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La Experiencia de Mery Buda

La experiencia de Mery Buda, es el proyecto solista de la artista multidisciplinaria Mery Buda en el cual combina su interés por la música, las artes visuales y de baile de tubo.

Hysteria! Revista: ¿Cuánto tiempo llevan como grupo? ¿Cómo fue que iniciaron?

Mery Buda: La idea y el nombre se gestaba desde el 2013 quizás. Consiste en crearme un escaparate para toda expresión artística que produzco en soledad. Empezó cuando me di cuenta de lo inconexas que estaban todas las actividades que yo había decidido emprender para mi vida profesional, que eran hacer música, hacer cómics, tatuar y exhibir los bailes de tubo. Sentí que debía dar un nombre que incluyera e integrara todas esas cosas, a fin de que a lo largo de toda mi vida, pudiera yo alimentar un solo proyecto grande en vez de muchos proyectos pequeñitos.

Hysteria! Revista: ¿Cuál es el concepto principal de tu música?

Mery Buda: Hasta ahorita se trata de coros pegajosos que acuden al rescate cuando en la cotidianidad se presentan sentimientos incomprensibles como celos, reclamos, dolor por la falta de algo querido, ganas de morirse o  hasta extrema felicidad y energía que se desborda. Todas mis rolas han salido como solución personal a esos problemas.

     El género musical no está establecido… es en realidad consecuencia del material disponible, que hasta el momento es: una guitarra, una tarola, un software con instrumentos MIDI y mi voz..

HR: ¿Cuáles son tus influencias musicales?

MB: Cualquier música que a lo largo de mis treinta años me haya hecho llorar, reír, sentirme parte de una comunidad, o bailar.

HR: ¿Creen que la situación de ser hombre o mujer, “portar” determinada “identidad” o tener determinada preferencia sexual incide o ha incidido en la forma de desarrollar su carrera dentro del ámbito musical? ¿Porqué?

MB: Sí, definitivamente incide en el hecho de que las demás mujeres se muestran muy empáticas hacia mi trabajo. Y muchas de las puertas que se ma han abierto han sido consecuencia de esa empatía.

HR: ¿Cuáles son los prejuicios más agresivos o más recurrentes sobre el hecho de ser mujer y dedicarse a la música?

MB: Creo que el más recurrente que puedo encontrar es el de negar la capacidad de autoproducción/autogestión/creación de una mujer. Es decir, muchas personas tienden a pensar que necesariamente hay un hombre detrás preparando las pistas, el audio, los letreros, componiendo las canciones o cualquier otro artificio que haga brillar a una mujer. Y hay quienes ven algo sospechoso en el hecho de que no lo haya.

     Con esto no quiero decir que esté mal pedir ayuda o dejarse ayudar por hombres o por mujeres. Pero, personalmente, en este momento yo me hallo probando mis límites para sacar de mi propia cabeza el pensamiento de que no puedo crear o tocar música que salga de mi naturaleza y de mis entrañas, y que, al mismo tiempo, sea digna de compartirse.

HR: Las anécdotas suelen ilustrar lo absurdo de esas situaciones ¿Tienes una al respecto que quieras contar?

MB: Bueno, viene a mi memoria un comentario de una mujer que una vez dijo sobre mí: «pinche morra sin talento, por eso se encuera»…

     Esto fue en la época que estaba con Las Izquierdas, y yo sentí que me estaba juzgando sólo por las apariencias. Creo que ella no sabía todo el trabajo que implicaba para mí dentro de la banda hacer las baterías de las canciones, crear las letras y melodías entre los tres integrantes, incluso haber aprendido a tocar; además creo que ella no entendía que encuerarme es uno de mis mayores talentos…

HR: ¿Que artistas de la música mujeres, trans, lesbianas y en general, personalidades no hegemónicas nos recomendarían?

MB: Pues me vienen a la mente personas como Zemmoa, Flor Amargo (la pianista «loca» del metro), La Bruja y sus conjuros, las Histriónicas Hermanas Hímenez, K Pasa USA, las Luz y Fuerza que son un par de hermanas que ya llevan bastante tiempo en otros proyectos de música acá en la ciudad, Ali GuaGua con su DJ set, Mágicos y Vintage 3000 ambos duetos susurrados mujer/hombre, De la diáspora, cantautor colombiano con bella guitarra y voz.

La verdad me considero una ignorante en el tema, pero justo ahora estoy deseando acercame y conocer…

     Es un poco por eso que estamos fundando La terrorista del Sabor y yo (a ella se las recomiendo también) el festival de música y bailes de tubo «Tugurio de Vedettes Fest», buscando atraer el brillo de drags, trans, mujeres y hasta hombres que estén enamorados de la sensación de ser vedettes cuando están en el escenario (interprétese eso como ud. quiera).

