Hincada en el vórtice
de tus sombras,
me declaro adicta
a tus sudores.
Origen del desengaño,
principio de las contracciones.
Amplitud de mis primeras dudas
y final de mis más sinceras culpas.
¡Me declaro culpable!
Que me condenen a morir
arrodillada frente a éstas,
tus bondades.
Y me confieso:
Racista no soy,
mucho menos existencialista.
Pero contigo lo negro,
me sabe todo distinto.
Respiro, me sumerjo
y te acaricio.
Soy diestra, voraz,
no me detengo, me ahogo y digo – ¡Quiero más!
Que rico lamerte
en lo oscurito,
sin cuestionarme ya
ni un poquito.
¡Sabroso tienes el rabito!
Rosadito, radiante
y bien bonito.
Hincada me descubren
las miradas,
y una que otra
guarrada.
Rosando con la puntilla
me vuelvo loca,
una trompetilla.
Que no es negro
dicen las diosas.
Ni un beso
a cuentagotas.
Es dulce como
un sorbete.
Y rosa como
el jamoncillo.
No soy tonta
ni romancerista.
Pero a ti, te quiero
igual que el niño a su membrillo.
Me detengo y respiro
mientras te digo:
¡En que lío me has metido!
¡Ay muchachito pinto!
De un rosa más que explosivo
se quedan las preocupaciones.
¡No hay culpa, Marica!
¡Soy tuya! Así, también rosadita.
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Eglón E. Mendoza. L.C.I. con ganas de cambiar la “i” por “d”. Teatrero, escritor y observador en constante renovación. 219,000 horas bien jugadas. Enamorado del marica, la puta, las ilusiones, la danza y las borracheras. Encabronado con el Estado de mierda, opresor y misógino. En deuda con muchxs. Ignorando aún muchos temas. ¡Vamos a bailar y a tumbarnos cuando quieras!
Malaquías 3:5 Y me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros (¡aguas manas! dejen de llamar a la línea psíquica…), contra los adúlteros (bueno… aquí ya me las arrinconaron), contra los que juran en falso y contra los que oprimen al jornalero en su salario (¿ya se habrá dado una vuelta por los Call centers en donde trabaja gran cantidad de lxs morrxs en nuestro pais?), bla-bla-bla-bla-bla y los que no me temen–dice el Señor a los ejércitos.
Máquinas que resuenan con música de banda al fondo; todos trabajan atentos en el taller, unos cantan, otros fingen trabajar, unos platican y el resto parece mirar un sinfín de papel con la esperanza de salir temprano de la jornada laboral.
Entonces aparece él, un chico de jeans y camiseta, aparentemente común hasta que decide romper con el silencio y el dominio de la relación máquina-hombre.
Unos lo llaman chiquita, otros le dicen mi amor, cualquiera diría que la homofobia invade el taller hasta que este chico abre la boca para decir: ¿Ya le dijiste a tu esposa de lo nuestro? El taller lleno de ruidos de metal hueco se llena de carcajadas.
Pasa el rato y entre bromas el marica va a su máquina, se coloca los audífonos y se pone a cantar sus canciones favoritas a todo pulmón, se escuchan algunas risas mientras baila sus canciones, todos bromean con él mientras les dedica a los presentes canciones de amor y desamor incluso frente a sus esposas que ríen e incluso le llaman socia.
Durante todo el día escuché múltiples bromas y palabras entre él y los trabajadores que hasta entonces sólo había escuchado entre comadres y entre clientes del cabaretito. Debo aceptar que me fue difícil creer la forma en que este sujeto, el putito del taller, había logrado apropiarse del estigma de lo que parecieran insultos para crear formas de convivencia que lo empoderaban, que le permitían ser como quería y con esto llevar a los más machos a jotears, a hacer propias algunas expresiones de la joteria. -¡Manden al (aquí el nombre de su jotita favorito) a la tienda para que se cruce con su chacal!- Decía una de las trabajadoras, a esto le siguieron los clásicos aullidos burlescos que invitan, que incitan al sujeto a estar con esa persona que no puede escuchar el alarido de complicidad…
Este día, me permitió reflexionar acerca del aporte de este singular personaje de la vida del proletario mexicano, a la lucha por una sociedad sin géneros.
Si bien, la relación entre el putito del taller y el resto de los trabajadores se desenvuelve en un principio a través de una posición de desigualdad ante el modelo heteronormativo de sexualidad, progresivamente la convivencia de estos hombres y mujeres con este marica empoderado los ha llevado a conformar un espacio en donde se permiten y se celebran las múltiples maneras de ser, un espacio en donde se juega con el género que se separa de lo biológico y pierde importancia a través del elemento lúdico de la jotería.
El grueso de la sociedad mexicana aprende la homo-lesbo-trans-fobia en la praxis y en su vida cotidiana; difícilmente habrá seminarios, cursos o talleres para enseñarle a la gente a discriminar u odiar (esto sin contar la misa del domingo, las reuniones de las juventudes neo-nazis panistas, el curso de la ex-comadre Richard Cohen, etc. etc. etc.). Entonces, si el homofóbico no aprendió a odiar en un taller especializado ¿son los cursos educativos, las canciones de Macklemore, los folletos y el resto de indumentaria cliché de la lucha contra la discriminación una solución real en contra del problema?
La propaganda lgbt/cuir es vista como una amenaza, como una imposición de grupos que se perciben como alejados y ensimismados en sus trincheras. No existe un contacto real entre los homo-lesbo-trans-cuir-fóbicos y el grueso de las disidencias sexo-genéricas, ambos se miran como si fueran un problema. ¿De qué sirve la cantidad de dinero, tiempo y esfuerzo que estos grupos gastan si la información difícilmente es asimilada por los grupos a los que se dirige?
Los grupos organizados de la disidencia sexual, el activismo y la burocracia lgbt tienen mucho que aprender del joto anónimo; del joto que lleva la pluma al taller, baila e interviene las dinámicas del modelo heteronormativo en la vida laboral. Del joto que invita a los cabrones e incita a la auto-exploración del cuerpo sin fronteras de género.
Nota final: Comadre, nadie te cree que eres macha varonila… ¡ya deja de fingirssss! (dedicada a todas las machas varonilas, godinaz, call centeras, oficinistas, operadoras, recepcionistas, capturistas, televisas, actoras, panistas, trabajadoras de CDHDF, etc. etc. etc.)
¡Jotas emplumadas del mundo, Uníos!
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Una jotilla muy *desas*, Wannabe, Socióloga, Obvia, Godínez, dando sus primeros pininos en la observación y registro de la flora y fauna jota de la ciudarks.
Ya había tardado en hacerme la rutinaria prueba de detección de VIH. Entonces pensé que si hubiera salido reactivo, de la misma forma lo hubiera notificado como un suceso importante en mi vida de manera pública con amigos, familiares, parejas. amigos sexuales e incluso en mis redes sociales notificándoles algo que para muchos parecería funesto; o información no solicitada e irrelevante para otros. Haciendo frente a mi situación y expuesto al escarnio público, sé que podrían juzgarme, sentir conmiseración o animarme con palabras de aliento las cuales, por supuesto, rechazaría.
En cambio yo aceptaría mi seropositividad, que circunstancialmente me acompañaría toda la vida y no quisiera vivirla encapsulado en un closet, porque todo empieza por el rechazo, el ocultamiento o la autoflagelación de culpa. Por una discriminación que surge desde el interior y no precisamente desde afuera, diría:
–Sí, tengo sida. -Con lujo de exclamación, de ser necesario.
