Por Sergio Haro Alcaráz
A veces el peso del mundo
desbarata mis hombros,
cuando amanece
ávido busco una razón para seguir,
pero nada aparece.
Estoy aquí sin estar,
mi vida es un soplo de viento
que no ha movido ni una hoja,
el tiempo se cuela minuto a minuto,
no puedo detenerlo,
mi rostro se llena de surcos,
voy perdiendo ilusiones,
el Mundo dejó de ser hermoso,
ahora lo veo tal y cual es:
un monstruo.
Que triste es saber
Que el tiempo no escucha,
la vida sigue sin importar nada,
mis palabras se olvidarán
como yo he olvidado otras tantas.
09 de diciembre de 2017
Guadalajara, Jalisco, México.
Sergio Haro Alcaráz. Es Licenciado en Letras Hispánicas de la Universidad de Guadalajara. Profesor en el área de Comunicación en el Centro Universitario de Monterrey y Editor de Editorial Edhalca desde 2004.