Tráfico marica: Notas sobre una falsa cacería del sexo

por Sergio Castellanos a.k.a Sok
por Sergio Castellanos a.k.a Sok

Por Putonésimo Alfaro

A los 16 comencé mi vida sexual. Recuerdo que la dinámica del “encuentro” era en fiestas de amigos y yo siempre iba a la caza de los hombres que me gustaran mucho: chacales, mayates, tira jotos

Esperaba mi turno cuando no había chavas “disponibles” al final de la fiesta o cuando las amigas se iban y no tenían con quién descargar su atención. Yo estaba ahí, atento para escenificar el encuadre de la seducción.

Así fueron muchas noches, en este juego al que parecía adecuarme muy bien; el papel de puñal que debería estar agradecido de probar la verga que le bombearía una y otra vez su terminal intestinal, hasta drenarle un poco de sangre mezclada con semen en una poesía de espasmos de dolor y contoneos de placer.

Una vez leí un texto antropológico de Gayle Rubín, feminista- lésbica- radical que, según Wikipedia, fue catalogada como una de las profesoras más peligrosas de Norteamérica, titulado El tráfico de mujeres (…) en el cual apunta que los cuerpos femeninos han sido objeto y mercancía de intercambio desde tiempos in-me-mo-ria-bles, siempre para los fines del hombre y su supremacía.

Pienso una y otra vez que en este ritual, al cual llamé “de triunfo”, el cazador no era precisamente yo, sino que ésta era ya una tradición consolidada de los hombres heterosexuales para el mantenimiento de su poder sobre el universo y el cuerpo de lo femenino. El cuerpo de lo femenino que se desplaza y yuxtapone casi imperceptible en el cuerpo del maricón, del puñal, del jotito de pluma; un símbolo de lo femenino que transita para circular en esa mercancía de cambio entre los hombres: caballeros, chacales y uno que otro chaval moderno y hipster.

Entonces, ¿quién cazaba a quién?

Me doy cuenta que las experiencias de estos intercambios, que establecieron el inicio de mi vida sexual, estuvieron marcadas por agresiones y abusos de estos tiraputos, y que mi caso no es aislado, pues también lo he escuchado hasta en las historias calientes de muchos amigos.

No es que me esté victimizando o que victimice a otros, sólo es para considerar que quizá el homofóbico no siempre estará esperándonos en las calles para agredirnos: a menudo llegará muy sigiloso a lamernos el cuello, escudriñando en nuestro ano con su lengua o su verga bien parada para luego desecharnos avergonzándose de nosotros, burlándose con sus amigos de cómo gemíamos, poniéndonos en evidencia con su sarcasmo homofóbico, denigrándonos como basura, pero cuando nos ven solos nos piden otro encuentro carnal, o nunca se oponen cuando uno les seduce o los toca.

Todo se acomoda como si cada uno supiera muy bien su papel: el macho y el aplastado. Pero uno nunca logra verlo así hasta que se redirecciona a mirar el suceso con los lentes prestados de un feminismo- lésbico- radical que, de igual forma, podría servir para una lectura de nuestro cotidiano marica y puñal.

Y así pasa, a veces uno se encuentra joven, maricón, y con el verdugo entre las piernas.

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PUTONESIMO ALFARO (México D.F.) Estudié la carrera de Pedagogía con preespecialidad Onesimo_yolandaen Pedagogía Social por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, donde formé parte del grupo de jóvenes CDiverisA enfocado al reconocimiento de las personas LGBT. A su vez incursioné en mi formación de los estudios de género y teorías cuirs por los Diplomados del Programa Universitario de Estudios de Género UNAM y del Programa de Estudios en Disidencia Sexual de la UACM además de distintos cursos y seminarios sobre la materia. Participé en coloquios, conferencias y encuentros académicos locales, nacionales e internacionales para poner sobre la mesa temas tan fundamentales y de debate como la desigualdad y los nuevos paradigmas cuir en la educación. Actualmente me desempeño en la investigación sobre la discriminación de lxs jóvenes LGBT en el espacio universitario, además de reflexionar sobre mi cuerpo y mi sexualidad como un espacio político y deconstrucción continua.

Contacto:

onesimo.alfaro@gmail.com

https://www.facebook.com/onesimo.alfaro

 

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