Pues el VIH ya está atado a nuestra materia hasta el día en que no haya una cura. ¿Porqué no aceptarse así, como quien tiene una diabetes o un cáncer aunque sean etiologías distingas? Sólo que valdría la pena recordar que algunos somos homosexuales, maricas o trans y que podríamos afirmarnos haciéndonos visibles como primer paso, asimilando la enfermedad como una identidad agregada de la misma forma que decimos soy gay, soy lesbiana, soy trans, soy tv, soy T girl, soy cuir, soy marica, soy lencha, soy puñal. Soy Sidral ¡y qué! Sidral.
Tal vez muchos evitan estos pensamientos cuando quieren conocer su estado serológico o lo piensan hasta que tienen una plática de consejería pre-prueba y se ven obligados a pensarse así mismo frente al sida, y en su mayoría, las preguntas circundantes al monstruo ¿qué haré?, ¿lo diré a los demás?, ¿me señalarán?¿moriré?, ¿mejor me lo guardo en secreto?
Algunos otros, por comodidad y pasmados por algo que consideran una peste gay prefieren limitar su actividad sexual bajo la salvaguarda de discursos bañados de un neopuritanismo sexual en contra de la promiscuidad. Estos discursos que se abstienen de caminar sobre la cuerda de la paranoica y contagiosa enfermedad del cáncer rosa, por el que muchos homosexuales solemos sentimos vulnerables. Él, a quien hemos detectado como nuestro asesino furtivo, ilocalizable, pero a la vez tan presente. Todo el tiempo se nos manifiesta a través del miedo y la intimidación al grado de que en algunos casos puede regular nuestras prácticas sexuales y nuestras interacciones eróticas y sociales.
No me permitiré, entonces, perderme en esa cortina de humo. Seguiré cogiendo y cogiendo con placer, gozo y sin arrepentimiento. Evaluando cuándo y con quién usar el látex del Fondo Mundial. Al final del cuento el destino, las decisiones y la inteligencia misma siempre tienden comportarse muy azarosas.
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PUTONESIMO ALFARO (México D.F.) Estudié la carrera de Pedagogía con preespecialidad en Pedagogía Social por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, donde formé parte del grupo de jóvenes CDiverisA enfocado al reconocimiento de las personas LGBT. A su vez incursioné en mi formación de los estudios de género y teorías cuirs por los Diplomados del Programa Universitario de Estudios de Género UNAM y del Programa de Estudios en Disidencia Sexual de la UACM además de distintos cursos y seminarios sobre la materia. Participé en coloquios, conferencias y encuentros académicos locales, nacionales e internacionales para poner sobre la mesa temas tan fundamentales y de debate como la desigualdad y los nuevos paradigmas cuir en la educación. Actualmente me desempeño en la investigación sobre la discriminación de lxs jóvenes LGBT en el espacio universitario, además de reflexionar sobre mi cuerpo y mi sexualidad como un espacio político y deconstrucción continua.
Criada en el mundo de la heterosexualidad obligatoria, situado y adoctrinada al binomio del color, se perdieron regalos placenteros en el rosado, lo rechacé con todas mis fuerzas, aunque siempre que jugábamos a los “power rangers” quería ser la kimberli, la rosada, y peleaba con mis primas por el glamoroso personaje. El rosado siempre de sábanas femeninas, telas de mujercita, mariquita, el rosado al igual que las muñecas en mi infancia se me tenía prohibido.
Con el tiempo, fiel a las lecciones de heteronorma de mis pares, el rosado no sólo era de mujeres sino también de maricones, de personas raras; mi adolescencia darks se vanagloriaba de la nulidad rosita, de esa masculinidad que se supone aparece cuando desaparece el rosado. Hoy escribo vestida completa de negro pero con mis maravillosos calcetines rosado, rosado fuerte y me propongo a comentar, relatar lo que por mi cuerpx calienta y excita, esa política bandida.
Desde las oportunidades que nos brinda el escape del machismo, nos esforzamos por sabotear las mentalidades heterosexuales, nos proponemos hacer estallar esa lógica binaria, queremos hacer fuerza TRANSformadora, despreciamos/desajustamos tu esencialismo biologicista. Que vengo a portarme mal, a decirle a esos curas pedófilos que el aborto es mi emergencia, soy libertaria porque mi cuerpo es pueblo y autonomía, región chilena amiga de la miseria, la disidencia sexual responde a la cultura patriarcal con destrozos de heteronormas, de asignaciones obligatorias al cuerpx y construcciones de roles genéricos (político-sexuales-económicos) estáticos y jerarquizados por el patán, EL, el soberano, el único, la soberbia ego de DIOS, la emperador, la ridícula del rey, y así otros.
Me apestan las huachas que puro quieren ser líderes, dirigentes, que sueñan con que su muerte será como un funeral revolucionario lleno de flores y multitudes llorando la pérdida del guía del espíritu de la patria, que se esfuerzan por dejar un legado que se insisten en aparecer después del busto de engels, puro ego, puro hocico vacilante, harta de las que quieren puro mandar y se creen con la verdad absoluta, como si no bastara con su avasalladora práctica, como si la gente y nosotras y todxs en realidad fuéramos siempre instrumentos de control, o por socialismo o por capitalismo, ese liberalismo cursi y para qué vamos a hablar del payaso de chile, esa social democracia centro izquierda centro derecha, ¡basta!
Queremos que el proyecto feminista, transfeminista, feminista monstruoso, disidente sexual y pornopolítico, sea un proyecto alejado de la masculinidad y autoridad estatal, no sólo de la institución sino también de las ideas y nociones que provienen de la fe en el estado, en los varones y el mando. La torta argentina valeria flores me seduce cuando dice:
No obstante, la política feminista ha quedado cautiva, en los últimos tiempos, de un circuito fagocitante que rechaza la radicalidad de experimentaciones relacionales, sensuales, extáticas, delirantes, al escribir y re-escribir el sujeto político de la acción, «las mujeres», bajo la ficción del binarismo de la diferencia sexual. De esta manera, se reduce la escritura a los significados predeterminados del repertorio feminista tradicional, A LOS TEMAS Y DIRECTRICES DE UN FEMINISMO MUJERIL, PRAGMÁTICO, Y REFORMISTA, QUE SE CONVIRTIÓ EN PRESA DE LA MAQUINARIA ESTATAL Y SU LENGUAJE TÉCNICO-ADMINISTRATIVO.
Las escrituras latinoamericas, el eurocentrismo, el lenguaje técnico-administrativo de las butifarra del estado, se nos está haciendo ajeno, con las amigxs del colectivo arroz quemado, nos hablamos entre localidades entre experiencias y posibilidades micropoliticas de acción directa. Este es el potencial del cual la disidencia sexual, lxs otrxs cuerpxs ya no sólo sean sujetos políticos sino también cuerpxs revolucionarixs, combatiendo la urgencia, la emergencia ante el capital-patriarcal-hetero-basura, sin embargo aún hay colas (homosexuales) cómplices de la violencia, colas que en sus familias, trabajos, y lugares de estudios callan su potencial (visibilizar) por conservar puestos, estatus, reconocimientos heterosexuales. Debemos ser colas, colas fuertonas como el cloro, patudas, hipermegasuper afeminadas gritonas, lokas revolucionarias y destruir la clandestinidad homosexual que nos arroja esa moralidad facha, de derechas, de izquierdas.
