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Pornografías desde el cuidado, una apuesta colectiva en la Educación sexual

imagen por Marian**

por Lima 

Una niña de 12 años tiene su primer encuentro con la lesbiandad a través del celular de su hermano adolescente, antes sus ojos se encuentras una chica bailando y quitándose la ropa, el placer y la culpa se incrustan inmediatamente, reprimiendo sus deseos sin saber por qué, pero asociándolo con algo malo en automático. Este es uno de los muchos ejemplos de cómo los primeros acercamientos que se tienen con el placer sexual se dan a través de la pornografía, desafortunadamente este tema es omitido cuando se habla de Educación Sexual en instituciones de salud, educativas, familiares, entre otras, por la incomodidad que genera hablar de placer y sexualidad en contextos morales.

De acuerdo a un estudio realizado por un sitio web de pornografía masiva o “mainstream”, Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Brasil, Alemania, Canadá, Japón y México se encuentran entre la lista de países que más visitan su sitio web. Las conexiones digitales han sido vías para el acceso a contenido pornográfico, también llamado XXX o para adultos de manera masiva y gratuita, sin embargo, la niñez y adolescencia también habitan los espacios digitales y pueden acceder a este contenido, un estudio realizado en México por Save the Children (2020) concluyó que el 62.5% de adolescentes de 13 a 17 años han visto pornografía al menos una vez.

Estigmatizar el consumo de pornografía genera una distancia que imposibilita dialogar respecto a este tema, las estadísticas y experiencias muestran la importancia de que la pornografía sea abordada en la Educación Sexual y así dar paso al reconocimiento del placer en vez de obviarlo, porque una realidad es que el porno está educando sexualmente a las generaciones por la falta de información que se imparte sobre educación sexual.

En libro el Dedo en el porno (2021) Laura Milano hace una compilación de diversas entrevistas y escritos respecto a la Pornografía, en uno de los apartados titulado: “Lo que sé del sexo lo aprendí del porno”, de su autoría, aborda el tema de la Educación Sexual que se recibe a través de la pornografía mainstream en la juventud, la participación de las tecnologías digitales y el nulo diálogo respecto a la pornografía en la Educación Sexual Integral como vía de reflexión sobre las violencias sistemáticas que se reproducen en la industria pornográfica y que se alejan de las varias realidades en cómo se habita el placer sexual.

Ante la ausencia de Educación Sexual Integral (ESI) a nivel institucional, ha sido necesario generar espacios alejados de las lógicas del Estado para compartir experiencias con el consumo de pornografía y reflexionar sobre los discursos patriarcales y violentos que se reproducen en el porno masivo, así como proponer creaciones pornográficas desde el cuidado, que muestran narrativas a partir de la diversidad de placeres sexuales,  cuerpos, historias, tiempos, trascendiendo lo permisible desde los límites morales del Estado y sus instituciones.

Así, ante la ausencia del placer sexual como tema en la ESI, el Posporno se ha convertido en un espacio de incidencia en esta área, a través de reflexiones y aportaciones desde narrativas alejadas de la lógica heterosexual, capacitista, gordofóbica, racista y colonial que hay en el porno masivo, ha intervenido en pro de una Educación Sexual Integral. El Posporno ha sido una postura política contra discursiva del porno masivo o mainstream, una propuesta para habitar el placer sexual pornográfico desde lugares más cuidados.

Es importante visibilizar las raíces transfeministas del Posporno y la presencia de la disidencia sexual en la construcción de representaciones no heteronormadas, tan necesarias cuando se habla de Educación Sexual, así también la apuesta política que tiene la comunidad Posporno en la compartencia de saberes que aporten a la Educación Sexual Integral; val flores, escritora, feminista, lesbiana y pro sexo, en su publicación “El derecho al gemido. Notas para pensar la ESI desde una posición prosexo” (2019), aborda otras alternativas educativas desde las colectividades:

“…la ESI se presenta como una economía pedagógica de los saberes, los cuerpos, los placeres y la imaginación que es urgente interpelar y contrastar con otros modos de producción de saberes no escolarizados vinculados a esxs “otrxs” que fueron lanzadxs a los márgenes de la ciudadanía sexual, como lxs trabajadorxs sexuales,  practicantes de BDSM, productorxs y consumidorxs de pornografía y posporno, alianzas poliamorosas o pactos no monogámicos, etcétera.” (Flores, 2019).

