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Relato histérico: los mecanismos de control médico sobre el embarazo

Por Sara Neria Ordaz

Los primeros días de febrero de 2013 sentí el cuerpo diferente. No tenía duda, estaba embarazada. Un par de semanas después un análisis clínico lo confirmó y, como es habitual, comencé la búsqueda de un médico con quién atenderme durante el embarazo. En ese momento no reflexioné respecto a la decisión, es normal que una mujer embarazada busque apoyo médico, sin embargo a la distancia me parece importante la interrogación del hecho, dado que el embarazo como bien sabemos es un proceso fisiológico y propio de toda mujer, es decir, la naturaleza de nuestro organismo se hace cargo del proceso de principio a fin, entonces ¿por qué se ha naturalizado la intervención del médico? Es evidente que el papel de la medicina es fundamental para el propio desarrollo de la sociedad, no es posible negar que gracias a los avances científicos y tecnológicos en torno a la medicina, se salvan vidas y que en el caso de la obstetricia se aumentan las posibilidades de nacimientos de niñas y niños sanos cuando hay problemas durante el embarazo, evitando también la mortalidad materna, pero en mi caso, como en el de la mayoría de las mujeres con quienes conviví en las salas de espera para consulta y estudios, no era ese.

     ¿Entonces porqué acudir al médico? Creo que la respuesta es: por prevención. Desde mi perspectiva, la prevención es un eje fundamental en el ejercicio de la medicina contemporánea y no tocar a sus puertas puede provocar ser tachada de irresponsable, más aún cuando de un embarazo se trata, porque todo el cuerpo social se adjudica el derecho de opinar por el bien del futuro hijo o hija, descalificando la capacidad de las mujeres y sus cuerpos para hacerse cargo, dando por sentado que no tenemos la capacidad racional y emocional para llevar nuestro embarazos de forma apropiada y autónoma. Por eso creo que acudimos al médico, aún sin tener síntomas ajenos a los del propio embarazo (sueño, nauseas, gripes, etc.)

    Inicié la búsqueda de una homeópata, suponiendo que encontraría un acompañamiento distinto al de la medicina alópata. Sin embargo, desde la primera cita inició el permanente discurso del riesgo y la prevención, que se mantuvo durante los siguientes ocho meses, e instaló una especie de angustia y temor por la salud de mi bebé. Recuerdo que la médico me dijo que por las fechas que le daba respecto a la última menstruación, era casi seguro que no hubiera embrión, sólo un saco embrional y me dio una orden para un ultrasonido transvaginal. Si se confirmaba la ausencia de embrión, tendría que hacerme un legrado para retirar el saco.

      No diré que me sentí mal, pero sí agredida por la seguridad del diagnóstico sin estudio previo y el nulo tacto para decir algo así. Ante la noticia de tal posibilidad, mi madre sabiamente dijo: “qué estudio ni que ocho cuartos, dale tiempo al tiempo, espera y verás que todo está bien, déjate de estudios” y con esas palabras también inició un acompañamiento entre mujeres, mismo que se enriqueció entre charlas coloquiales e intercambios de experiencia con otras madres, que por cierto fueron muchísimo más certeras y cálidas en sus diagnósticos y consejos que los y las expertas, sobre todo por la gran capacidad y sensibilidad que tuvieron todas ellas para calmar mi angustia. No está de más decir que como estrategia, considero que una embarazada debiera siempre hacerse acompañar por otras mujeres que ya han vivido la experiencia del embarazo y maternidad.

     El estudio finalmente reveló que había un embrión de aproximadamente 5 semanas de gestación, tras lo cual la médico del Instituto Nacional de Homeopatía decidió que debía usar progesterona, no por algún síntoma en específico, si no por si las dudas ¿dudas de qué? Como es común, no hubo mayor explicación o información respecto a lo recetado, quizá los médicos consideren que ante sus decisiones profesionales no debe cuestionárseles, finalmente el saber médico los faculta para decidir sobre el cuerpo de esos otros que debemos ser los pacientes, lo que también reafirma, desde mi perspectiva, la enajenación del propio cuerpo, porque aunque los reglamentos de los hospitales indiquen que el médico debe dar explicación al paciente sobre los padecimientos, tratamientos y sus consecuencias, sabemos que esto no ocurre y aunque haya excepciones, el lenguaje técnico del médico también se vuelve una barrera, incluso reflejado en la escritura de las incomprensibles recetas.

     Entonces decidí que no usaría la progesterona ¿por qué? Primero porque consideré que sin tener por lo menos un síntoma de alerta, era innecesario y después porque asumí que el embarazo es un proceso que implica un posicionamiento de género y que entregarlo a las decisiones médicas, es ceder en el territorio de los derechos, de lo que es propio y corresponde a las mujeres y con ello me refiero a que hay límites de comprensión por la simple diferencia biológica, así como las mujeres estamos imposibilitadas para sentir un dolor de testículo y jamás tendremos referencia de ello, un hombre vive en la imposibilidad de vivir la experiencia de la menstruación o el embarazo, porque son propios del otro sexo, así es que considero que un médico, sobre todo hombre, debería manejarse con respeto ante un proceso que, de entrada, le representa cierto límite de comprensión física. Aunque la petición de respeto no es exclusiva para los médicos hombres, pues aunque fui atendida por varias mujeres, su actitud no era menos insensible e indiferente, se imponía la profesión al género.

     No obstante mi decisión, opté por mantener un espacio médico de revisión, con la intención de no ser negligente conmigo y mi bebé. Acudí entonces al Instituto Nacional de Perinatología, donde fui admitida dados mis 36 años de edad o lo que los especialistas consideran ser una “mujer añosa”, condición que determina un “embarazo de alto riesgo”. Nuevamente salí alarmada de la primera consulta porque me recetaron 5 medicamentos preventivos: aspirina para preeclampsia, progesterona, un multivitamínico, ácido fólico y ranitidina para las posibles agruras después de tanto medicamento. Enojada pero segura de ser yo quien decidiría respecto a seguir o no las disposiciones médicas, opté por el multivitamínico y una amplia documentación respecto a las etapas que íbamos viviendo mi bebe y yo, opté por escuchar al cuerpo, por profundizar en lo que sentía y observaba, por reflexionar; lo que en conjunto produjo en mí una sensación de bienestar, no he vivido jamás una etapa tan placentera respecto a mi cuerpo y de empoderamiento como mujer ante el cuerpo social.

     No daré pormenores de lo que fue el recorrido entre consultas y estudios porque podría resultar tedioso. Solo mencionaré dos eventos por considerarlos característicos y porque ejemplifican claramente lo que me parece alarmante.

