Desde mediados del 2017 me encuentro llevando adelante un proyecto de murales-esténcil que tratan sobre las tareas de cuidado y el trabajo doméstico que realizan las mujeres al interior del hogar y que es histórica y sistemáticamente invisibilizado y naturalizado. Murales acompañados de conversatorios para abrir el debate con lxs vecinos acerca de los cuidados.
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Ailén Possamay (1992) de Junín de los Andes, Argentina. Artista visual y activista feminista.
Esto no es un texto escrito por una persona académica y no pretende ser cordial con ningún estándar de la escritura. Es un experimento con algunas indagaciones y alertas de lo que me afecta cuando pienso en la pospornografía como una vertiente de arte/antiarte/política contemporánea. Mis observaciones pueden dar algunos caminos de cómo la pospornografía es una propuesta de subversión al cis-tema[1].
La pospornografía aparece como una propuesta contra la pornografía comercial y tradicional. La historia de esta nomenclatura (post porn) viene del manifiesto escrito por Verónica Vera (firmado por actrices y directoras de porno) y de la performance “short post porn modernist” de la actriz/directora/sexóloga Annie Sprinkle (EUA). Surge en el Norte y trae consigo una carga que me deja dudas; como un ejercicio de verificar lo que proviene de los colonizadores, que a menudo son mostrados como perfectos…
Hace más de 10 años produzco obras/performance que hablan sobre estas opresiones que los cuerpos disidentes vivimos.
Pienso en la popularización de la pospornografía, siempre de manera interseccional, porque la gran parte del posporno visto (podemos expandir la imagen a otros sentidos) por cuerpos hegemónicos también puede caer en la trampa de convertirse en fetiche. Pensemos en otros pornos que no sean los de cuerpos hegemónicos, o en un porno que no sea comercial.
Existe pospornografía coptada por el mercado del arte. El proyecto de pospornopiratería[2] es un ejemplo de eso, hecho con una red de afectos y personas que producen por fuera del molde.
foto Ariel Terra Boa
Muchas de mis producciones dialogan con el arte de la sexualidad y el arte contemporáneo, otras se distancian del mercado y son más políticas, como se evidencia en mis producciones actuales, objetos, instalaciones, etc.
Esta crítica al posporno, trata sobre la representatividad de los cuerpos que en el porno convencional son cosificados o invisibilizados. A menudo toman como referencia la blanquitud (lo que proviene de Europa/Estados Unidos); anulando corporalidades, sin dejar espacios cómodos para determinadas cuerpas. Es un proyecto político que excluye cuerpas disidentes del Sur global e incorpora la supremacía blanca, lo binario, el goce preponderante del macho, la higienización, la clase social, etc. Debemos estar alertas a esas prácticas venidas del Norte y esas afirmaciones de deconstrucción (ellos esclavizaron a nuestras ancestras).
Busco hablar acerca de las potencias en el Culo del Sur. La performer Pedra Costa escribió “Manifesto O Cú do Sul” (Manifiesto del Culo del Sur), habla sobre la pornografía en Europa y utiliza el término “del Sur”[3] para designar la pornografía racializada, o fetichizada con cuerpos del sur del mundo. Pedra subvierte en su obra, mostrando otras coyunturas, lo que nos puede llevar a interseccionalizar diversas cuestiones que nos atraviesan en tanto somos cuerpos subalternos.
En el posporno, veo producciones que muchas veces reproducen lugares de dominación/sumisión, reproduciendo también toda una cuestión racista, colonial implantada, asimilada y arraigada. Una de las convenciones del posporno es pensar en el BDSM como posibilidad de diálogo y consenso. Pero, ¿qué pasa cuando un látigo trae a la memoria, en un cuerpo diaspórico, a una imagen de un cuerpo negro siendo esclavizado y torturado? Estas son las cuestiones históricas, que en el contexto de Brasil, América Latina que hace necesario repensar esta práctica “libertaria”. Tengamos en cuenta de dónde proviene y a que accedemos en el posporno queer, punk y diversas prácticas que nos llegan como subversivas y desafiantes. La potencia está en cuestionar la colonialidad en estas manifestaciones, lo cual no significa que la potencia de hacer una posporno sudaka, kuir en el Culo del Sur no sea transformadora y revolucionaria.
foto por Cristina Maluli
La necesidad de repensar el imaginario sobre las sexualidades, es inminente y eso se ramifica en muchos otros sectores/estructuras sociales. Debemos prestar atención a las interseccionalidades para deconstruirnos y destruir esas carabelas que tratan a la fuerza de normalizar nuestras mentes.
La pospornografía no es necesariamente un porno feminista. De hecho, gran parte de lo que he visto del porno feminista también se limita a la cissexualidad y la blanquitud. ¡Pongamos atención a lo que reproducimos: otra vez corporalidades invisibilizadas! Al igual que en el porno, sólo aparecen personas blancas y eso también es racismo; a menudo esto se manifiesta incluso entre líneas. Houra Bouteldja dice: “el feminismo blanco es una redundancia, ya que el feminismo siempre ha sido un fenómeno blanco”. Estas reproducciones de blanquitud que muchas veces provienen de pensar el mundo a partir de la cultura hegemónica, por lo general no reflexionan sobre cuánto anulan otras corporalidades que se desechan; otras veces actúan cínicamente replicando al sistema con la inocencia blanca/white innocence.