 Así, la autogestión del proceso de producción Posporno parte de un discurso contrasistema, una vía de acción para crear pornografías desde el cuidado, la diversidad y autonomía de las personas que hacen Pospornografía, partiendo de lugares anti prohibicionistas, reconociendo la experiencia del placer sexual en el universo que eso significa.

Se vuelve necesario reflexionar constantemente sobre los discursos pornográficos estereotipados aún existentes en el Posporno, aprender a acompañar las diferencias que pueden existir en los procesos colectivos de creación o difusión Pospornográfica, explorar la diversidad de lugares desde donde se puede habitar, dejar de centralizar la experiencia en lo visual y genitalista. Y también es necesario encontrarse desde el sentir, el goce, el placer, tejer redes entre personas y colectivos que hacen pornografías desde el cuidado y que participan en la Educación Sexual.

En el libro de compilaciones realizado por Miriam Solá y Elena Urko: “Transfeminismos. Epistemes, fricciones y flujos”, las activistas y performanceras post porno Post Op aparecen con un escrito nombrado “De placeres y Monstruos: Interrogantes en torno al Post Porno” donde comparten esta reflexión:

El PostPorno es intrínsecamente político. El porno mayoritario ha perpetuado históricamente unos estereotipos de sexo género y normalidad corporal. A través de la repetición de unos estándares nos muestran qué cuerpos son deseable y cuáles no, qué prácticas son sexuales y cuáles no…Decide qué se supone que es el sexo ignorando una multitud de prácticas y cuerpos, o mostrándolos como abyectos o anecdóticos”.(Post Op, 2014).

Así, el Posporno ha abierto un camino que abona a la Educación Sexual de quienes consumen pornografía, una posibilidad desde el placer y la fantasía para mostrar otras prácticas sexuales desde el cuidado, otras pornografías posibles que se alejen de los parámetros heterosexuales, normativos y moralistas, la discusión de si se consume porno o no es insostenible porque prohíbe la exploración del placer sexual, el cuestionamiento deber ir dirigido hacia qué tipo de pornografía se está produciendo y consumiendo en su mayoría y las posibilidades de transformarla.

El Posporno y los múltiples Pornos desde el cuidado, son una apuesta política comunitaria, de acompañamiento y cuidado colectivo de quienes habitan desde diversos espacios el placer sexual.

Fuentes:

Flores, V. (2019). El derecho al gemido. Notas para pensar la ESI desde una posición prosexo. Argentina. 249-254. Debate Revista Mora N°25.

Milano., L. (2021). El Dedo en el Porno, r/goces entre teoría, feminismos y pornografía. Argentina, Editorial Madre Selva.

Save the Children. (2020). (Des) información sexual: Pornografía y Adolescencia. España.

Solá, M. y Urko, E. (2014, 3ª edic.). “Transfeminismos. Epistemes, fricciones y flujos. Tafalla. Editorial Marea Negra.

*** La ilustración que acompaña este artículo está basada en el video MIAU: Movimiento insurrecto por la autonomía de una misma. Puedes verlo aquí: https://hysteria.mx/miau/


Soy Lima, transfeminista y pro trabajo sexual, el dolor, la rabia y el placer son mi trinchera. 

IG: @unalimalimon

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La pospornografia como arma contra la maquinaria colonial

 

texto por Bruna Kury

traducción por Andrea Alejandro Freire 

Esto no es un texto escrito por una persona académica y no pretende ser cordial con ningún estándar de la escritura. Es un experimento con algunas indagaciones y alertas de lo que me afecta cuando pienso en la pospornografía como una vertiente de arte/antiarte/política contemporánea. Mis observaciones pueden dar algunos caminos de cómo la pospornografía es una propuesta de subversión al cis-tema[1].

La pospornografía aparece como una propuesta contra la pornografía comercial y tradicional.  La historia de esta nomenclatura (post porn) viene del manifiesto escrito por Verónica Vera (firmado por actrices  y directoras de porno) y de la performance “short post porn modernist” de la  actriz/directora/sexóloga Annie Sprinkle (EUA). Surge en el Norte y trae consigo una carga que me deja dudas; como un ejercicio de verificar lo que proviene de los colonizadores, que a menudo son mostrados como perfectos…

Hace más de 10 años produzco obras/performance que hablan sobre estas opresiones que los cuerpos disidentes vivimos.