Desde la disidencia sexual y feminista libertaria mi activismo está entre los ojos de milla cuando nos conversamos la denuncia, el análisis, diagnóstico de esta región pinochetizada. Este modelo neoliberal fue implantado en dictadura a través de la violación de mujeres, de la tortura con animales, de vejaciones sexuales y psicológicas, de la persecución y desaparición de cuerpxs, de adoctrinamiento modo shock y la institución de la violencia como algo domestico y cotidiano. Ser de derecha(izquierdon) y legitimar la heterosexualidad obligatoria capitalista, heterocapitalismo, legitimar y aceptar lógicas mercantiles de las economías de mercado, las dominaciones y asignaciones sexuales adoctrinarias, estamos legitimando la tortura, las violaciones sexuales de miles de cuerpxs que sufrieron durante la dictadura militar de pinochet.
Esa igualdad e inclusión al sistema patriarcal es la excusa para dejar de lado, atrás, la lucha política del feminismo libertario, de las políticas transfeministas, lobas fugaces, travestis lesbianas anarcas, como inspiración emancipadora de ruptura y detonadora de mentes hetero, sin binomios, nuestrxs cuerpxs son un territorio de lucha y resistencia a la cultura patriarcal mercantil, que las divisiones y enemistades que nos impone el capital para con nuestros pueblos hermanxs, latinoamericanos sea humo, humo de barricadas y lucha, ante las masacres latinoamericas de estudiantes, de mujeres con la lluvia ácida de la violación en potosí, y nuestrxs propixs cuerpxs latinos masacrados por el capital yanqui. Quienes quieran encontrar a través de la política masculina una vía al socialismo desafiando la epistemología feminista sólo buscan en sus luchas la liberación del hombre, no la completa emancipación social e individual de lxs cuerpxs.
Entre mis compañerxs amigxs de lucha y vÍsera, nos empolvamos de rosado cada vez que pegamos un cartel en la calle, en los Lienzos en las palabras rosadas que murmuramos y gritamos, de ese rosado pink hueco que esconde a la travesti terrorista saboteadora del capital heterosexual, del mercado de lxs cuerpxs. Nuestro rosado se embandera con el negro y en diagonal , así marchamos morinegro y rosado chillón desbordando el feminismo hetero, el Rosado nos posibilita en la Lucha un tercer o quinto cuerpx, en la pompa colorada del rosado reivindicamos la homosexualidad subversiva, desobediente, feminista radical. El rosado libertario es nuestra pintura y letra que colectiviza las ideas e intenciones de transformar la realidad violenta llena de sufrimiento que el patriarcado impone.
¡Por un rosa revolucionarix, por la emancipación social e individual, feministxs libertarixs en acción, con el ano!
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Diego corrales: activista colectivx arroz quemado Valparaíso , feminista libertaria, amigo de las carcajadas y desordenada.
Se cree que lo diferente es grotesco y monstruoso. He sido tan odiada que tengo razones para escribir. Nunca fui una esperanza para nadie. Junto las letras y escribo mediocremente sobre este vacío. Escribo porque no he sido la única. Con mis amigas travestis hemos sido rechazadas porque el cuerpo es sagrado y con él no se juega. Por eso escribo, por todas las travestis que no alcanzaron a saber que estaban vivas, por la culpa y la vergüenza de no ser cuerpos para ser amados y murieron jóvenes antes de ser felices. Murieron sin haber escrito ni una carta de amor.
—
Las travestis somos iguales que las mapuches, igual que las mujeres antiguas que aprenden de las abuelas cómo se amasa el pan. Nosotras aprendemos hablando con las viejas a pensar lo que tiene que ver con el cuerpo, sobre el deseo, que es lo mismo que aprender a ver. Ver por ejemplo que en el campo, las lechugas también tienen deseo, deseo del sol y lo persiguen hasta que logran que las bese. Las travestis somos igual que las mapuches que no necesitábamos ni leer, ni saber escribir para entender el mundo. Nos bastó con nuestra imaginación hasta que comenzaron las matanzas.
—
Otra vez en las noticias dijeron que un temblor fulminante y triste desarmó las casas y armó otros paisajes. Lo recuerdo, fue ese tironeo lo que me despojó de los brazos de mi madre y de una vez tuve que soportar mi propio peso. Sobre unos ensordecedores desajustes subterráneos tuve que aprender a mantenerme paraa. ¡Mamá el mundo se retuerce bajo nosotras! Nunca pensé que el mar estuviera aquí, bajo nosotras. ¡Mamá nacimos en un mundo que no nos quiere!
—
Dicen que no sé contar historias porque desde la niñez poseo una salud que esquiva la costumbre, que me hace desaparecer de las ideas tradicionales. Mi problema de salud es la agobiante persecución de las palabras y los ojos, y es que no me alcanzan las letras unidas para decir que la ciudad se mueve, que nunca nada fue igual en las mismas calles. Se presume que mi trastorno es negarme a ser niño y querer ser hija de mi madre. La psiquiatra dice que si no hubiera sido hija, sería un niño alegre y fuerte y las palabras hubieran sido otras, y la forma de mirar, resistente. Se dice que la pequeñez íntima que conservo me debe excluir del mundo y determinar infeliz por cobarde y débil, por llorona. Soy la hija travesti de una madre analfabeta.
—
Desde un principio, una cree tener la razón de que lo sólido nunca podría ser relativo y nos hacemos de una seguridad imposible, falsa, porque lo incierto sabe mostrarse a sí mismo, fulminantemente, para caer sobre todas nosotras, en venganza. Es algo que presiento desde niña. Una cree tener la razón de una fijeza, porque siempre es posible negar aunque ésta se demuestre súbita. Desde un fatal principio, la ciudad miente y se toma toda voluntad y nos hace creer en la seguridad de la rutina, en la solidez del ahora, de lo irrelevante de los movimientos del mar presente debajo de todas y que podría venir a abrazarnos, fulminantemente, en venganza. Dicen que no sé contar historias, pero no hay nada que contar porque dicen que estoy enferma y desde que me diagnosticaron me dejaron sin nada que decir. Enmudecieron la ciudad que llevo dentro.
—
¿Quién dijo que las mujeres no se tiran peos? Una vez cuando desperté a su lado ella se peó con la fuerza del resoplido de una ballena de las más grande, ppppppffffuuuuuuuuuuaaaaaaaa y aperfumó toda la casa con olor a pastel de choclo, un olorcito que empezaba con aceitunas y que al finaaaaaaaaaal era más dulce que las humitas. Cuando la vi dormir así me dio pena porque se movía insistentemente para tocarme y decirme sin despertar, en murmullos: te quiero mi niñe, porque algo sabía. La pobre, ni cuando dormía me olvidaba. Me da pena, porque hasta dormida sigue trabajando. La pobre me alimenta hasta cuando ya no tengo hambre. Vive todo el tiempo preocupada de poner el sol, de sacar el sol, de tantas cosas que llegan a ser sobrenaturales, del viento y de las estrellas. Cuando la vi dormir se movía igual que cuando lava, rascando toda suciedad posible, revolviendo el sofrito pa que no se queme y dando wuelta el pan pa’ que quede tierno y nutra la cuerpo. Parece que sólo cuando duerme se queja un poco, porque de día no se queja de ná’ y eso es lo que me da pena. Ella no es consciente de que tiene razones de sobra pa’ decir que algo le duele, por las entrañas, por el interior de sus tripas. Yo no me guardo los peos. Ella sólo cuando duerme protesta, suspira y llora como dicen que cantan las ballenas. Me gustaría decirle que deje de sufrir y que cuando estemos solas, juntitas, nos tiremos todos los peos del mundo.
