Reseña de la película Morir de pie

Por Yolotl Cuetlachtli

“Ser revolucionario es problematizar tus propios prejuicios”

En el cine de ficción, cuando nos cuentan historias dramáticas o terroríficas, de alguna manera siempre nos quedamos con un sentimiento de tranquilidad al saber que lo que vemos no es real y a veces hasta nos regalan finales felices, no sucede lo mismo en el cine documental.

La historia de Irina y Nélida pareciera tener tintes de ficción, pues de pronto no podemos creer la carga de drama en la historia. El personaje principal decidió teñir su vida de rojo revolución, y apropiarse la imagen del “Che” Guevara para sí mismo, al no soportar su propia imagen en el espejo.

El desprecio por lo que uno mismo es, puede llevarnos a tomar decisiones radicales que no sólo nos afectan a nosotros, sino también a quienes nos rodean; la condición personal de Irina, ha sido una lucha constante desde el primer momento que llegó a este mundo y este documental nos ofrece una instantánea que retrata su experiencia.

La discapacidad introduce al ser humano en una especie de cápsula que te obliga a ver y vivir el mundo de otra manera en que las personas “normales” difícilmente llegamos siquiera a pensar o preguntarnos alguna vez.

A pesar de todo, Irina y Nélida viven un amor que sobrepasa las fronteras del entendimiento común, va más allá de las normas establecidas y los ideales del amor platónico, demostrándonos el significado de que el verdadero amor no conoce límites.

“Yo creo que el amor no tiene género”

– Nélida –

El relato que nos comparten Irina y Nélida no es fácil de digerir para mentes muy cerradas. Durante toda su vida, Irina ha ido contracorriente, convirtiéndose al principio en un fuerte luchador social y defensor de la Revolución Cubana, llegó a conocer a Fidel Castro y ser reconocido entre los cubanos como el “Che” mexicano. Sus valores naturales lo obligaron a tener un carácter duro, nadie lo ayudó a entender su propia condición e incluso tuvo que soportar el rechazo de su familia, añadiendo a esto la lenta degradación de su organismo que complica de muchas maneras su existencia, ha sido común caer en la desesperación. Sin embargo, Nélida ha sido su compañera, más que eso una especie de ángel guardián que lo ha comprendido y apoyado en todas las maneras posibles, incluso sobrepasando las fronteras de su pensamiento. Nélida es quien persuade a su esposo a descubrir su lado femenino, y cuando él encuentra en éste la mejor manera de lidiar con sus demonios, Irina llega a cambiar por completo sus vidas.

A pesar de que en los últimos años el documental mexicano parece estar realzando el nombre de nuestro país y colocándolo en un buen lugar en la cinematografía internacional, no mentiré al decir que la realización y propuesta estilística de este documental aportan alguna novedad importante, de hecho contiene fallas técnicas y narrativas bastante desafortunadas, sin embargo, logra asomarse a la intimidad de los personajes para que el espectador logre enfrentarse con sus propios prejuicios frente a temas tan controversiales como la sexualidad, la discapacidad y el concepto de la revolución. Esta película multipremiada en nuestro país y en el extranjero por el enorme valor del relato que nos presenta, es una buena elección para quien apetezca cuestionarse sobre lo que significa ser humano.

 

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