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La ternura de las chongas

dibujo por Iurhi Peña
dibujo por Iurhi Peña

por val flores 

Este es un homenaje. No es por deceso alguno. No es imprescindible la muerte para celebrarnos en vida. Tampoco es para cumplir con el imperativo capitalista de la felicidad, es sólo para regodearnos en nuestra propia alegría, ya de por sí indisciplinada. Puede tomarse como un agasajo literario o como un cortejo activista. O puede olvidarse.

Este es un homenaje a las chongas, a las que vivimos, a las que sobrevivimos, en este suelo movedizo de las categorías inestables y fluidas, pero que su apropiación ayuda a respirar un poco entre tanto polvo hetero. Para las que hemos sido desterradas del canon de belleza, y “lindas” y “hermosas” son palabras sepultadas en nuestros  márgenes del audio vivir. A lo sumo, un susurro las exhuma para una íntima transacción erótica o sexual.

Chongas de mandíbulas rectas, del rapado como marca capilar de lectura, de la ropa ancha y abultada, del jean apretado y remera ceñida al torso, del músculo firme y disponible, de los borcegos desteñidos y gastados, de la fuerza a flor de piel, de la seriedad como gesto de desmarcamiento de la risa, siempre mesurada, del modelo de heterofeminidad hegemónica. Para las chongas que queremos que se nos note, lo torta, lo marimacha, lo vulgar, lo rústico, lo de barrio bajo. Para las chongas de piernas arqueadas que su caminar abre un portal mágico para los géneros disidentes. Para las chongas que buscan y gustan de zapatos “de hombre”, ahí, donde una vez más, el binarismo nos descalza porque las de 38 para abajo no encontramos número del modelo elegido. Para la chonga guerrera y lacónica, la verborrágica esquizoide, la tetona y la lisa, la de aliento gélido y la de voz grave y cavernosa que te excita. Y también para las que vendrán con la gloriosa ley de identidad de género, las chongas sin tetas o sin útero, pero chongas sin más. Para las que paleamos rellenando las fosas que pretenden aislar y confiscar la masculinidad como territorio exclusivo de los hombres. Para las motoqueras y las incansables andadoras en bici. Para las que se dejan la barbita y también las que se depilan. Para las chonguitas de la primaria y la secundaria, a quienes se castiga con el aislamiento afectivo y la extorsión emocional: a mayor feminidad mayor oferta de cariño y atención. Para las chongas que nos perdemos en las entrelineas de lo lésbico mujeril y lo trans varonil, y nos encontramos en el gesto interruptus del régimen óptico del imperio heterosexual, encarnando la falla y el fracaso de la norma.

Dicen por ahí que somos desaliñadas. Un poco cierto es, nos salimos de las líneas que dibujan la belleza hetero y también la de lesbiana chic & vip. Y en parte se equivoca, porque aliñarse chonga  lleva su tiempo, sus minucias, sus astucias, sus tretas. Ponerse chonga es un arte de la imitación y de la creación apasionada. Chongocopia, copia de copia reinventada sin original.

Nos acusan de pretender usurpar las prerrogativas de la masculinidad hegemónica: el poder, la fuerza y la dominación…y si fuera así, ¿cuál sería el problema? O ¿para quién se convierte en un problema? ¿por nuestro deseo de poder?  ¿ porque nos enseñan que portar concha nos inhabilita socialmente para el poder? Somos okupas del género dominante porque creemos en la libre circulación de los códigos por y en los cuerpos. Algunas queremos esas licencias para transformarlas, otras ni ahí. Y en esa cadena de imágenes en la que la gente produce su propia película, nos meten de prepo en la cama, de manera unívoca, como penetradoras inalterables. Pobre imaginación sexual la de nuestra cultura. Chongas las hay de todas las formas de coger, de prácticas más fluidas, más rígidas, más salvajes, más vainillas, más hard core, más sluts. No todo se anuda tan fácilmente, por suerte.

Y en este homenaje destaco la ternura. La ternura de las chongas que se vuelve ilegible a los ojos hetero y homonormativos. Y no es para certificar que “algún rastro de mujer nos queda”, sino para desconectar de y desconcertar a, la máquina normativa que mira, piensa y siente sólo de a dos. Porque interferir la administración dicotómica de los repertorios sensibles y de afectos disponibles es parte de desprogramar nuestro aparato perceptivo heterosexual. Porque la ternura no debería ser un atributo privativo y excluyente de un género determinado, ¿no?

Un sencillo y emotivo halago para las chongas, para abrir, tan sólo, un espacio placentero en los entretelones de la vida del género donde circule la ternura sin nombre propio.

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val flores: escritora maestra tortillera masculina feminista heterodoxa queer prosexo postfugitiva sudaka antiespecista

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Originalmente publicado en mayo del 2012 en: http://escritoshereticos.blogspot.mx/2012/09/la-ternura-de-las-chongas.html

 

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AUTOREPROCHÉ

Autora: CABEZITA DE PALOMITA

Técnica: Ilustración digital

Año: 2017

En su serie “AUTOREPROCHÉ” ilustra la tensión entre el autoestima y la pérdida de la misma dentro de una relación erótico- afectiva.

 

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CABEZITA DE PALOMITApalomita-4-1

Estudiante de artes visuales.

Dedicada en el hacer gráfico en soportes como ejemplo a mencionar fanzines, pegatinas,

grabados, y sobre todo gráfica digital.

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Selfpleasure

Estas imágenes forman parte del foto diario que Charo Corrales empezó el 15 de diciembre del 2015 y que aún sigue haciendo.

Lo cotidiano se mezcla con lo intimo, el cuerpo se revela y se muestra sin tapujos. En una búsqueda del placer, la posesión del propio cuerpo, sentirse, para no morir.

En primera persona y sin miedo a los límites Corrales retrata a la mujer que asume el paso del tiempo: sus canas, la piel gastada, la sexualidad madura, la soledad, el dolor….

A Solas…

Retratarme  para poder verme, para no olvidarme, para reconocerme.

Reivindicando mi cuerpo, mi placer, mi piel, mi sangre.

Sola, en privado, con mis estados de animo, sentimientos, dolor, perdidas…

Enfrentándome a veces con mis demonios, otras disfrutando de mi compañía. 

                                                                                                                             Charo Corrales

 

El trabajo de Charo Corrales gira en torno a la identidad personal / colectiva, explorando temas como el cuerpo, la edad, la pertenencia (emigración/inmigración), la identidad femenina… usando su cuerpo y el autorretrato como medio de expresión.

