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Déjate abrazar por los Gordibuenos de Claudio Castillero

Claudio Castillero es un artista mexicano que ha dedicado una buena parte de su carrera como pintor a crear coloridas obras en las que explora el deseo y el erotismo de los cuerpos masculinos gruesos, acuerpados, a los que el llama sus «gordibuenos».

En su obra, Claudio muestra influencias tanto del anime y la cultura japonesa como de folklor mexicano, generando escenas que son a la ves eróticas y juguetonas, en las que explora la belleza del cuerpo masculino mexicano, desde una estética pop, crea entornos sexualmente cargados que tienden al surrealismo, con lo que el pintor busca transmitir una intensa sensación de alegría y de disfrute.

Los modelos que aparecen en las pinturas son amigos y conocidos de Claudio, la mayoría de ellos no tienen experiencias previas con el modelaje artístico, y han aceptado aparecer en las obras animados por la curiosidad de poderse ver a través de los ojos del artista. En el canal de Youtube de Claudio hay varias entrevistas a los modelos en las que manifiestan sentirse halagados y sorprendidos por las imaginativas y halagadoras representaciones que el artista ha hecho de ellos. Este hecho es algo que vale recalcar de este cuerpo de obra, pues en México, el arquetipo de belleza masculino rara vez contempla a los cuerpos gordxs, morenos o de mediana edad como sujetos de deseo, por lo que el que Claudio los haya elegido como la principal fuente de inspiración para su trabajo, abre la conversación a cuestionar nuestro deseo, moldeado por los estereotipos impuestos en los medios de comunicación y a dejarnos seducir por la diversidad de formas y matices que los cuerpos humanos pueden tener.

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Sigue a Claudio Castillero en sus redes sociales.

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Instagram: @claudiocastillero

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Cuerpos gordos en movimiento en la obra de Alex XAB

«Tres cuerpos» es una serie en la que el artista Alex Xavier Aceves Bernal (mejor conocido como Alex XAB en esta redacción) explora las formas y gravedades del cuerpo gordo en movimiento; bailando, abrazando, saltando, estos personajes ocupan el espacio sin inhibiciones con total energía y vitalidad.

Esta serie forma parte de una exploración que el artista ha estado desarrollando durante los últimos tres años en la que parte de la observación de su propio cuerpo para descubrir las posibilidades plásticas de la carne en desbordada.

Mira más de su trabajo en IG: @alex.xab

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Parani: Ilustraciones de peso para combatir la gordofobia

Parani Llamas es una joven ilustradora digital y diseñadora de modas originaria de Guadalajara, México que explora los estigmas de la gordofobia y las maneras de trascenderlos a través de dibujos dulces y combativos.

Los personajes que habitan las ilustraciones de Parani se muestran imperfectxs y vulnerables, con lo que la artista apela a las experiencias difíciles y hasta traumáticas que toda persona gorda ha tenido que enfrentar, sin embargo nos propone pistas para trascender el dolor desde el auto amor y el empoderamiento corporal, sobre esto la autora comenta » he descubierto que todxs las corporalidades sufrimos mucho y necesitamos más espacios seguros para existir, crear y resistir.»

En sus dibujos Parani nos muestra cuerpos gordos que se sienten muy reales, pues no los estiliza para que se ajusten a los cánones de belleza, sino que por el contrario, nos muestra todos esos detalles que habitan nuestros cuerpos pero que muchas veces nos averguenzan y tendemos a esconder, la artista nos comenta «No me da miedo que mis ilustraciónes tengan pelos en el cuerpo, estrías o que ni siquiera estén estilizadas. Ni siquiera lo idealizo (el cuerpo), me dejo llevar».

 Lo que me llevo a hacer estas obras fue sentirme harta de siempre tener esta lucha interna sobre cómo me debería ver.

La artista manifiesta que su propuesta gráfica viene de la necesidad de ver representada su corporalidad en la gráfica disidente, podemos observar que esta aproximación es muy potente y juguetona pues manifesta amor por los cuerpos diversos y su derecho a gozar de una sexualidad libre y plena.

Mi proyecto nace desde mi corazón para todas las personas, siento que es uno de los pocos lugares donde soy más vulnerable y se agradece mucho que me abracen.

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Sigue su trabajo en: Ig: paranipani

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El espacio no me contiene – la gráfica disidente de Baby Putx

Sumérgete en la voluptuosidad de los dibujos de Karl Frías García A.K.A. Baby Putx, quien con sus trazos retrata las voluptuosas y sensuales figuras de cuerpxs gordxs que gozan sus cuerpos sin inhibiciones, desbordando el espacio con sus fluídos y sus carnes.