¡Cuántas veces el feminismo blanco se cierra y se compagina con el racismo! Podemos ver en la historia del feminismo, que mientras las mujeres blancas reclamaban derechos civiles para equipararse con los hombres, las mujeres negras aún vivían la esclavitud y estaban subordinadas a esas mismas mujeres blancas. Incluso hoy, los salarios son inconsistentes, la violencia doméstica es flagrante, la violencia policial injustificada, las muertes por aborto tienen una tasa mucho más alta y todo se dimensiona más cuando eres una persona negra. Las mujeres negras son puestas en primera fila del holocausto negro en el que vivimos viendo morir a los nuestros.
La pospornografía se trata principalmente del cuidado, como táctica de guerrilla contra la maquinaria de heteronormas, la industria del porno convencional, la industria estético-farmacéutica, etc. Se trata del cuidado en las relaciones, la denuncia de los opresores y el goce para/por/en la disidencia. Es la desgenitalización del deseo, el ejercicio de otras posibilidades, el auto placer, el conocimiento y la comprensión del propio cuerpo. La práctica de la autonomía en los procesos de producción, ya sea desarrollando otras formas de vida que no sean las burbujas urbanocéntricas/consumidoras del estilo de vida en el sureste, o pensando en el extractivismo y la relación de consumo que subyace en la formación de la sociedad moderna (como propone la ecología interseccional propuesta por Mogli Saura con la producción de cosméticos y maquillajes naturales y artesanales, medicamentos originarios y procesos de hormonización a base de hierbas) y los espacios de diálogo profanokuir y performances rituales. Experimentando en sus prácticas y también pensando en el autocuidado, están lxs artistas Puri Yaguarete y Sucia Inmunda, brujes contemporánees.
El posporno surge como resistencia política y rompe la norma de castración impuesta por la Iglesia, el Estado, el núcleo familiar y varias construcciones sociales que conciben exclusivamente al sexo monógamo y falocéntrico (todos estos aliados del capitalismo y el patriarcado). La red se amplía y el cuidado resulta necesario de muchas maneras: el autocuidado, la defensa personal y otros conocimientos se transmiten entre unes y otres. Se trata de comprender la necesidad de empoderamiento, de la otredad, de otros lenguajes y el reconocimiento de los privilegios.
Muchas personas y colectivos hacen reuniones/encuentros para compartir el conocimiento adquirido en autonomía o fuera de la educación formal. Por ejemplo: el Colectivo Quimera Rosa (experimentos biohacker), el Colectivo Coiote (espacio de pornoreciclaje y perras empoderadas), la Colectiva Vômito (espacio de vómitos) , Maldita Genni Thalia (taller de desCULOnización), Klau Chinche (taller de ginecología hacker), Sue Nhamandú (placeres a chorros / squirting), Mogli Saura (vivencias experimentales en kaos butoh), El Gabinete de la Dra. Kaligari (tecnología DIY), talleres/espacios de Drag King, hormonización a través de la alimentación, Grupo de Estudio Prostático Des-generadx, Ballroom, Cabaret, Hazte tu propio consolador, etc.
Colectivo Coiote
La propuesta del taller Maldita Genni Thalia desCULOnización, una serie de performances realizados por Pêdra Costa de_colon_ization, y mi proceso en los últimos años, propone repensar cómo el culo, la práctica anal y la ruptura de sus tabúes pueden revolucionar el cuerpo y lo político-social, debido a que la heterociscastración del culo se expande y ramifica a través de nuestras relaciones; estos son experimentos artísticos que proponen o representan la descolonización del cuerpo de manera decolonial.
¿Qué puede un cuerpo? En el posporno podemos investigar y rescatar tecnologías ancestrales, futuristas y contemporáneas. Las modificaciones de los cuerpos sudakas y travestis, por ejemplo, a menudo se realizan sin muchos recursos, creativamente y por necesidad, como el uso de prótesis temporales, con silicona industrial dañina, etc., incluso la transgenitalización ha permitido trasplantar recientemente un útero a una mujer trans usando electrodos y chips.
Entre 1963 y 2018, más de 8.027 personas LGBT fueron asesinadas en Brasil por su identidad de género u orientación sexual (según cifras oficiales), lo que significa que hay muchas más personas. Recordemos que el transfeminicidio no es estadístico y que las muertes son contabilizadas por este mismo sistema opresivo, racista y cissexual; por lo que las políticas son necesarias para que podamos acceder a estas modificaciones que sentimos que son necesarias. Puede parecer y es muy horrible depender del poder del Estado, pero también es una advertencia a esta gran crisis que estamos experimentando: ¡colapso!. ¿Qué hacer? Confiar en lo menos posible puede ser un camino. A veces una alternativa, a veces una urgencia. Y no olvidemos: «Mi cuerpo, mis reglas». En el festival Kuceta, utilizamos una frase que era otra versión: «Mi cuerpo, mis reglas, mi culo sin marcas”
La medicina blanca y la Iglesia patologizan una serie de diversidades corporales, que en la pospornografía aparecemos para decir: “Nosotrxs existimos». La patologización de la transexualidad y la intersexualidad son dos ejemplos de cómo la medicina occidental mutila y mata a las cuerpas. En otras culturas, las costumbres son diferentes y la diversidad a menudo se reconoce más allá de lo binario. Ej: Muxes (MEX), Hijras (IND), Two Spirits (Norteamérica), etc.