Se trata de un trabajo intimo y muy personal que reinvidica la visibilidad del cuerpo maduro de la mujer

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Charo Corrales /Olvera(Cádiz). España, 1968

http://charocorrales.com/

http://selfportrait-diary.tumblr.com/

 

 

 

 

 

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Te amo. Un performance de Javier Ocampo

En mi obra los colores explotan y se esfuman para generar imágenes referentes al juego, la sexualidad, la decadencia, la violencia y mi identidad en constante cambio. Este acercamiento con la cotidianeidad invitan al espectador a mirar a través de un lugar íntimo sin que este sea tan evidente. Exploro de diversas formas mi sexualidad, a veces como una cuestión erótica y otras solo como una textura, o una mirada a través del caleidoscopio. Mi cuerpo aparece entonces transgredido a partir de acciones performaticas en video que van desde posturas incómodas, besos, disfraces, aludiendo a la transformación del ser y a la violencia que implica cumplir con el cuerpo correcto estipulado socialmente.

TE AMO from pervertland on Vimeo.

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ocampo

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Abrázame fuerte, que el mundo es un lugar hostil para mi sentir

Por Dulce Daniela Chaves (Argentina)

imágen por Oscar Jauregui
imagen por Oscar Jauregui

Para mi valiente amigo,

ejemplo e inspiración.

 

Miguel es una de esas personas que, sin conocerla demasiado, me llevaba a presentir que su sola incorporación a mi vida produciría un cambio cualitativo en mi cotidianidad. Algo me decía que con él tenía la libertad de mostrarme como soy, con toda mi vulnerabilidad y mi montoncito de contradicciones. No sabría cómo describir esta sensación, pero siempre supe que era especial. Y no me equivoqué.

Tras una invitación vía whatssap donde le expresaba sin tapujos mi deseo de verlo, conversar con él, -y corriendo el riesgo de que creyera que le insinuaba una cita romántica-, una noche vino a mi departamento de Narvarte a cenar. La conversación nos embargó tanto que la carne que preparaba al horno con cebollas al estilo argentino, se (me) quemó. Evidentemente, ése no sería el día para alardear sobre mis habilidades culinarias; aunque intenté salir airosa de la cocina invitándolo con un buen tinto.

En algún momento del encuentro, entre la pelea de nuestras dentaduras con esa carne recontra-pasada-de-cocción y los duraznos con dulce de leche que serví de postre, hablamos de amor. Más concretamente, de la ausencia de él o de lo duro que se siente creer que a veces este sentimiento no es suficiente para estar con quien anhelamos; con quien nos hace vibrar, dentro y fuera de la cama.

Miguel me cuenta su historia y llora: después de un breve paso por el seminario de la Orden de Agustinos Recoletos, en Querétaro, donde compartió diez meses con Hugo; se descubrió deseándolo y fue comprendiendo que no sólo de mujeres o de alguna deidad se podía enamorar. El amor con su entonces compañero de piso fue correspondido, pero silenciado; pues Hugo no pudo enfrentarse con lo que le pasaba.

El temor a tener que asumir una identidad sexual no hegemónica, desaprobada por una cultura patriarcal que oprime y amedrenta a quienes pretendan correrse de las etiquetas de “buen ciudadano/a”, fue decisivo. ¿Qué dirían los vecinos de su pueblito, en su Chihuahua natal? ¿Cómo reaccionarían sus padres, conservadores, al enterarse que su hijo ama a otro varón? No lo sabemos, pues para Hugo fue un riesgo demasiado alto para afrontar.

¿Cómo se llama el amor que, existiendo de forma bidireccional, no se permite ser?, ¿amor cobarde? La cobardía, a mi juicio, es el lado más repudiable del miedo. Pero el de esta historia es un miedo diferente porque se germinó a partir de los prejuicios que pululan por los imaginarios sociales que, con una supuesta base autorizada en principios religiosos y/o éticos adoptados por ciertos sectores, sentencian cada día qué tipo de amor, sexualidad, pa/maternidad, es aceptado/a. Señalan con su dedito moralista “esto sí, aquello no”; “esto es natural, aquello es una aberración”, “éstos irán al cielo, aquellos (pecadores) al infierno”.

En medio de su angustia, Migue me dice que si él hubiera nacido mujer, podría estar con Hugo. Su cuerpo masculino lo aleja de aquél que quiere, pero no puede. Yo me quedo sin palabras, casi sin reacción. Segundos después, lo abrazo fuerte, como queriendo reconstruir un poco de lo que esta experiencia que me narra arrasó en su cuerpo lánguido de filósofo foucaultiano.

Es curioso porque fue justo de él de quien supe hace poco que los japoneses reparan la cerámica rota rellenando las grietas con oro; que es una forma de enaltecer lo dañado. Ellos creen que ese objeto quebrado y con historia, se vuelve más hermoso y fuerte. Yo realizo mentalmente una analogía con las personas que sufrieron (sufrimos), y también lo creo. Se vuelven más valiosas y únicas.

“¡Pinches prejuicios!”, pienso; y enseguida me doy cuenta que terminaré escribiendo sobre ese momento tan especial e íntimo porque no podré guardarme tantas preguntas y emociones que me atraviesan en lo hondo. Debo dejarlas salir a la superficie, para que muchxs las lean, las sientan y empecemos a cuestionarlas. Le digo a Migue que lo haré, que lo necesito sacar de acá adentro, donde se me acumulan las injusticias. Él asiente. La verdad, estoy orgullosa de que sea mi amigo.

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Dulce Chávez.

contacto: dulchaves@yahoo.com.ar

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De la crítica al pensamiento amoroso al abrazo múltiple de los afectos, y sí, entendiendo que a veces somos la brillante estrella de todxs lxs perdedores.

Imágen por Oscar Jauregui
Imágen por Oscar Jauregui

por Diana Marina Neri Arriaga.

  1. ¿Por qué es tan urgente hacer una crítica al pensamiento amoroso?

Es urgente porque quiero sugerirles que dejemos de colocar al amor como toda la solución, panacea o metafísica que resolverá los males de la humanidad ¿Con amor y una cadena de oración dimitirá Donald Trump o Peña Nieto? ¿Amándonos mucho saldremos adelante y haremos que ya no nos impacte el gasolinazo? ¿O con nuestra idea viciada de amor responsabilizaremos solo a las madres sobre la educación de las/os/es hijo/e/as y diremos que “hijxs amadxs, serán hijxs sanxs”? ¿la fórmula es realmente tan sencilla?   NO.

Es decir, todo el pasmoso conjunto de ideas que quiensabequé significa el amor, nos hace obviar elementos de vida cotidiana sobre los que podemos trabajar para construir constante y permanentemente en redes afectivas que pueden desarrollarse desde otros linderos, llamándolas aquí, las afectividades disidentes.

Es urgente la denuncia sobre los modos actuales que conocemos de la idea de amor construida en occidente, y que siempre nos remiten a conceptos que, si escudriñamos de fondo, están intrínsecamente relacionados con la violencia. Permíteme colocar solo dos ejemplos:

1)En este 2016 vivimos en las redes sociales un revuelo internacional que se dio por nuestra voz masiva en el hastag mi primer acoso. Millones de mujeres de Latinoamérica narraron horribles experiencias de acoso, abuso y violación. Experiencias que comenzaron a los 6 o 7 años (o antes) y que han sido repetidas y sistemáticas durante toda la vida. Y ¿saben quiénes fueron los primeros violadores, abusadores?