Carnes sinuosas y sugerentes habitan este universo en el que lxs cuerpos transforman cada gramo de su ser en placer puro.

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Karl Frías, hArtista plásticx / visual, y Performer.
Egresé de la ENPEG en la licenciatura de artes plásticas y visuales, dirigiendo mi producción hacia un contenido plástico experimentando en variadas técnicas, pero siempre hablando de la diversidad de cuerpos, sexualidad, feminismo interseccional, e identidades construidas por la brecha generacional.
Me interesa abordar estos temas, de una manera estéticamente incómoda, pero agradable a la vez, como un juego de pulsión.

Si quieres conocer más del trabajo de Karla Frías, su portafolio virtual:

IG: https://www.instagram.com/_karlfriasgarcia_/

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Por un verano sin Piñera – performance de Rocío Hormazábal

En Chile, el 18 de octubre de 2019, se detonó lo que se llamó “Estallido social”, el primer factor que produjo estos sucesos fue el alza en la tarifa del sistema de transporte público de Santiago. Miles de estudiantes secundarios se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago (tren subterráneo). Estas manifestaciones, que se extendieron a lo largo de todas las regiones de Chile, y se le sumaron mas demandas con causas como el derecho a la salud pública, demanda por la ley de aborto, pensiones y un largo etc. Sin dejar de lado las demandas feministas, bajo este contexto es que el 25 de noviembre de 2019 día de la “No violencia contra la Mujer” es que salgo a la calle luciendo un bikini rumbo a Plaza Dignidad (centro neurálgico de las manifestaciones).

 

En este punto debo aclarar que esa prenda de vestir no le corresponde a la Gorda ya que social y culturalmente estamos educados y convencidos de que la gorda debe esconderse y no mostrar su cuerpo, porque no cabe en los estándares de belleza, y como acto subversivo es que luzco airosa un bikini para finalmente proclamar en la plaza sobre un tipo de violencia a la mujer que esta normalizado e invisibilizado: La violencia entre mujeres.  Basta de recibir insultos desde el propio género por el cuerpo que tenemos, basta de boicotearnos y usar nuestras propias dolencias para violentar con lenguas de fuego a nuestras compañeras por como lucen.
En septiembre de cada año en Chile comienza la publicidad que se les hace a productos para adelgazar o sesiones de gimnasio para tener un cuerpo perfecto para lucir sin vergüenza en el verano, y bajo este contexto es que aparece una frase repetitiva que alienta a las personas a adelgazar para poder tener derecho a sacarse la polera en playas y balnearios: “Por un verano sin polera”, pues bien yo me sirvo de esa frase para unirla con la demanda de la destitución o renuncia del presidente del país de ese entonces, Sebastián Piñera, quien a propósito del estallido social declaró que el país estaba en guerra y procedió a levantar toque de queda para tener a la sociedad controlada y así un sinfín de desafortunados dichos y actos por parte de él y su gabinete.
Es así como nace la performance “Por un verano sin Piñera” en la cual una gorda se pasea libre por las calles de Santiago en bikini, quitasol y una pequeña piscina de plástico esperando que para el verano ya no tengamos un presidente tan nefasto.

Posteriormente otrxs ilustradorxs reinterpretaron las fotografías del performance y las transformaron en dibujos que han circulado en redes sociales, como una manera de homenaje a la acción y como formas de protesta.

Performance – Rocío Hormazábal Vallecillo
Equipo- Wincy Oyarce, Zaida González Ríos, Diego Argote y Andrés Valenzuela.
Fotografías por – Andrés Valenzuela.

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Rocío Hormazábal Vallecillo (1982) San Bernardo – Santiago de Chile, es Artista Visual, Fotógrafa y Modelo XXXL.

Es Licenciada en Artes Plásticas con Mención en Fotografía título obtenido en la Universidad de Chile. Además posee un Diplomado en Gestión Cultural de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Sus obras se basan en una mirada social crítica de los estereotipos de belleza e idealizaciones estéticas, formando parte de cuerpos disidentes y rechazados social y culturalmente.

Se expresa utilizando distintas disciplinas de las artes tales como la performance, técnicas mixtas, instalaciones, fotografía y el autorretrato propiamente tal. Con el tiempo se ve convertida en activista contra la gordofobia y promoviendo a través de sus redes sociales  la autoaceptación del cuerpo tanto femenino como masculino y de todes en general. Paralelo a su carrera como artista se desarrolla en las artes escénicas adquiriendo experiencia en cine, series de tv y teatro, también se desempeña como modelo para distintas disciplinas como fotografía, dibujo, pintura y escultura.

https://www.rociohormazabal.cl/

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Dejar que la gravedad haga lo suyo

por Sofía Cabrera López

  Voy cayendo
pesada
enorme.