—
Ahora me maquillo y me depilo porque me gusta que me digan m’ijita. Cuando me pongo triste bailo sola y me drogo porque las cosas son como son. Bailo borracha y sola. Los hombres me ofrecen coca y me ensucian con sus besos porque me odian. Llego a mi casa cuando amanece y me quedo feliz dormida y sucia, lamida por desconocidos, penetrada por hombres que no querrán volver a verme, que durante días trabajaran en olvidarme y le mentirán de su deseo por mí a sus mujeres.
Claudia Rodríguez
Inicia su activismo en 1991 una vez terminado el régimen militar que afectó a Chile en la primera organización homosexual donde se forma como activista. En el 2007 toma el Diplomado de Género en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile para posteriormente iniciar la carrera de Trabajo Social en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano en el 2008, misma fecha en la que ingresa a la Colectiva Lésbica Travesti Feminista Paila Marina, colectiva con la cual desarrolla foros públicos y performance en marchas nacionales por la despenalización de la píldora del día después, del orgullo lésbico travesti y por la transformación de la Educación Pública en Chile. Además en el 2007 toma talleres de escritura con el Poeta Diego Ramírez, publica su primer fanzine de poesía “Dramas Pobres” y postula a los Fondos Nacionales del Libro (FONDART) beca para escritores emergentes el año 2010. Hoy su principal interés es problematizar la lectoescritura y la producción de arte como estrategia política del movimiento travesti.
Antonio Marquet (Ciudad de México, 1955), es Doctor en Literatura Latinoamericana, desde 1983 es profesor-investigador en la UAM Azcapotzalco. Es pionero de los estudios LGBTTTI en México, ha escrito tres libros relacionados a la cultura gay del México contemporáneo; éstos son: ¡Que se quede el infinito sin estrellas!: la cultura gay a fin de milenio (UAM, 2001), El crepúsculo de heterolandia: Mester de jotería (UAM, 2006) y El coloquio de las perras (UAM, 2010).
México D.F. Abril 2015, para mí es un honor poder entrevistar a Antonio Marquet, la primera vez que supe de él, fue mientras realizaba unas compras en la tienda destinada a la comunidad gay «Rainbowlanda»; estaba husmeando en su librería, y se me atravesó su lirbo ¡Que se quede el infinito sin estrellas! Al hojearlo encontré varios artículos de mí interés, he de aclarar que yo me encontraba escribiendo mi tesis y se relacionaba con la jotería, concepto que desarrolla a la perfección Marquet. Sin pensarlo más lo compré y así comenzó mi relación de aprendiz con Antonio.
Cuando Hysteria! Revista me invitó a coeditar este número titulado «Rosa marica», me veía obligado, temáticamente hablando, a realizar algo sobre Antonio Marquet, pensé en un ensayo sobre él, pero sería mejor una entrevista; y así poderle preguntar las cosas que me intrigan sobre su teoría. A continuación la entrevista.
¿Se quedó el infinito sin estrellas?
No se ha quedado sin ellas: no hay caso de que se quede desestelarizado. ¡Que se quede el infinito sin estrellas! es el título de mi primer libro, ahora agotado, sobre cultura LGBTTTI que data del año 2000. El título tiene un sentido programático: al final de la introducción señalo que la voz de la comunidad elegebetera se ha de oír, cueste lo que cueste, así se tenga que quedar el mismo infinito sin estrellas. Otra manera de expresar mi punto de vista sobre la fuerza de la cultura elegebetera es que (ya) no hay forma de mantener a la comunidad amordazada. Paralelamente este potencial cultural debe encontrar nuevas salidas, nuevos géneros, nuevos estilos. El segundo libro que escribí lleva como subtítulo Mester de Jotería (fue idea de Severino Salazar) y tiene también un sentido de renovación: la comunidad LGBTTTI ha de encontrar su propio lenguaje y ello va a provocar una revolución comparable con lo que se produjo con los dos mesteres medievales, el de juglaría y el de clerecía, que afianzaron a la lengua castellana y marcaron el nacimiento de la literatura española. La expresión cultural de la comunidad dará origen a otros vocabularios; a nuevas formas de narrar: recordemos la revolución formal del Vampiro de la colonia Roma, o el carácter fragmentario con el que se presenta una de las novelas gays mexicanas más importantes: Púberes canéforas, o el significado del Moridero en Salón de Belleza como respuesta a la insuficiencia institucional. Recordemos al cabaret a la manera de las reinas Chulas o de César Enríquez en sus Disertaciones de la chingada o con sus Eunucos, Castrados y cobardis; o la música de Tareke Ortiz: el festín de juegos de palabras que representa “En la Condesa…”
¿Qué es la jotería?
Es un movimiento espontáneo al mismo tiempo liberador y provocativo; descarado e íntimo, quebrado y empoderado. La jotería es una reacción compleja y poderosa que sale del alma misma de quien ejerce el dispositivo joteril. Se equivocan quienes la consideran como cosa sin valor: la jotería es liberadora, empoderadora, modeladora. La jotería no conoce medias tintas. Siempre es plena y robusta: es inconfundible. La jotería va desde una entonación, un inesperado movimiento de manos, de ojos o cadera, una manera de ponerse de pie, de mirar, reír. La jotería desquicia el orden gramatical, la concordancia, inventa palabras, muletillas… La jotería altera los sistemas de representación de género, el dispositivo de oposiciones binarias. La jotería es lúdica y espontánea. Al mismo tiempo es arma de guerra. No es inane ni queda sin consecuencia en el almidonado mundo de las apariencias, del decoro, del sottovoce. La jotería es la cosa más vista por tirios y troyanos. La sociedad supremachista en la que vivimos, carece de una solución de negociación frente a ella: solo tiene la censura, la reprobación, el aspaviento severo y la tentación de la represión violenta. La jotería está consagrada a los espacios públicos. Es la fantasía y la transgresión colocada en lo público de manera juguetona, creadora, humorística, franca y directa. Uno se puede preguntar si el golpe de pecho es sincero. De la jotería uno ni lo pregunta: ¡es sinceríxima! Acabo de ver Xenia, película griega de Panos Koutras de 2014, donde Daniel, el protagonista provoca con su vigorosa jotería tanto a los ultraderechistas griegos como a los nacionalistas albanos que sienten como una humillación insoportable las flameantes joterías de este joven mitad albano de solo quince años. Entre cinco machos se proponen darle una paliza para asfixiar la jotería… ¿es preciso decir que no lo logran? Porque la jotería es indomable, implacable, inagotable. Políticamente la jotería es altamente peligrosa: la jota arriesga la vida con temeridad y se enfrenta a grupos dispuestos a aporrearlo. Recordemos el enfrentamiento de Lemebel con el autoritarismo pinochetista; recordemos a las jotas del Bar Stonewall y la estela que un acto de rebeldía entaconado ha dejado en la historia universal.
¿Qué es el Coloquio de las perras?
El coloquio de dos perras es cosa imposible. Sin embargo, se ha venido realizando. Para Cervantes, que escribió la novela corta “El coloquio de los perros” y la incluyó en las Novelas ejemplares, el mejor punto de observación de la sociedad es desde los ojos de Scipión y Berganza, dos perros tan agudos que hablan a la puerta de un hostal. Desde el punto de vista de esas dos perras mayores que son la Superperra Oswaldo Calderón y Ego, la Supermana, El coloquio de las perras (título de mi tercer libro sobre cultura elegebetera, dedicado a las Hermanas Vampiro y a la política del perreo) se tiñe de tensión y violencia. Con los colores más oscuros de la misoginia, clasismo, racismo y de las palabras atroces de Oswaldo Calderón. Estoy contra la violencia: todos sabemos que la violencia solo atrae mayor violencia. Pero es importante no quedarse callado y responder en clave de perreo a la agresión supremachista, venga de donde venga. Con humor y veneno, con rapidez y tino, con seguridad y en voz alta. Hay que responder creativamente a las nuevas formas de violencia supremachista que se produce en México: el silencio equivale a la muerte, todo gay lo sabe.