Nuestros familiares. Sí, todas conocemos o tenemos una historia con el primo, el hermano, el papá, el padrastro y ¿Saben que palabra acompañada con la idea tan carcomida de familia, nos confundió -en su momento- a grado tal, que en su espacio y tiempo es probable nos hundiéramos en la culpa y el nulo entendimiento del por qué estaba pasando eso? Esa palabra se llama AMOR y con esa palabra, nos dijeron que debíamos entenderlo o soportarlo todo… ¿Qué es el amor?

2) Ya mayores, nos empezamos a involucrar en relaciones amorosas con personas ajenas a la familia y “formamos nuestros hogares”. Seguramente sin saberlo, contribuimos con la idea de pareja, al sostenimiento de las relaciones económicas y políticas de nuestra sociedad, aún más si se consagra desde el matrimonio, satisfaciendo con ello, los ideales religiosos y morales que condimentan “la entrega y el ser para el otro”. ¡¡Caray!! Sin embargo, resulta que, de acuerdo a las estadísticas oficiales de la ONU más conservadoras, es México el país en el mundo con más asesinatos contra mujeres. Tenemos siete feminicidios al día y según el INEGI señala que 47 de cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido al menos un vínculo de pareja, matrimonio o noviazgo, han sido agredidas por su actual o más reciente pareja durante la relación.[1] Pregunto de nuevo: ¿Qué es el amor?

Lo anterior, nos permite mirar que el amor se viste de manto institucional que además va acompañado con la existencia de la propiedad privada patriarcal de los sentimientos: La monogamia.

¿Por qué nuestros modos de amar son acompañados por modelos hegemónicos?

¿Por qué en nombre del amor reproducimos jerarquías y mantenemos a cabalidad el orden social existente? ¿Por qué le hemos permitido participar al Estado, a la economía y en concreto al mercado capitalista de nuestros modos de relación inter subjetiva?

Cada vez que hablamos tanto de amor, sin contenido ni sustancia, le estamos arrebatando fuerza a la amistad, al cariño, al acompañamiento, al auto-apapacho, a la sororidad, a la acción directa, a los ejercicios efímeros de caminar con alegría junto al otro, al otre, a la otra. ¿Dónde la fuerza a la ternura radical?

Cada vez que solo nombramos amor, estamos edulcorando o tal vez sepultando, ejercicios políticos que propongo vitales para nuestra coexistencia, y que es importante re-pensemos, re-tomemos, re-construyamos. Hablo de revisar los procesos de autonomía, autoestima, el trabajo con la horizontalidad y contra el poder inserto en nuestra cotidianidad. Hablo de la radicalidad de ejercicios libertarios.

No quiero edificar nuevas metafísicas y ahora sumar al amor a la libertad, (Te contra amo Emma Goldman pero diste la pauta no la respuesta) sino propongo, que esos ejercicios como la autodefensa feminista, el acompañamiento para el aborto de una compañera, el abrazo a una desconocida, el replantear el modo de vivir nuestros acuerdos con las personas que convivimos, incluso la decisión de como nombrar a nuestros afectos, etc., sean también reflexionados desde la dimensión ética y política que ya tienen.

De ahí, que propongo dos ideas importantes desde el DESAPRENDER:

1) La Descolonización de nuestros senitres, pensares, acciones, buscar potencialidades de relaciones inter subjetiva con otras cuerpas. Dar cabida a la multiplicidad de afectos.

2) La des-idealización, des-romantización de todo lo idealizable y romantizable. ¿Qué si el macho de Paz decía que el mundo nace cuando dos se besan? ¿Neta? ¿Qué dice la Frida en una carta amorosa a ¿”Su Diego” (sí, si el macho comunista falso poliamoroso) “Dame ilusión, esperanza, ganas de vivir y no me olvides”?  y no, desde el contra amor propondría incluso revisar la carnita de conceptos como ilusión, esperanza, expectativas, incluso contra-amor. Porque esta propuesta, no es una propuesta, no es un páramo o una tierra, sino acaso un puente y una palabra incomoda que quiere preguntar, cuestionar, darnos permiso de mover nuestras certezas.

En resumen, el amor actual entendido como entramado cultural impuesto desde occidente, se ha construido como un gran mito que da plasticidad y cabida a grandes violencias, tales como la heterosexualidad, (el modo de vivir a través de roles impuestos y relacionarnos mediante los dictados de un sistema económico, político) la monogamia (idea de pareja, matrimonio, familia) y el pensamiento romántico (idealización, expectativas, sufrimiento, entrega total). En su conjunto nos limita a vivirnos en otros ejercicios de pluralidad e insisto: Afectividades.

Y no, no hablo de Poliamor, este también tiene actualmente tendencias a la institucionalidad, a la moda, a volverse un poliamor liberal. No afirmo que por lo menos en México ahora lo sea, sino que tiende galopantemente a…

No estamos enunciando desde las medias naranjas, ni de la blanquitud en el amar, o el amor cono energía, no hablo de pareja, triejas o de familias nucleares, no hablo de etiquetas o modos unívocos de relacionarse, hablo de la tarea de preguntar, y reflexionar en colectivo, a eso también llamo contra-amor:

¿Quién es la otra? ¿Quién es la otro? ¿Quién es la otre? Y en lugar de querer desde nuestra mismidad y atrapar lo inasible, propongo buscar desde algunos principios éticos como la amistad, el compromiso, el respeto, los acuerdos etc, el modo de caminar y acompañarse.

  1. ¿Afectarnos?

Y si no amamos ¿Qué nos queda? Nos quedan las conjugaciones con sustantivos, otros verbos, nuevos adjetivos, nos queda reconstruir (si eso nos apetece) al amor, pero no desde la unicidad, sino en lo plural, es decir amor-es. Propongo un vistazo a la creatividad y los gerundios que tienen en nuestra cotidianidad, más posibilidad y contundencia que la ineficacia de los infinitivos. Invito a sentí-pensarnos desde los afectos.

¿Afectarse? ¿Trabajar, sentir desde lo que me afecta? Cierto. Afectarse es una de las pasiones de ánimo para el compa Spinoza, que implica una inclinación, “(…) en cuya virtud el alma afirma de su cuerpo o de alguna de sus partes una fuerza de existir mayor o menor que antes, y en cuya virtud también, una vez dada esa idea, el alma es determinada a pensar tal cosa más bien que tal otra.”[2]

Lo anterior implica una afirmación, una claridad sobre el estar vivx que además da cuenta que, desde el cuerpo/la cuerpa estamos frente a la naturaleza exterior. Que tenemos la potencia de obrar a través de la fuerza de existir, y que esta, aumenta o disminuye si es favorecida o reprimida. Y si “el alma” está determinada a pensar tal cosa más bien que tal otra, esto sería saber de los vaivenes de nuestro ánimo, de nuestra participación con el enojo, la tristeza o la melancolía, pero también con una entrega ante el asombro, la alegría, la embriaguez y la consternación. Y en ese vaivén está la naturaleza del deseo.