     Hoy es común realizar en el primer trimestre de embarazo un ultrasonido estructural para determinar la salud del bebé, mismo que me realicé con resultado satisfactorio: mi bebé estaba bien, pero la médico me comentó que si yo quería mayor certeza podía pedir un análisis de líquido amniótico, así sabríamos a ciencia cierta si el bebé no tenía algún problema. Para ello, debía firmar un documento donde se dejara al médico sin responsabilidad alguna, porque el estudio implicaba un alto porcentaje de riesgo de aborto. Obviamente me negué y molesté, porque entendí que cuando los procedimientos médicos no implican riesgo debemos obedecerlos al pie de la letra, sin duda o explicación mediante y su omisión implicaría irresponsabilidad de nuestra parte; pero cuando el procedimiento implica alto riesgo, debemos asumirlo nosotros como pacientes, dejando sin responsabilidad alguna al médico. Así, en ambos casos, estamos en desventaja; me resulta paradójico porque no hablamos de un objeto ajeno, sino de nuestros cuerpos, cuya responsabilidad es siempre nuestra, incluidas las decisiones, pero al entrar a un consultorio pareciera que el médico se apropia de nuestro cuerpo y efectivamente lo vuelve objeto, enajenándonos de lo que decide sobre él, o sea de lo decide sobre nosotras.

     Respecto al segundo ejemplo describiré otro procedimiento: como parte de las revisiones de rutina se mide el diámetro del cérvix, una apertura anatómica que se dilata al momento del parto para facilitar la salida del bebé, cuyo diámetro es variado aunque existen ciertos estándares. Pues bien, mi cérvix en el octavo mes de embarazo estaba, según el médico que me hizo el estudio, con una medida de riesgo y había que aumentar la cantidad de progesterona (misma que como ya he dicho, no estaba administrándome). Opté por no dar explicaciones al respecto y en cada revisión (que por cierto hacía un médico diferente siempre), las medidas de mi cérvix variaban, a veces más amplio, a veces menos, pero invariablemente me decían que iba bien con la progesterona. En la última revisión pregunté al médico si no era posible que variara el tamaño del cérvix, según la estatura y complexión de cada mujer, siendo normal que el mío estuviera un poco más dilatado, a lo que tuvo a bien responder que en realidad, el estudio daba resultados no tan precisos y que cada médico podía dar medidas distintas, pero que en mi caso el uso adecuado de la progesterona había prevenido cualquier problemita ¡¡¿Qué??!! Salí de ahí convencida de que mi decisión de no administrarme la progesterona había sido lo más adecuado y me sorprendió que el especialista pudier dar semejante respuesta.

     Finalmente, con 35 semanas de embarazo, en la última revisión (donde a esas alturas no esperaba que me propusieran un parto natural), el médico que me atendía sentenció que si para la semana 39 no había indicios de contracciones, él indicaría la cesárea o aceleraría el parto por medio de oxitocina, porque a él no le gustaba que los embarazos pasaran de la semana 39. Quiero pensar que en realidad tenía razones médicas para tal decisión y que no sólo se trataba de un gusto personal, pero obviamente no opté por quedarme a averiguarlo. Anticipadamente busqué y encontré un espacio para el nacimiento de mi hija, pero eso corresponde a otro relato.

     Y, bueno, ante la arbitrariedad ¿por qué decidí permanecer bajo revisión médica cuando tanta desconfianza me provoca? Respondo lo siguiente: me parece que teniendo los avances científicos de hoy en día, sería absurdo no acceder a ellos habiendo posibilidades. En la ciudad tenemos servicios que ciertamente anhelan en otras regiones del país, en donde es lamentable que haya casos de mortalidad materna e infantil, por partos mal atendidos o no atendidos a falta de médicos, hospitales e instrumental básico, pero habría que contextualizar, reflexionar y dimensionar al respecto. No es lo mismo una valoración médica del embarazo para conocer la salud del bebé y la madre e intervenir en caso de ser necesario, que asumir el embarazo como un proceso de riesgo materno-infantil y sin signos o síntomas de alarma, prevenir cualquier situación que el médico piense que pueda ocurrir, porque de por medio se establece un mecanismo de control que refuerza de manera importante el discurso patriarcal, que ahora se desliza a la figura del médico; sin dejar de lado la cuantiosa ganancia que generan los tratamientos preventivos para la industria farmacéutica.

     Concluyo comentando que pese a mi diagnóstico de embarazo de alto riesgo y a la omisión de los medicamentos que por prevención debía tomar, me mantuve nadando hasta el octavo mes de embarazo, actividad que suspendí por precaución ante la cercanía del parto, pero que me mantuvo en un perfecto estado de salud física y emocional; realicé todas las actividades que me hacían sentir plena, lo que incluyó bailar y acudir a una que otra marcha como corresponde a una activista.

     Hoy mi hija rebasa los dos años de edad, es saludable, hermosa e inquieta. ¿Que si hubo riesgos? Por supuesto, primero por las propias disposiciones médicas, después porque el riesgo es algo constante y permanente en nuestra condición de seres vivientes, no solo en el caso de embarazo, pero creo que ver el riesgo como una oportunidad y no como posibilidad de control vale la pena para así poder decidir sobre nuestros cuerpos y embarazos aunque nos digan necias e irracionales. Porque algo es cierto: lo emocional juega un papel fundamental durante el embarazo, nuestra sensibilidad es una herramienta de autocuidado y protección de nuestros bebés, lo que no se contrapone con lo racional, por el contrario, se complementa. Creo que para escuchar al propio cuerpo, para volver a él, es necesario restarle valor a la palabra del médico, ubicarlo como un apoyo junto con el cuerpo social, que debería ser acompañante de nuestro embarazos, pero con base en el respeto más que con la permanente insistencia del control y dirección de lo que nos es propio, sin imponer procedimientos violentos como las cesáreas, cuyo número es alarmante en el país, contraviniendo incluso sugerencias de organismos internacionales, y en el mismo tenor se encuentran otros procedimiento de rutina como la episiotomía (corte quirúrgico del periné al ano), el rasurado del área genital o la anestesia, a los que, sin ser necesario, se somete a las mujeres que llegan a los hospitales ya en trabajo de parto.

     Pareciera ocioso hacer énfasis en lo anterior, pero a nivel psico-emocional es sumamente importante, porque el impacto que generan los procedimientos, el instrumental médico, la amenaza de posible cesárea, establecen un ambiente poco propicio para un momento en el que las mujeres tenemos una sensibilidad excepcional y debemos conectarnos con nuestro bebés para crear juntas y juntos el extraordinario evento del nacimiento. Que se requiere del apoyo de otras y otros es cierto, definitivamente, pero como siempre, la cualidad y calidad del acompañamiento requiere de un vínculo afectivo que genere confianza y seguridad, no de procedimientos de rutina que cosifiquen el cuerpo de la madre y el bebé.

     Lamentablemente el embarazo es objeto de control del cuerpo de las mujeres y por lo tanto un ejercicio de violencia naturalizado culturalmente, que se ejerce inconscientemente como tantos otros mecanismos de control y que consolidan la estructura social cotidiana, que reproducimos sin reflexionar en su sentido y objetivos.

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Vivir y otras ficciones: La anomalía como potencia, como última trinchera de lo político.