Recientemente participé/organicé un encuentro de posporno en Argentina, donde conocí a Ce, quien es parte del colectivo Quimera Rosa, investiga en un artículo reciente la mutación genética de las células vegetales en el cuerpo humano. Un trabajo anterior a este proyecto tiene un nombre que abre una gama de posibilidades: Mi sexualidad es una creación artística (Lucía Egaña, 46 ‘, 2011). Actualmente, el proyecto Mi enfermedad es una creación artística, del mismo colectivo, investiga el virus del papiloma (VPH).
El arte del performance es uno de los campos donde tienen lugar la resistencia y la manifestación política; la visibilidad no es como en otros segmentos del arte, pero el impacto con las acciones de performance es innegable. Cuando se trata de sexualidad, siempre está presente la polémica; en ocasiones surge la punición católica, la persecución y las amenazas de muerte.La libertad corporal sigue siendo un tabú, pero suele encontrar en el arte un aliado. Acciones como la de la artista Pêdra Costa en el Salón de Artes Visuales de Navidad donde se saca del culo un rosario religioso (2010), la acción del Colectivo Coiote en la Marcha de las Putas de Río de Janeiro con masturbación y rompimiento de símbolos religiosos (2013), la actuación conocida como Xêreca Satanik (Coyote Colectivo-2014) donde la intérprete Raíssa Vitral toma una bandera brasileña y cose su vagina, la performance de Viviany Beleboni, transexual crucificada en el desfile LGBT de São Paulo (2015), una performance de Golden Shower ( 2019), etc., son un ejemplo de resistencia.
foto: Paulx Castello foto: Paulx Castello
foto: Paulx Castello foto: Paulx Castello
foto: Paulx Castello foto: Paulx Castello
foto: Linga dc Acácio foto: Linga dc Acácio
foto en encuentro postporno Wácala (ARG) en performance con Raíssa Vitral, Ce Quimera, Roy, Kore y MariaBasura foto en encuentro postporno Wácala (ARG) en performance con Raíssa Vitral, Ce Quimera, Roy, Kore y MariaBasura
foto por Ariel Terra Boa foto por Ariel Terra Boa
¡Estamos siendo censuradas!
La prohibición del funk «carioca» es también una prohibición de la manifestación libertaria y subversiva de los barrios marginales, la relación con el cuerpo es libre y su rebelión se manifiesta artísticamente. Y no estoy ignorando el contenido machista de la letra, pero una vez más es necesario interseccionalizar. MC Carol, Tati Quebra Barraco, MC Dandara, Deyse Tigrona, son diversos MCs racializades y luchando por sobrevivir en este sistema donde el encarcelamiento es un mecanismo racista y 2/3 de las personas en la cárcel son negras, esto también es resistencia. Aún más cerca de la pospornografía, Solange, tô aberta!, Putinhas Aborteiras, Coletivo Coiote, Anarcofunk e Anarcofake.
A menudo buscamos referencias del Norte, por esta validación gringa/colonial que es casi una presión para continuar con este borrado histórico. Recordemos algunas de las personas que también subvirtieron/subvierten la norma de género impuesta: Claudia Wonder (BR) con sus performances y actitud punk, Lemebel (CH), Lacraia subversiva (BR), Lia La Novia Sirena (MX), Claudia Pantera (BR), Laura de Mink (BR), Héctor Acuña (PE), Susy Shock (ARG) “no queremos ser más esta humanidad” y “reivindico mi derecho de ser un monstruo”, Marlene Wayar (ARG), Hija de Perra (CH) con sus Interpretaciones inmundas de cómo la teoría queer coloniza nuestro contexto sudaca, pobre en aspiraciones, tercermundista, perturbando con nuevas construcciones de género a humanos fascinados por la heteronorma, que deconstruye la carabela queer y habla acerca de ser kuir sudaka. Estos son sólo algunos nombres, porque existen muchas otras personas y colectivos que producen por fuera de la norma, y a medida que hacemos producciones (que por lo general no son asimiladas por el sistema élite de las artes) necesitamos divulgarlas entre nosotras, es una táctica de guerrilla para darle realce a las disidencias. (La rapera y artista performer Rosa Luz tiene en su trabajo la pregunta «¿Y si el arte fuera travesti?»)
En mis performances busco hablar sobre la frontera geográfica, el narcotráfico y la necropolítica, la prostitución, el cuerpo migrante, las racializaciones, la transgeneridad; y pensar no solo en los límites geográficos, sino también en los límites del cuerpo. Por eso trabajo con prótesis, principalmente temporales. En la performance «escorpiônika», que realicé con varios otros artistas como Ventura Profana, Diana Pornoterrorista, Mogli Saura, el cuchillo también funciona como prótesis, mi cola afilada, el culo a tope. He estado investigando los sonidos del cuerpo en otro proyecto de posporno sonoro – micrófonos de contacto y objetos resignificados como bólidos. Por ejemplo: en la performance «La frontera del cuerpo es el propio cuerpo y/o las prótesis», me aplico un enema anal y alternadamente voy colocando excrementos hacia fuera y hacia dentro mientras interpelo la higienización social. Otros proyectos como objetos hechos de resina, publicaciones independientes, entre otras, forman parte de mis producciones actuales.