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HR: ¿Qué le dirías a otrxs disidentxs interesadxs en incursionar en este medio?

MB: Pues que lo hagan.. y que si se sienten un tanto vedettes, se comuniquen conmigo jajaja (digo, para conocernos y crecer esa tribu que yo tanto ando buscando)

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Contacto:

merybuda.com

Instagram: @la.experiencia.de.mery.buda

Soundcloud: /laexperienciade-mery-buda

Facebook: /meryizquierdasbuda

Próximas presentaciones:

Foro multicultural Alicia, en «Tugurio de Vedettes Fest», Ciudad de México: 30 de junio 2017 a las 8pm

L’escalier en Montreal, Canadá: 23 de julio de 2017 a las 9:00pm

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La matanza de Orlando, Florida, EEUU: O cuando la religión esclaviza en vez de liberar

por Gerardo Ramos M.

¿Habrá sido el odio  de sí mismo el culpable de la masacre?

En la noche del 12 de junio 2016, Omar M., un hombre joven de origen afgano, mató a 49 personas e hirió a otras 53 en una discoteca cuya clientela era sobretodo de personas homosexuales. El asesinato masivo fue reivindicado por los islamistas integristas de Daech.

Resumiendo ante la prensa la vida de su hijo multicriminal, el padre de Omar M. lamenta profundamente su trágico fin y la horrible tragedia de la que fue autor;  no se explica lo sucedido, y dando testimonio de la amabilidad de Omar quien respetaba fielmente las tradiciones  familiares,  agrega: “ Es a Dios a quien compete castigar a quien se lo merezca y no a los humanos”. Podremos estar de acuerdo con el Sr M, sobre tal aseveración, sin embargo, es necesario tomar en cuenta que Omar  creció en un  ambiente patriarcal y arcaico donde la autoridad del padre es absoluta y los papeles de las personas se encuentran perfectamente definidos en función de su sexo.

¿Era amable Omar? Podemos creerlo, sólo que el peso de la familia, del clan, de la religión, y sobre todo del odio que tenía de sí mismo, del que no se pudo liberar, no solamente no le ayudaron a vivir su gentileza  sino que lo empujaron a convertirse en un terrible asesino. En  efecto, los fanáticos islamistas con los que Omar se puso en contacto,  que se creen el brazo justiciero de un Dios de caricatura que debe castigar a los que no están de acuerdo con ellos, lo hundieron más en  el problema que él tenía con su propia identidad, ofreciéndole una puerta falsa de salida.

Víctima y verdugo.

Generalmente, a la gente que ama la justicia y siente horror del crimen le cuesta trabajo darse cuenta de que, con frecuencia, la primera víctima es el verdugo mismo.  Esto sucede en el caso que nos ocupa:  podemos explicarnos la angustia existencial de Omar, víctima de la leyes que rigen a su familia y del  ambiente socio-étnico más estrecho en el que él se mueve,  (a pesar de vivir en un país multicultural y multireligioso. ) Leyes y tradiciones que lo condenan a vivir como marginal, como clandestino avergonzado de sí, desgarrado en su interior por su doble vida. Y no es para menos: En su medio socio-cultural, Omar, como varón, debe garantizar el honor de la familia. Es así como, tratando de negar sus pulsiones profundas, trata de sobreponerse a ellas y  se orienta hacia el objeto mayoritario del deseo para un varón, – la mujer -, con la esperanza de   convertirse en otro hombre conforme a la norma. Por eso Omar se casa hasta dos veces con chicas de su medio socio-cultural, para darles gusto a sus allegados pero sobre todo para huir de sí mismo ya que no se resigna a la apremiante realidad de su orientación sexual.

Luego de fracasar en sus dos matrimonios, Omar no puede más que constatar que no le es posible “curarse”. Y es que cada  vez  sus pulsiones naturales regresan con más fuerza…y esto es insoportable… ¿ Qué salidas se le ofrecen entonces a este hombre atormentado? Una hubiera podido ser la de decidirse por fin a tomar el camino de la aceptación de sí mismo, camino doloroso porque lo pondría  en conflicto con la familia, la religión, etc..  Camino doloroso, es cierto,  pero no imposible. Omar ha cultivado lazos de amistad con otros muchachos homosexuales  de familias musulmanes. Esos amigos con los que se ha codeado en la discoteca LGBT “Pulse” de Orlando parecían vivir con serenidad su diferencia y trataban de mirarse sin mentirse a sí mismos. Ellos habían tomado el camino de la aceptación que puede conducir a la paz interior, o al menos al principio, a un pacto de no agresión consigo mismo.