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Antonio Centeno, co -direcor del documental que dinamitó toda las convenciones sociales sobre los derechos sexuales de las personas diversas funcionales trae entre manos otro proyecto fílmico de la mano de una pandilla de locxs maravillosxs que creen en el potencial político de explorar la anomalía e inventar otras narrativas en donde todos los cuerpos tengan cabida, nos referimos a VIVIR Y OTRAS FICCIONESuna película de ficción cargada de realidad que actualmente está colectando fondos a través de Verkami para terminar su postproducción.

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Somos más que una película

Una película que no es solo una ficción. Somos un grito para subvertir la realidad

Por ello promovemos un conjunto de creaciones audiovisuales alrededor de este largometraje, vinculadas al carácter activista de nuestro cine.
Somos conscientes de la necesidad de construir un imaginario colectivo, que permita superar la mirada común sobre el cuerpo abyecto, sobre las vidas rotas. De ello depende el desarrollo de políticas capaces de transformar el ámbito de lo posible, al que se reduce la vida de seres humanos con cuerpos que desafían la noción de “normalidad”.
Este trabajo paralelo que complementa la producción y distribución de “Vivir y otras ficciones”, pretende interpelar la mirada del juicio, del sentido común, que la concepción capacitista impone.
Asimismo, este trabajo en permanente desarrollo nos permite darnos a conocer,generar empatías y complicidades que nos permitan desarrollar una comunidad amplia, identificada con el discurso y la construcción de ese nuevo imaginario en torno a las corporalidades anómalas.

Estas son las principales campañas desarrolladas en torno a la producción de “Vivir y otras ficciones”:

Campaña Yo me masturbo: sirviéndonos de los códigos propios de la publicidad, lanzamos una campaña a través de internet.

Falsa noticia asistencia sexual: aprovechando el carácter progresista del nuevo Gobierno municipal de la ciudad, lanzamos la falsa noticia sobre la creación de un servicio de Asistencia Sexual en Barcelona. La campaña alcanzó un enorme impacto, ya que se logró que la noticia se asumiera como real. Más allá de la publicidad conseguida, logramos hacer creer como posible una reivindicación que hasta entonces ni tan solo existía en la agenda política.

 

Anomalías intempestivas: video creación en la que se muestran cuerpos que habitualmente no cuentan con representación en el mundo del arte, la publicidad y que por tanto no puede verse reflejados en el imaginario colectivo.

Cine realidad para representar la anomalía. La anomalía como interrupción de lo previsible. La anomalía como potencia, como última trinchera de lo político.

Queremos generar complicidades a partir de la producción de este largometraje y de otros artefactos audiovisuales que apoyan su difusión, y que hablan de ese asumirse anomalía desde el cuerpo. Desde la vida.

Sinopsis

Pepe, el taxista ful, ha salido del psiquiátrico tras pagar condena por robar para trabajar. Únicamente la solidaridad de Antonio, activista con diversidad funcional, le permite construir una vida frágil sobre la que proyectar nuevas ilusiones.

Sin embargo, su necesidad de encajar en un mundo sin sentido se convierte en una tarea desesperada. El horizonte de su ansiada “normalidad” resulta inalcanzable.

La relación con Antonio interpela su mirada sobre la vida, invitándole a reconocerse como anomalia e inventar una locura mayor, para vivir.

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Quiénes somos

Jo Sol, Antonio Centeno, Afra Rigamonti, Pepe Rovira…compartimos amistad, el espíritu artístico, complicidad ideológica y la locura de lanzarnos a crear una película de ficción sin ningún presupuesto, solo con el entusiasmo por compartir un tiempo de creación.

Compartimos también un pasado, hecho de colaboraciones que nos cargan de sentido y de razones para llegar hasta el final de algo tan complejo como es hacer una película y que pueda verse más allá de los círculos afines.

“Vivir y otras ficciones” constituye una prolongación tanto de ese grito desde el absurdo que fue el , como de la mirada sobre el cuerpo planteada con .

Diez años han transcurrido desde que la noticia del falso taxista que robaba para trabajar, expusiera la paradoja de una realidad sin sentido. En un mundo donde sólo se existe como trabajador, robar para trabajar se convirtió en la respuesta absurda a un mundo absurdo de un hombre anónimo y genial. Pepe Rovira, el viejo taxista ful, debe asumir que su tan anhelada “normalidad”, no es otra cosa que una enfermedad contagiosa.

El encuentro con el activista por la vida independiente y los derechos sexuales de las personas con diversidad funcional, Antonio Centeno, permite situar el deseo en el centro de ese desafío por vivir.

Resulta estimulante ver cómo todo esa ficción sucede mientras se crea una obra nutrida de semejante energía no sólo en lo teórico, sino en la necesidad de crear prácticas y pensar en común cómo debe garantizarse el acceso al propio cuerpo para aquellas personas que funcionan diferente, cómo debe ser un sistema de asistencia sexual.

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Sigue las noticias de la producción de Vivir y otras ficciones en facebook.

Y sobretodo APOYA el proyecto aportando un poco de dinero a la causa, hay  muchas recompensas, desde un visionado online de la película hasta la oportunid de ser productor de la misma!!!

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Editorial #16 NuestrasOtrasHistorias

portada por Alex Xavier Aceves Bernal
portada por Alex Xavier Aceves Bernal

Porque sabemos que la historia es la herramienta de los poderosos, los colonialistas, y del patriarcado para mantenerse en el poder, hoy reclamamos el derecho de narrar desde las microhistorias, desde lo personal y lo oculto.

Despatriarcalicemos  la Historia con las narrativas de las mujeres, las minorías raciales y sexogenericas, de quienes no han tenido voz para contar su versión de las cosas, contemos NUESTRAS OTRAS HISTORIAS.

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Felix D´Eon: postales de un tiempo que pudo ser

Érase una vez… un mundo en el que los jóvenes se distraían de la lección de piano para toquetearse mutuamente, en que ver a una familia lesbomaternal pasear por la calle no causaba el disgusto de nadie y en el que los jóvenes cadetes se entregaban al placer con sus compañeros en sus ratos libres…

     La obra de Félix D´Eon nos transporta a otro tiempo y nos muestra una realidad alternativa en la que los afectos y la pasión no dejan espacio para el ningún resquicio de vergüenza, violencia, ni homofobia; nos muestra postales de un pasado que pudo haber sido, fuera del clóset y de la clandestinidad.

     Félix vino a llenar un hueco en la memoria colectiva de las comunidades LGBTTTI sobre un periodo en la historia en el que sus narrativas sexuales y amorosas fueron borradas y condenadas a existir en el secreto, y lo ha hecho con una gráfica que es a la vez sexualmente explícita y delicada.

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Félix nació en Guadalajara, México de padre francés y madre mexicana. Se crió y estudió en los Estados Unidos y actualmente vive en la Ciudad de México.