Pienso en la popularización de la pospornografía, siempre de manera interseccional, porque la gran parte del posporno visto (podemos expandir la imagen a otros sentidos) por cuerpos hegemónicos también puede caer en la trampa de convertirse en fetiche. Pensemos en otros pornos que no sean los de cuerpos hegemónicos, o en un porno que no sea comercial.

Existe pospornografía coptada por el mercado del arte. El proyecto de pospornopiratería[2] es un ejemplo de eso, hecho con una red de afectos y personas que producen por fuera del molde.

foto Ariel Terra Boa

Muchas de mis producciones dialogan con el arte de la sexualidad y el arte contemporáneo, otras se distancian del mercado y son más políticas, como se evidencia en mis producciones actuales, objetos, instalaciones, etc.

Esta crítica al posporno, trata sobre la representatividad de los cuerpos que en el porno convencional son cosificados o invisibilizados. A menudo toman como referencia la blanquitud (lo que proviene de Europa/Estados Unidos); anulando corporalidades, sin dejar espacios cómodos para determinadas cuerpas. Es un proyecto político que excluye cuerpas disidentes del Sur global e incorpora la supremacía blanca, lo binario, el goce preponderante del macho, la higienización, la clase social, etc. Debemos estar alertas a esas prácticas venidas del Norte y esas afirmaciones de deconstrucción (ellos esclavizaron a nuestras ancestras).

Busco hablar acerca de las potencias en el Culo del Sur. La performer Pedra Costa escribió “Manifesto O Cú do Sul” (Manifiesto del Culo del Sur), habla sobre la pornografía en Europa y utiliza el término “del Sur”[3] para designar la pornografía racializada, o fetichizada con cuerpos del sur del mundo. Pedra subvierte en su obra, mostrando otras coyunturas, lo que nos puede llevar a interseccionalizar diversas cuestiones que nos atraviesan en tanto somos cuerpos subalternos.

En el posporno, veo producciones que muchas veces reproducen lugares de dominación/sumisión, reproduciendo también toda una cuestión racista, colonial implantada, asimilada y arraigada. Una de las convenciones del posporno es pensar en el BDSM como posibilidad de diálogo y consenso. Pero, ¿qué pasa cuando un látigo trae a la memoria, en un cuerpo diaspórico, a una imagen de un cuerpo negro siendo esclavizado y torturado? Estas son las cuestiones históricas, que en el contexto de Brasil, América Latina que hace necesario repensar esta práctica “libertaria”. Tengamos en cuenta de dónde proviene y a que accedemos en el posporno queer, punk y diversas prácticas que nos llegan como subversivas y desafiantes. La potencia está en cuestionar la colonialidad en estas manifestaciones, lo cual no significa que la potencia de hacer una posporno sudaka, kuir en el Culo del Sur no sea transformadora y revolucionaria.

foto por Cristina Maluli

La necesidad de repensar el imaginario sobre las sexualidades, es inminente y eso se ramifica en muchos otros sectores/estructuras sociales. Debemos prestar atención a las interseccionalidades para deconstruirnos y destruir esas carabelas que tratan a la fuerza de normalizar nuestras mentes.

La pospornografía no es necesariamente un porno feminista. De hecho, gran parte de lo que he visto del porno feminista también se limita a la cissexualidad y la blanquitud. ¡Pongamos atención a lo que reproducimos: otra vez corporalidades invisibilizadas! Al igual que en el porno, sólo aparecen personas blancas y eso también es racismo; a menudo esto se manifiesta incluso entre líneas. Houra Bouteldja dice: “el feminismo blanco es una redundancia, ya que el feminismo siempre ha sido un fenómeno blanco”. Estas reproducciones de blanquitud que muchas veces provienen de pensar el mundo a partir de la cultura hegemónica, por lo general no reflexionan sobre cuánto anulan otras corporalidades que se desechan; otras veces actúan cínicamente replicando al sistema con la inocencia blanca/white innocence.

¡Cuántas veces el feminismo blanco se cierra y se compagina con el racismo! Podemos ver en la historia del feminismo, que mientras las mujeres blancas reclamaban derechos civiles para equipararse con los hombres, las mujeres negras aún vivían la esclavitud y estaban subordinadas a esas mismas mujeres blancas. Incluso hoy, los salarios son inconsistentes, la violencia doméstica es flagrante, la violencia policial injustificada, las muertes por aborto tienen una tasa mucho más alta y todo se dimensiona más cuando eres una persona negra. Las mujeres negras son puestas en primera fila del holocausto negro en el que vivimos viendo morir a los nuestros.