El tiempo se ha vuelto muy lento. El aire roza con mi enorme cuerpa. Solo fue un pequeño salto pero la caída se ha vuelto eterna. Siento como la gravedad me atrae…

¿Con cuánta fuerza se atrae a una cuerpa gorda?

Sigo cayendo, es tan lento que pareciera que floto. El tiempo me alcanza para sentir como mi grasa se va dirigiendo hacia abajo.

De repente mi cuerpa comienza a chocar con el colchón. Es suave, muy esponjoso.
Me da la sensación de que estoy cayendo sobre mi propia cuerpa, rebotando en mi grasa.

¿Cómo se ve mi grasa cuando cae lento?
Gozo mi grasa en movimiento rebotando sobre el colchón.

El tiempo se volvió aún más lento. Pareciera que voy a estar eternamente entre el colchón y el aire.

Una cuerpa enorme rebotando para siempre.

Ir y venir lento.
Siempre he vivido lento, mi cuerpa es lenta ¿estará relacionado con que es enorme?

Vivir con una cuerpa gorda te hace intentar que la gente no te note, esconderte y fingir que no te das cuenta de que abarcas mucho espacio.

Ahora que siento mi grasa rebotar pienso en cómo la palabra “GORDA” ha cambiado de significado para mí. Primero fue una palabra que me lastimaba y ahora la uso para empoderarme. Modificar lo que significa una palabra ha sido clave para aceptar y querer lo que soy.

Ahora cuando reboto
lo gozo.

La gravedad me atrae, es como si me deseara y yo dejo que lo haga. Me jala con mucha fuerza ¿Cuánta fuerza he necesitado para resignificarme? ¿Cuánta fuerza he requerido para desear que otras personas vean mi cuerpa?

Sigo disfrutando de rebotar lentamente sobre el colchón. Siento mi cuerpa liviana.

¿Caer puede ser un baile? si es así, quiero que este baile dure toda la vida.

Gozar,
gozarlo todo.

Bailar era algo que me costaba mucho. Me concentraba en cómo pensaba que me veía la gente e ignoraba que mi cuerpa gozaba del movimiento. Ahora que reboto solo gozo.

Gozar se ha vuelto un acto revolucionario para esta cuerpa.

El tiempo sigue lento, muy lento.

Pienso en como he decidido representar mi cuerpa y si esto ayuda a modificar la percepción que lxs demás tienen sobre las cuerpas gordas.

Esto me hace recordar que he estado obsesionada con la manera en que algunas personas no gordas representan a nuestras cuerpas. Pienso mucho en la pieza de video de Yoshua donde utiliza una cuerpa gorda para representar a alguien deshumanizado y argumenta que esa mujer ha perdido el control sobre su cuerpo.

¿perder el control?
¡CLARO!
¿porque una cuerpa debería estar controlada? ¿cuando hay control es posible el goce?

Que fácil debe ser argumentar cualquier cosa desde el privilegio de ser un hombre blanco, QUE FÁCIL DEBE SER QUE EL SISTEMA NO CUESTIONE TU EXISTENCIA. Pero las cuerpas en revolución los estamos cuestionando, estamos viendo por nosotras, estamos luchando.

Todo
cae.

Quizá hay que esperar a que la gravedad haga lo suyo.

 

Caí por completo en el colchón
y
el tiempo volvió a la normalidad.

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● Colectivo feminista Gordas sin Chaqueta. (Sin fecha). Activismo gorde: amar nuestras cuerpas es nuestra revolución. Revista Javeriana. Número (864), 24 – 27 pp.
● Ferrero, A. (2021). Derriba un monumento. Teoría de la generación espontánea. México, Soma.
● Id kebra y Promotores culturales (Productores). (2020). Instinto Perreo Ep.1 / Memoria x Kebra, Tito Mitjans Alayón y Mi$$il (Audio en podcast). Recuperado de: https://soundcloud.com/promotorescc/instinto-perreo-ep-1-memoria
● Okón, Y. (2014). Freedom Fries: Yoshua Okón. Recuperado de: http://www.yoshuaokon.com/esp/freedom-texto.html

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Sofía Cabrera López Ciudad de México (1993) Licenciada en Artes Plásticas por la Universidad de Guanajuato. En 2016 fue seleccionada para la quinta edición del Festival de Videoperformance EJECT. En 2018 fue seleccionada en la Séptima Bienal de Arte Universitario. En 2019 fue seleccionada en el Encuentro Nacional de Arte Joven. En 2020 participó en el Festival Encender un Fósforo en el Museo Universitario del Chopo. Cuenta con 4 exposiciones individuales en Guanajuato y Guadalajara. En 2021 cursó el Seminario de Producción Fotográfica en el Centro de la Imagen.