Síguelo en su página personal

http://felixdeon.com/

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Lectura Colectiva de Tarot Feminista por INVASORIX

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ÉCHATE UNA TIRADITA Y DESCUBRE TUS POSIBILIDADES FEMINISTAS

ESTA BARAJA DE TAROT FEMINISTA CUIR PRESENTA LAS YEGUAS DE APOCALIPSIS,  MARCELINA BAUTISTA Y GLORIA ANZALDÚA, ENTRE OTRXS AMIGXS IMAGINARIXS

Después de habernos despedido y haberles deseado toda la suerte de todos los mundos a lix INVASORIX astronautas bigotudix, después de habernos re-acomodado y haber re-acomodado energías, viajamos al límite de nuestra galaxia a buscar y a encontrarnos con lix INVASORIX terrícolas barbudix, ¡bienvenidxs, viajerxs!

Todxs juntxs, lix astronautas bigotudix y lix terrícolas barbudix, compartimos materiales, ideas, deseos, y ampliamos y complementamos la selección de nuestrxs amigxs imaginarixs, y decidimos que para dinamizar nuestra relación con ellxs lo haríamos teniendo como estrategia la cartomancia, su poder simbólico, relacional y performático,  de esta manera es que creamos una baraja de cartas especial, una baraja de tarot feminista cuir, una baraja INVASORIX.

Lxs amigxs imaginarixs, son aquellxs que nos abrieron y abren el camino, dialogamos con sus escritos y prácticas, los honramos manteniéndolxs vivxs mediante la reflexión constante, la actualización por medio del cuestionamiento.

Así y en mesa redonda cada unx de nosotrxs propuso una relación entre algunxs amigxs imaginarixs y lxs veintidós arcanxs mayores del tarot. Desde nuestra experiencia, nuestros afectos con y conocimientos de lxs amigxs imaginarixs, trenzamos la relaciones que constituyen cada carta, reflexionando en el significado de lx arcanx como en la manera en que nuestrx amigx imaginarix personifica, acuerpa, trabaja y pone en teoría y práctica los rasgos de lx arcanx al atravesarlx con estrategias feministas cuir. De este modo intercambiamos lxs arcanxs mayorxs por lxs amigxs imaginarixs, así Sara Ahmed es Lx Emperatriz, Hannah Arendt es Lx Sacerdotiza, Kathleen Hanna es Xl Sol, Audre Lorde es Lx Rueda de la fortuna , “La Manuela” es Xl Diablx, Itziar Ziga es Lx Estrella, entre otrxs, creando e ilustrando una baraja de tarot feminista cuir que permite tanto un ejercicio y una exploración de escucha colectiva, como una interpretación creativa, detallada, desplegada y enriquecedora.

De esta manera la baraja INVASORIX, es un dispositivo de interpretación a distintos niveles, tanto en las respectivas tiradas realizadas, como en la misma fabricación de las cartas como objetos. Pues el ejercicio de traducción que implicó su creación contempló una serie de deconstrucciones con ciertos arcanxs no solamente en términos de sentido sino también de representación, por ejemplo la asociación y el peso que generalmente representa la carta de Los Enamorados, de una disyuntiva a partir de un amor romántico heterosexual monógamo, se tradujo más bien a partir de la figura de Calíope Stephanides (personaje de la obra literaria Middlesex) unx hermafroditx, apelando así a una situación que enfrenta una persona y que le exige una toma de decisión, a partir de reconocer su deseo y su cuerpo para enfrentar el mundo.

De la misma manera, aterrizar la mesa de lectura en un espacio de tránsito e intercambio como lo es el tianguis, además de proponer una lectura colectiva a varias voces, a varias manos, dislocó la noción de la persona sabia experta que sabe sobre el futuro de lxs demás. Para esto se hizo énfasis en que no se trataba de una lectura predictiva, explicando el interés en el tiempo presente, así como, en el pensarnos otras maneras de leer historias y quizás de hacerlas, teniendo como argumento la misma re-creación que hicimos de la baraja y las tiradas tradicionales.

Nos dejamos las barbas largas y durante casi 4 horas una mañana de sábado en el Tianguis Cultural del Chopo, entre velos de colores, purpurina, incienso y maquillaje quisimos hacer un intercambio dialógico, plantear a lxs consultantxs posibilidades que nuestrxs arcanxs trans-figuradxs, desviadxs, nos permitían hacerles sobre sus devenires cuir-feministas. Para esto lx(s) consultantx(s) que ingresaban a través de una cortina de humo, eran recibidos por lix INVASORIX de pie alrededor de una pequeña mesa en la que se encontraba sentadx unx invasorix que iba a indicarle a lx consultante el proceso a seguir, lx(s) consultant(x) se sentaba en frente y revolviendo las cartas cargaba la baraja con sus energías, para proceder a sacar cuatro posibilidades del mazo y realizarles una pregunta, de acuerdo a lxs arcanxs convocadxs en la tirada, sólo se quedaban para la interpretación lix INVASORIX relacionadix con la lectura de dichas cartas.

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Tarot de Marsella

Para descubrir tus posibilidades cuir-feministas necesitas conocer las cartas… Tómalas, obsérvalas y siéntelas. Descríbelas en voz alta. Cántalas. Ensimísmate en ellas. Reflexiona sobre tus propias reacciones. ¿Cuáles cartas te gustan y cuáles no? ¿Qué emociones te provocan? ¿Cómo te afectan los rasgos de cada una? ¿Qué aspectos te llaman la atención? ¡Deja que tu intuición te guíe y tu espíritu cuir-feminista fluya!

¡Hasta una próxima tirada!

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Si Peña fuera mujer

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por María Rodríguez Cruz

“Si Peña fuera Mujer” consiste en una acción a partir de una serie de 10 postales. En cada una, a manera de sátira cómica, se presentan 10 retrato del actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, con maquillaje y corte de pelo afeminado, realizando distintos gestos. Cada postal enuncia cifras que revelan la crítica situación de violencia que viven las mujeres en el país.

A través de una instalación que asemeja un salón de belleza, se invita a los participantes a pintarse los labios, estampar un beso en el retrato de Peña Nieto y enviar la postal al presidente una vez contestada la pregunta “Si Peña fuera mujer ¿qué cara haría? Al enterarse de que en México”: “Diariamente 6 mujeres son asesinadas”, “Muere 1 mujer cada 9 días por violencia doméstica”, “80% de las mujeres sufren violencia de género”, “1 de cada 2 mujeres sufre violencia de pareja”, “Sólo 1 de cada 5 mujeres víctimas acude a la autoridad”, “Las víctimas de trata se han duplicado en un año”, “Cada 5 minutos violan a una mujer” por mencionar algunas.

Esta obra es una activación de la obra postal «Lo Normal» (México, 1978) de Mónica Mayer. Se desarrolló en el marco de «El MUAC en tu casa 3ra. edición del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (UNAM, 2015).

«Lo Normal» de Mónica Mayer 

Impresión intervenida con sellos. Serie de 10 tarjetas 11.4 x 15 cm c/u.