¿Es posible hablar de una Nación marica/jota?
Sí lo es. Se trata de una nación desterritorizada o desterritorializada. Una comarca de acogida emocional para la comunidad elegebetera de todos lados que se identifica con las producciones de otros que han vivido en cualquier coordenada, el supremachismo de diversas maneras (golpes, injurias, exclusión, marginación, aislamiento, soledad, burlas, angustia, encarcelamiento, pena de muerte, lapidación y un largo etcétera). Desde las fortalezas de esos espacios simbólicos que son las producciones culturales elegebeteras, es posible sobrevivir al supremachismo, elaborarlo, superarlo. Esa nación marica es imprescindible: los mexicanos al grito de guerra no incluyen a la comunidad LGBTTTI.
¿Cómo ve el movimiento LGBTTTI en el México de hoy en día?
Hay nuevos retos, nuevas dinámicas, nuevos horizontes. El mayor reto de la comunidad LGBTTTI es lograr que la Ley Razú sea válida en todo el territorio nacional. La modificación a la Ley de Matrimonio en la Ciudad de México de diciembre de 2009 es un acontecimiento mayor cuya trascendencia no se ha entendido cabalmente. Muchos países no conocen este tipo de avance, importante para los derechos humanos y el empoderamiento de un nuevo sujeto, verdaderamente sujeto de derecho, de todos los derechos. Es preciso identificar a quienes se oponen a que sectores de la población gocen de todos los derechos. A quienes se oponen a una sociedad plural, democrática y laica. La iglesia quiere a un sujeto arrodillado y manipulado a través de la culpa. La comunidad LGBTTTI quiere estar y vivir de pie, con dignidad y gozando de los derechos de los que se le privó por milenios. No es cualquier cosa. Se trata de dos visiones de sociedad: una jerárquica y otra de iguales.
¿Cree en el movimiento de políticas cuir?
¿A qué te refieres?
Me refiero a un fenómeno que está pasando entre las generaciones más jóvenes, hemos encontrado en la política queer un espacio que nos puede dar voz y que nos diferencia un tanto de la comunidad gay. Las políticas cuir (nosotros la hemos apropiado así por cuestiones de lengua y localidades) nos han servido para entender los cuerpos desde su estado más natural, nos posicionamos desde lo cuir como respuesta al patriarcado, la normatividad (hetero y homo), la blanquitud. Es un movimiento un tanto disidente de la comunidad lésbico-gay. Me gustaría saber, qué sabes tú al respecto y si crees en estas políticas decoloniales queer/cuir.
Son muy importantes. Sobre todo porque descolonizar es urgente. No se puede encender la TV en un canal nacional sin que el racismo nos golpee excluyéndonos. Se necesita ser blanco, de ojos claros o enrubiecerse para aparecer en las pantallas. Ningún moreno debe aparecer y si lo hacen es como servidumbre o en las noticias como manifestantes revoltosos. La clase en el poder es blanca. Hace algún tiempo cuando se desplomaron helicópteros bajo el reinado de Calderón, el pequeño, en un diario extranjero señalaban el absurdo de subirse a un helicóptero para desplazarse 20 ó 50 kms. Señalaban que el propósito es apantallar a los indios cuando el político desciende de los cielos volando. A este nivel es el desprecio que merecemos en tanto que ciudadanos para el político.
En nombre de Hysteria! Revista, agradecemos el tiempo y las palabras de Antonio Marquet.
The Adventures of Priscila, Queen of the Desert (Stephan Elliott, Australia, Uk-1994) es una cinta que cuenta la historia de dos travestis y un transexual, que cruzan el desierto australiano para presentar su número de cabaret a un lejano hotel. Es una road movie que cuenta el viaje místico de tres amigxs, que ataviados de los más estrafalarios vestuarios, buscan encontrar el camino que los lleve a descubrirse a ellxs mismxs. La cinta va de la comedia al drama, y de ahí, al musical, con excelentes números a ritmo de música disco, un diseño de vestuario que ganó el Oscar, y coreografías que te harán mover el cuerpo. Priscila tiene una idea clara de lo que pretende: que cada persona se acepte como lo que es, sin caer en el dramatismo lacrimógeno innecesario, de hecho, el guion está, por sobre todo, tirado a la comedia, a la farsa, a la sátira; con situaciones irreales, estrafalarias, de extremo ridículo. Los tres personajes principales tampoco caen en la jotería risible, a pesar de no ser atractivos sino incluso, desagradables visualmente. Jugarreta del director, que nos enseña a ver más allá de lo evidente, que nos acerca a los personajes para conocerlos tal y como son, a la vez que ellos mismos lo hacen.
Pero el camino, y la vida, no son fáciles. Pronto se encontrarán con que uno de ellos esconde un secreto, que los hace dudar de su condición, y el momento actual de su vida. Recorrer el desierto del país austral es una metáfora para lo difícil y peligroso que es el camino de ellxs, y de todxs; pues esa tierra no es más que el reflejo del orbe entero. Un microcosmos que sirve de espejo, en donde vemos lo mismo un pueblo olvidado, permeado y cubierto por su violencia, apatía y discriminación, así como un grupo étnico que recibe a las vestidas con los brazos abiertos, compartiéndoles su cerveza, su fuego y su música.
Hugo Weaving, Guy Pearce y Terence Stamp nos regalan unas de sus mejores actuaciones, en una época en las que sus nombres aún no figuraban en las marquesinas hollywoodenses, participan en una cinta valiente, imperdible, única, y sin duda, una de las mejores de la década de los 90.
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Ali López (DF, 1990) Ha publicado sus cuentos y relatos en antologías y revistas independientes en géneros como el Terror, el Realismo Sucio, la Fantasía y la Ciencia Ficción. Ha tomado e impartido diversos cursos de cine, cuento y fotografía. Actualmente cursa la licenciatura de Comunicación Social en la UAM Xochimilco.
Puedes seguirlo en Facebook: Ali López, Twitter: @al_lee1 y http://alilopezp.wordpress.com/
*Imagen: El pájaro Marica que vuela libreSALCON/intervención digital de la imagen Magpie No.2573 by Boris Belchev En: www.alcedowildlife.com (thanks Boris for your lovely image)
Y una vida ha comenzado… Gente. Todxs van hacia alguna parte…Cada unx con sus propios pensamientos, sus propias ideas… Cada unx con su propia personalidad. Unxs se equivocan porque hacen lo debido. Y otrxs tienen razón porque hacen lo indebido. ¡Controla los hilos! ¡Un nuevo día ha comenzado!
(se escucha el llanto de un recién nacido)
¡Una nueva vida ha comenzado!
(Se ve el recorrido de una ambulancia sonando su sirena)
En el interior de un lugar se encuentra una persona tumbada sobre la cama, muerta. Ahí, un grupo de gente rodea al cadáver. Uno de ellos, el inspector de policía le dice al hombre del servicio de emergencia: “Déjeme ver la nota”.
