitosa de un encuentro sexual, ni en una orgía como el espacio último donde los cuerpos se liberan y se entregan a los placeres.

Sabe que si el metro se está yendo, no llegará a cogerlo. Que si se trata de salvarse nadando; se ahogará. Que si hay que correr de la policía; recibirá el porrazo seguro.

El pensamiento rumiante tiene estrías que son grietas donde habitan sus contradicciones. Es la carne dividida. Las marcas quedan y las estrías surcan la piel.

Es rumiante porque rumia, porque tarda en digerir. No es segura, ni rápida, ni eficaz. Necesita mirar las condiciones para su digestión, sabe que las condiciones no le son favorables, por eso mastica y mastica.

El  rumiante  tiene  intuiciones  y  las  sigue.  Frente  a  la
grandilocuencia de una declaración de intenciones, nuestra vaca
propone una declaración de intuiciones.

Apuesta por las visiones parciales y las voces titubeantes. El rumiante puede ser también tartamudo.

La epistemología rumiante rechaza los rígidos discursos de la salvación. Y cree que hay muchos relatos posibles. Hay tantos relatos gordos como gordas hay.
El rumiante busca poner bajo sospecha el orgullo y las políticas de reconocimiento. Asumiendo el orgullo como una forma de felicidad heroica, se propone cuestionar esta idea de que toda felicidad o disfrute del cuerpo pasa necesariamente por estadíos de superación.

El rumiante no es un súper-heroe, ni podrá serlo jamás. ¿Has visto alguna vez un súper-heroe gordo?

El pensamiento rumiante activa la máquina de deglución humedeciendo la boca con saliva. Prepara la lengua y todo lo traga. El rumiante devora. El rumiante mastica. El rumiante vuelve a la boca lo que ya pasó por sus cuatro estómagos, y hoy, regurgita.

El rumiante no consume. El consumo tiene que ver con la velocidad, con como se percibe y vive el tiempo. El rumiante rompe con las lógicas de productividad y velocidad. Y aquí está su resistencia. Sabe que hay algo del placer de la lentitud que nos salva.

El rumiante no consume pero si es cruelmente consumido y el feed lot representa sus pesadillas.7

El rumiante tiene un ritmo y ritualiza su ritmo.

El rumiante curiosea. Conocer es comer y masticar. Rumiamos colectivamente. Logramos un ritmo, lento siempre, de ese rumiar.

El rumiante incorpora a su método la percepción corporal, y si la tormenta será brava sabe que solo se salvará reuniéndose con el resto de vacas, agrupándose. Las vacas afrontan la tormenta en movimiento y aguardan juntas. Mi padre que trabaja con vacas desde que tiene memoria, me contó que ellas predicen las tormentas de granizo, que son las tormentas más duras, que destruyen sembrados si están muy altos. Las vacas saben que caerá piedra y empiezan a correr por el campo, ellas generalmente no corren, pero cuando caerá piedra saben lo que hay que hacer. Corren desesperadas por el campo, de una punta a la otra, me explica mi padre. De esta manera todas están enteradas de lo que se viene. En el momento de estar casi por caer la piedra, se agrupan en círculo resguardando las cabezas, un círculo de vacas que agachan la cabeza y ponen el lomo para soportar la piedra. Así las vacas se salvan, juntas, y sus lomos curtidos soportan la piedra. Si se han encontrado, ninguna morirá. Los lomos se golpean pero resisten.

El rumiante cree en los feminismos que se abren a las posibilidades de transformar la propia vida.

El rumiante es también un herrero. Forja herramientas, éstas se forjan a fuego y machacando. Con esta técnica nuestro rumiante busca hacerse de una serie de artefactos/utensilios/ herramientas políticas y colectivas, con las que sobrevivir.

Somos rumiantes cimarronas, y nos escondemos tras los árboles, pastando y aguardando el momento, algún momento.

El rumiante,
su carne,
su cuero,
su lengua,
su grasa,
y sus cuatro estómagos,
reclaman soberanía.
________

1 Fanon, Franz, Los condenados de la tierra, p. 206

2 El movimiento antropofágico es una corriente artística que tuvo lugar en la primera mitad del sigo xx en Brasil. Este movimiento recoge como metáfora la actividad canibal desarrollada por la comunidad Tupinambá, que consistía en devorar a sus enemigos con la intención de incorporar, a través de ingerirlos, ciertas caracteristicas de éstos como la bravura, la fuerza, el corage y el conocimiento de su comunidad. Si opinaban que el enemigo capturado no contaba con estas características, pues no lo comian.

3 flores, valeria, Deslenguada, p. 65

4 El “hasta abajo” es el movimiento de mayor destreza y sensualidad del perreo en el reggaeton.

5 Rolnik, Suely, Antropofagia zombie, Pág 2 17 6 Manifiesto Futurista. Punto 4

7 El feed lot es la técnica ganadera más efectiva hasta el momento de explotación de los animales vacunos. Las vacas se encuentran en filas y van comiendo, sin posibiblidad de moverse, de unos comederos alargados del que cada una debe comer sin parar con el fin de engordar para ser vendidas al mayor peso posible. Sirva esta imagen de metáfora para señalar las técnicas de normalización a las que nuestros cuerpos son sometidos.

**Para tener el fanzine de Lucrecia Masson, con todas las ilustraciones de Yosjuan Piña Narváez, escribe a: lucreciamasson@gmail.com, o vía FB: Lucrecia Masson
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LucreLucrecia Masson. Activista feminista. Sudaka y gorda en descolonización. Pasó su infancia entre vacas y cardos rusos, un día dijo que quería ser bailarina y sus padres, que sabían sobre el mundo, le dijeron que el cuerpo no le daba. Más tarde cruzó el charco y ya en las europas se enteró que hasta las personas podían ser ilegales. Actualmente, desde Barcelona y ya con papeles en regla, dialoga y acciona en torno a corporalidades disidentes y afectos, apostando por generar alianzas desviadas y por asumir la tarea colectiva de darnos existencias más posibles y felices.
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Si tocan a una, nos tocan a todas/ Una Pardo

Cada vez que una mujer es asesinada,  un pedacito de ella pasa a habitar el cuerpo de todas las demás, se aloja entre nuestros cabellos, hace un nido entre nuestras tripas y el corazón, acompañándonos en todo momento, y el frío vacío de su ausencia se convierte en el constante recordatorio de la fragilidad de nuestra cotidianeidad y el fuego que mantiene nuestra rebeldía encendida, porque si tocan a una, nos tocan a todas.

Año: 2016-2017

Estilógrafo y acuarela sobre estuco plástico (serie 10/30)

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unxUnx. Hace performance, video, es talleristx, y docentx, le interesan las prácticas artísticas colectivas, es colombianx, reside en Ciudad de México, ahora se encuentra lidiando con la precariedarks e intentando hacer lo que le gusta. Así el fuerte de unx no sea el dibujo, lo entiende como un acto de observación e introspección (más que como un resultado), por medio del cual puede hacer ejercicios de cuidado, memoria y reconocimiento.

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