La pospornografía se trata principalmente del cuidado, como táctica de guerrilla contra la maquinaria de heteronormas, la industria del porno convencional, la industria estético-farmacéutica, etc. Se trata del cuidado en las relaciones, la denuncia de los opresores y el goce para/por/en la disidencia. Es la desgenitalización del deseo, el ejercicio de otras posibilidades, el auto placer, el conocimiento y la comprensión del propio cuerpo. La práctica de la autonomía en los procesos de producción, ya sea desarrollando otras formas de vida que no sean las burbujas urbanocéntricas/consumidoras del estilo de vida en el sureste, o pensando en el extractivismo y la relación de consumo que subyace en la formación de la sociedad moderna (como propone la ecología interseccional propuesta por Mogli Saura con la producción de cosméticos y maquillajes naturales y artesanales, medicamentos originarios y procesos de hormonización a base de hierbas) y los espacios de diálogo profanokuir y performances rituales. Experimentando en sus prácticas y también pensando en el autocuidado, están lxs artistas Puri Yaguarete y Sucia Inmunda, brujes contemporánees.

El posporno surge como resistencia política y rompe la norma de castración impuesta por la Iglesia, el Estado, el núcleo familiar y varias construcciones sociales que conciben exclusivamente al sexo monógamo y falocéntrico (todos estos aliados del capitalismo y el patriarcado). La red se amplía y el cuidado resulta necesario de muchas maneras: el autocuidado, la defensa personal y otros conocimientos se transmiten entre unes y otres. Se trata de comprender la necesidad de empoderamiento,  de la otredad, de otros lenguajes y el reconocimiento de los privilegios.

Muchas personas y colectivos hacen reuniones/encuentros para compartir el conocimiento adquirido en autonomía o fuera de la educación formal. Por ejemplo: el Colectivo Quimera Rosa (experimentos biohacker), el Colectivo Coiote (espacio de pornoreciclaje y perras empoderadas), la Colectiva Vômito (espacio de vómitos) , Maldita Genni Thalia (taller de desCULOnización), Klau Chinche (taller de ginecología hacker), Sue Nhamandú (placeres a chorros / squirting), Mogli Saura (vivencias experimentales en kaos butoh), El Gabinete de la Dra. Kaligari (tecnología DIY), talleres/espacios de Drag King, hormonización a través de la alimentación, Grupo de Estudio Prostático Des-generadx, Ballroom, Cabaret, Hazte tu propio consolador, etc.

Colectivo Coiote

La propuesta del taller Maldita Genni Thalia desCULOnización, una serie de performances realizados por Pêdra Costa de_colon_ization, y mi proceso en los últimos años, propone repensar cómo el culo, la práctica anal y la ruptura de sus tabúes pueden revolucionar el cuerpo y lo político-social, debido a que la heterociscastración del culo se expande y ramifica a través de nuestras relaciones; estos son experimentos artísticos que proponen o representan la descolonización del cuerpo de manera decolonial.

¿Qué puede un cuerpo? En el posporno podemos investigar y rescatar tecnologías ancestrales, futuristas y contemporáneas. Las modificaciones de los cuerpos sudakas y travestis, por ejemplo, a menudo se realizan sin muchos recursos, creativamente y por necesidad, como el uso de prótesis temporales, con silicona industrial dañina, etc., incluso la transgenitalización ha permitido trasplantar recientemente un útero a una mujer trans usando electrodos y chips.

Entre 1963 y 2018, más de 8.027 personas LGBT fueron asesinadas en Brasil por su identidad de género u orientación sexual (según cifras oficiales), lo que significa que hay muchas más personas. Recordemos que el transfeminicidio no es estadístico y que las muertes son contabilizadas por este mismo sistema opresivo, racista y cissexual; por lo que las políticas son necesarias para que podamos acceder a estas modificaciones que sentimos que son necesarias. Puede parecer y es muy horrible depender del poder del Estado, pero también es una advertencia a esta gran crisis que estamos experimentando: ¡colapso!. ¿Qué hacer? Confiar en lo menos posible puede ser un camino. A veces una alternativa, a veces una urgencia. Y no olvidemos: «Mi cuerpo, mis reglas». En el festival Kuceta, utilizamos una frase que era otra versión: «Mi cuerpo, mis reglas, mi culo sin marcas”

La medicina blanca y la Iglesia patologizan una serie de diversidades corporales, que en la pospornografía aparecemos para decir: “Nosotrxs existimos». La patologización de la transexualidad y la intersexualidad son dos ejemplos de cómo la medicina occidental mutila y mata a las cuerpas. En otras culturas, las costumbres son diferentes y la diversidad a menudo se reconoce más allá de lo binario. Ej: Muxes (MEX), Hijras (IND), Two Spirits (Norteamérica), etc.

