Mercedes

Por Claudia Carolina Sandoval Meza

Fotografía: Diego Moreno

Mercedes soñaba con su juventud; cintura chiquita, senos bien puestos, redondos y firmes, piernas contorneadas como si hubieran calculado cada centímetro y un delicioso moreno chocolate coloreando la piel. Detrás de ella apareció Augusto, le lamió un hombro, ella se estremeció.

El sueño erótico de Mercedes acabó demasiado pronto, apenas había sentido a Augusto dentro y despertó agitada, furiosa porque ni su subconsciente podía dejarla tener una buena cogida.

A Mercedes solían encantarle sus sueños eróticos porque despertaba húmeda, lista para divertirse un rato y tener unos cuantos orgasmos antes del desayuno, pero ahora, sólo le frustraba descubrirse seca al despertar. Seca, sola, marchita.

Enojada dejó la cama y se metió a bañar, pasó el espejo de largo, desde hacía años no se atrevía a verse desnuda. Lavó su cuerpo sintiendo una repugnancia no admitida ¿A dónde se había llevado el tiempo su cuerpo? Quería que le devolviera las curvas, la firmeza, el bienestar, el deleite de sentirse suya. Mercedes dejó que las lágrimas se confundieran con las gotas de agua que escurrían por su cara. Cerró la llave, se envolvió en la toalla, volvió a pasar frente al espejo, pero esta vez se detuvo, se miró, ahí estaba su cara desgastada, a esa sí podía verla y enfrentarla, pero sin ropa encima Mercedes se sentía vulnerable, a punto de romperse. Esta vez quería sentirse valiente, experimentar con ella, quitárselo todo y verse real, el corazón le palpitó acelerado, poco a poco fue deshaciéndose de la toalla hasta quedar desnuda. Ya no había retroceso, ahí estaba toda su piel, sus músculos, las curvas extras, la grasa de más, las arrugas, las estrías, la barriga, el vientre flácido que un día había albergado un feto que abortó y fue la razón por la que sus padres dejaron de reconocerla. Augusto también había querido hijos, pero Mercedes siempre se negó: – ¿Tú sólo quieres divertirte como una puta o qué? – le había preguntado antes de marcharse. Quizá él tenía razón, sólo quería divertirse como una puta y el tiempo le cobró sus pecados llevándose su cuerpo ¿así era como se pagaba la determinación de pertenecerse, sentirse dueña de su cuerpo y hacer lo que quisiera con él? ¿eso era ser una puta?

Mercedes sólo quiso disfrutarse sin que nadie le reprimiera nada, sin que nadie le quitara nada, pero se olvidó del tiempo, el factor silencioso que le arrebataba su juventud a pedazos, el color de los labios, la firmeza de su piel, ahora todo sobraba, cada parte estirada colgaba como sus senos, antes alabados y comparados con frutas suculentas… “pero las manzanas también cuelgan ¿o no?” pensó “y las naranjas y las uvas…” su visión comenzó a iluminarse, de pronto vio en sus senos un par de racimos jugosos, las estrías se movían en su piel como ramas, su pelo marchito era un otoño resplandeciente y las arrugas endurecían su tronco.

Se miró guapa, firme, frondosa. Con su mano tímida comenzó a repasarse, poros olvidados agradecían el contacto repentino, un paso tras otro sobre la piel le agitaban el corazón, palpitante y fuerte encendiendo las luces de su cuerpo.

Las yemas de sus dedos reencontraron el pubis, la suavidad oculta de los labios y el clítoris, la vulva antes sedienta ahora gozaba del rocío sutil de una excitación pedida. Un orgasmo, el suyo, el de su cuerpo, el de la plenitud de Mercedes; ella lo acogió, lo disfrutó, lo abrazó y sonrió tranquila, quizá después volvería a perderse entre las telarañas angustiantes de su pasado, pero por lo menos ahora ya sabía que nunca fue el tiempo quien le quitó su cuerpo.

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Claudia Carolina Sandoval Meza. Originaria del sur de la ciudad de México. Al terminar sus estudios de Administración de Empresas en la Universidad del Valle de México, decidió dedicarse a una de sus pasiones más grandes: la escritura. Ha tomado cursos y talleres que la han ayudado en su formación literaria y ha ganado un concurso de la Editorial Paraíso Perdido en marzo del 2017. Actualmente se encuentra administrando su propio negocio y desarrollando un proyecto de fanzines dentro del colectivo artístico: “Colectivo Nopalitos”.

Redes: facebook.com/claudiameza91

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