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Nuestro océano inventado

por Gabriela Contreras y Alejandra La Bala Rodríguez

Yo no tengo amigos, tengo amores. La amistad es una construcción burguesa

Pedro Lemebel

Nosotras, insistimos en la porfía

en el hábito invisible de existir

contra todo pronóstico,

estamos hilvanando

nuestras lenguas

lenchas y complices

para decir con el cuerpo.

 

Sabemos de encierros

mucho antes de esta estética apocalípsis

aprendimos a preservarnos

ante el virus violencia

a la pandemia blanca, delgada y heterosexual

de la borradura

y no es victimísmo

sino, sobrevivencia

nuestras pieles de ballena y tortuga

están marcadas

por promesas rotas

de amistad eterna

que en la jerarquía de los afectos

siempre desfavorece

a quienes habitamos

este desacato corporal

¿han visto una gorda caerse?

nos levantamos lento

porque algunas

cuando caemos sembramos

no es tan fácil separarnos del suelo

a veces carecemos de ligereza

para reincorporarnos

y las amigas se cansan

desconocen nuestro origen

oceánico

de animal antiguo

que frota todas las partes de su cuerpo

con el fondo de la playa
denso aliento marino
cómo decir que aquí si hay vida sin decirlo
que compartimos la apnea y la espuma en la boca

borrachas de sol

conocemos el oleaje
la contracorriente es testigo

entonces imaginamos una inmensidad

submarina

para encontrarnos

braceando

al tiempo de nuestro adiposo latido

 

Renunciamos a la soledad de ser nosotras

para volvernos comuna

geografía marina

donde nadar anómalas

embadurnadas de líquidos fluviales

aguas que erosionan el suelo

alteran el cause

superficie

que antes

de que nos saliera agua

por la boca

era aridez

hallamos una comunidad

entre rabia y ternura

renunciamos al mandato moderno

de los sueños personales

para encontrarnos en deseos colectivos

intentando componer

un idioma

una hablada de arrecife

así, contenidas bajo el agua

conocimos el lenguaje de la ausencia
nadando en nuestro océano inventado

afiebradas de cariño salino
migramos más allá

del poderoso relato de la ganancia

tenemos la necesidad de inundarnos

nuestros cuerpos incorregibles

son revelaciones fracturadas

que perviven

bajo el agua.

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Gabriela Contreras. Melipilla 1983, escritora y editora gorda anticolonial, lesbofeminista, diplomada en género y cultura Latinoamericana, como también en feminismo, estética y crítica literaria.

Iniciadora de editorial FEA (Feminismo/ Estrías/ Autogestión). Ha publicado los poemarios Leporina (2012) Subterránea (2014) editorial Moda y Pueblo, en España es parte de las antologías “Acá soy la que se fue, relatos sudakas en la Europa fortaleza” y “Devuélvannos el oro, cosmovisiones perversas y acciones anticoloniales”.

https://www.instagram.com/feaeditorial/

 

Alejandra Rodríguez a.k.a. La Bala Rodríguez (La Paz, BCS, 1986), La Bala, es una performer activista gorda mexicana que centra su producción en el registro fotográfico y audiovisual de sus intervenciones tanto en espacio público como en centros de arte y las difunde a través de las redes sociales Facebook e Instagram como una forma de retar a la censura de los sistemas de vigilancia y autovigilancia que estas mismas redes suponen, así como producir contra-ofensivas visuales de las representaciones corporales/sexuales/étnico-raciales normativas. (perfil escrito por Sayak Valencia para e-misférica)

https://www.instagram.com/labalandra/

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Activismo gorde, y ¿gordofobia? o ….

por Erika Bulle

No recuerdo en qué etapa de mi vida escuché más veces la palabra gorda, pero si recuerdo que algunas veces fue muy dolorosa y otras solamente era un sonido, una guturación emitida por algún violentadorx.

Las heridas quedan, como pequeñas manchitas que podríamos ver en una radiografía imaginaria, en nuestros huesos, en nuestro tórax o quizás en nuestros pulmones.

esas manchitas con el tiempo se van eliminando, pero ¿qué pasa cuándo llega otra enfermedad que no regresa a la vulnerabilidad de los primeros años?

Así llegó la COVID 19, y junto con ella el discurso de odio hacia las corporalidades gordas más largo e insistente que he escuchado.

