¡La chica de Ipanema estaba abierta! Solange to aberta como un espacio de transe y mounstrosidad placentera

por Lia La Novia

 

Nunca voy a olvidar esta noche: estoy sentada en mi cama, en la fría ciudad de Berlín, Alemania, muy cerquita de Pedro Costa (Nova Iguaçu, Brasil); nuestra charla comienza por la enorme curiosidad que tengo de conocer más de lo que experimenté cuando recién llegue a esta ciudad. Acá el panorama:

Era el día 7 de Agosto de 2014, en la galería NGBK de Berlín, que aquella noche dejó de ser una galería para convertirse en un espacio festivo, pero aun más, político. En punto de las 8 de la noche apareció en medio de una sala de la galería una mujer con un traje rosa y una peluca negra, bien peinada, por cierto. Pedro me cuenta de la aparición de aquella mujer “era una maestra de antropología”. Aún recuerdo sus lentes y sus suaves movimientos, mientras buscaba la lista de reproducción en su ordenador.

Entonces comenzó a sonar La chica de ipanema distorsionándose poco a poco, para dejarnos escuchar los sonidos de  Funk Carioca, un estilo de música electrónica, que nace en las favelas de Río de Janeiro y que se denomina Proibidão. Estos ritmos que dislocan la música occidental son los que nos hicieron terminar en un aquelarre de cuerpos monstruosos, dialogando sólo a partir del sudor y el buen baile.

Solange to aberta (Solange, estoy abierta) es un proyecto que nace en 2006 en Salvador, Bahía, Brasil y que mezcla 3 culturas propias de su contexto: la cultura drag queen, el hazlo-tú-mismx y la música, combinada con el arte de la rebeldía. Solange es un nombre que llevan mucha mujeres transgénero en Brasil y es un homenaje que se les quiso hacer, nombrando así al grupo. No es fácil estar abierta, sin embargo, este proyecto lo está; es una energía que tiene el objetivo de despertar las subjetividades en los espacios que produce,  cuenta Pedro.

Para mí, la experiencia de haber estado en un concierto de Solange fue algo catártico, de pronto el museo se convirtió en una especie de isla sudaka llena de cuerpos que gozábamos, y nos dejábamos llevar por el placer de un ritmo no sólo musical sino de comunicación horizontal debido a que nos encontrábamos en un espacio institucional. Compartiendo algunos videos con Pedro, me pude dar cuenta de que Solange, estoy abierta, precisamente trabaja con la des-estabilización de la institución, generalmente participa en exposiciones de arte donde las obras siguen generando un discurso normativo del arte contemporáneo.

Solange to aberta transgrede esto, ya que invita a todos los asistentes, incluyendo curadores, críticos de arte y público en general a disfrutar de sus cuerpos y dejarse llevar a través de la música distorsionada y construida desde una idea colectiva. Los muros del espacio se derrumban y todos nos movemos por el espacio, dejándonos llevar por la poderosa voz de Pedro Costa que termina por construir una estampida que escapa de las paredes del museo.

“Solange es una plataforma abierta, es una comunidad donde hay invitados, el micrófono no me pertenece solo a mí, le pertenece a todos durante los conciertos, funciona como una crítica a la cultura mainstream, tranfóbica, homófoca, misógina y muchas más; es una estética peligrosa que trabaja con la liberación de la subjetividad”.

No me queda más, que compartirles el trabajo de Solange, así que ¡dénle play y pónganse a bailar!

 

Volver arriba