(La voz en off nos relata el contenido):
«Los informes dirán la historia. Me encarcelaron hace poco. ¿Por qué? Yo, un hombre fui detenido en la calle con ropa de mujer. Esa era mi cuarta detención por el mismo hecho. En la vida tengo que llevar esa ropa, por eso solo era cuestión de tiempo hasta que me volvieran a detener.
Esta es la única forma. Dejen que mi cuerpo descanse en la muerte por siempre con la ropa que no pude llevar en vida”.
~Guión, “Glen or Glenda”. (03:45-06:54)
NATURAL, SEDUCTOR, DELICADO, DE LA VANIDAD, DEL EROSTISMO, TIERNO, DE LA ILUSIÓN, MEXICANO, DE LA SENSIBILIDAD, DE LA INFANCIA, MARICA: MASCULINIDADES>TRASGRESIONES<FEMINISMXS
* *SÚPER ROSAS*
En sus investigaciones sobre varias sociedades no occidentales, Margaret Mead afirma que siempre aparece la diferenciación aparejada a una mayor valoración de las actividades de los hombres, donde estas actividades varían de una sociedad a otra. De ese modo, el determinismo biológico y el cultural se refleja en la educación que hombres y mujeres reciben.
Por un lado, se fundamentan derechos y obligaciones entre ambos sexos de acuerdo a las supuestas capacidades naturales, es decir, aquello que le es propio a cada unx. Esto varía según la época y el contexto, de manera que Mead concluye que es un asunto de determinismo social: ejercer el poder sobre los menos privilegiados según un sistema mayormente patriarcal.
Pero esa desigualdad, apuntada hace varias décadas por Mead, aún queda muy lejos de ser abolida. Una posible fórmula nos haría emplear todos los recursos sociales, legales, educativos disponibles. Inclusive al tomar en cuenta algo tan cotidiano como el uso del lenguaje. Para marcar diferencia y acercarnos a un sistema de relaciones más equitativo entre los sexos.
Así que, investigando sobre el uso habitual del término género en la lengua española, me topé con lo siguiente:
género.(RAE)
(Del lat. genus, genĕris).
m. Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes. 6.m. Biol. Taxón que agrupa a especies que comparten ciertos caracteres. 7. m. Gram. Clase a la que pertenece un nombre sustantivo o un pronombre por el hecho de concertar con él una forma y, generalmente solo una, de la flexión del adjetivo y del pronombre. En las lenguas indoeuropeas estas formas son tres en determinados adjetivos y pronombres: masculina, femenina y neutra.
femenino, na. (RAE)
(Del lat. feminīnus).
adj. Propio de mujeres. 2.adj. Perteneciente o relativo a ellas. 3. adj. Que posee los rasgos propios de la feminidad. 4. adj. Dicho de un ser: Dotado de órganos para ser fecundado. 5. adj. Perteneciente o relativo a este ser. 6. adj. Débil, endeble. 7. adj. Gram. Perteneciente al género femenino.Nombre femenino. Terminación femenina. U. t. c. s. 8. m. Gram.género femenino.
masculino, na. (RAE)
(Del lat. masculīnus).
adj. Dicho de un ser: Que está dotado de órganos para fecundar. 2.adj. Perteneciente o relativo a este ser. 3. adj. Varonil, enérgico. 4. m. Gramgénero masculino
Considerando lo anterior, considero importante hacer la reflexión sobre el uso correcto del término género/sexo, en donde el género gramatical (femenino/masculino y neutro) se utiliza para distinguir el “sexo de las palabras”. Por otro lado, el género se procura también como aquellas conductas sociales aprendidas y reproducidas bajo un sistema cultural específico, escogidas para cada sexo. P. ej. “en los estudios de género” (según las ciencias sociales).
Por lo tanto decir personas del mismogénero, violencia de género, no es correcto, y se ha de decir homofobia, sexismo, violencia contra las mujeres…ya que, como he mencionado, una cosa es el género gramatical y otra, el sexo de las personas.
* * *
Pero existe algo incluso más interesante y que plantea un reto muy importante a nivel jurídico, legal, económico, social, médico… y es que, bajo los estudios más recientes en diferentes disciplinas del conocimiento como la antropología, la sociología, el psicoanálisis o la piscología, se ha propugnado por incluir en la gama de la diversidad sexual a un tercer sexo. Es decir, ni masculino, ni femenino… otrx. (Que está contenido en algunx de lxs dos anteriores y, además, puede ser otrx ajenx a ellxs).
A este otrx sexo se le denomina intergénero o transgénero, y no hay para éste una definición en el diccionario de la Real Academia Española.
La palabra transgénero no está registrada en el Diccionario. La que se muestra a continuación tiene formas con una escritura cercana.
Designar la transexualidad , es validar el hecho social de que existan personas que nacieron con un sexo biológico que no corresponde con su identidad sexual. Por fortuna en nuestro país ya es posible, al menos en el Distrito Federal, que las personas que viven esta situación puedan asignarse el sexo y nombre propio que prefieran ante un juez de Registro Civil. No obstante, lo que queda claro es que en las sociedades occidentales, occidentalizadas y no occidentales se encuentran un mecanismo que tiene una posición privilegiada en la historia para cambiar el trato que nos damos unxs a los otrxs. Tenemos todo este conocimiento, entonces, ¡controlemos los hilos! Es debido revisar los derechos humanos por una convivencia de todas las gamas de ser, dentro de las posibilidades ciudadanas y sociales. De modo que se respeten y preserven las diversidades.
Personalmente me gusta el rosa marica como el color del encanto, de la súper diversidad. Aquello reproducible sin estereotipos ni moldes, perdurable y auténticx.
Fascina dejarles estas recomendaciones cinematográficas color rosa marica: de la sororidad, del encuentro de otras masculinidades, la libertad, la diversidad sexual y sensual, la búsqueda del otrx, la feminidad crítica, activa y no encasillada…
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Glen o Glenda (Edward D. Wood Jr., 1953); Sangre para Drácula (Paul Morrissey, 1974); El lugar sin límites (Arturo Ripstein, 1978); Tess (Roman Polanski, 1979); Víctor o Victoria (Blake Edwards, 1982); Thelma y Louise (Ridley Scott, 1991); Priscila, la reina del desierto (Stephan Elliott, 1994); Criaturas celestiales (Peter Jackson, 1994); Libertarias (Vicente Aranda, 1996); El libro de cabecera (Peter Greenaway, 1997); Mi vida en rosa (Alain Berliner, 1997); Jackie Brown (Quentin Tarantino, 1997); Juana de Arco (Luc Besson, 1999); Los chicos no lloran (Kimberly Pierce, 1999); La virgen de los sicarios (Barbet Schroeder, 2000); Antes que anochezca (Julian Schnabel, 2000); Billy Elliot (Stephen Daldry, 2000); Kill Bill vol. 1, Kill Bill vol. 2 (Quentin Tarantino, 2003 y 2004); La mala educación, Volver (Pedro Almodóvar, 2004 y 2006); Transamerica (Duncan Tucker, 2005); Kinki Boots (Julian Jarrold, 2005); Desayuno en Plutón (Neil Jordan, 2005); Milk (Gus van Sant, 2008); Phillip Morris, te quiero (Glenn Ficarra, John Requa, 2009). Y de pilón, A toda máquina (Ismael Rodríguez, 1951).
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Heller Eva. Psicología del color. Cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón. 2011. Gustavo Gili.