Las tensiones son las dinámicas de las afecciones: alegría, tristeza, deseo.

Somos seres en potencia, somos personas que nos afectamos en las ideas y en los sentires de otros cuerpos que estén cerca o no. Esto nos hace no poder ser/estar indiferentes a lo que nos rodea. Se vuelve impacto, estar/sentirse unido por un momento con el mundo, el paso del existir, la caricia de la mirada breve, el autocuidado que nos salva la vida, la atención y la solidaridad que implica sabernos parte del todo, pero… ¿si nos sabemos parte del todo?

Lo sé, parte de nuestras angustias existenciales.

El mundo se nos presenta desde mundos diferentes, todo en un mismo espacio de aparente realidad, pero desde lugares de enunciación distinta.  La realidad se presenta desde el cuerpo/la cuerpa y el modo en que esta accede a lo que nos rodea, particularmente a aquello que permitimos entre a nuestra subjetividad.

Apetito para Spinoza es la potencia misma, la fuerza contundente desde el alma[3] y el cuerpo y la idea de ese apetito es lo que conforma el deseo. Un apetito consiente. Seres deseantes que aumentamos nuestra potencia con la alegría, el baile, la risa desparpajada, el maravilloso canto desafinado, pero somos también una potencia que a veces disminuye cuando con claridad miramos los horrores del mundo, y de pronto el nihilismo o la pastosidad nos atrapan en la pasividad de la tristeza.

  • Sí, me reconozco como la brillante estrella de todxs lxs perdedores.

¿Qué lugar ocupan los afectos en nuestra vida? ¿Cómo trabajamos nuestra paradoja de la otredad?

Digo paradoja, porque sin duda ese otra/e/o es un semejante complejísimo y ajeno, “atascado” de contexto, historias y experiencias que a veces nos conectan entre afinidades y ganas, pero que, en la mayoría de ocasiones nos coloca lejísimos de sus ideas/expectativas/caminos/deseos. No puedo reconocer a esa otredad desde mis ojos, el espejo de nuestro narciso se atraviesa.

Abrirse es también un rompimiento. A veces jugamos a una puesta en escena, donde asumimos conscientemente o no, personajes que están en la dialéctica del poder, sin embargo, se nos escapa siempre un poco o un mucho, de eso que hace, que seamos lo que somos y fuimos, aunque ya no queramos ser.

Dicho de otro modo, la ética de la existencia se abre al rompimiento del yo, en una apuesta por compartir, con el deseo de que esa otredad deje de ser ajena y nos demos juntxs espacios para el acompañarnos, para volverse nosotrxs, o al modo de Bataille, alcanzar, aunque sea por un momento a la continuidad.

Nuestra fragilidad, aunque disfrazada de múltiples artilugios nos acompaña tímida y voraz y a veces nos pide a gritos no involucrarnos, no abrirnos, no conjugar la risa, no afectarnos, porque le teme a la perdida, le teme al fracaso, le teme a la soledad.

Hace algunos meses, dieciocho minutos en un documental japonés, fueron un parteaguas sobre las ideas sociales de fracaso y derrota que tradicionalmente asumimos. En la lógica capitalista del ganar/ganar, competencia y patrañas de la supervivencia, nos han enseñado hasta el cansancio -y nuestros afectos- no se salvan, que nos sintamos (suceda o no) personas de éxito, personas ganadoras. Y Haru Urara[4] un caballo de carreras (tristeza aparte por el especismo) se convierte en un símbolo nacional japonés al vivir con interesante dignidad una racha de derrotas. Mickey Duzyj documenta la historia de un caballo que jamás gano una carrera, que jamás estuvo en un pódium, que en más de 300 competencias siempre quedo en casi último lugar y, sin embargo, desde el principio hasta sus últimos días, asumió la algarabía de un caballo querido, de un caballo placido, que contrario a sus colegas incluyendo ganadores, vivió con una actitud alegre y en la comunicación con quien lo entrenaba, nunca le intereso “involucrarse” en la dinámica del hacer/correr/demostrar/ganar. Tan inspiradora resulto la historia, que millones de personas iban a conocerlo, a verlo correr, le mandaban cartas y otros etcéteras, reconociéndose también desde sus contextos, perdedores, fracasados, pero no por ello, menos entregadxs a lo que hacían y querían lograr. «La Brillante Estrella de Todos los Perdedores» es la historia también de mi vida, y no porque me ubique en el dualismo o el victimismo del perdedor, sino porque es una interesante analogía que me ha dado pauta para entender que no quiero competir con nadie, ni por nada, que no quiero apegos y finales bonitos de televisión. Quiero des-aprendizajes y nuevas experiencias, quiero sentír/pensar también, desde la perdida, el desapego.

No podemos no afectarnos, no podemos no sentir, pero podemos desaprender y buscar desde el fuego personal y colectivo, modos de renunciar al consumo efectivista del deseo, de la necesidad/necedad de aprehensión.

Desaprender a pensar en términos de teleología, desprendernos de nuestro interés por el resultado y/o el final de las cosas, sin renunciar a la intención ni al deseo, sino sumergiéndonos en lo desconocido, adentrándonos en el campo de todas las posibilidades.

Disfrutar aquí y ahora, todo fluye dice Heráclito, lo único que permanece es el cambio. Rompamos expectativas, no poseamos, seamos compañeros/as/es. Bien dice Heidegger que nuestra relación con el otro/e/a primero es afectiva y luego racional, por lo que, la apuesta es que ya una vez que tenemos ese reconocimiento desde nuestras potencias, conjuguemos el sentí/pensar de los actos y las decisiones.

Dice la chulísima Pizarnick: “Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma”. Eso quiero, afectar a otrxs, que esxs otrxs me afecten, pero quiero desde la ternura radical, afectar los pedacitos del todo que soy.

Hagamos acciones directas de nuestro actuar cotidiano.

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[1] El Inegi destacó que la violencia de pareja está más extendida entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (52.9 por ciento) que entre quienes lo hicieron a los 25 o más (43.4 por ciento). En 2011, 63 de cada 100 mujeres de 15 años y más declaró haber padecido algún incidente de violencia, ya sea por parte de su pareja o de cualquier otra u otras personas. Entre las mujeres con dos o más uniones o matrimonios el nivel de violencia es mayor (54.6%), que entre aquellas que solo han tenido una unión o matrimonio (48.7%). Tomado de: Reyna Quiroz Julio,”Inegi: 7 mujeres asesinadas diariamente en 2013 y 2014” en Periódico la Jornada,  lunes, 23 nov 2015,   http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/11/23/inegi-7-mujeres-asesinadas-diariamente-entre-2013-y-2014-1824.html

[2] Spinoza, Baruch. Ética demostrada según el orden geométrico. Fondo de Cultura Económica

[3] Para nuestra tradición actual atea y/o libre pensadora es muy difícil pensar en esta categoría, pero propongo nos demos espacio para pensarla desde el contexto Spinozista.