Éstas fueron una serie de postales realizadas por Mónica Mayer, tituladas «Lo Normal» y presentadas en 1978 en una exposición de arte feminista en la Ciudad de México. Están basadas en los tests que se pueden encontrar en las revistas femeninas. En ellas aparece el rostro de Mónica que muestra diferentes reacciones y hay instrucciones en la parte inferior para que las personas, identifiquen su reacción en función de una frase que cambia en cada postal, pero que en todos los casos empieza con el enunciado «Yo quiero hacer el amor…»

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MARÍA RODRÍGUEZ CRUZ Originaria de la Cd. de México (1987) fotoMARÍARODRIGUEZCRUZ

Estudió la Lic. Artes Visuales (UNAM, 2007-2012) y un intercambio en la U. del PAÍS VASCO (2010-2012, Esp.). Se desempeñó en el Área de Educación del GUGGENHEIM BILBAO (2011). Premiada en ARTE JOVEN (CONACULTA, 2012). Seleccionada en GETXOARTE (Esp., 2011), ARTE HORMONADO (BILBAOARTE, 2012), SONIDOS EN RECESIÓN (LEA Ed., 2013) y el CONCURSO LATINOAMERICANO DE FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL (Colombia., 2014). Cuenta con una exposición individual en EX TERESA ARTE ACTUAL (INBA, 2013) y 18 colectivas en Argentina, Colombia, España y México. PÁGINA PERSONAL https://www.flickr.com/photos/mariarodriguezcruz/albums/with/72157648888674453

 

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Saca del clóset a Gabriela Mistral

Fotos, texto e intervención por Lucía Egaña 

Durante el verano chileno del 2010 se intervienen manualmente todos los billetes de 5.000 pesos chilenos (que pasan por mis manos), sobre el rostro de la poeta Gabriela Mistral, cuya correspondencia con Doris Dana fue publicada en 2009. Dicha publicación abrió el debate en torno a la homosexualidad de Gabriela Mistral.
Se inicia una campaña pública de intervención de los billetes.

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Lucía Egaña (Münster, 1979).  luciarubia

Artista independiente y video-maker. En varios de sus proyectos busca metodologías colaborativas que problematicen la noción de autor, la construcción de imaginarios sociales y la cultura popular. Ha trabajado con diversas agrupaciones (grafiteros, presxs, inmigrantes) en la elaboración de proyectos, así como con colectivos de comunicación popular o alternativa, principalmente en Chile.
Desde 2004 forma parte de desBASURAment, colectivo pendiente de la inmundicia y la reutilización de objetos, tecnología e imágenes. Y desde 2009 colabora activamente con minipimer.tv, laboratorio experimental de video en tiempo real con herramientas libres.
Ha hecho estudios formales de bellas artes, documental y comunicación audiovisual.
Su trabajo artístico y videográfico ha sido presentado en diversas galerías, museos, festivales y espacio urbano en Chile, Uruguay, México, España, Italia, Francia, Austria, Finlandia, Noruega, Croacia y Alemania.

http://www.blog.lucysombra.org/

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Anarcha GLAND. Lucy & Betsey. Herramienta para la descolonización corporal

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Situadas temporalmente en 1840, a estas esclavas africanas en Alabama les estaba prohibido escribir o leer, una ofensa punible incluso con la muerte. Sus historias solo llegan a través de los diarios de Sims, el médico-investigador que practicó en ellas hasta 30 operaciones sin anestesia. Conejillos de indias, cuerpos silenciados brutalmente, anti-cuerpos, lienzos de vísceras. En estos cuerpos nació el antecesor del speculum contemporáneo, casi 71 instrumentos más, y algunas posiciones que se atribuyen a este carnicero del siglo XIX. Cirujano a base de ensayo-error, cual aprendiz de carnicero preparando un corte especial.

Honrado en la historia de la medicina, por sus “contribuciones”, la voz del colonialismo patriarcal más descarnado es la única que tiene voz, hemos de leer mas allá, de llegar a otros sitios inenarrados. Por esto necesitamos múltiples estrategias y acciones paralelas, traducción y difusión descentralizadas, que no quede lenguaje por traducir, que se descifre desde todas las claves de expresión, existentes o no.

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Anarcha, Lucy y Bestey, llegaron a manos de Sims por padecer fístula, una necrotización de tejidos blandos internos que deriva en desgarro, generando canales que filtran orina y/o caca por la vagina. La fístula es causada por partos prolongados, mal uso de fórceps o violaciones, propensa a generarse por desnutrición, falta de desarrollo pélvico por corta edad.

Para Betsey, Anarcha y Lucy, que junto a otras 11 u 12 otras esclavas permanecieron 5 años en el «hospital» de Sims montado en su patio, los primeros procedimientos fueron particularmente agonizantes, ya que no se utilizaban catéteres para el drenaje vesical. Las suturas y esponjas que quedaban en los tejidos que se infectaban rápidamente, se incrustaban y eran imposibles de eliminar.

La primera en ser operada fue Lucy, tenia 18 años. La cirugía duró una hora y Lucy sufrió dolores insoportables, posicionada sobre sus manos y rodillas. 12 doctores observaban la operación. Sims dice en sus memorias: «Pensé que iba a morir. Le tomó a Lucy tres meses para recuperarse en su totalidad de la operación»

Anarcha, era una de lxs 65 esclavxs de la Plantación de Algodón Wescott, que después de 72 horas de parto fístula vesico-vaginal/recto-vaginal por mal uso de fórceps por parte del mismo SIMS que fue quien asistió su parto, ya que antes de experimentar la «nueva» disciplina, era médico general de plantaciones.

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Y a pesar de que construyó su carrera enfocándose exclusivamente en cirugía ginecológica, Sims admitió abiertamente que intentó evitar la medicina con mujeres por muchos años:
“Durante los primeros 10 años de mi carrera profesional, ignoré y mantuve lo mas alejado posible el tratamiento de cualquier enfermedad peculiar de las mujeres»

La historia de Anarcha es la mas documentada al ser el cuerpo mas “resistente” en el tiempo (30 operaciones sin anestesia) a los experimentos en vigilia y encierro narcótico por parte del ilustre doctor, que les daba un opiáceo, para mantenerlas «constipadas» es decir estreñidas, además de darles cantidades mínimas de comida. Pero Sims escribió que era en gran parte «el estoicismo de los negros» lo que realmente sirvió de anestesia. Él consideraba que sus cirugías vaginales eran procedimientos menores y con esta lógica operó posteriormente a mujeres pobres inmigrantes en el Hospital de Mujeres que fundaría años después en New York.

Glándula de ANARCHA >>> Eyaculadora ó parauretral Glándulas de LUCY & BETSY >>>> Lubricantes o vestibulares mayores

la propuesta es sencilla:

REnombrar 2 glándulas muy importantes para nuestra sexualidad, nuestra salud urinaria, es decir para todo nuestro organismo, una clave integral,

El discurso hegemónico médico les resta importancia, tildándolas de glándulas auxiliares o incluso a una de ellas nombrándola como la «próstata femenina». ¿Es que acaso hemos de encontrar el útero masculino también?