Picardo Joao, Oscar VV.AA (2005) Diccionario Enciclopédico de Ciencias de la Educación. Pacheco Cardoza. 1ª. Ed. Centro de Investigación Educativa, Colegio García Flamenco. San Salvador, El Salvador, C.A
Se recomienda la lectura del “Manual para el uso no sexista del lenguaje” Coordinado por María Julia Pérez Cervera. Autora: María Julia Pérez Cervera. Cuarta edición: Marzo de 2011. Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Ciudad de México. En: http://www.conavim.gob.mx
El teatro siempre ha sido un espacio problematizador y promotor de discursos, una manifestación artística, social, política, filosófica y cultural capaz de suscitar transgresiones estéticas que contribuyen a tornar evidentes temas importantes para el desarrollo de la humanidad. Actualmente las discusiones de género están presentes de forma más explícita en el Arte. En este sentido la puesta en escena TraVesTid@s creada a través del proyecto Fronteras del cuerpo, que fue premiado con la beca de creación artística de la Secretaria de Relaciones Exteriores de México, tiene el objetivo de problematizar en escena cómo, dónde y de qué forma viven l@s travestis mexican@s en la sociedad contemporánea, porque generalmente esos personajes se desenvuelven “[…] en el mundo subversivo de las drogas, reinan en el submundo de los prostíbulos, así como en la alcoba ‘sagrada’ del político/a, del médico, del/la juez/a, del/la barrendero/a o del/la profesor/a […].” (SÁ-SILVA, 2012, p. 5). ¿Pero qué lugar ofrece México para las princesas travestis?
A lo largo de la investigación, Cia Catártic@ indagó en instituciones, libros, antros, etc, además platicó con activistas, investigadores, psicólogos y travestis todo esto, con el fin de entender cómo se desarrolla el travestismo en México. Durante la investigación se percibió un contraste lingüístico entre el término los travestis como la sociedad plantea y las travestis como ellas se miran/definen. Así que la Cia Catártic@ definió la utilización del @ para adecuar mejor su discurso.
A partir de esa investigación se creó un mapa social del travestismo en México, intentando desmitificar os estereotipos de que todas l@s travestis trabajan como sexo servidor@s, en las calles. Gracias a ese mapa social, la Cia Catártic@ comprendió el travestismo en México como una identidad de género y como práctica y/o juego sexual, además, se percibió que l@s travestis están en todos los ámbitos de la sociedad mexicana.
Esta propuesta, desarrollada a partir de una investigación, dialoga con lo que plantea el teórico argentino Jorge Dubatti: el artista debe ser un investigador y nuestros procesos creativos deben basarse en la investigación porque esta fundamenta nuestro discurso artístico.
De esa forma, la puesta en escena pretende contribuir a la función social que tiene el teatro, y además mostrar la necesidad de discutir estos temas en la sociedad mexicana para el desarrollo de un país que respeta los derechos de las personas travestis, probando así que ell@s también son hij@s, de este país tan rico, diverso y cultural: México.
EnTraVesTid@sel espectador tiene la oportunidad de adentrarse en el universo y la vida de l@s travestis mexican@s a través del proceso escénico de un grupo de teatro que se esfuerza por transmitir las problemáticas que encierra el travestismo en México. Las atmósferas que crea esta obra permiten que el espectador comparta de manera más íntima las experiencias de la vida de l@s travestis. Prejuicios/transfobia, dolores, amores y risas… forman parte de TraVesTid@s.
La escenografía y la luz crean la atmósfera de los espacios sociales en los que se desenvuelven l@s travestis: un salón de belleza con una estética de Pop Arte, contrasta con las atmósferas oscuras de la calle, el cuarto, hoteles etc. Estos espacios sociales determinan dónde y cómo ell@s viven en la sociedad mexicana. Los vestuarios y la caracterización brindan la oportunidad de que el espectador conozca a l@s travestis más allá de los estereotipos, como cualquier ciudadan@ mexican@; ya sea estilistas, universitari@s, abogad@s, ingenier@s, artistas, trabajad@res sexuales etc.
En la puesta en escena el cuerpo del actor crea una poética dando voz y vida a esas personas marginadas. En TraVesTid@s,el cuerpo del actor es instrumento de acción estético-política. Como lo plantea Antonin Artaud y Jerzy Grotowski, los actores dan vida a personajes y construyen historias reales, incorporan discursos políticos y sociales de la realidad de l@s travestis mexican@s, que viven en la frontera de la sociedad. En esta representación se da voz a estos personajes, lo que representa un acto sociopolítico que dialoga con la propuesta estética y político-social de la Cia Catártic@.
Todos los sabados de abril y mayo. Horario: 4pm.
Boletos: 150 pesos y media 75 pesos con credencial.
Contactos: Mayán Salgado (55 22 74 73 59) y Nando Nascimento (55 21 17 99 77)
Ciudad de México
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Nando Nascimento. Es actor y director teatral. Licenciando en Teatro por la Universidade Federal do Maranhão – UFMA/Brasil. Investigador de las discusiones de Género y Sexualidad en el teatro de Brasil. Actualmente estudia a través de intercambio en la Universidad Nacional Autónoma de México – UNAM.
Se dice que El precio de la sal de Claire Morgan fue la primera novela en su género en tener un final feliz: las dos protagonistas quedan juntas. A mediados del siglo XX, las novelas de corte homosexual terminaban en suicidio, reivindicación heterosexual o soledad. Los protagonistas eran castigados por su perversión. ¿Por qué esta novela tuvo un final feliz? El nombre de Claire Morgan es el pseudónimo que utilizó Patricia Highsmith para publicar esta novela en 1952, pues sus editores se negaron a hacerlo; sin embargo la novela tuvo mucho éxito entre sus lectores homosexuales. En 1989 se reedita El precio de la sal con el título de Carol y ya bajo la firma de Patricia Highsmith. Ella escribe en su prólogo que desde 1952 a esa fecha habían llegado muchas cartas de los admiradores agradeciéndole por escribir una novela con dicho final, por escribir una historia parecida a la suya, y por no saber qué hacer siendo homosexuales y viviendo en un pueblo aislado. Highsmith siempre repudió la moral recta del pueblo norteamericano y, en alguna ocasión, dijo que el final que le había dado fue una especie de burla a la hipocresía que imperaba en esos tiempos. Patricia dijo en alguna entrevista que su novela se basaba en la imaginación, porque «(…) cuando estás enamorado estás en un estado de locura.»
Patricia Highsmith (Forth-Worth Texas 1921- Locarno, Suiza 1995) fue una escritora norteamericana exitosa, polémica y aislada de la sociedad. La psicología de sus personajes no era la psicología optimista que se aceptaba a mediados del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, al contrario, sus personajes eran oscuros, profundos, de moral flexible, atormentados, no por querer hacer el bien, sino por sus propios pensamientos, por sus verdaderos deseos; son atormentados por el egoísmo, por no poder gozar más de éste.
Obtuvo fama y éxito por Extraños en un tren, publicada en 1949 y por la saga de El talentoso Mr. Ripley. De estas novelas se hicieron varias adaptaciones cinematográficas, de la primera por Alfred Hitchcock en 1951, titulada Strangers on a train y de las segundas, dirigida por René Clement en 1960 llamada Plain soleil, y The talented Mr. Ripley, por Anthony Minghella en 1996.
Carol trata del enamoramiento de una joven mujer, Therese Belivet, de una bella y elegante rubia de edad madura llamada Carol Aird.