[4] Mickey Duzyj La brillante estrella de todos los perdedores / The Shining Star Of Losers Everywhere, 2016 Categories: Official Selection Short Documentary, Selección Oficial Cortometraje Documental

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Diana Marina Neri Arriaga. Prefiere que la llamen bruja, zapatista, contra-amorosa, feminista, y anti-especista. Los “papelitos académicos” dicen que es15625651_1238715059531274_4872665408564022509_o (2) abogada, filósofa, y maestra en filosofía política. Profesora en el Instituto Politécnico Nacional y del Colegio de Bachilleres. Ha publicado en varias antologías. Le fascina leer, coger, viajar, compartir cine, plantitas y correr como desbocada en compañía de los animales (perrxs y gatxs) con los que comparte vida.
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PULSIÓN LIMINAL

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Temblor de la tierra y latido del mar. Sal llameante y quemante, sal de la destrucción y máscara de cal que consume los rostros. Fuego liberado de las aguas.

Enterrarse en sal. Dejar de respirar para respirarse el uno a la una/ la una al uno. Conversar a través de la agonía y el ahogamiento. Acompañarse, en los pequeños movimientos y sonidos para seguir encarnándose. Aguantar.

Ahogar el yo para poder respirar un cuerpo múltiple. El único tiempo es la respiración animal que deviene desde-hacia una corpopresencia alterna…

La crudeza de lo vivido contrapuesto con la dulzura de lo visual.

Haz click aqui para ver el video

Contraseña: mimetic3

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Semblanza de lxs artistas:

Su práctica artística lleva al eXtremo la mimetización de los cuerpos en un espacio específico y en un entorno determinado. Exploran sensibilidades alternas que desafían las cronologías históricas impuestas y destruyen la dicotomía hombre o/y mujer. Sus piezas se enmarcan en la necesidad de establecer una misma conexión y ritmo corporal de pura escucha. Su punto de unión, como punto de fuga, es un latir constante donde la pluripresencia del cuerpo, la destrucción fronteriza y la descolonización corpomente es acto de rebeldía y subversión.

Web: www.marinaxisil.com

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nuestra utopía kuir es la política de la amistad

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Jorge Díaz

Biólogo feminista, escritor y activista CUDS

Muchos de nosotrxs llegamos a implicarnos políticamente en el feminismo a través del queer (el cuir o el kuir en sus acepciones locales). Quizás suena paradójico pero entre nosotrxs no hay una temporalidad que implique un orden históricamente conforme, pues son aquellos momentos que nacen del juntarnos en el activismo, del cortar el tiempo personal de los proyectos pre-trazados, los que configuran una posición y nos dan un cuerpo. Por lo mismo, nos cuesta pensar como positiva la generalidad que utiliza cierta metodología academicista estructurada en tesis, que entiende a los movimientos de política sexual como una organización lineal de transmisión del conocimiento y la desobediencia. Marcando firmemente un solo mapa. Peor aún cuando quieren traducirnos con el lenguaje del paper, un lenguaje organizado por el método elitista de las disciplinas que solo se leen entre ellas. Esos escritos jamás explicitarán nuestros deseos porque se desbordan. Las feministas que leemos y con las cuales trabajamos nos han enseñado que la palabra es un espacio de experimentación. Tal como lo son nuestros cuerpos. Además, hay siempre en cada localidad de articulación política, capas más finas, micro-texturas y afectividades que urgen de ser reconocidos para ir contra el pensamiento lineal de las rebeldías sexuales que se escriben en Formato APA. Es una historia local la que nos implica siempre y esto lo aprendimos también del feminismo. Llegamos al feminismo realizando acciones, talleres, performances, escribiendo y leyendo desde el lugar que parodia la insolencia patética del mundo heterosexual en el que vivimos. Sí, leímos la teoría queer traducida desde la madre patria, que sigue colonizándonos con su estructura materna que rechazamos por rebeldía. Es cierto, sabemos desde la Malinche que toda traducción es traición, pero no queremos defender el espacio ultra-inmunitario de comprender las lenguas como territorios de guerra. Ya vivimos en el apocalipsis constante. En inglés, como también en otros idiomas, escriben muchos activistas con quienes nos relacionamos en un vínculo afectivo y de manera  trans-fronteriza. Así que más que rehuir a hablar en las palabras de un compañerx de activismo que vive en el otro lado de la tierra, debemos prepararnos para seguir estableciendo vínculos de traducción que nos permitan comprender que si bien no todos tenemos los mismos tipos de opresiones de raza, clase o género, existe una agenda global del feminismo que entiende los espacios minoritarios y de violencia en muchos lugares del planeta como propios. Queremos leernos y conocernos, establecer vínculos que permitan enriquecer nuestras miradas con todas aquellas figuraciones y formas de leer la realidad de las cuales el feminismo kuir, ese escrito en el punk y el quechua, está saturado. No tenemos teoría que defender porque la teoría somos nosotrxs mismos, encarnada en nuestras hablas, acciones y textos. Porque las feministas siempre escribimos, no podríamos negarnos la letra. Ya no podemos negarnos nada. Y es de manera azarosa, o quizás no, que en español teoría rima con utopía, aquella que muchos dicen es imposible llevarla a la política práctica. Nosotros no creemos eso pues para nosotrxs, la utopía se encuentra en ejercer la política radical de la amistad. Estamos acostumbrados a vivir en una fragmentación que separa radicalmente el yo del nosotrxs en nuestros pequeños contextos. Una forma de pensamiento que nos ha llevado a establecer espacios de separación ahí donde nuestros cuerpos parecen separarnos por algo que muchos llaman diferencia sexual. Pienso que la primera tarea es aquella que nos implica a dejar de ser hombres.

Soy un biólogo feminista que se identifica con una forma de investigar y vivir que tomando la materialidad corporal de lo vivo y lo no vivo, pretende volver a traducir las dimensiones del sexo como un espacio abierto a nuevas interpretaciones que se alejen de los reduccionismos.  Porque debemos ir en contra de lo que nos enseñaron en el colegio: la competencia, la prueba o la copia obligada y en desacuerdo con el difundido conocimiento darwiniano que dice que las especies tienen que competir para sobrevivir. Nosotrxs apostamos por una vida de ayuda y contención mutua. Queremos una sociedad de participación social con la amistad como forma de vida. Los actuales feminismos de intercambio libre en la web, las políticas del código abierto, las guerrillas del ciberfeminismo, las barreras inmunológicas de las cocinerías comunitarias, la política del “hazlo tú misma”, la autoformación, las relaciones sexuales y de compañía entre diferentes generaciones, el anti-especismo como forma de lucha, las transiciones de género como momentos de felicidad, las imprentas anarquistas, las editoriales independientes y el cambio de la palabra “competencia” por “afectividad radical”, son quizás las únicas salidas que tenemos para no ser devoradas por un sistema de lucro, ganancia y mezquindad.