He llegado a los 52 años como activista gorde con mis herramientas puestas en las artes y este discurso parecía derrumbar el trabajo de tantos años. El miedo, se apoderó de mí, comencé a experimentar la condición de mis amigas gordas que no tienen accesibilidad a las calles, la sentencia diaria fabricada por un médico evidentemente gordofóbico o mejor dicho gordo odiante.

El problema que enfrentan las corporalidades gordas crece conforme la violencia médica avanza, incorporo en mi pensamiento las palabras del filósofo camerunés Achille Mbembe, quien propone en su tesis Necropolítica la idea de que el terror forma parte implícita de los regímenes coloniales contemporáneos, es aquí donde la necropolítica se erige como un aparato de poder que amenaza constantemente estas corporalidades en México, ya que como Mbembe lo apunta “vivir bajo la ocupación contemporánea es experimentar de forma permanente la vida en el dolor” y en el caso de México donde el sector salud estatal interviene de manera masiva lo que puede experimentar un cuerpx gorde es el constante dolor a ser rechazado, humillado y señalado por el otro. Las corporalidades gordas se encuentran constantemente intimidadas por ese médico que a diario nos mencionaba en la televisión, bajo la amenaza de morir, por el simple hecho de ser gordes, obligandonos a someternos a peligrosas dietas que en ocasiones terminan con la vida. Llegaron las nuevas prácticas de control de los cuerpxs por parte del Estado, una amenaza que puede derivar en un dispositivo de necropoder.

La guerra también es un medio de establecer la soberanía tanto como un modo de ejercer el derecho a dar la muerte”, lo que se puede deducir en la palabra guerra es que ha sido causante de exclusión, discriminación, terror y ha llegado a generar la muerte. Es el poder del capitalismo el que se ha ensañado con estos cuerpxs gordes rechazándolos y mandándolos a la condición de pérdida.

Permanecer en casa por casi dos años, bajo una selección médica de prioridades para vivir, los hospitales llenos, ¿acaso hay una cama para un gorde más?

Al igual que Mbembe describe, el cuerpx gorde se ha sumido en las condiciones del esclavo, donde se pierde el hogar, los derechos sobre el cuerpx y el estatus político, perdimos el derecho a la opinión. Mbembe nos da un panorama de la necropolítica de forma global y problematiza con conceptos como el de biopolítica de Michel Foucautl. Mientras que para Foucault el biopoder es el poder de la vida de los sujetos, para Mbembe esto va mucho más allá; él plantea los mecanismos de control sobre quién debe vivir y quién debe morir; mediante una clasificación de las vidas donde existen cuerpxs que no son productivos, lo que llama el hacer morir y dejar vivir, concepto que da paso al silenciamiento del cuerpx, mecanísmo usado en la pandemia al tratar de dejar en evidencia que las corporalidades gordas solo aumentamos la problemática de la pandemia.

Pero regresando al pensamiento gordoodiante de las conferencias COVID, quiero reflexionar sobre la palabra “gordofobia”.

La discriminación a los cuerpxs gordes en especial el de las mujeres gordas es una problemática que a diario se presenta en el contexto del Abya Yala; para enunciar esta forma de violencia se utiliza el término gordofobia; el vocablo tiene la potencia necesaria que señala la denuncia al agresor, sin embargo resulta un tanto paradójico debido a que la palabra fobia en esencia es una patología, por lo que es necesario consientizar sobre la palabra.

Según la página, Glosario de Psicología encontrada en la red, y cuyas definiciones coinciden con otros diccionarios especializados encontrados, dice que una fobia es:

Miedo irracional y obsesivo a ciertos objetos y situaciones; Temor patológico angustioso, que se experimenta ante circunstancias u objetos que normalmente no son temibles, y que por lo tanto no tienen justificación objetiva. El término fobia deriva de la palabra griega phobos, que significa temor, terror y pánico.

Para el DSM1 la fobia tiene las siguientes características diagnósticas.

La característica esencial de la fobia específica es un miedo intenso y persistente a objetos o situaciones claramente discernibles y circunscritos. La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad. Esta respuesta puede adquirir la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación determinada. Aunque los adolescentes y adultos con este trastorno reconocen que este temor es excesivo e irracional, esto no sucede a veces en el caso de los niños. En la mayoría de las ocasiones el estímulo fóbico es evitado, si bien a veces puede experimentarse, aunque con sumo terror. El diagnóstico es correcto sólo si este comportamiento de evitación, miedo o ansiedad de anticipación en relación con el estímulo fóbico interfiere significativamente con las actividades cotidianas del individuo, con sus relaciones laborales o sociales, o si la existencia de esta fobia provoca un malestar evidente”.

