por Miriam Vega
El Cuerpo Expuesto es un proyecto fotográfico narrado en primera persona a través del autorretrato. La intención va más allá de documentar el acto de la enfermedad, y descodifica qué aspectos en relación a la vulnerabilidad y la discriminación se entretejen dentro del marco medico-social y político- económico.
Su cuerpo a través del autorretrato ubicado es considerado un lugar de contestación crítica. Reflexiona sobre cómo opera y resuelve en diálogo con la enfermedad, siendo este un cuerpo de mujer y considerado por esta serie de factores un cuerpo incrédulo. Su intención es politizar a través de la imagen que nos ubique en un contexto de lucha a través del «do it your self» y que visibilice, a través de la red, aquello que incomoda. Las nuevas tecnologías hacen que la ausencia se convierta en presencia, a través de su cuarto propio conectado, abriendo el debate en territorios discriminados y no regenerados.
Triunfos personales y profesionales que la sociedad nos impone. Qué atributos son implantados en nuestros cuerpos a modo de medalla o galón. Atributos que pueden ser objeto de discriminación (como puede ser el caso de la estrella amarilla judía).
Pero solo desde el reflejo del cuerpo en otro objeto, para parecer ser sano. Esta es mi doble moral. Fisura que emerge del pecho, observando cuánto queda de papel higiénico (tiempo); sirve para limpiar nuestra zona genital.
Esta imagen nos sitúa en la importancia que adquieren las yemas de los dedos a la hora de ver y mirar, a través de de ese movimiento del tocar (touch) digital en las nuevas tecnologías
La capacidad que adquiere el cuerpo a la hora de visualizar desde lo táctil nos habla de los nuevos espacios que habitan en internet y de cómo se establecen nuevas formas de jerarquización y visibilización.
Esta pieza fue utlizada como imagen expositiva del proyecto "El cuerpo expuesto". Habla de cómo pisar fuerte con la mirada ante una intervención quirurgica y todo lo que ello conlleva. En este caso las fosas nasales fueron modificadas por causa de una extirpación de un tumor hipofisario. En una segunda revisión aún insistiendo en que la respiración era un poco más costosa, no se me comunicaron estas modificaciones argumentando que no eran relevantes. Reflexiona sobre la expropiación del cuerpo dentro del sistema médico-social.
¿Cómo reformularnos en la diferencia? ¿Qué tipo de contacto establece un cuerpo diverso? El cuerpo, desde el aislamiento y el contacto más frío e inerte, expresa para no reproducir la indefensión como destino.
Habla de la deformación que se sufre en contacto con los eslabones sociales, médicos, económicos, administrativos...etc.
¿Cómo darse en el marco afectivo - sexual con un cuerpo dañado?. ¿Qué miedos y complejidades se establecen en torno a lo afectivo- sexual?.
Un sexo tapado con un espejo, dónde el reflejo es el de una misma, dejando que el deseo se diluya, rebote y por momentos se silencie.
Los conceptos"Crip y Queer" provienen de las Teorías Tullidas y de lo raro. Mediante la apropiación de estos insultos, estas teorías son reconvertidas en movimientos para la igualdad y se visibiliza la diversidad de los cuerpos.
Esta pieza, mediante el movimiento, busca la manera de proyectar un cuerpo no normativo. Los pechos son diseccionados con la danza, mientras la cara no es visible a los ojos que miran.
Sitúa abiertamente al cuerpo en el ámbito de la otredad, en ese "ser lo otro". La deformación y lo monstruoso que perturba a la sociedad dejan al descubierto que las verdades se inscriban en la propia naturaleza humana, en nuestros propios cuerpos.
La etimología mostro (del latín, mostro), nos lleva a ese mostrar.1
Gestionar la frustración, el dolor físico y mental que genera la enfermedad. Crear tu propia flor ante el delirio, como si fuera sacada de un manual de botánica. Renombrar la propia naturaleza. Apretar los dientes, cerrar los puños. Gritar el dolor para invocar fuerza y templanza. Someterse al acto animal de la supervivencia.