Apostar por unas letras y un activismo que pierdan el respeto a las grandes autoridades y promueva la emancipación, la parodia, la difusión del feminismo como práctica y como teoría política nos salvará de ser carcomidas por el avarismo individualista del experimento neoliberal en el que vivimos. Ya lo han dicho: ningún partido político, ninguna institución ni escuela podrán jamás emancipar a nadie.

Somos híbridos, bailamos gaga y leemos a Marx y creo que no por eso tenemos que odiarnos, sino hacer de esas mismas contradicciones nuestra fortaleza.

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Jorge Díaz. Biólogo feminista y activista de la disidencia sexual. Candidato a Doctor en Bioquímica por la Universidad de Chile. Es miembro del Colectivo Universitario de Disidencia Sexual (CUDS) desde el año 2008. Ha escrito textos sobre farmaco-política, cine, teoría y arte feminista participando en ponencias y encuentros de arte y política sexual nacional e internacional. En el área de la ciencia trabaja en la biología celular y molecular de patologías contemporáneas.

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Propuesta para 2017: Leer críticamente sobre el pensamiento o discurso amoroso.

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DIANA MARINA NERI ARRIAGA

 Sin saber cómo ni cuándo, he aquí que me analizo. Esa necesidad de abrirse y ver. Presentar con palabras. Las palabras como conductoras, como bisturíes. Tan sólo con las palabras. ¿Es esto imposible? Usar el lenguaje para que diga lo que impide vivir. Conferir a las palabras la función principal. Ellas abren, ellas presentan. Lo que no diga no será examinado. El silencio es la piel, el silencio cubre y cobija la enfermedad. Palabras filosas (pero no son palabras sino frases y tampoco frases sino discursos).

Alejandra Pizarnik (1936-1972)

 

¡Caray! Ya comenzaron las campanas con buenos deseos y cofres de propósitos que puede ser que, después de quince días (o menos) vayan tomando sombras y desvanecimiento ante nuestras siempre reiteradas procastinaciones.

Ha llegado un año complejísimo en muchísimos sentidos, sobre todo de enrarecimiento político y social en un punto altísimo, por lo que no faltaran las ganas de bonanza cubiertas de chocolate amoroso. “Todo lo que necesitamos es amor” nos dirán. Sin embargo, crítica en el eje del feminismo radical, ese mérito que propone revisar categorías desde su raíz, es que pensamos que no basta el deseo y los ríos inundados de esperanza y/o amor, incluso posicionado desde sus mágicas multiplicaciones, sino hacemos posible de diversos modos, un escudriñamiento que nos permita desmontar algunas “verdades predichas” que circulan a veces, hasta por las mentes más libertarias.

Hacernos preguntas en solitario y en conjunto. Dudar de las respuestas fijas, experimentar y equivocarse, leer y después dejarse sentir y reflexionar al respecto.

No hay fórmulas o caminos inequívocos, solo propuestas y por ello, aunque ¡Pensaba proponer doce, he decidido proponerles mejor diecisiete textos!  Que mientras vamos camino a la marcha, la cita, el encuentro o en el espacio de regocijo deseado, nos permita con buena planeación de tiempo, construir una teoría personal de las afectividades.

Cuando leemos a otras, también nos leemos a nosotras, nuestras ideas construyen también un imaginario colectivo:

(…) En este recinto cerrado que parece constituir la persona lo podemos pensar como lo más viviente; allá en el fondo último de nuestra soledad reside como un punto, algo simple, pero solidario de todo el resto, y desde ese mismo lugar nunca nos sentimos enteramente solas. Sabemos que existen otras ‘alguien’ como nosotras, otra ‘una’ como nosotras.[1]

Desde distintas disciplinas particularmente las filosofías, antropologías, psicologías y sociologías y eso sí, con la maravillosa agudeza feminista, coexisten diversas investigaciones que se han propuesto revisar las categorías convencionales y no convencionales de “eso” que consideramos amor, y que van desde ensayos, relatos, historiografías hasta imposturas diversas.

La propuesta de la disidencia afectiva implica -como se ha dicho ya- cuestionar de raíz las vertientes ideológicas en las que se encuentra envuelto el pensamiento y/o discurso amoroso, particularmente desde el contra amor, que hace una crítica a toda pretensión de romantización e idealización en el rubro que sea. Una propuesta constante para desmontar cuestionar, y así otra vez, otra vez.

Pensar desde estos espacios de la marginalidad a los afectos, implica descentrar nuestra zona de confort situada en los “discursos románticos”, y colocar también de relieve otros aspectos importantísimos de las relaciones con el/la otro/a/e que generalmente son supeditados a la metafísica del amor. Pensar y desarrollar nuestros vínculos desde la amistad, solidaridad, el encuentro efímero, sororidad, la incertidumbre, el auto-cuidado, los tejidos coyunturales, la complicidad, la soledad, el acompañamiento, el hedonismo y otros tantísimos etcéteras, son también posibilidades que permiten forjar incansablemente la autonomía y otros modos de colectividad.

Acá la compartición. Por favor si estas propuestas no son para ti, no pasa nada y caminemos de largo, por lo que sugiero, que antes de comenzar con la parafernalia de “no le quites la magia al amor”, “no te preguntes por el amor, vívelo, siéntelo” o la típica del “amor verdadero es…” y está que no puede faltar: “Lo que no sientes es amor es… porque el amor debe ser…” mejor ni te desgastes, hagamos ejercicios éticos en la vida cotidiana que implica, también respetar a quienes andamos de modo distinto.

¡Ah y por cierto!, casi todos están disponibles y abiertos a la descarga en internet.

Comienzo:

  • Coria Clara, El amor no es como nos lo contaron, ni como lo inventamos, Paidos, Buenos Aires, 2001

Nuestra compañera argentina, nos comparte desde este texto como aprender a separar amor con entrega incondicional, renuncia, cuidado excesivo y otros etcéteras, escudriña y muestra desde la teoría y la experiencia de otras compañeras como los mitos amorosos son ejercicios de violencia.

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  • Esteban Mari luz, Crítica del pensamiento amoroso, Temas contemporáneos, Bellaterra, España, 2011.

Un texto demoledor para quien ha hecho del amor una utopía. La compañera antropóloga desde su disciplina cuestiona agudamente los parámetros convencionales con los que se piensa, siente y mide al amor. Propone una teoría radical del amor. ¡Uf! intenso y cautivante.

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  • Jónasdottir, Anna, G, El poder del amor, ¿Le importa el sexo a la Democracia? Ediciones Cátedra, España, 1993.

El amor es una práctica sociosexual afirma Anna. Desde el feminismo explica al patriarcado con las consideraciones materialistas de la historia en donde el amor es un poder que políticamente explota a las mujeres. Complejo y necesita leerse con calmita y el apoyo de otros referentes, pero buenísima oportunidad para profundizar sobre feminismo académico.