Al teclear en el buscador Google, cuáles son las fobias más comunes, aparecen la aracnofobia, sociofobia y aerofobia. Nuevamente acudí al DSM IV, aquí encontré los siguientes resultados:

Subtipos de fobias:

Tipo animal. El miedo hace referencia a animales o insectos. Este subtipo suele iniciarse en la infancia.

Tipo ambiental. El miedo hace referencia a situaciones relacionadas con la naturaleza y los fenómenos atmosféricos como tormentas, precipicios o agua. Este subtipo suele iniciarse en la infancia.

Tipo sangre-inyecciones-daño. El miedo hace referencia a la visión de sangre o heridas, o recibir inyecciones u otras intervenciones médicas de carácter invasivo. Este subtipo presenta una incidencia marcadamente familiar y suele caracterizarse por una intensa respuesta vasovagal.

Tipo situacional. El miedo hace referencia a situaciones específicas como transportes públicos, túneles, puentes, ascensores, aviones, coches o recintos cerrados. El inicio de este trastorno sigue una distribución bimodal, con un pico de mayor incidencia en la segunda infancia y otro a mitad de la tercera década de la vida.

Otros tipos. El miedo hace referencia a otro tipo de estímulos, entre los que se incluyen las situaciones que pueden conducir al atragantamiento, al vómito, a la adquisición de una enfermedad; fobia a los «espacios» (es decir, el individuo tiene miedo de caerse si no hay paredes u otros medios de sujeción), y el miedo que los niños tienen a los sonidos altos o a las personas disfrazadas. Resalta el hecho de que en ninguno de estos diccionarios especializados, aparezca la palabra gordofobia, o la insinuación de que pudiera existir este padecimiento; al parecer no se han registrado casos en los que un sujeto experimenta un miedo irracional a las personas gordas, sin embargo en el grupo de las fobias sí se encuentra clasificado el temor a engordar, a esta fobia se le llama pocrescofobia, que puede ser una de las causantes de la anorexia, sin embargo muchas personas anoréxicas tienen relaciones amistosas o familiares con gordos, lo que resulta contradictorio, ya que por un lado un sujeto con anorexia no desea engordar, aunque no necesariamente rechaza al gorde, aquí también encontramos algo interesante y es que durante el año en él escuchamos las conferencias COVID las corporalidades en extremo delgadas, nunca se mencionaron como factor de riesgo e incluso se supuso que no tienen las llamadas comorbilidades. ¿Pero, las personas delgadas en realidad nunca son diabéticas o hipertensas?

La palabra gordofobia se usó a partir del año 1984, en los Estados Unidos como fat phobia, por L.C Bacon y J O/Reilly (Taringa 2014), castellanizándose hace algunos años, primero en España y América del sur, hasta llegar a México más recientemente.

Wikipedia que es la enciclopedia de la red más consultada por los jóvenes y estudiantes, la enciclopedia ha trabajado en la definición de una palabra llamada obesofobia, el término actualmente fue aceptado para su publicación después de una discusión y propuesta de borrado.

La obesofobia del inglés obesophobia, también referida en la literatura como pocrescofobia, miedo a ganar peso, fobia al peso o fobia a la grasa es un neologismo que alude al miedo o desagrado exagerado a la gordura propia o la de otros. En los ámbitos de la psicología clínica y la nutrición, algunos autores la asocian a problemas de conducta alimentaria riesgosas y trastornos psicológicos tales como la anorexia nerviosa.

Sin embargo, la palabra indica que el sujeto obesofóbico padece de una patología al igual que el obeso por lo que ambos deben entrar en tratamientos que compete atender a la psicología y a la psiquiatría, ambos términos patologizan al sujeto, por lo que se da por hecho que la conducta discriminatoria hacia el cuerpx gorde es aceptable o justificable por tratarse de una enfermedad. El mismo uso de la palabra gordofobia por la persona gorda ha ido obligando al uso y creación del término formal, lo que concede la duda al que con su conducta agrede sistemáticamente al gorde, generando un sentimiento de culpa y desamor solo por el hecho de poseer un cuerpx gorde.

Para evitar esta disculpa y tolerancia hacia el insulto y discriminación por parte del gordofóbico se tendría que considerar la búsqueda de algún otro término que no pertenezca al aparato de la clínica, pero que refiera a la actitud discriminatoria de manera tan contundente como hasta ahora ha sido la palabra gordofobia. Con esto quiero proponer el uso de la palabra gordoodio, misma palabra que me ha ayudado a entender y visibilizar más fácil el activismo gorde una vez que llegué a los 50 y me acompañó una pandemia.