El sexismo en la retórica médico-anatómica solo piensa en estos términos, en espejo, costilla, en «homologar» órganos al cuerpo hegemónico, el masculino. Y qué decir del nombramiento nominal de estas glándulas por parte de médicos que se creen Colón, apuntan con el dedo y van plantando sus nombres ahí, en el cuerpo ajeno.

Pues esto se acabó.

Reclamo mi cuerpo, reclamo mi derecho a RE-nombrar mis tejidos interiores, sobre todo si están íntimamente relacionados a mi placer y disfrute sexual.

DenominaréMOS las glándulas al menos de 3 formas, según:

1. 2. 3.

ubicación físico-anatómica > parauretrál // vestibulares mayores
tipo de secreción que segregan > eyaculadora // lubricantes
en memoria de víctimas carnales del macabro teatro ginecológico > anarcha, lucy, betsey

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PODER DE ENUNCIACIÓN, PODER DE LA PALABRA

“Nueva etimología basada en su funcionamiento y no en la colonización personal de un órgano situado en el cuerpo. Noción de descubrimiento, noción apropiacionista y basada en el capitalismo y feudalismo corporal. Órganos y glándulas NO aparecen cuando alguien las nombra, si desde los cuerpos que las conocieron, cuerpos que, AUTO- analizan y SE comprenden. (embodiment y divulgación)”

(***Texto completo en el fanzine descargable)

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Conoce más sobre esta magnífica iniciativa de descolonización corporal

https://anarchagland.hotglue.me/?story_her

https://anarchagland.hotglue.me/?anarcha_lucy_betsey

http://theredphoenixapl.org/2011/04/15/americas-plantation-prisons/

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LOS MARACOS DEL ‘73

Por CUDS/ Colectivo Universitario de Disidencia Sexual, Chile

 *El presente texto “a dos voces” fue presentado en una lectura performática por Jorge Díaz y Felipe Rivas San Martín en el conversatorio realizado entre CUDS y la teórica de performance Diana Taylor (Instituto hemisférico de performance y política), en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos el 19 de junio de 2015 en Santiago de Chile. El escrito se conforma de párrafos escritos por Jorge Díaz (JD), Cristeva Cabello (CC) y Felipe Rivas San Martín (FR).

En esa oportunidad se presentó también “Los maracos del ‘73”, una video-intervención al monumento a Pedro de Valdivia ubicado en la Plaza de Armas de Santiago, emulando la primera manifestación homosexual chilena realizada en el mismo sitio el 22 de abril de 1973 en pleno gobierno de Salvador Allende, meses antes del golpe militar a partir de unos precarios archivos periodísticos del diario Clarín.

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Los rostros tecnobarrocos (FR)

Hace algunos años encontré este archivo en un microfilme del Salón Camilo Henríquez de la Biblioteca Nacional. El diario Clarín, cercano a la UP, mencionaba un suceso del que sólo teníamos noticia por referencias indirectas[1]: la primera manifestación homosexual chilena, en la Plaza de Armas de Santiago, el 22 de abril de 1973. La pantalla del lector que visualiza los rollos de microfilmes, mostraba los rostros tecnobarrocos (borrosos y analogos) de esos homosexuales sin espacio ni futuro que se habían congregado en la ciudad para demandar derechos. Se trataba de un registro en la pantalla que invertía el blanco y negro del periódico, su oposición binaria de luz y sombra. La reproducción borrosa, casi ilegible del texto, era un plano tipográfico donde resaltaban esas palabras injuriosas que nos constituyen: “colas”, “sodomitas”, “yeguas sueltas”, “maracos”. Un “repugnante espectáculo” espectacularizado por la prensa roja y amarilla de la izquierda chilena, el diario Clarín que afirmaba estar “firme junto al pueblo”, un pueblo heterosexual que proponía “rociarlos con parafina y tirarles un fósforo”. Los homosexuales del ’73 no tenían lugar ni tiempo, sus cuerpos sin identificar se encuentran detenidos para siempre en la pose marica, paradójicamente inmortalizados en el gesto afectado por el foco homofóbico de la cámara. 40 años después, como efecto especular, el espectáculo marica le devuelve a la izquierda el espectáculo de su propia violencia sexual, puesta en evidencia por la huella borrosa pero indeleble del documento periodístico. Pero también hay que decir que lo que se documenta en este archivo homosexual no es más que una ambigüedad mediada por el texto, la pose, el periódico, la homofobia, el registro precarizado por el paso del tiempo y los traspasos tecnológicos de su misma inscripción –material e inmaterial- de archivo. El archivo homosexual está lleno de contradicciones, es impreciso, se resiste a la aritmética y a la estadística: el registro periodístico dice que los manifestantes fueron “alrededor de cincuenta”, un párrafo más abajo afirma que fueron “cientos”, después se retracta, en realidad eran “sólo unos pocos”. Los maracos del ’73 no son ni cuantificables ni cuantitativos. Sus cuerpos no cuentan.

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La transformación social no será escrita en línea recta (JD, CC)

“El pasado siempre tiene resonancias directas sobre el presente”, se nos dice pensando un antes y un después como causa y consecuencia. Se nos dice pensando la historia como una línea de tiempo, esa que aprendimos de memoria según una temporalidad traducida en números que convertíamos en fechas y que marcábamos en hojas que estudiábamos afanosamente.

     El pasado atrás y el presente delante nos dijeron en el colegio, sin entender que el pasado somos nosotros mismos somatizando años en nuestras imágenes y en nuestras palabras que son el único vínculo que aún mantenemos. Porque el único motor que nos tiene articulando un activismo de disidencia sexual es la memoria que aún creemos tener. Solemos pensar la política como una cuestión de mirada y tiempo: nos dicen siempre que miremos hacia adelante, que tenemos que levantar los ojos para imaginar un mejor futuro. Mirar hacia adelante, no mirar hacia atrás. A esta idea de futuro reproductivo y heterosexual oponemos un momento del pasado, trayendo a escena fragmentos de cuerpos, resistencias y rebeldías sexuales. Es necesario—a veces—mirar reflexivamente hacia atrás para replantear la pregunta por el lugar que habitamos.