Performance en el An*rmal Festival 2017, México. Foto por Liz Misterio
Este texto fue construido con la colaboración de varias personas que son parte de mi vida, personas disidentes a quienes les tengo mucho cariño, afecto, admiración, etc.
Gracias a Gil Porto Pyrata (investigación de pospornografía, lenguajes como circo, danza y arte callejero), Vulcanica Pokaropa (maestrante en teatro, productora de la serie web Desaquenda y performer), Pêdra Costa (Solange, tô aberta!), Mogli Saura (compositora, bailarina, kaos butoh, actualmente con los proyectos Anarcofake y Profanokuir) y Juliana da Silva Henrique (madre de Maria Rita, periférica, historiadora y psicoanalista).
El texto no termina, no se cierra, espero que estimule otras preguntas y cuestionamientos.
La guerra de clases en la que vivimos me ha hecho inconforme y deseo recapitular/retomar la história, hacer visible lo invisible, la redistribución de ingresos y posicionamiento a los cuerpos que tienen privilegios. ¡Insurrección sexual!
«Tú solo miras de izquierda a derecha, y el Estado te aplasta de arriba hacia abajo». Rafael Braga
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[1] Con C de cisgenénero, palabra creada para identificar a las personas no trans. Haciendo referencia a la nomenclatura, cis-tema habla del sistema social centrado en la heterocissexualidad obligatoria, algunas disidencias lo llaman heteroland.
[2] El proyecto PORNOPIRATA (2017) fue creado para ser fuente de ingresos y autogestión en la marginalidad; para la popularización del POSPORNO y afrontar la heteronormatividad obligatoria, la idea es participar de eventos y ferias principalmente en la calle para mostrar que otro porno es posible y que la mayoría de veces nuestros deseos están condicionados. Sexorcismos, pornoterrorismo, pospornografía, glitterrorismo, sexualidades disidentes, cuerpas no capitalizables, marginalizadas y oprimidas, cuerpas gordas, travestis, enfermas, ciborgs, kuirs, sudakas, negres, indígenes, trans, intersexuales, con diversidades funcionales, sucias, antiheterokapital. Las producciones que componen los DVD’s son la mayoría de esta red sudaka posporno, otras hackeadas de internet de sitios como xvideos y xtube, producciones escatológicas, etc. Participan de los DVD’s posporno piratas: La Bala Rodriguez, Aily Habibi, Lechedevirgen Trimegisto, Constanza Álvarez Castillo, La Fulminante Roja, Hija de Perra, Liberta Morón, Post – Op, Tina Pit, Congelada de Uva, Invasorix, Walla Capelobo, Héctor Acuña, Raísa Inocêncio, Tertuliana Lustosa, MaríaBasura, Raíssa Vitral, Colectio Coiote, Colectiva Vômito, Ventura Profana, Geni Granado, Space Labia, Sara Kaaman y Ester Martin Bergsmark, PorNoporSi, Nishmi, Theo Meow, Wolfe Madam, Tora Martens, Antropofagia Icamiaba, Flasher Girl, etc.
[3] El término usado en inglés es: “Southern” y en alemán: “Südländer”.
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Bruna Kury – (1987), brasileña, anarcatransfeminista, performer, artista visual y sonora que actualmente reside en Sao Paulo (BR). Desarrolla trabajos en diversos contextos, ya sea en el mercado institucional del arte o en producciones periféricas. Enfocada en creaciones atravesadas por cuestiones de género, clase y raza (contra el cis-tema patriarcal heteronormativo obligatorio vigente y las opresiones estructurales – GUERRA de clases). Participó haciendo performance con: Colectiva Vômito, Colectivo Coiote, la Plataformance, MEXA y el Colectivo T. Actualmente investiga sonoridades en el posporno y la creación de objetualidades que son ramificaciones de su trabajo en el performance.
Un vademécum, el manual de consulta farmacológica para médicos1, se torna una pauta de composición poética para devenir más allá de procesos de medicalización. Éste Vademécum poético es una colección de afectos ordinarios, instantes de cuerpo denso e instantáneas manufacturadas a lo largo de un proceso creativo oncogrrrls. Quimeras que conjuran acciones juguetonas y sensualidades otras. Mediante gestos familiares, este vademécum sugiere un código de consulta abierto de prácticas poéticas más allá de los protocolos médicos fijos y limitantes.
Co-compón tu propia experiencia oncológica. Juega con estas imágenes regaladas, o con las tuyas propias.
Materiales necesarios: el vademécum propuesto.
Esto es una invitación abierta a que tomes esta pieza y co-compongas con nosotres. Crea el tuyo propio.
1. Toma una de las invitaciones poéticas. Por ejemplo: Transita la membrana-piel.
2. Pasa tiempo con ella: siéntela, dibújala, ábrela, recuérdala. ¿Qué imágenes te piensa?
¿Que memorias trae de vuelta? ¿Qué aromas, sonidos, colores, temperaturas se te aparecen? ¿qué imágenes, emociones, movimientos emergen?
