por Laura Milano*
Este verano se realizó la primera residencia de arte queer El dispositivo Afrodisíaco en la ciudad chilena de Valparaíso, que reunió a artistas del Norte y del Sur. Lo que aquí se resume es parte de los trabajos que realizamos allí y de las hermosas situaciones que compartimos en la casa más marica de la ciudad porteña.
Entre las suculentas y los cactus de nuestro jardín, dejamos tirados los tacones, las pestañas postizas, las copas con rouge, las colillas de cigarros de la noche anterior, los libros de poemas, los dibujos y crayones. La cartelera color rosa que organizaba nuestra agenda, iba llenándose de tierra, maquillaje, borrones y nuevas anotaciones con el paso de los días. De fondo, Valparaíso con su infinidad de escaleras, casas y calles estrechas nos acompaña como una presencia permanente, como un telón de fondo vivo que se despliega ante nuestra mirada. Hemos construido un hogar frente al Pacífico y montada sobre un cerro; con vecinas porteñas y santiaguinas que nos invitan a sus fiestas y nos abren las puertas de sus casas (y sus camas). Un hogar colmado de colaboraciones creativas y afectivas, de interacciones entre artistas, amigxs y viajerxs que andan yirando por Valparaíso tan sólo porque la ciudad es mágica y es imposible no amarla por su caos, su desborde y su espesura. Un paraíso queer/cuir/cuy como anuncia la inscripción que pintamos en la pared de nuestro jardín con tizas de colores en donde se celebra lo disidente a cada hora.
El Dispositivo Afrodisíaco fue una iniciativa de los artistas Jamie Ross y Felipe Rivas San Martín que, movidos por sus prácticas artísticas y políticas en torno a las disidencias sexuales, decidieron crear la primera residencia para artistas queer en América Latina. Durante dos semanas, artistas y activistas de Canadá, Ecuador y Argentina nos reunimos en la ciudad de Valparaíso, para participar de esta residencia experimental enfocada en explorar las múltiples formas de sentir, crear, compartir y convivir desde las disidencias sexuales. La tensión siempre permanente entre el Norte y el Sur, entre lo queer y lo cuir, entre la solidaridad internacional y la particularidad situada de los contextos locales fueron puntos de partida sobre los que se buscó construir no sólo un experimento doméstico-artístico único, sino también fortalecer alianzas creativas y activistas entre artistas de diferentes regiones.
Cada unx de los artistas convocados llegamos a Valparaíso con un proyecto en mente para realizar durante nuestra estadía, que fue mutando al ritmo de nuestras propias mutaciones. Uno de los colectivos que participaron de la experiencia fueron los Pacha Queer, un dúo ecuatoriano conformado por Eduardo Fajardo y Fernando Rodríguez. Pacha es un colectivo de artistas oriundos de la ciudad de Quito que a través del arte y la disidencia cuestionan las violentas normas de la sociedad heteronormada y capitalista. Proponen lo cuir como una idea de vivir en amor y comunidad, rescatando principios ancestrales de solidaridad, participación e intercambio como mecanismos de resistencia para de-construir los códigos binarios del individualismo, el consumo, las jerarquías, el género y el poder. Con su irreverente estilo macho-mariposa y su taconeo furioso, recorrieron las calles de Valparaíso realizando performances. En una de ellas, lxs Pachas recorrieron un típico de venta ambulante convocando a comerciantes y lugareños para que defiendan y se solidaricen con un grupo de mujeres trans que montaban un show en la misma plaza y habían sido agredidas por la policía chilena. Irrumpiendo en cada puesto de venta, o en las partidas de cartas y ajedrez de los señores mayores, lxs Pachas escucharon historias de abusos policiales, de solidaridad con las mujeres trans; al tiempo que capturaron todas las miradas de los que por allí pasaban.
Uno de los trabajos en colaboración con artistas locales, se realizó durante el cierre de los talleres de performance que la artista Eli Neira realizó en la ciudad de Valparaíso. Allí lxs PachaQueer realizaron una performance en donde se los veía acostados en la entrada a los baños públicos del Parque Cultural ExCárcel, sólo vestidos con sus tacones y ocultando sus genitales entre las piernas. Durante unos minutos, Eduardo y Fernando estuvieron allí recostados mientras se iban tapando sus bocas con papeles hasta casi producirse arcadas; al tiempo que se dibujaban líneas infinitas de rouge rojo en sus cuerpos.