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Erika Bulle (9 de junio de 1969, Ciudad de México), Activista gorda y performer, cuenta con 14 años de experiencia docente. Ha dado ponencias y performances sobre activismo gordo y performance a nivel nacional e internacional.

“Beneficiaria de sistema Nacional de Creadores de Arte 2021, del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC)”

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Conoce la «gordoridad» de la Red 4G

La Red 4G, cuyo nombre responde a los adjetivos Gordas Gritonas Guerreras Globales es una colectiva integrada por alrededor de 30 mujeres de México, Argentina, España y Chile, todas convocadas por una experiencia común de vida: somos gordas en un mundo y sistema gordofóbicos y hemos decidido activar nuestras cuerpas contra el odio, el rechazo y la violencia.

Nuestra red surgió a mediados de 2020, en plena pandemia, a través de un grupo antigordofobia y por la necesidad de conectar con otras mujeres. No podíamos haber previsto lo similares que son nuestras experiencias y narrativas, aunque venimos de diferentes contextos, edades, formaciones y lugares del mundo. A nuestro grupo lo teje la sororidad gorda y la empatía que surge de forma inherente al escuchar nuestras experiencias de vida siendo articuladas en otras bocas, en otros corazones; pero también nos une el hartazgo frente a la violencia y discriminación que hemos recibido por habitar corporalidades gordas y no hegemónicas. Queremos dejar de callar nuestras voces y mostrarle al mundo que somos guerreras y gozadoras, pero también queremos acompañarnos y darnos fuerza entre nosotras y a lxs gordxs de allá afuera.

De niñas a gordas: Colección de cartas para (nuestras) niñxs

A mí desde muy chica me enseñaron a atribuir a la palabra «gorda» más peso del que mi cuerpo iba adquiriendo. Muy pronto fui entendiendo que para los demás aquella palabra no sólo describía mi físico, sino que definía mi valor… ¡que ninguna infancia más se prive de disfrutarse la vida porque se le dice que tiene que cambiar su cuerpo para hacerlo!

Manifiesto Gordx, es un video hecho en homenaje y basado en la obra de Constanzx Álvarez Castillo @lacerdapunk, Samuel Hidalgo («Salmuera») y la Gorda! zine. Este video se hace desde el dolor y la vergüenza que, tras años de habitar corporalidades gordxs, se han convertido tanto inesperada como necesariamente en motores de un profundo amor que ahora genera raíces, abre caminos, busca comunidad y la encuentra en la gordoridad.

Manifiesto Gordx from Natalia Martínez Mejía on Vimeo.

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Conoce más de su trabajo en su página https://red4g.org/ y no les pierdas la pista!

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Fat Horror: Una historia visual del terror gordo desde la transfeminidad

Durante el periodo de esta pandemia mi cuerpo se vio atravesado por tres

sucesos: el miedo, la transición y el terror, motivo por el que decidí escribir este texto entorno a una historia visual del terror gordo desde la transfeminidad. Este texto es un ensayo visual entorno a lo que considero una secuencia de transfeminidad en diversos escenarios de terror social que van desde crímenes, asesinatos, robos y descanso. Las ilustraciones que lo acompañan son un registro personal que he realizado en este proceso de pandemia en el que me vi envuelta en lo que yo llamo ‘’encarnar el terror’’.

A principios de pandemia toda persona gorda escuchó que quienes no éramos delgadas, seríamos las primeras que moriríamos, todo mundo nos daba por muertas. Ese periodo coincidió con una depresión prolongada que me mantuvo en escenarios de miedo constante. La segunda fase de la pandemia para mí fue la transición, pues decidí comenzar el tratamiento hormonal, sin embargo, no fui lo suficientemente sana y delgada para los médicos como para ser una chica trans ideal. Mi tercera fase fue el terror, que yo llamo mi fase fathorror que fue donde comencé a estudiar y rastrear la genealogía del terror gordo y el cómo me atravesaba a mi desde la transfeminidad.

Criminally Insane (1975) es un film de terror sobre Ethel, una gorda desquiciada con trastornos alimenticios que la llevarían a encarnar el terror en su entorno y decide hacer una masacre hasta que termina convirtiéndose en una gorda caníbal. El fathorror, desde mi punto de vista, es el terror y horror que encarnan las personas gordas, es decir, es entender el terror como un fenómeno social y que por tanto está constituido por dos elementos principales; el miedo y la moral. Para que el terror pueda ser terror, por lo menos deben existir estos dos componentes para que se hagan carne y por tanto, materia.