3. Deja que la materialidad de la invitación emerja de tu entorno (¿qué tipo de membrana-piel te llama para jugar con ella?)
4. Juega con los materiales encontrados. Pasa tiempo con ellos. Deja que el tacto, olor, sonido… de la membrana te transite. Explora distintas maneras de ‘transitar’. ¿lo puedes hacer de otra forma? ¿más rápido, o lento? ¿Darle la vuelta? ¿Hacerlo de nuevo?
5. Dibuja, toma una foto, crea una instalación, escribe una carta …
6. Compártela. Dale tu propia forma.
[divider] 1 En su forma más habitual como vademécum farmacológico. Un vademécum, del latín vade mecum (ven conmigo) es un manual de consulta que recoge las informaciones elementales sobre un campo (sus prácticas o materiales). Una especie de guía de prácticas de fácil acceso.
El Taller de Clown para mujeres, inspirado en la diosa Baubo, es una propuesta de la actriz colombiana Diana Fuentes, pensado para favorecer que las asistentes al taller se conecten con la risa sagrada y curativa.
Baubo es en el panteón griego la deidad de la risa obscena y curativa, la de la sonrisa vertical y la de la complicidad entre mujeres, por lo que es la perfecta guía para que en la actualidad grupos de mujeres exploren su capacidad creativa desde el ridículo, la obscenidad y las emociones, para aprender a sanar riéndose de si mismas.
La propuesta de Diana es que a través del territorio del Clown y en conjunción con las temáticas y saberes femeninos, como: la ciclicidad, los arquetipos, los rituales de paso y la vida cotidiana, se produzca una experiencia artística, divertida y sanadora en complicidad con otras mujeres.
La tía Anita, hermana de mi abuelo paterno, fue muy importante para mí.
Ella fue el primer miembro de ese lado de la familia Mayer que nació en México, en 1902. Le pusieron Anita porque a mis bisabuelos les pareció que sonaba más mexicano que Ana. Anita y su hermana mayor Elsie siempre vivieron juntas y se quedaron solteras. No las dejaron estudiar una carrera porque se suponía que se casaban, pero siempre fueron económicamente independientes: trabajaron de secretarias, traductoras y recibían huéspedes en su casa. Según la carpeta de registro que aún conservo, Erich Fromm se quedó con ellas en algunas ocasiones.
Anita siempre fue mi cómplice. Cuando me quise ir a estudiar la prepa fuera de casa y mis papás no querían porque era niña no dudó en decirles que si no me permitían estudiar acabaría siendo una amargada como ella. Conocía bien el mito familiar que la rodeaba y no dudó en usarlo a mi favor.
Un par de años antes de que muriera le pedí permiso de tomarle fotos para hacer unas piezas. No le dije que el tema era vejez y muerte, aunque dudo que a los 90 años le hubiera sorprendido, ni las utilicé mientras vivió. Posó amablemente, aunque le chocaba que le tomaran fotos.
Anita murió en 1993 y nos fuimos a vivir a su casa. Apropiarme de ese espacio fue tan difícil como aceptar su muerte, en la que estuve presente, agarrándole la mano. Una vez ahí, empecé a hacer los dibujos y el performance que se llevó a cabo en Ex Teresa el 2 de octubre de ese año. Todos estos materiales constituyen el proyecto Huesitos, integrado por performance, gráfica digital, una instalación, un texto y dibujos.
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Mónica Mayer (México D.F., 1954) es una artista y crítica de arte feminista que se dedica a los campos de la performance, la gráfica digital, el dibujo, la fotografía y la teoría del arte. Como artista conceptual, comisaria, crítica y teórica del arte participa en varios foros y grupos, y organiza talleres y acciones colectivas. Creó con Víctor Lerma el proyecto de arte conceptual aplicado Pinto Mi Raya, cuyo eje es archivo hemerográfico especializado en artes visuales. (Wikipedia)
He estado trabajando sobre algunos de los territorios por los que transitamos las mujeres. Territorios inasibles como agua entre las manos. El tiempo es uno , y es terrible.
En una sociedad que sobrevalora la juventud y en la que el llamado ageism está siendo reclamado como la discriminación que es, las mujeres se enfrentan día a día con la transformación de su cuerpo. El tiempo se queda en él, lo marca, lo cambia y lo domina. Y no nos gusta. Vamos, nosotras las mujeres, urdiendo secretas estrategias para ocultar la cada día más perceptible resequedad, el adelgazamiento de la piel, la profundidad de las arrugas, las canas que insisten en brotar desaforadas.
Es aquí donde me miro al espejo y la la la… la belleza que una carga a lo largo de su vida tiende a desvanecerse ante nuestros ojos. La la la… la energía mengua y la memoria se aletarga, el metabolismo se niega a funcionar y el cuerpo acumula grasa hasta deformar todo lo visible e invisible. Y llega el terror y el desaliento, la negación y el rechazo, la ira y las dietas, el gym, las cremas caras y todo aquello que prometa gotas de aquella fuente legendaria, para al final….. la la la inevitable aceptación a regañadientes. El temido momento de darse por vencida y aceptar “envejecer con dignidad”. O no.