La otra salida, la que por desgracia va a tomar Omar, es la que le ofrecen en charola de plata los fanáticos sanguinarios con los que se ha puesto en contacto. Poder escapar de un mundo en el que le es imposible vivir, y sobretodo escapar de la detestable imagen que tiene de sí mismo…Así entra, pues, por última vez a esa discoteca a la que ya había entrado tantas veces  y, llevando ahora un arma de grueso calibre,  en el clímax  de su enajenación, se vuelve el protagonista de una diabólica apoteosis.

El odio  de sí mismo lo llevó al odio de otros, de todos los que se encuentran en el mismo pecado condenado por la religión, pecado que él debe castigar sintiéndose el brazo justiciero de Dios.  Su Dios, ese  Dios que le fabricaron los fanáticos le pide que mate a esos seres pecadores porque son indignos, comenzando por él mismo. Es así como la víctima se convierte en verdugo.  Un medio familiar, un medio cultural que toma la religión como la dictadura de un Dios que oprime en vez de liberar puede producir muchas víctimas. Y esto sucede igualmente con los cristianos de las diversas iglesias cuando sólo leen la Biblia fijándose en la letra y no en la profundidad del Espíritu que la habita. Olvidándose de que la ley está hecha para servir al Hombre, y no el Hombre para servir la ley (Marcos 2 : 27 – 28), olvidándose de que “La letra mata y sólo el Espíritu vivifica” (Pablo, 2 Cor 3, 6). Esos que condenan a sus hijas e hijos, parientes, amigos a vivir en la hipocresía mintiéndose a sí mismos y a los demás. Esos que no saben o que han olvidado que la mentira nos hace vivir en la esclavitud y que sólo la verdad nos puede liberar (Juan 8: 32)

“Yo soy el camino, la verdad y la vida” ( Juan 14: 6)

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Nota:  Este artículo, en su  versión original, fue publicado en francés en la revista católica “Les Réseaux des Parvis”,  París, número de noviembre-diciembre 2016

 

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Entrevista a la fotógrafa Carol Espíndola

Sobre la venus dormida. De la serie La Atlántida, o la utopía del cuerpo femenino (2015 - en proceso), Carol Espíndola
Sobre la venus dormida. De la serie La Atlántida, o la utopía del cuerpo femenino (2015 – en proceso), Carol Espíndola

Por Liz Misterio

Liz Misterio: ¿Qué te llevó a trabajar con las representaciones del cuerpo femenino presentes en obras icónicas del arte universal?

Carol Espíndola: Comencé a interesarme por fotografiar el cuerpo a partir de un proyecto que inicié en el 2008, sobre la transición la infancia a la adolescencia de los niños que me rodeaban: mis hijas, sobrinos, y alumnos (soy maestra de educación básica también).

Me pareció realmente importante, el cuerpo por sí mismo como un gran contador de historias. Observar sus posturas, transformaciones, y su relación con la ropa que lo cubre.

Enfrenté un proceso de transición en ese momento, a nivel personal y en mi producción artística. Comencé varios proyectos fotográficos que no concluí, incluso pasé un par de años sin tomar una sola foto.

Me di cuenta también, que mi propio cuerpo estaba dejando de ser un cuerpo joven, comparándolo con el de mis hijas. Hice a un lado el proyecto de la transición, volteé la cámara y comencé a retratar mi propio cuerpo.

Mi intención era hablar del cuerpo femenino como un espacio donde pasa el tiempo.

Finalmente en el 2014, desarrollé la serie La corteza de Venus (que es un proyecto previo a la serie La Atlántida) y, a la par de la producción fotográfica, inicié a coleccionar imágenes de las representaciones de la mujer y del cuerpo femenino, como las Venus y Afroditas dentro de la historia del arte, principalmente en la pintura. Realizaba algunos bocetos de probables puestas en escena representando algunas de ésas imágenes, como Praxíteles desnuda a Friné ante el Areópago (1861) de Jean-Léon Gérôme; y Lady Godiva (1897) de John Collier.

Originalmente solo hacía collages en la computadora, como una especie de apuntes personales. Finalmente decidí que esas imágenes podrían ser las piezas finales.

El nombre proviene de búsqueda de un lugar imposible: La Atlántida, como analogía de la búsqueda de un cuerpo femenino perfecto.

LM: En algunas de las representaciones que has elegido usurpar, las mujeres aparecen como cuerpos para la docilidad y la vergüenza ¿De qué manera te afectan estas imágenes en tu subjetividad encarnada?

CE: Me interesa motivar al espectador a reflexionar sobre el cuerpo femenino y la mirada patriarcal, puesto que en México, como en casi todo el mundo, aún nos enfrentamos al machismo en la vida cotidiana, a la presión social para cumplir con un estereotipo de belleza impuesto. A la crisis emocional que muchas mujeres enfrentan al dejar de ser jóvenes y “dejar de ser bonitas”.

