El hombre ideal en el cine

(o al menos, el que un grupo de directores considera como tal)

por Gerardo Cedillo

Volumen 1

 A diario, cruzamos miradas con personas que no conocemos, las cuales llaman nuestra atención por un centenar de razones triviales y absurdas; sin embargo, hay momentos en que esas razones son: una nalga bien parada, una pierna marcada y peluda que se pavonea en un short deportivo, un maravilloso bulto que se hace presente gracias a unos pantalones ajustados, un par de brazos y pectorales marcados, y un rosto varonil y atractivo. Aceptémoslo, somos unos voyeristas natos. Si nuestra mirada fuera una cámara de cine, tendríamos millones de cintas de un género que creo, solo existe en nuestro país: drama/erótico/romántico/fantástico/de terror.

A filmmaker is like a peeping Tom, a voyeur…Los soñadores, de Bernardo Bertolucci.

En otras ocasiones, y me temo que son mínimas, una secuencia de acciones y palabras excepcionales captan nuestra atención, haciéndonos suspirar e imaginar una serie de situaciones cursis y, en algunos casos, ridículas. Pero, ¿se han preguntado el por qué esas cualidades captan su atención, y activan su deseo? ¿Qué hace que una persona con esos rasgos o comportamiento sea tan especial? ¿Qué lo hace o convierte en un ser perfecto? ¿Existe eso? En esta sección reseñaré una serie de películas de distintos géneros y formatos que constituyen un imaginario entorno al hombre y los dotes que lo hacen un ser perfecto.

Capítulo 1. La sra. y el sr. Perfección

¿Cómo es un humano perfecto? ¿Cuáles son sus rasgos? ¿Cómo viste? ¿Cómo actúa? Para los que jamás han visto uno, el director danés Jørgen Let, muestra a un par de estos ejemplares (o por lo menos lo que él consideraba que en 1967 era ser perfecto), en esta pequeña obra cinematográfica.

El corto, grabado en blanco y negro muestra a una mujer y un hombre ejecutando movimientos sencillos y repetitivos; abstracciones de las capacidades motrices y comportamientos sociales de los humanos: moverse, tocar, hablar, comer, vestirse, etcétera. Ambos, permanecen en un espacio neutral, que los contiene y los libera de conceptos que definen la moral humana.

Estamos viendo al humano perfecto funcionando, estamos viendo al humano perfecto funcionando…Así luce una oreja, y así un par de rodillas. Aquí un pie, aquí un ojo, mira el ojo de este humano.

A cada movimiento le acompaña la voz del director, quien describe de manera analítica, con un tono inexpresivo, casi mecánico, la complejidad de la vida humana que se manifiesta en la interacción de éstos, con objetos cotidianos, y con palabras profundas que esbozan emociones.

Hoy, también, experimenté algo, espero entenderlo en unos días.

De forma gradual, los humanos perfectos desarrollan una percepción y capacidad para establecer procesos de medición que le dan sentido a su realidad, así como notar diferencias en su entorno.

El resultado de este filme sorprendió a Lars von Trier, quien invitó en el 2000 a Jørgen Leth a realizar cinco versiones del corto, cada una realizada con una condición que von Trier imponía. El resultado fue un maravilloso experimento cinematográfico titulado: 5 condiciones, del cual hablaré en la siguiente entrega.

Les comparto unas imágenes del filme de Jørgen Let:

http://cinemasexandpolitics.tumblr.com/

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