Esta selfienovela es un escrutinio descarnado ante el espejo. Es burlarme de mi misma para así tal vez encontrar el resquicio por el que pueda decir de verdad soy vieja… y qué.
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Elizabeth Ross. Con más de 25 años de práctica, crea y colabora en proyectos artísticos y socialesprivilegiando procesos participativos. Su obra ha tocado puerto y base en espacios cerrados, públicos y silvestres de las Américas, las Europas, en Turquía, Japón, Australia y China. Cree que todo lo que hacemos diseña la sociedad que somos y le interesa el devenir de las mujeres propias y ajenas. En su obra se avoca a lo cercano, porque sabe que todo cuenta en este hacer el mundo.
Soy parte de la naturaleza y el agua es el elemento que me interesa. El océano conecta todos los continentes del mundo. En esta foto estoy conectada con mi elemento favorite, el agua, en el Océano Ártico. La foto es de Anita Hillestadt.
Fotografía: Elizabeth RossFotografía: Elizabeth Ross
Inari Virmakoski. Finlandia. He trabajado como artista del performance alrededor del mundo, en África, Asia, Europa, USA, South America, Rusia y Mexico durante los últimos 23 años.
La Trigésima Séptima Expedición Espacial fue lanzada el 20 de marzo de 1991. La astronauta Niza Krit viajó a bordo de la nave YT-1300 hacia el planeta MN1906 con el objetivo de analizar sus condiciones y determinar las posibilidades de habitarlo. En la Tierra se recibió el informe de su aterrizaje, pero a los nueve meses se perdió contacto y no se volvió a tener noticias de ella. Cinco años después, otra misión fue enviada a esclarecer lo ocurrido. Al llegar al destino, los tripulantes de la misión de rescate hallaron la nave intacta, pero no a su pasajera. En el interior se encontró parte del estudio que Niza había iniciado en el planeta. Un archivo minucioso de pruebas médicas y muestras fotográficas que documentan una inexplicable transformación corporal en la astronauta causó mucho interés pues se cree que fue esta la causa de su desaparición.
Título: Pruebas de movimiento (del proyecto Gravedad Propia)
Autora: Ana García
Año: 2016
Duración: 3:30 min
Técnica: video digital
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Ana García (México, 1991). Artista visual egresada de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM. Trabaja con los medios de dibujo, fotografía y video. Su producción investiga la construcción social del cuerpo enfermo y discapacitado buscando las fronteras entre realidad y ficción en estas condiciones.
Elizabeth Ross. Con más de 25 años de práctica, crea y colabora en proyectos artísticos y sociales privilegiando procesos participativos. Su obra ha tocado puerto y base en espacios cerrados, públicos y silvestres de las Américas, las Europas, en Turquía, Japón, Australia y China. Cree que todo lo que hacemos diseña la sociedad que somos y le interesa el devenir de las mujeres propias y ajenas. En su obra se avoca a lo cercano, porque sabe que todo cuenta en este hacer el mundo.
Nosotros. Siempre Nosotros. Los que conocemos el daño. Con el sentido del humor corrupto y el cuerpo condenado. Con el esqueleto envenenado y la voz quebrada por el llanto. Nosotros que amamos la vida, y nos toca luchar por ella. Nosotros los terminales. Nosotros sin garantía. Nosotros los que somos fuertes, porque siendo débiles nos tocó creernos fuertes. Los inevitables. Los imparables. Los invencibles. Los irremediables. Los irreversibles. Nosotros, paradojas vivientes. Nosotros los aferrados, los que van perdiendo uñas, perdiendo cabello, perdiendo órganos, perdiendo peso, perdiendo sangre. Nosotros, que nos aferramos a la vida perdiendo vida. Perdiendo vida mientras la intentamos vivir. Ganando muerte.
Nosotros que sabemos cómo acaba el mundo. Nosotros que ya sabemos la historia. Nosotros los de las malas noticias. Nosotros los que herimos sin voluntad. Nosotros los de la muerte anunciada. Nosotros los de los actos de despedida. Nosotros los del luto adelantado. Nosotros, las cenizas antes del incendio. Nosotros, los que se van a secar. Mares de sal. Los que se van a incinerar. Los que se van a pudrir. Los que se van a terminar.
Nosotros que vemos al techo constantemente, buscando un rostro en el cielo. Nosotros, reptiles sin piel que podamos mudar. Nosotros que apretamos fuerte la mandíbula conteniendo el llanto. Nosotros que convencemos al miedo de no ser nuestro dueño. Nosotros que contamos los latidos de la tierra como nuestros. Nosotros parados en medio de la estampida. Nosotros con la vida pasando delante de nuestros ojos. Nosotros con la mirada perdida en un horizonte que se disipa. Nosotros con los pies en la tierra que se abre. Nosotros los marcados, los estígmatas, los lázaros, los leprosos, los endemoniados, los deslenguados, los tristes.
Nosotros con el cuerpo minado. Nosotros con el cabello en llamas. Nosotros con la sangre vuelta polvo de tanta rabia. Nosotros con ganas de matar por estar muriendo. Nosotros que bailamos con la crueldad en el precipicio de tus ojos. Nosotros que perdimos la voz de tanto gritar al vacío. Nosotros con el coraje de lo inexplicable. Nosotros con la gracia del riesgo. Nosotros, el error en la probabilidad.