Me interesa manifestar mi rechazo a la culpa impuesta a la mujer y despojar la carga sexual que se atribuye al cuerpo femenino desnudo.

Para mí, mostrar el cuerpo femenino de esa forma es un símbolo de empoderamiento. Me apropio de imágenes para provocar, no es una casualidad.

LM: En las obras en las que retomas a la Venus y a Friné, me resulta claro que estás confrontando el paradigma de belleza occidental, pero en esta misma serie hay un par de piezas que salen de ese tema que me parecen intrigantes: Sobre rodear el mundo y Sobre New Harmony.

¿Qué me puedes decir de estas piezas?

CE: Éstas piezas responden al nombre de la serie La Atlántida, que proviene de la literatura de las ciudades utópicas como una analogía de la búsqueda de un cuerpo femenino perfecto, y cuyo origen se ubica desde Platón y Aristóteles, quienes hacen una descripción física de la mítica ciudad Atlántida y continúa por generaciones, como en la Utopía de Tomás Moro; y en los escritos de muchos otros como Francis Bacon,  H. G. Wells, Aldous Huxley, y más.

Sobre rodear el mundo, proviene de una publicación en la revista francesa del siglo XIX llamada Le monde Illustré, sobre la novela de Julio Verne La vuelta al mundo en ochenta días de1872. Si bien el interés de Verne no era la construcción de utopías, estaba rodeado de ellas en su contexto histórico. Se trata de hacer del cuerpo ese mundo imposible de rodear.

Por su parte, Sobre New Harmony, es una apropiación a una ilustración de un proyecto de sociedad utópica que emprendió el empresario socialista Robert Owen en 1825, en New Harmony, Indiana (E.U.). En la ilustración original se observa a una familia que mira hacia la ciudad, listos para vivir en el mundo ideal.

LM: Las Venus y Friné aparecen desnudas en los cuadros pero cubriéndose tímidamente con las manos o apartando la mirada del espectador, sus cuerpos están dispuestos para ser mirados pero ellas no miran hacia ningún lado, sin embargo tu apareces con los ojos abiertos y enfocando la mirada, en varios casos directamente hacia el espectador.

¿De qué manera este gesto desafía la mirada masculina tan presente en la historia de la representación del cuerpo de las mujeres?

CE: Lo desafía desde el hecho de apropiarme de imágenes creadas por un hombre. No me interesa hacer réplicas sino, justo modificar el gesto original, para representar el rechazo, desafiar las cargas impuestas o imponerle cierto humor.

LM: En tu obra se puede apreciar una tensión entre la colonización de la mirada y la experiencia de habitar un cuerpo mestizo ¿Qué nos puedes decir sobre esto?

CE:

Soy una mujer mestiza y creo que tengo la  responsabilidad de partir de ahí para manifestarme creativamente.

LM: En estas obras eres a la vez la modelo y la fotógrafa, sin embargo los temas que abordas afectan a todo un sector de la población. ¿Dirías que estas obras reflejan el lema “lo personal es político”?

CE: SÍ, porque no se trata directamente sobre mí. Me utilizo individualmente y a mi familia para hablar de ello…

para que mujeres y hombres reflexionemos sobre estos temas que me ocupan: machismo, estereotipos de belleza, género, desnudez.

Imágenes de la exhibición Vitamina A. Nueva Generación de fotógrafas en México (24 de Marzo – 28 de Abril. Ciudad de México).

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Carol Espíndola (Tlaxcala, 1982)

Egresada del Seminario de Fotografía Contemporánea 2014 del Centro de la Imagen y el Centro de las Artes de San Agustín. Becaria en la categoría de Jóvenes Creadores de Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) 2015-2016. Obtuvo el Premio Tlaxcala de Artes Visuales en 2014 y 2005. Participó de manera colectiva en la exposición Cartografías Íntimas (Casa de América, Madrid) como parte del festival Photoespaña 2016; y también en las exposiciones Todo por ver (Foto Museo Cuatro Caminos) y De obscena belleza (Hydra+Fotografía), ambas en la Cd. de México (2015). Su obra pertenece al acervo del Museo de Arte de Tlaxcala, al Centro de Investigación y Documentación de las Artes Visuales de Tlaxcala; y de colecciones particulares. Escribe sobre fotografía en la columna PESE A TODO  y para el sitio web venezolano ESPACIO GAF.

A inicios del 2017, participó en la exhibición Vitamina A. Nueva generación de fotógrafas en México, muestra organizada por el Centro de la Imagen en la Biblioteca Vasconcelos de la Ciudad de México.

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