Otra de las artistas que participaron de El Dispositivo Afrodisíaco fue Jes Sachse, una artista visual, escritora y curadora oriunda de la ciudad de Toronto (Canadá) que trabaja en las líneas borrosas de la discapacidad y la locura. Cuando lo queer entra en su cuerpo, surgen historias en forma de palabras y dibujos. En su estadía en Valparaíso inició el proceso de su primera novela gráfica, Gutter, en el que retrató algunos de los momentos compartidos en la residencia, conversaciones y sensaciones experimentadas desde su corporalidad diferente. A través de sus crayones, Jes exploró en las particularidades del contexto latinoamericano para hablar de lo queer y construir bellísimos cuentos ilustrados. En la fotografía, se la ve junto a Fernando Rodríguez de PachaQueer quien fue su musa inspiradora durante la residencia.
Otra de las perlitas de nuestra casa fue Ainsleigh Spencer, un escritor, investigador y artista interdisciplinario canadiense que busca explorar los vínculos entre la geografía y la responsabilidad en intimidades poliamorosas, basándose en su experiencia en el activismo, la escritura y el arte desde los márgenes. La primera noche en la ciudad nos contó acerca de su proyecto y por qué una situación de expulsión dentro de la comunidad queer de Vancouver fue el detonante para crear una obra que pudiera reflexionar -desde su experiencia de hombre trans- sobre las malas prácticas del concepto de accountability dentro de las comunidades queer del Norte. Su proyecto fue una instalación en forma de laberinto lleno de historias silenciosas de dolor y tensión dentro de una comunidad, donde la justicia y la autodeterminación se encuentran incómodamente.
Por último, el proyecto que completaba el esquema de trabajos de la residencia era mi propuesta de realizar un comando susuro-disidente. La idea era generar instancias de comunicación poética en el espacio público y afectaciones eróticas desde la estimulación sonora directa al oído. Este proyecto buscó recuperar textos de poetas disidentes sexuales y recitarlos en las calles para generar instancias de afectación sonora en el espacio público. Tal es así que una tarde, todos los residentes y otrxs amigxs salimos en plan comando susurro-disidente y copamos las calles del centro de Valparaíso con nuestros tubos susurradores en mano para compartir con las personas fragmentos de poemas, onomatopeyas, melodías, sonoridades diversas. Los textos que habíamos elegido para recitar eran poemas de poetas disidentes sexuales, como Perlongher, Lemebel, Corvalán, Ginsberg, Urdapilleta y así las voces de nuestras poetas –vivas y muertas- se hicieron escuchar en Valparaíso vibrando en lo más profundo de cada oído intervenido. Como respuesta, algunos oyentes decían que les excitaba, que les inquietaba la sensación de cercanía a través de la potencia de la voz. Otros se disponían a compartir la susurrada en dúo o trío; los más osados se entregaban a la penetración doble de poesía y gemidos multiplicando así las sensaciones sonoras en todo el cuerpo.
Maricas todas, no sólo compartimos el trabajo artístico y creativo, sino también las charlas, las salidas, los taconeos de madrugada por los infinitos cerros de Valparaíso, los tragos y los besos. Pero aquello no fue todo. La residencia El Dispositivo Afrodisíaco fue una experiencia de casa a puertas abiertas que no sólo buscó la interacción entre lxs residentes sino que buscó conectarnos con las prácticas artísticas disidentes chilenas y generar afectaciones críticas entre locales y residentes. Aquello fue posible gracias al afecto y el trabajo colaborativo con residencias de arte y trabajo comunitario, espacios de arte independiente, y plataformas de investigación colectiva situados en la ciudad de Valparaíso como Áncora517, Gálvez Inc., y CRAC que fueron una extensión amorosa y creativa de nuestra casa.
Datos técnicos de la residencia:
Nombre: El Dispositivo Afrodisíaco | The Aphrodisiac Device
Fechas: del 16 al 31 de enero de 2015
Lugar: Ciudad de Valparaíso – Chile.
Coordinadores: Jamie Ross (Canadá) y Felipe Rivas San Martín (Chile)
Web: http://queerresidency.wordpress.com/
FB: El dispositivo afrodisíaco
Auspiciantes: Áncora, CRAC, Gálvez.
[divider]
*Laura Milano (Argentina, 1984) Comunicadora, investigadora y docente. Graduada de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires. Escribe e investiga sobre cuestiones vinculadas al cruce comunicación,género y sexualidades. Ha publicado el libro USINA POSPORNO: disidencia sexual, arte y autogestión en la pospornografía (Editorial Títulos – Blatt & Ríos, 2014), un ensayo sobre pospornografía en donde examina las rupturas, especificidades y contextualizaciones de las producciones posporno surgidas desde los activismos de la disidencia sexual; al tiempo que revisa su experiencia sexo-afectiva dentro del ambiente posporno de Barcelona y Buenos Aires. Colabora en medios de comunicación gráficos y digitales. Integró el staff organizador de la Muestra de Arte Pospornográfico de Argentina. Ha participado en ciclos de arte en la ciudad de Buenos Aires, a través de la gestión y la realización artística.