Nosotros los números negros. Nosotros los que nos rehusamos a dormir porque podríamos no despertar.
Nosotros que sentimos las suturas en la piel de la madrugada que cubre a la tierra. Nosotros los de los caminos sin salida. Nosotros los peligrosos, los que ya no tenemos nada que perder. Nosotros con el peso de la humanidad en los hombros. Atlas paralizado. Nosotros que soñamos con detener el tiempo entre nuestros dedos. Nosotros que tenemos el estómago para ver morir los astros. Nosotros, la luz que viaja desde una estrella muerta. Nosotros que tenemos el cuerpo prestado. Nosotros, la sinapsis entre la lengua y sus papilas gustativas. Nosotros, la conexión entre los sentidos y el mundo. Nosotros, el punto transparente en un plano cartesiano imposible de trazar. Nosotros los que no terminamos de terminar. Nosotros en cámara lenta. Nosotros abrazamos al olvido. Nosotros, el calor que empaña los vidrios. Nosotros, el vapor que despide el mar. Nosotros escritos en arena, borrados por mareas que no podemos parar. Nosotros, los puntos suspensivos en las cartas. Nosotros, el eco de las cuevas. Nosotros, la niebla en carretera. Nosotros, el frío que cobija los cuerpos vagabundos. Nosotros, el vacío. Nosotros tallados en la esquela de la historia. Nosotros los de las células que no se regeneran. Nosotros que nos queda vivir únicamente en la arena movediza de los recuerdos. Nosotros, la violencia de la tormenta eléctrica. Nosotros esperando un asteroide. Nosotros esperando la extinción.
Nosotros que vivimos siempre en ese momento entre el mal presentimiento y la sirena de la ambulancia. Nosotros acostumbrados a ser invadidos. Nosotros acostumbrados a ser explotados. Nosotros acostumbrados a ser conquistados. Nosotros acostumbrados a ser expropiados. Nosotros acostumbrados a ser exprimidos, vaciados, aspirados, extraídos, drenados. Nosotros acostumbrados a estar conectados a una máquina. Nosotros dispuestos a ser atravesados por sus balas, sus ganchos, sus bombas, sus pinzas, sus tijeras, sus bisturís, sus túneles, sus tubos, sus agujas, sus misiles, sus mangueras, sus escalpelos, sus tornillos, sus catéteres, sus sierras, sus venganzas, sus ambiciones, sus experimentos, sus guerras.
Nosotros con hambre. Nosotros con los puños cerrados. Nosotros caminando en línea recta sin pensar en detenernos. Nosotros con las arterias colapsadas. Nosotros con miedo. Nosotros que comemos miedo. Bilis negra. Nosotros los intentos frustrados. Nosotros incansables. Nosotros respirando el oxígeno que sobra.
Nosotros, las semillas que no germinaron. Nosotros separados de la tierra. Nosotros con el espíritu fragmentado y el alma cosechada. Nosotros los de la risa ahogada. Nosotros perdidos, confundidos y agonizantes. Nosotros huyendo con el lomo herido, salpicando metros cúbicos de nosotros mismos a nuestro paso, dejando nuestro rastro en el mismo suelo por donde avanzan tropas de metal, perseguidos por el horror de nuestra propia sombra, corriendo con el corazón en la mano agitados al ritmo de la metralla. Nosotros escapando rápido a ninguna parte para escondernos en ningún lugar.
Nosotros escuchando el canto de pájaros abandonados atorados en nidos emocionales construidos en árboles genealógicos. Nosotros inmóviles en la cama del hospital abrazando con el pensamiento a nuestras familias, a toda la humanidad.
Nosotros enmudecidos por un tubo nasofaríngeo. Nosotros vestidos por un mosaico de llagas en el cuerpo. Nosotros sin macrófagos, enzimas o linfocitos que nos defiendan de tanto horror. Nosotros sin coraza ni exosqueleto, desnudos, vulnerables, débiles, sonriendo, depositando nuestra fe en amuletos.
Nosotros, la fotosíntesis sin sol. Nosotros siguiendo la mecha prendida sin miedo a quedar sordos. Nosotros aún sin alas, pero surcando los cielos. Nosotros perdiendo la memoria, perdiendo rostros y nombres. Nosotros tratando de recordar los pasos de la coreografía del cosmos. Nosotros los desfasados, los divididos.
Nosotros acostumbrados a escuchar «cuánto lo siento». Nosotros adivinando el pensamiento. Nosotros descifrando las miradas. Nosotros sintiendo la indiferencia o la compasión. Nosotros que no esperamos misericordia. Nosotros que no queremos su lástima. Nosotros que no nos importan sus paraísos superfluos. Nosotros que si pudiéramos, les prenderíamos fuego en el alma para que ardieran como nosotros ardemos.
Nosotros listos para la demolición. Nosotros listos para el desmayo. Nosotros vestidos de negro para la ocasión. Nosotros listos para la detonación. Preparados para el mar sin saber nadar. Nosotros en la cuerda floja de tu aliento.
Nosotros inventándonos a nosotros. Nosotros imaginando otro retrato del mundo al cerrar los ojos. Nosotros los expertos en supervivencia. Nosotros buscando que al desaparecer, dejemos una marca tan profunda en la memoria del universo que sea imposible de llenar, que sea imposible de borrar, de lavar, de limpiar.