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  • Lagarde Marcela, Claves feministas para la negociación del Amor. Managua: Puntos de Encuentro, Nicaragua, 2001.

Este texto desde mi parecer es importante ser acompañado y tejido en trieja, por lo que antes o después de este, ojalá puedas leer de la misma autora el de “Claves feministas para la autoestima de las mujeres” y “Claves feministas para el poderío y la autonomía”, que evidentemente nos llevará a recordar el de Gloria Steinem, “La revolución desde dentro. Un libro sobre la autoestima” (1995) queda claro, lo personal es político.

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  • Pisano Margarita, Un cierto desparpajo, Sandra Lid, ed, Ediciones número crítico, Santiago de Chile, 1996.

Un libro que reúne diversos textos tales como el “entre-cruces de nuestros deseos o la obligatoriedad del amor”, “Esta democracia… amorosa” y otros, además permite conocer elementos importantes sobre su modo de asumir la amistad que es perfectamente delineado en otro texto donde se hace de ella referencia: http://www.mpisano.cl/apuntes-sobre-la-amistad-politica-entre-mujeres-por-edda-gaviola/  Apuntes sobre la amistad política entre mujeres de Edda Gaviola, que recuerda de soslayo otro importante desde diferente contexto pero también recomendable de Armand emile, “Anarquismo individual y camaradería emocional”.

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  • Wittig Monique, El pensamiento heterosexual, Egales, España, 2005.

Un texto nodal para comprender a la heterosexualidad como un régimen político que en conjunto con la monogamia y el romanticismo constituyen el pensamiento amoroso de nuestros días. En los ochentas la poeta y activista lesbiana Wittig transgredió de modo tal con sus categorías feministas que es sin duda una compañera profundamente subversiva. Encontramos múltiplemente citado su párrafo: «Sería impropio decir que las lesbianas viven, se asocian, hacen el amor con mujeres porque la mujer no tiene sentido más que en los sistemas heterosexuales de pensamiento y en los sistemas económicos heterosexuales. Las lesbianas no son mujeres».

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  • Herrera Gómez Coral, La construcción sociocultural del amor romántico, Fundamentos, Madrid, 2001.

Texto basado en su tesis doctoral de Humanidades y Comunicación Audiovisual que ha convertido a Coral en un referente importante para pensar “otras formas de quererse” y que además de acuerdo a sus propias palabras nos ofrece herramientas para entender “(…) cómo Occidente construye nuestras emociones a través de los símbolos, los mitos y los ritos, y de cómo el amor romántico perpetúa el capitalismo, el patriarcado y las democracias». Bloguera, escritora e investigadora feminista muy querida entre las latinoamericanas y que desde hace tiempo coordina Laboratorio del Amor.

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  • Na Pai, desmontando-la-cultura-de-la-monogamia, s/d.

Publicado en el 2014 y de distribución libre como fanzine en internet. Nos dice lx autorx: «el principal objetivo de este libro no es cuestionar la monogamia per se (como opción igual de válida que cualquier otra), la intención fundamental es cuestionar nuestra cultura monógama, que no nos deja otra opción que la monogamia» ¿se antoja verdad? 😉 Disponible en https://distribuidorapeligrosidadsocial.files.wordpress.com/2011/11/desmontando-la-cultura-de-la-monogamia-3-0.pdf

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  • Pateman, Carol, Contrato sexual, UAM Iztapalapa, México, 1995.

Es fundamental que comprendamos como las mujeres hemos sido “pactadas” desde el patriarcado a través de contratos de convivencia, por lo que nuestra autora desde la reflexión de que lo público no puede ser separado o aislado de la privado, propone un agudo análisis sobre la Teoría del Contrato Social y como nuestras relaciones -por supuesto- afectivas no escapan de los entramados políticos de los que ahora las mujeres ya no queremos ser parte.

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  • De Miguel Ana, Neoliberalismo sexual, el mito de la libre elección, feminismos, Catedra. Madrid, 2015.

Citaré lo que en la tapa de este libro señala textualmente y que es contundente: “Este libro defiende que ni hay libertad ni hay igualdad. Hay nuevas formas de reproducción de la desigualdad, una vuelta acrítica a los valores más rancios del rosa y el azul. No vamos a resignarnos ante la conversión del ser humano en mercancía, ¡ven con nosotras!» En una construcción de relaciones afectivas disidentes es fundamental desenmascarar toda ilusión.

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  • Ludditas sexxxuales, Ética amatoria del deseo libertario y las afectaciones libres y alegres, Milena Caserola, colección (im)pensados, Argentina, 2012.

Leonor Silvestri es parte de esta colectiva “Ludditas sexuales” y que en su blog http://luddismosexxxual.blogspot.mx/ dicen textualmente: “Ludditas Sexuales no fue un programa de radio; sino fascículos coleccionables radiofónicos sobre la deconstrucción o la destrucción de los mandatos sexuales, del statu quo sobre el amor sentimentaloide y romanticón almibarado, de los estereotipos sexuales y de género. Ludditas Sexuales siempre será un grupo de amigxs, afines, que tienden hacia la anarquía, hacia un anarquismo nuevo, anti-dogmático y que se apoyan para ello en la camaradería, en el cariño, y en el compartir”. Imagínate nomás el texto. Una delicia crítica y sin concesiones.

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  • Frabetti Carlo, Contra el Amor, Revista Amor y Rabia, Nº 16, Valladolid, España, 11 de junio de 1996.

Nos dice wilkipedia que “Amor y Rabia” fue una revista que nació como portavoz del Grupo Anarquista Amor y Rabia, surgido a mediados del año 1995 en Valladolid. El primer número se publicó el 30 de diciembre de 1995; en su primera época se publicaron un total de 65 números, el último de los cuales se publicó en la primavera/verano de 2003, en este caso se trata del número 16 (11 de junio de 1996) Contra el amor (Artículos «Contra el amor», de Carla Fabretti, y «La buena química», de Anastasia Toufexis). Se trata de una antología anarquista y libertaria que comienza afirmando que el “amor se refugia en una bruma de ambigüedades que lo hace difícil de analizar (…) es la ideología de la familia -es decir, la ideología a secas- internalizada a los más profundos niveles y convertida en compulsión y mito primordiales”. Además, de éste podemos encontrar otras reflexiones de anarquistas en el fanzine virtual “contra este amor”, también disponible en línea. Por supuesto, ya que estamos con anarquismo, ¿Leíste ya a la mujer más peligrosa del mundo Emma Goldman? Cabe decir que este texto nos hace extrañar al argentino Osvaldo Baigorria el compilador de otro clásico “Amor libre”

  • Mogrovejo, Norma, (Comp) Desobedientes: Experiencias y reflexiones sobre el poliamor, relaciones abiertas y sexo casual entre lesbianas latinoamericanas, En la frontera, Buenos Aires, 1999.