Seguir la intuición, el instinto y la propia deriva del discurso.
Habitar la habitación 407 de la planta de Neurocirugía para la extirpación de un tumor de hipófisis.
Mirar dentro y mirar fuera. Querer salir de ese contexto.
Un pecho mostrado que reafirma mi propio "yo". Un pecho que legitima la necesidad de querer ser.
Un disparador a distancia en la mano efectúa la toma.
Un número de teléfono en la pared de la empresa que suministra televisores para el consumo de tv con monedas. Una silla, una cama, un cuerpo.
¿Cuándo y cómo el cuerpo es considerado verdad o mentira? Si duele, es mentira. Si duele, es verdad. Entre la verdad y la mentira cabe recordar que se encuentra la imposición de lo aparente.
Jugar como una funambulista con estas manifestaciones binarias, dicotómicas. Reflexionar sobre lo aparente o lo que debería de ser. Si estás enferma la sociedad te exige que tengas cara y cuerpo de enferma. ¿Cómo tienen que ser los rostros y los cuerpos enfermos?
Esta pieza nos lleva a la percepción que vamos adquiriendo en diálogo con afecciones que dañan las funciones osteomusculares. Se establece un juego a través de la fotografía que nos lleva a no percibir como nuestras algunas de las partes del propio cuerpo. Molde no reconocido en sí mismo, cuerpo insertado en sí mismo, cuerpo desertado en sí mismo.
Cuerpo como medidor de tiempo.
El tiempo como condena.
Cómo habitamos el cuerpo.
Quiénes otros habitan nuestros cuerpos. Cómo se ejerce la expropiación del cuerpo.
Nota: La incisión se realizó en un lugar sano para recoger grasa que sella la intervención craneal. Esta modificación no se me comunicó previamente.
Un cuerpo femenino, mi cuerpo femenino. Un hele -cho que en bis sería un chocho.
Definición de bis: que se emplea para dar a entender que una cosa debe repetirse o estar repetida.
Un chocho no es una cosa, lo repito un chocho no es una cosa, lo repito (bis).
Un cuerpo femenino puede estar en el suelo, desnudo y no ser una cosa. Un cuerpo desnudo lleno de helechos no tiene por qué estar muerto. Un cuerpo de mujer en el suelo no tiene por qué ser objeto de agresión. Un cuerpo de mujer no tiene por qué repetir el patrón de reproducción. No tiene por qué repetir (bis). Puede llenarse de hojas y simular llevar unas medias de encaje. También puede tomar el sol y no tiene por qué estar muerto, ni violado por estar en el suelo.
Esta pieza habla de la soledad que se establece en relación al acto de la enfermedad. El cuerpo sometido a largos estados de reposo no puede afrontar la disposición que necesita para relacionarse con "el ejército de los erguidos", como diría Virginia Woolf.
Mi perra Uma ,me acompaña en el proceso. Ella mirando hacia fuera, yo permaneciendo.
Hay decadencia en las paredes, decadencia en el poso de sus pelos en mis medias. Hay una disposición de no poder ser, de no poder asumir la verticalidad.
Una bocanada de aire se establece cuando el cuerpo sometido a estados de reposo no llega, no alcanza a realizar las tareas que necesitas.
Esta foto se realizó desde la cama, cuando se estableció la imposibilidad de agarrar una sábana que colgaba de la puerta.
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Miriam Vega (León,1980). Su trabajo fotográfico investiga identidad, género y la vulnerabilidad del cuerpo a través del tejido, el autorretrato y la enfermedad.
Entre algunos de sus proyectos podemos destacar su participación en el Festival de Miradas de Mujeres con “Arqueologías de lo íntimo”, “Corporeidades Feministas en España» para el Museo de las mujeres de Costa Rica y su proyecto autobiográfico «El cuerpo expuesto».
E-mail: miriamvegaruiz@gmail.com
miriamvega.es
Catálogo para descarga: http://issuu.com/aracorbo/docs/catalogomiriamvega__final