Nosotros los que sabemos que la imagen más triste puede ocurrir a plena luz del día, cuando el amarillo calienta la piel y el pasto brilla. Compartimos el silencio del cielo azul sin nubes y ese aire, el mismo aire que va a seguir moviendo mi cabello, aunque yo ya no me mueva. Compartimos este nudo en la garganta.
El tiempo, en nosotros, es siempre en singular. La humanidad aún no ha creado un reloj que contenga tanta arena. Inundados de vida que se nos derrama.
Dolor. Tomografía, radiografía, cistograma, electrocardiograma, ultrasonido, análisis, preguntas sin respuesta. El dolor convertido en dragón marino, en anguila con escamas de luz incandescente entrando en forma de sonda por mi uretra, desgarrando hasta el fondo de la vejiga. Orinar vidrio molido. Medio de contraste, lágrimas y solución salina. El dolor de la punción venosa, el dolor de la biopsia, el dolor de ser abierto en vivo, el dolor de tener los órganos expuestos en colores brillantes y húmedos, vísceras de cristal, el dolor de los guantes revolviendo mi interior. El dolor de entrar en un síncope del que puedo no regresar. El dolor de las luces en mis párpados naranjas. El dolor de tener nervios que puedan doler. El dolor de no poder moverme. El dolor del aislamiento. El dolor de la verdad. El dolor de la falta de tiempo. El dolor de los demás doliendo por mi dolor. El dolor de estar vivo. El dolor de poder no estarlo. El dolor de permanecer vivo. El dolor vivo.
Irónicamente los riñones no duelen, no tienen con qué doler.
¿Voy a morir?
Todos nosotros vamos a morir.
Podría morir como muere el mundo. Mundo enfermo. Mundo enfermo de ríos secos y lagos negros, sus manantiales hirviendo, sus océanos de peces muertos. Sus pájaros en picada, sus costas agonizantes, sus cielos cargados de amenazas. Su lluvia dorada, lluvia ácida. Sus 4470 millones de años y sus árboles, sus coníferas y caducifolios, sus ramas y sus troncos, talados, incinerados, bosques enteros de humo. Sus actos de terrorismo, sus bombarderos y sus blancos, sus explosiones y sus miembros amputados. Sus campos y sus fábricas, su metástasis y su desastre nuclear, sus monos araña, sus moscas, sus autos y sus cactáceas, sus líquenes y su polvo, sus geodas y trementinas, sus estrellas y sus espinas. Sus anemonas y sus arrecifes, sus mandriles y sus ardillas, sus marsupiales, sus hipopótamos, sus calamares y cangrejos, sus gardenias, sus azucenas, sus dientes de león, margaritas, alcatraces, orquídeas y crisantemos, sus grietas, musgo, hongos, gérmenes y bacterias, sus atardeceres y sus lagunas, sus pelícanos y focas, sus estrellas de mar, escarabajos, luciérnagas, perros, camellos, antílopes, elefantes, gacelas, avestruces, ranas, bisontes, ajolotes, pelícanos, hormigas, ballenas, lobos, mantarrayas, iguanas, caballos, langostas, quetzales, jabalís, cisnes, escorpiones, canarios, camaleones, ostras, tigres, grillos, manglares, ovejas, halcones, medusas, pavorreales, anguilas, panteras, palomas y búhos… muriendo.
Fuerza, fuerza que viene desde dentro. La misma fuerza de las cascadas, del huracán, de la erupción, del relámpago, del derrumbe, de la avalancha, del meteorito, del parto, del átomo, esa misma fuerza con la que se pronuncia el nombre de los seres que amo, esa fuerza, que siempre ha vivido en nosotros, hoy, está aquí, dentro de mí.
Y estar de píe aquí, ahora en este momento, es un privilegio. Privilegio de poder hablar sobre la vida mientras la vivimos, labor insignificante pero necesaria. Privilegio de poder reflexionar sobre la vida misma, de atrapar al mundo, de crear. Privilegio de trabajar con lo vivo, con la vida. Poder hablar desde mí como hoy hablo, es un privilegio, poder hablar es un privilegio. Privilegios sobre muchos otros que no los tienen.
Y aún después de todo, aquí estoy. Estoy aquí para materializar lo “inmaterial” y volver visible lo “invisible”. Para hacerles ver esto que está pasando justo aquí y ahora pero que ellos no pueden ver. Eso que siento aquí pero que ellos no pueden sentir. Esto, que como el aire existe y que sin ello no existe lo demás.
Porque vamos juntos directo al precipicio del tiempo. Sus prioridades no son las mías, no son las nuestras. Ellos no son Nosotros. Nosotros no somos Ellos.
Y en nombre de todos Nosotros voy a brillar. Voy a brillar, aunque me cueste la vida. Nada me puede dañar más de lo que me ha dañado ya. Ningún enemigo es más fuerte que la vida misma.
No hay nada más triste y violento que la idea de un ser vivo que inevitablemente está muriendo, como le pasa a mi cuerpo, como le pasa al de todos, como le pasa al mundo.
En un mundo como éste, vivir es un acto de rebeldía.