La emancipación no alcanza para la sexualidad (FR)

El archivo exhibe el deseo desbordando la política. Desbordándola como un error, un fracaso, un desatino, un destiempo y una desubicación sin posibilidad de contención, marco, encuadre o programa. A pesar de que el archivo nos otorga los datos precisos de una fecha, hora y lugar determinados, los maracos del ’73 no tenían lugar ni tiempo. Es probable que el contexto revolucionario que el gobierno popular activó en la promesa de transformación radical de las estructuras económicas y sociales de Chile, haya funcionado como una promesa de futuro que llegó a entusiasmar incluso a los homosexuales del 73, al punto de llegar a imaginar una posible –virtual- transformación político-sexual. Pero los ímpetus emancipatorios del proceso chileno no alcanzaron para la sexualidad. La promesa de futuro siempre es heterosexual, porque es la heterosexualidad la que se proyecta hacia el futuro a partir de los mecanismos de reproducción de sí misma. El proceso político de ese Movimiento de Liberación Homosexual no tuvo posibilidad alguna de desenvolvimiento, no sólo por el rechazo de la izquierda, sino también porque meses más tarde ocurrió el golpe, el desplome de todos los procesos emancipatorios.

La imágenes de los pueblos sexuales (JD, CC)

Porque no es cualquier pasado el que traemos aquí, es ese pasado pre-histórico del activismo sexual el que nos interesa agitar. Aquel pasado que habla de la primera manifestación homosexual del año 1973, meses antes del golpe Militar.

     Se dice que los pueblos necesitan de imágenes para construir una historia, que las imágenes de los pueblos son quizás el único repertorio válido para crear historias. Nosotras, cuerpas disidentes, no tenemos imágenes de aquella resistencia que antes de la historia, nos dieron un cuerpo. Si, tenemos imágenes, pero estas son imágenes pobres. Las imágenes pobres son construcciones difusas, casi imágenes, de escasa circulación, parte de archivos inconclusos, de baja calidad, pixeleadas, no adjuntadas, escasamente rescatadas, nulamente restauradas. Una imagen que es casi imagen y que más parece una huella, casi una borradura. Nuestro archivo es un archivo homosexual pobre. Es por eso que para esta acción contamos con apenas unas cuatro imágenes difusas, algunas crónicas y una noticia en un diario de izquierda. Una noticia que habla de unos 50 homosexuales que se dieron cita, vistiendo de rayado, unas rayadas, para protestar y hacer escándalo. Un espectáculo obsceno, una cita patrimonial en memoria de las primeras subversivas, esas que el año 73 saltaron cansados del hostigamiento de la policía, porque estas locas son patrimonio de nosotras, son patrimonio de nuestra sexualidad.

La homoerótica de la hemeroteca (FR)

De esos homosexuales casi no hay noticia, nombres o identidad. Desaparecieron casi sin dejar huella, salvo la huella precaria inscrita como registro en el microfilme invertido, en la miniatura de su claroscuro. El microfilme es una fotografía fiel y en alta resolución del documento. Una fotografía al diagrama del texto y las imágenes que componen la página del periódico, copia del documento original que suponemos resguardado e inaccesible. La huella homosexual ha logrado persistir, al costo de someterse a una nueva captura, esta vez del microfilme en un procedimiento altamente estandarizado bajo normas y protocolos internacionales, que hoy se encuentra en proceso de obsolescencia por la irrupción digital. Sometida a esos protocolos pero al mismo tiempo filtrando su homoerótica en el contexto sobrio y regulado de la hemeroteca.

Sodomitas con bla blá(JD, CC)

Las yeguas sueltas, las sodomitas con bla blá, las chinitas de cola suelta, tocamos hace unas mañanas atrás, los genitales de los iconos del colonialismo chileno: los testículos del caballo de Pedro de Valdivia. El mismo que salía en el billete de 500 pesos, el que funda la ciudad de Santiago bajo matanzas, el que borra de la historia nuestra negritud indígena. Los nombres de hombre español que siguen marcando una historia chilena de supuesta blanquitud, que siguen erigidos y siendo recordados en nuestras ciudades que no dejan de ser parte de la marca de nuestra provincia, de nuestra insularidad geográfica y simbólica.

     ¿Acaso las yeguas sueltas, nosotras las pervertidas sexuales, no tenemos acceso a nuestra memoria?. Frente a tanto día y discurso pro-patrimonio, cabe preguntarse: ¿acaso el patrimonio no tiene sexualidad? Nos frotamos con esas estatuas que son símbolo de un nación que mantiene su sumisión y venera esos orígenes europeos, ese patriarcado inmóvil de la plaza de armas devenido estatua, en ese lugar donde trabajadores colombianos se toman fotografías como turistas, en la misma esquina donde la prostitución masculina discurre entre miradas. Y donde nosotras sexualizamos la pezuña del animal, como cuerpas animales nos desatamos, nuestra protesta es nuestro deseo. La protesta es el patrimonio del movimiento social. Defendamos nuestro patrimonio.

 

Los rostros análogos de esos colas (FR)

A partir del microfilme se pudo obtener una fotocopia, la reproducción del documento en una hoja de papel normal, blanco, tamaño carta. La imagen fotocopiada fue posteriormente registrada con un scanner, artilugio o umbral que conecta y a la vez produce –performativamente- el tránsito entre lo material y lo inmaterial: desde el documento fáctico, actual, concreto, hasta la imagen vuelta código informático, una virtualidad infinita de posibles. Los sucesivos golpes de luz insistieron en producir a las locas en tanto pose fotográfica, pero también ampliaron el dispositivo de la pose ya no sólo a los cuerpos borroneados de los colas, sino al conjunto de la página del diario. La página del diario posa como archivo para los flashes de todos los aparatos que la han querido hacer aparecer. O dicho de otro modo: los aparatos de registro han hecho aparecer a la página del diario bajo la apariencia de un archivo, hasta ser almacenada en formatos .PDF y .JPG. La imagen digitalizada de ese archivo posibilitó su circulación en las redes virtuales. El archivo –hoy digital- ha sido transcrito, impreso, reenviado, comentado, hecho obra de arte, hecho .GIF, recortado y subido a la red social de Facebook, intentando etiquetar infructuosamente los rostros análogos de esos colas, que se resisten a tener un nombre, una etiqueta, a ser identificados y controlados por la biometría.

Una crítica de arte sexual (JD, CC)

Esta acción que se podría considerar una crítica de arte sexual, también es un intento por reconocer el valor cultural de la sexualidad popular y disidente en Chile. En un país que insiste tanto y de modo ya rígido por la memoria, los derechos humanos y el patrimonio, donde todos los fondos de cultura se dedican a financiar obras de tipo patrimonial porque son esas las más inofensivas, las menos políticas, las menos problemáticas. En un país donde el patrimonio se entiende siempre en su sentido conservador, en un sentido de reconstrucción de edificios antiguos, donde el patrimonio lo constituyen idealizadas identidades minoritarias de culturas indígenas. Pero donde el sujeto popular (el obrero, la vecina, etc.) y el sujeto político-sexual (el marica o la travesti) siguen siendo negados de memorias y un “rescate” patrimonial propios.

     Los pobres y las maricas no tienen derecho a una historia reciente, a reconocer sus culturas en un tiempo presente. Esta acción más que un homenaje localizado, busca dar imágenes de una resistencia a activistas que entre el arte y la parodia levantan el lugar de lo disidente. Todo esto, porque no tenemos una imagen.

