Editorial #30 «Cuidados»

portada por Alex XAB

“En un contexto patriarcal, el cuidado es una ética femenina;

en un contexto democrático, el cuidado es una ética humana.”

Carol Gilligan

 

EDITORIAL

 

¿Qué es el cuidado? ¿Quién cuida a quien cuida? En este número, Hysteria! pone sobre la mesa el tema de los cuidados para hacerlo visible, dignificarlo y revalorarlo; darle el lugar y la importancia que históricamente no ha tenido, al tiempo que propone ver su concepción desde múltiples voces, perspectivas, estilos, necesidades y experiencias.

Los cuidados son un trabajo tan cotidiano que se ha invisibilizado, insensibilizado y normalizado en todos los niveles; asociados casi inevitablemente con las tareas domésticas, son imprescindibles para la vida: alimentarse, mantener una higiene personal, tener ropa limpia y un espacio aseado permiten el desarrollo de cualquier persona:, la falta de ellos pone en desequilibrio cualquier tipo de actividad de la esfera pública. Su aportación es tan significativa, que si fuera remunerado económicamente supondría casi una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país.

Como vemos, los cuidados son la base y mantenimiento del bienestar social; sin embargo, a pesar de su importancia es un trabajo desapercibido, infravalorado, que se circunscribe a lo familiar, cuando en realidad se trata de un asunto público.

Existe una “tradición” histórica de cuidados que indica, como obligación tácita, que debe ser  ejercido por mujeres y por extensión, personas leídas «en femenino»; envueltos en valores y cargas emocionales, han generado una concepción cultural de que ellas deben ser las principales responsables del cuidado y asistencia de las personas al interior del hogar, incluso, extendido a la racialización de quienes suelen ser las trabajadoras domésticas en las casas de personas con poder adquisitivo. Este rol de género impuesto en las mujeres ha servido para aislarlas de la esfera pública, la política, la cultura e incluso de la historia y anclarlas al ámbito familiar y privado.

La lucha histórica de las mujeres por su emancipación y por ejercer sus derechos con libertad avanza, sin que cambien aún la labores del mantenimiento cotidiano de la vida. Por ejemplo, con la incorporación de la mujer al mundo laboral debió ocurrir algo similar a la inversa, la integración del hombre a las labores domésticas. Los derechos que las mujeres han conseguido no han sido traducidos en una escala de igualdad de actividades, sino en el incremento de sus jornadas dentro y fuera de casa.

Es necesario reflexionar sobre la importancia del cuidado y diluir la idea de que es una competencia exclusivamente femenina: ser conscientes de que se trata de una capacidad común y necesaria a todos los seres humanos que nada tiene que ver con el sexo – definición de género, por lo que es imperante cambiar el pensamiento de lo masculino/femenino, lo público/privado y modificar la percepción cultural de que los cuidados y los trabajos domésticos se dan por obligación o que corresponde ejercerlos a determinado tipo de personas.

 Los cuidados no solo se circunscriben a la crianza y cuidado de enfermos/as o personas dependientes, existen muchos tipos de cuidado, y se realizan de múltiples maneras, abarcando una enorme gama de tonalidades, como los cuidados afectivos y las, ahora tan urgentes y necesarias redes de apoyo entre mujeres, personas trans, personas con discapacidad, etc. Necesitamos seguir tejiendo entre nosotrxs, busquemos y multipliquemos esos cuidados positivos, cuidemos los afectos, los cuerpos, los deseos. Diluyamos las fronteras entre unx mismx y la/el otrx para relacionarnos a través de los cuidados recíprocos. Consideremos el cuidado como una necesidad mutua más allá de jerarquizaciones de género para promover la igualdad de oportunidades y obligaciones y visibilizar el cuidado como lo que es: la base para la producción/reproducción/disfrute de la vida con dignidad.

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Editora invitada:

Alejandra Buenrostro(Ciudad de México). Egresada de la carrera de Comunicación por la UNAM, FCPyS-SUA. Ha trabajado como periodista independiente, como creadora de contenidos para educación y actualmente realiza la investigación con el tema, “La otra cara de la enfermedad: Mujeres cuidadoras, preservación del rol femenino”.

Le gusta pensar que los grandes cambios se realizan a través de pequeñas acciones que llama micro-revoluciones. Así como micro-revolucionaria intenta, incansablemente, ser constante y congruente.

*Número editado con el apoyo de Fundación Jumex Arte Contemporáneo.

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