Recientemente participé/organicé un encuentro de posporno en Argentina, donde conocí a Ce, quien es parte del colectivo Quimera Rosa, investiga en un artículo reciente la mutación genética de las células vegetales en el cuerpo humano. Un trabajo anterior a este proyecto tiene un nombre que abre una gama de posibilidades: Mi sexualidad es una creación artística (Lucía Egaña, 46 ‘, 2011). Actualmente, el proyecto Mi enfermedad es una creación artística, del mismo colectivo, investiga el virus del papiloma (VPH).

El arte del performance es uno de los campos donde tienen lugar la resistencia y la manifestación política; la visibilidad no es como en otros segmentos del arte, pero el impacto con las acciones de performance es innegable. Cuando se trata de sexualidad, siempre está presente la polémica; en ocasiones surge la punición católica, la persecución y las amenazas de muerte.La libertad corporal sigue siendo un tabú, pero suele encontrar en el arte un aliado. Acciones como la de la artista Pêdra Costa en el Salón de Artes Visuales de Navidad donde se saca del culo un rosario religioso (2010), la acción del Colectivo Coiote en la Marcha de las Putas de Río de Janeiro con masturbación y rompimiento de símbolos religiosos (2013), la actuación conocida como Xêreca Satanik (Coyote Colectivo-2014) donde la intérprete Raíssa Vitral toma una bandera brasileña y cose su vagina, la performance de Viviany Beleboni, transexual crucificada en el desfile LGBT de São Paulo (2015), una performance de Golden Shower ( 2019), etc., son un ejemplo de resistencia.

 ¡Estamos siendo censuradas!

La prohibición del funk «carioca» es también una prohibición de la manifestación libertaria y subversiva de los barrios marginales, la relación con el cuerpo es libre y su rebelión se manifiesta artísticamente. Y no estoy ignorando  el contenido machista de la letra, pero una vez más es necesario interseccionalizar. MC Carol, Tati Quebra Barraco, MC Dandara, Deyse Tigrona, son diversos MCs racializades y luchando por sobrevivir en este sistema donde el encarcelamiento es un mecanismo racista y 2/3 de las personas en la cárcel son negras, esto también es resistencia. Aún más cerca de la pospornografía, Solange, tô aberta!, Putinhas Aborteiras, Coletivo Coiote,  Anarcofunk e Anarcofake.

 A menudo buscamos referencias del Norte, por esta validación gringa/colonial que es casi una presión para continuar con este borrado histórico. Recordemos algunas de las personas que también subvirtieron/subvierten la norma de género impuesta: Claudia Wonder (BR) con sus performances y actitud punk, Lemebel (CH), Lacraia subversiva (BR), Lia La Novia Sirena (MX), Claudia Pantera (BR), Laura de Mink (BR), Héctor Acuña (PE), Susy Shock (ARG) “no queremos ser más esta humanidad” y “reivindico mi derecho de ser un monstruo”, Marlene Wayar (ARG), Hija de Perra (CH) con sus Interpretaciones inmundas de cómo la teoría queer coloniza nuestro contexto sudaca, pobre en aspiraciones, tercermundista, perturbando con nuevas construcciones de género a humanos fascinados por la heteronorma, que deconstruye la carabela queer y habla acerca de ser kuir sudaka. Estos son sólo algunos nombres, porque existen muchas otras personas y colectivos que producen por fuera de la norma, y a medida que hacemos producciones (que por lo general no son asimiladas por el sistema élite de las artes) necesitamos divulgarlas entre nosotras, es una táctica de guerrilla para darle realce a las disidencias. (La rapera y artista performer Rosa Luz tiene en su trabajo la pregunta «¿Y si el arte fuera travesti?»)