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Notas:

[1] Me refiero principalmente a la pionera investigación realizada por Víctor Hugo Robles en su tesis del año 2000 para optar al título de periodista: Historia política del movimiento homosexual chileno. Santiago de Chile, Universidad ARCIS, Escuela de Periodismo y Comunicación Social. En 2008, esa tesis se publicaría como libro bajo el título “Bandera Hueca: historia del movimiento homosexual de Chile”.

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Jorge Díaz Biólogo feminista y activista de la disidencia sexual. Doctor en Bioquímica (Universidad de Chile). Es miembro del Colectivo Universitario de Disidencia Sexual (CUDS) desde el año 2008. Ha escrito textos relacionados al análisis de prácticas artísticas y activistas, cine, teoría y estética feminista participando en ponencias y encuentros de arte y política sexual nacional e internacional. En el área de la ciencia trabaja en la biología celular y molecular de patologías contemporáneas enfocándose en la transducción de señales intracelulares.

Felipe Rivas San Martín. Artista visual, candidato a magister en Artes Visuales por la Universidad de Chile, miembro del Colectivo Universitario de Disidencia Sexual (CUDS). Ha desarrollado acciones de performance, video, pos-pornografía, net. art e intervenciones urbanas. Sus investigaciones son relativas a teoría queer, posfeminismo, performatividad y posmarxismo. Participa recurrentemente en seminarios, foros, conferencias y publicaciones sobre Disidencia Sexual tanto en Chile como en el extranjero.

Cristian Cabello. Periodista de la Universidad de Chile y Magíster en Comunicación Política de la misma universidad. Desde el año 2010 es ayudante del Instituto de la Comunicación e Imagen de la U. de Chile en los cursos de “Cultura Visual Contemporánea” y “Comunicación Identidad” entre otros. Sus áreas de interés son la sexualidad, la comunicación y la política. Su tesis de magíster se títula: Ciudadano gay. Visualidades y plusvalía sexual en tiempos liberales dirigida por Alejandra Castillo. Es activista del Colectivo Universitario de Disidencia Sexual (CUDS) donde ha desarrollado trabajo en performance e intervenciones públicas en el espacio desde el año 2007.

La otra historia de Eva

por Helena R. Tripp.

<<¿Por qué será que nunca aparecemos en las historias?>> fue lo que le dijo Meriadoc Brandigamo al rey Theoden en El Señor de los Anillos. En el universo de J.R.R. Tolkien los hobbits son una especie aparentemente insignificante que, sin embargo, tiene entre su raza algunos miembros que detrás de esa aparente insignificancia esconden una gran valentía. Caso parecido al de los hobbits, sucede con las Evas, las no – nadie, las también llamadas amas de casa, esposas sumisas, mujeres abnegadas, las puritanas y recatadas mujeres de bien, nadie las toma en serio en ninguna historia.

Ahora se busca decir que las mujeres de antaño detrás de la máscara de complacencia y amabilidad escondían a una Lilith reprimida que rugía por salir. Puede que sí, de hecho, hay muchos ejemplos en la Historia que demuestran que sí. Sin embargo, también puede ser que no. Puede ser que detrás de la máscara de complacencia y benevolencia de las amas de casa, detrás de la máscara imperturbable de amabilidad de nuestras bisabuelas y tatarabuelas, lo único que se encontrará fuera verdadera felicidad. En el complejo mundo que son las mujeres, cabe la posibilidad de que varias integrantes hayan encontrado su camino al convertirse en complacientes Evas.

     Eva – según la tradición blasfema (dicho esto con mucho orgullo) de los santos evangelios apócrifos – es la mujer que viene a sustituir a Lilith en los brazos de Adán. Lilith fue expulsada del paraíso por rebelde y caótica y Dios ante la necesidad de Adán de compañía femenina le crea a su hijo una mujer sacada de su costilla. Esa costilla, de la cual salió, es el timón de conducta de Eva. Eva es la mujer que cree en el mito griego de que los dioses envidiosos de los hombres los partieron en dos, condenándolos así a vagar por la vida buscando su otra mitad, y no siente estar completa hasta encontrarla.

     Eva se convierte en ese soporte que el hombre necesita para poder triunfar: quien le prepare comida, atienda y vista a los hijos, limpie la casa, tienda la cama, lave y planche la ropa y sepa adivinar qué necesita su hombre, cómo, cuándo y por qué lo necesita, cumpla todos sus deseos y lo apoye incondicionalmente. Y puede ser – repito – que en el complejo universo que somos las mujeres, haya habido quienes se dedicaron a la tarea de ser Evas por propia y gustosa voluntad.

   A las feministas post modernas esto no nos gusta. A nosotras nos gusta creer que debajo del disfraz de oveja de la mujer se encontraba una loba, pero puede que no. Aceptar el feminismo, abrazar a las mujeres, es querer y respetar a éstas en todas sus aristas y una de esas aristas es el rostro de Eva. Aceptar el rostro de Eva es abrazar los siglos enteros en los que la mujer permaneció callada y sumisa, porque así pensó que era bueno estar. Puede que Eva haya decidido, al contrario de Lilith, quedarse en el Paraíso porque allí encontró en la idea del matrimonio una forma de satisfacer su universo interior.

     Las Otras Historias, las radicales Otras Historias, esas que nadie cuenta, esas que nadie quiere escuchar, esas que todos consideran una falsa que ha perdurado pero que dista mucho de ser verdad, son las historias que nos molestan, que nos incomodan, que nos enfrentan a la más terrible experiencia de ver el rostro del Otro y descubrirlo completamente distinto a nosotros, son las historias en las que no nos sentimos identificados. Son las historias donde creemos, contrario a nuestras historias favoritas, que el personaje principal es una tonta y que está haciendo todo mal.

 

Las Otras Historias es voltear y aceptar que si todas las mujeres del mundo nos pusiéramos en una fila interminable, cerca y lejos de nosotras – las hijas de Lilith – habría muchas hijas de Eva, a las cuales les debemos de dejar de imponer que vivan la liberación femenina de la misma forma que nosotras lo hacemos. Toda mujer tiene derecho a ser lo que quiera ser y cualquier cosa que quiera ser está bien, y eso incluye casarse, tener hijos, un esposo y tener como única preocupación primordial en la vida qué platillo cocinar hoy o cuáles zapatos combinan mejor con cuál bolsa.

 

Las Evas son las mujeres que se auto nombran y se vuelven un prefijo, un “de”. Mujeres de su esposo, de su familia, de sus hijos, de su casa, mujeres de salón de belleza, mujeres de clubes sociales, mujeres de extensiones, maquillaje y peinados interminables que piensan que el feminismo es hembrismo, mujeres que no toleran no depilarse y que están orgullosas de ser ellas las mujeres detrás de los grandes hombres. Son el rostro actual de la Era griega que busca en un Zeus todo poderoso los brazos en los cuales descansar de la existencia. ¿Por qué habríamos de decirles que están mal?

 

 

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