Cito lo que dice Elvira Siurana Zaragoza en http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1833  “Las editoras-recopiladoras son mujeres de las que solamente viendo su trayectoria geográfica se deduce su condición de almas inquietas: Norma Mogrovejo, nacida en Perú y residente en México; Yuderkys Espinosa de la República Dominicana con residencia en Argentina; Marian Pessah de Argentina, que ha vivido en Israel y reside en Brasil, y Gabriela Robledo de Argentina, integrante del “colectivo BDSM pero voy a misa”. Las autoras, de diferentes áreas, edades, procedencias, tendencias… y la realización del libro bajo el cuidado de Paula Torricella, muestra la profesionalidad de una obra rigurosa”. Un texto importante porque además de estar escrito y sentido por mujeres del Abya Yala, posiciona a la desobediencia amorosa y apuesta por construir desde otras fronteras, otras gozosas y alegres posibilidades. ¡Ah por cierto! Viene un breve ensayo mío.

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  • Millet, Kate, Política Sexual, México, Aguilar, 1975.

Hemos de recordar la entrevista que el diario “El país” en 1984, hizo a la chula feminista Kate Millet donde ella afirma categóricamente que «el amor ha sido el opio de las mujeres, como la religión el de las masas», y no es que «el amor sea en sí malo», sino que se ha empleado para «engatusar a las mujeres y hacernos dependientes en todos los sentidos». Este análisis ya viene desarrollado con claridad en su tesis doctoral “Política sexual”, sus claridades y aseveraciones nos han permitido mirar de otros modos los feminismos, construir por ejemplo, nuestros feminismos radicales. Cuando leí que “el sexo es una categoría social impregnada de política”, entendí que toda relación afectiva estaba por supuesto impregnada de patriarcado, hasta la médula.

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  • Coontz Stephanie, Historia del Matrimonio, como el amor conquisto al matrimonio, Gedisa, México, 2009.

Stephanie Coontz   es una brillante docente, historiadora e investigadora estadounidense que ofrece de modo claro y fluido un urgente análisis del matrimonio donde evidentemente “el amor” no es sino hasta después del siglo XVIII una razón para ejecutar este contrato económico. Su riguroso estudio nos lleva hasta épocas actuales y desenmascara extraordinariamente muchísimos prejuicios que protegen al matrimonio como una institución coactiva.

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Cuando pienso en autonomía, generalmente pienso en el proceso zapatista particularmente el de las compañeras indígenas sobre la construcción de otra democracia posible, pero evidentemente este trabajo está sustentado desde varias reflexiones y una de ellas es precisamente el empoderamiento que las mujeres tenemos desde los terrenos públicos y privados. Insistimos: lo personal es político. Este artículo explora como el individualismo puede ser una tendencia y/o riesgo de nuestra modernidad finisecular. El peligro del individualismo en la tensión de la intimidad. Habla de una tiranía de la intimidad. Polémico e interesante concepto que vale por supuesto, discutir y ver que tanto se relaciona con la autonomía.

  • Mogrovejo Norma, (Comp) Contra-amor, poliamor, relaciones abiertas y sexo casual, reflexiones de lesbianas del Abya Yala, Desde abajo ediciones, Colombia, 2016.

Maravilloso texto que da voz a las experiencias e ideas de lesbianas poliamorosas y contraamorosas. Rupturas epistémicas, propuestas éticas, políticas y quiebres profundos con el individualismo amoroso son vectores de este texto ¡Que emoción, en este texto también participa un ensayo de mi autoría!

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Según la numerología (con pocas bases científicas pero interesantes suposiciones, solo la menciono jocosamente) 2017 es un número uno y al modo pitagórico diremos que es un número muy importante, de cambios a escala mundial (no se necesita de la numerología para saberlo) de comienzos y nuevas iniciativas. Independientemente de estos sesgos, 2016, 2017 o el año que sea, es perfecto pretexto para leer y desarrollar acompañadas con las voces de otras, intensas reflexiones.

¿Qué tal reunirse con compañeras y armar un circulo de lectura con estos textos? ¿Qué tal participar en una seminaria y construir colectivamente saberes? ¿Qué tal apapacharse (¿o amamacharse?) sola y después de la lectura, otra deliciosa acariciada a la cuerpa? ¿Qué tal un viaje largo disfrutando y haciendo apuntes a partir de lo reflexionado entre los textos y nuestras experiencias? ¿Qué tal incorporar algunas de estas ideas desobedientes en las charlas de familia o al compañero, compañera o compañere de vida?

Faltaron muchísimas autoras, perspectivas y propuestas (extraño aquí a Lorde, Beauvoir, Mouffe. Kollontay, Tristan, Hierro etc) pero esta es una primera entrega. Después compartiremos reflexiones exclusivamente desde las filosofías y otros quehaceres, por lo pronto, ojalá colectivicemos los compartires y saberes.

[1] Zambrano María, Persona y democracia, Siruela, España, 1998, p, 17. Marcela Lagarde coloca esta idea de María desde un lenguaje no androcentrista y como tal lo compartimos.

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Diana Marina Neri Arriaga. Prefiere que la llamen bruja, zapatista, contra-amorosa, feminista, y anti-especista. Los “papelitos académicos” dicen que es15625651_1238715059531274_4872665408564022509_o (2) abogada, filósofa, y maestra en filosofía política. Profesora en el Instituto Politécnico Nacional y del Colegio de Bachilleres. Ha publicado en varias antologías. Le fascina leer, coger, viajar, compartir cine, plantitas y correr como desbocada en compañía de los animales (perrxs y gatxs) con los que comparte vida.
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Editorial #22 Afectos

portada por Oscar Jáuregui, Gelen Geleton y Iurhi Peña
portada por Oscar Jáuregui, Gelen Jeleton y Iurhi Peña

En tiempos de represión, violencia e imposición  hablemos de nuestros afectos como arma punzocortante, como respuesta, acción, reacción y actuación. Afecto que atraviesa, afecta e incide. Afectos que construyen resistencia, memoria y también incertidumbre. ¿De qué manera atraviesan la cuerpa? ¿cómo los construímos y practicamos? ¿que precisan en nuestros contextos y latitudes? ¿Cómo conversan con la disidencia sexo genérica y el feminismo?

LiaEditora invitada Lia García (La Novia Sirena) (Ciudad de México, 24 de enero de 1989) Lia García (La novia sirena) es activista trans y feminista originaria de la ciudad de México, sus intereses se han centrado en pensar las transiciones de género como pedagogías radicales y festivas. actualmente pertenece a las organizaciones de Almas Cautivas y Red de Juventudes trans, con quienes trabaja el tema de las afectividades en espacios públicos como políticas de la intimidad.

Arte de portada fue elaborado en una colaboración entre nuestrxs amigxs artistas  Oscar Jáuregui, Gelen Jeleton y Iurhi Peña. <3 

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