Podría decir que el fathorror es una dimensión grotesca de lo que en el cine se conoce como bodyhorror o terror corporal. Quienes fuimos y somos gordas, sabemos que el mundo le tiene miedo y pavor a nuestro cuerpo, encarnamos el terror que viene desde adentro.

Nunca había escuchado el término fathorror hasta que durante la pandemia encontré un cortometraje llamado «Cerdita» (2018) de Carlota Martínez que va de una gorda que es atacada por un grupito de rubias y que pronto se convertiría en un revenge que yo lo interpretaría y concluiría (para mi agrado) más como algo metafórico y con un desenlace alternativo, en donde Para, la protagonista, agoniza tanto su venganza e impotencia que crea un personaje ajeno a ella para atacarlas, algo así como un juego de terror psicológico donde se invierten los papeles. Mientras veía este corto pensaba qué si existe el queerhorror y blackhorror, este corto inauguraría tal cual el fathorror, sin embargo no sabía realmente nada sobre la genealogia del terror gordo y fue ahí que entendí la dimensión del miedo y la transición de pasar a la dimensión del terror.

La monstruosidad y el terror gordo tienen su historia y esta la encontramos prácticamente en la genealogia de la gordura en occidente. En el siglo XX el historiador Vigarello escribió «Historia de la obesidad» donde hace un recorrido histórico sobre los diversos procesos sociales, políticos, económicos y simbólicos de la gordura en la sociedad occidental y lo poco que él entendió de las sociedades no occidentalizadas. Todo esto me detonó una búsqueda por generar notas para conocer y conceptualizar sobre el fathorror o terror gordo y así entender el cómo se construye también la monstruosidad desde el cuerpo, pues históricamente aquello que nos da miedo simboliza la fuga de lo que está condenado y castigado socialmente y habitar el cuerpo también ha significado una persecución y exilio.

No se puede entender la historia del terror sin entender el terror como un proceso social más que estético. Cualquiera que quiera entender la gordura y su relación con la monstruosidad, tendría que recurrir a los archivos históricos para encontrar que nosotras siempre hemos encarnado y habitado eso.

Compartir una historia del terror gordo me llevaría muchas páginas, sin embargo, quiero dejar antecedentes visuales sobre gordura y terror en su intersección con la monstruosidad y transfeminidad gorda.

Las transexuales por si mismas ya estamos destinadas a ser criminales y delincuentes para los demás, somos peligrosas. Una transexual gorda entonces, es una bestia gigante que no tiene compasión por nadie y que no dudará en usar su cuerpo contra el mundo inofensivo que tanto la odia. Desde que tengo memoria, cuando la gente me insultaba, agredía o golpeaba, y mi reacción era de autodefensa, estaba destinada al castigo moral y físico, porque yo era una bestia que no debía responder ante ninguna agresión porque mi cuerpo era grande y gordo.

Fui castigada varias veces moralmente con el escarnio y exilio por tener un cuerpo de gorda y además, ser violenta. La gente solo me tenía miedo cuando yo estaba decidida a defenderme, porque en tanto vivía mi vida cotidiana, yo era un ser pasivo, inofensivo y dónde la gente podía depositar todo tipo de comentario y acción sin ninguna reacción. Cuando eres una transexual gorda la gente por lo regular espera mucho de ti; no eres lo suficientemente femenina porque la feminidad heterosexual es delgada. Una feminidad heterosexual en la gordura por tanto no encaja, entonces como la transfeminidad asimilada está cimentada en la heterosexualidad, no eres lo suficientemente trans por gorda. Pienso entonces que el miedo y la gordura se llevan bien con la delincuencia, criminalidad y lo bestial. Leer sobre asesinas, ladronas, transexuales terroristas y gordas golpeadoras me hizo renunciar a ser la víctima para traicionar incluso esas narrativas visuales donde yo como gorda, tendría que ser ilustrada y narrada en la ficción como víctima del mundo y no como devastadora del mundo, cuando por lo menos la ficción es el único lugar que por ahora me pertenece e interesa para encarnar el terror y la delincuencia y que por tanto es una urgencia desmoralizarlo.

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Rojo Génesis: Es Ilustradora, investigadora y creadora de Casa de Hadas, espacio de investigación en cine y terror transexual, lesbiano y gay en Latinoamérica. Coordina HORRORA, una revista que reúne contenidos de terror y horror hechos por personas LGBTIQ+. Su trabajo de ilustración tiene como propósito intersectar la gordura, transexualidad y terror, colocando en diferentes escenarios de delincuencia y miedo a sus personajes.
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Instagram: @_demonia_maldita_

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