En mis performances busco hablar sobre la frontera geográfica, el narcotráfico y la necropolítica, la prostitución, el cuerpo migrante, las racializaciones, la transgeneridad; y pensar no solo en los límites geográficos, sino también en los límites del cuerpo. Por eso trabajo con prótesis, principalmente temporales. En la performance «escorpiônika», que realicé con varios otros artistas como Ventura Profana, Diana Pornoterrorista, Mogli Saura, el cuchillo también funciona como prótesis, mi cola afilada, el culo a tope. He estado investigando los sonidos del cuerpo en otro proyecto de posporno sonoro – micrófonos de contacto y objetos resignificados como bólidos. Por ejemplo: en la performance «La frontera del cuerpo es el propio cuerpo y/o las prótesis», me aplico un enema anal y  alternadamente voy colocando excrementos hacia fuera y hacia dentro mientras interpelo la higienización social. Otros proyectos como objetos hechos de resina, publicaciones independientes, entre otras, forman parte de mis producciones actuales.

Performance en el An*rmal Festival 2017, México. Foto por Liz Misterio

Este texto fue construido con la colaboración de varias personas que son parte de mi vida, personas disidentes a quienes les tengo mucho cariño, afecto, admiración, etc.

Gracias a Gil Porto Pyrata (investigación de pospornografía, lenguajes como circo, danza y arte callejero), Vulcanica Pokaropa (maestrante en teatro, productora de la serie web Desaquenda y performer), Pêdra Costa (Solange, tô aberta!), Mogli Saura (compositora, bailarina, kaos butoh, actualmente con los proyectos Anarcofake y Profanokuir) y Juliana da Silva Henrique (madre de Maria Rita, periférica, historiadora y psicoanalista).

El texto no termina, no se cierra, espero que estimule otras preguntas y cuestionamientos.

La guerra de clases en la que vivimos me ha hecho inconforme y deseo recapitular/retomar la história, hacer visible lo invisible, la redistribución de ingresos y posicionamiento a los cuerpos que tienen privilegios. ¡Insurrección sexual!

«Tú solo miras de izquierda a derecha, y el Estado te aplasta de arriba hacia abajo». Rafael Braga

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[1] Con C de cisgenénero, palabra creada para identificar a las personas no trans. Haciendo referencia a la nomenclatura, cis-tema habla del sistema social centrado en la heterocissexualidad obligatoria, algunas disidencias lo llaman heteroland.

[2] El proyecto PORNOPIRATA (2017) fue creado para ser fuente de ingresos y autogestión en la marginalidad; para la popularización del POSPORNO y afrontar la heteronormatividad obligatoria, la idea es participar de eventos y ferias principalmente en la calle para mostrar que otro porno es posible y que la mayoría de veces nuestros deseos están condicionados. Sexorcismos, pornoterrorismo, pospornografía, glitterrorismo, sexualidades disidentes, cuerpas no capitalizables, marginalizadas y oprimidas, cuerpas gordas, travestis, enfermas, ciborgs, kuirs, sudakas, negres, indígenes, trans, intersexuales, con diversidades funcionales, sucias, antiheterokapital. Las producciones que componen los DVD’s son la mayoría de esta red sudaka posporno, otras hackeadas de internet de sitios como xvideos y xtube, producciones escatológicas, etc. Participan de los DVD’s posporno piratas: La Bala Rodriguez, Aily Habibi, Lechedevirgen Trimegisto, Constanza Álvarez Castillo, La Fulminante Roja, Hija de Perra, Liberta Morón, Post – Op, Tina Pit, Congelada de Uva, Invasorix, Walla Capelobo, Héctor Acuña, Raísa Inocêncio, Tertuliana Lustosa, MaríaBasura, Raíssa Vitral, Colectio Coiote, Colectiva Vômito, Ventura Profana, Geni Granado, Space Labia, Sara Kaaman y Ester Martin Bergsmark, PorNoporSi, Nishmi, Theo Meow, Wolfe Madam, Tora Martens, Antropofagia Icamiaba, Flasher Girl, etc.

[3] El término usado en inglés es: “Southern” y en alemán: “Südländer”.

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Bruna Kury – (1987), brasileña, anarcatransfeminista, performer, artista visual y sonora que actualmente reside en Sao Paulo (BR). Desarrolla trabajos en diversos contextos, ya sea en el mercado institucional del arte o en producciones periféricas. Enfocada en creaciones atravesadas por cuestiones de género, clase y raza (contra el cis-tema patriarcal heteronormativo obligatorio vigente y las opresiones estructurales – GUERRA de clases). Participó haciendo performance con: Colectiva Vômito, Colectivo Coiote, la Plataformance, MEXA y el Colectivo T. Actualmente investiga sonoridades en el posporno y la creación de objetualidades que son ramificaciones de su trabajo en el performance.

https://brunakury.weebly.com/

https://www.instagram.com/bruna_kury/

 

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