En Carol surge el confuso amor, inexplicable, pero amor indiscutible. El amor es algo que sobresalta y toma por sorpresa a quien lo experimenta, y más en el caso del amor entre mujeres. ¿Cómo es posible que de pronto al ver a una hermosa mujer, Therese se turbe de tal manera que desee verla nuevamente, que quiera saber más de ella? ¿Cómo puede existir ese llamado flechazo de amor tanto en Carol, como en la vida de muchas mujeres?
Es muy posible que tanto los homosexuales de mitad del siglo XX, como los de esta segunda década del siglo XXI se identifiquen con Therese y con Carol.
LA VIDA GRIS
Therese tenía una vida simple, opaca, vendía muñecas en el departamento de juguetería de un almacén llamado Frankenberg, en Nueva York. Este era un empleo por temporada, pues no había podido obtener un trabajo de escenógrafa en meses. Su vida era gris y fría, se sentía asfixiada y atrapada. Durante la visita que hace a una colega de trabajo, la señora Rubichek, tiene un ataque de nervios, observa la miseria de la casa. Se siente encerrada en el vestido que se prueba y que la señora Rubichek quería regalarle. Es la angustia de la vida cotidiana, el miedo a la vida entera dedicada a un trabajo que no le gusta, un trabajo forzoso, como el de la señora Rubichek, que no puede hacer nada más que eso, debido a su fracaso laboral y físico. Therese es invadida por la angustia y se desmaya. Al volver en sí, escapa del departamento de la señora Rubichek; no desea saber más de esa vida.
Therese tenía una relación «inconexa y sin cimentar» con Richard, su novio, con quien había tenido ocasionales relaciones sexuales no placenteras. Ella desea escapar de Richard, sobre todo cuando éste le recuerda de los planes de viajar a Europa.
Therese, como muchas mujeres, no se encuentra cómoda con la vida que tiene. Siente que algo no encaja, que ella no encaja, que los patrones sociales a los que ha sido sometida no van con ella. Todo eso no lo sabe, lo percibe solamente. Ese aburrimiento de la vida cotidiana, esa angustia, son síntomas de que algo en la vida no está del todo bien.
LA MAGIA DEL ENCUENTRO FORTUITO
El encuentro mágico se dio cuando miró a la señora Aird en el almacén. Ella, rubia, esbelta y grácil, vestida con un abrigo de piel, la vio también y se le acercó. Therese quedó prendada de ella a tal grado que se aprendió la dirección que la señora Aird le dio. Le manda una tarjeta de navidad con el simple, hasta torpe mensaje de: «Con un recuerdo muy especial de Frankenberg» y su número de vendedora, ni siquiera su nombre. Ese momento de nerviosismo, de enamoramiento, es el comienzo de un viaje hacia la verdadera vida de Therese, una vida que no sabía que quería, hasta que la tuvo al alcance de la mano, y hará todo lo posible por vivirla.
Therese y muchas más mujeres han experimentado esa sensación casi indescriptible; la atracción incontrolable hacia la otra persona, hacia la que no sabían que podrían sentirse atraídas. El sentimiento bonito de querer desentrañar el misterio de la otra persona porque inexplicablemente te gusta. Todas alguna vez, como Therese, pensamos en decirle a esa persona que nos atrae: «Usted es magnífica», «La quiero», sin saber exactamente por qué se quiere hacer, sin poder cuestionar, simplemente se quiere.
Therese recibió una llamada telefónica al almacén; resultó ser la señora Aird, quien la cita a comer para el día siguiente. Therese está emocionada, ¿quién no lo estaría si la persona que te gusta mucho se comunica contigo y concierta una cita?
Durante la llamada telefónica, Carol Aird se muestra divertida y agradable, complacida de que quien le envió la tarjeta navideña haya sido la vendedora y no algún dependiente anónimo del almacén. Logran quedar en verse antes de que la comunicación se cortara abruptamente. Esos accidentes que provocan nerviosismo son los que dan la emoción de la incertidumbre. ¿Carol habrá quedado bien con Therese para poder encontrarla al día siguiente?
LA FELICIDAD A TRAVÉS DE UNA MUJER
En su primera cita durante la hora de comida de Therese, ella ve los detalles sobre Carol, sobre su físico: «Su risa era un sonido más hermoso que la música. Le dibujaba leves arrugas en los extremos de los ojos mientras fruncía sus labios rojos para aspirar el humo de su cigarrillo». Sobre su manera de expresarse: «Therese pensó que le había dicho que era guapa con tanta soltura como si estuviera refiriéndose a una muñeca.»
A Therese le gusta esta mujer y nota los gestos y los guiños, los mismos que causan felicidad cuando se les descubre por vez primera en la persona amada, esos mismos detalles que hacen que resurja el enamoramiento aún con el transcurso del tiempo.
Therese la observa como se observa algo maravilloso, mira cómo se recuesta en el asiento, cómo es su figura; aprecia el aroma «seda verde oscuro» de su perfume y desea enterrar su nariz en el pañuelo de Carol. Está encantada, pero no hace nada por impresionarla, cuenta pocos detalles de su vida y a lo poco que cuenta le da poca importancia. Se preocupa por Carol, no desea aburrirla, quizás porque no ve en su vida muchas cosas de importancia, quizás por timidez. Therese decide que desde ese día será feliz, porque su pasado no importará más, porque Carol, para ella se convierte en un ser al cual admirar y adorar, la empieza a idolatrar y no quiere causar ninguna molestia. Eso se ve cuando Therese es invitada por primera vez a casa de Carol.
LA VIDA ENIGMÁTICA DE ESA MUJER
Therese se encontraba incómoda en la casa de Carol, por el nuevo ambiente. Miraba a Carol preocupada y distante. Carol logró reponerse a sus extravíos y mostró sincero interés por ella. La llevó a recostarse, pues la vio cansada. Un gesto delicado puso en manifiesto la ternura que Therese desprende en Carol, ésta le dio un masaje en el cuello y besó en el nacimiento del cabello, la acostó en la cama y le llevó un vaso de leche. Carol interroga a Therese, y ella, pese a su renuencia de hablar sobre su pasado, le cuenta todo. Cuando logra relajarse, entra Harge, el exmarido de Carol y Therese debe retirarse. A pesar de su anticipado regreso, Therese sintió «un bosque radiante con miles de hojas trémulas.»
Un acercamiento semejante con el ser amado deja a cualquiera sorprendido, pensando en ella todo el día y la noche. Esperando con ansias que llegue el momento de volverle a ver.
Aunque, ¿no es el beso en el nacimiento del cabello un gesto maternal? ¿Será el amor más tierno, el maternal, el que se busca entre dos mujeres? ¿Será el resguardo en el seno materno lo que hace que las mujeres deseen estar juntas? Esa sensación de cobijo y seguridad es la que facilita…
EL EMBRUJO
Therese busca complacer a Carol: empeña una medalla para hacer un regalo de Navidad. Se pregunta sobre las relaciones de pareja, sobre el matrimonio; se pregunta si lo que siente por Carol es amor. Comienzan a involucrarse en sus vidas mutuamente, intiman. Therese sintió celos de Carol cuando ésta mostró demasiado interés por Richard. Ella aún no sabe nada sobre la historia de Carol. La deslumbra su aparente frialdad, su forma de hablar y de actuar. En una charla, Carol le cuenta de la sexualidad:
«Creo que el sexo fluye de manera mucho más ociosa en todos nosotros de lo que queremos creer, especialmente de lo que los hombres quieren creer. Las primeras aventuras no suelen ser más que una manera de satisfacer la curiosidad y después de eso una intenta repetir las mismas cosas, tratando de encontrar (…)un amigo, un compañero o quizá alguien con quien compartir algo (…) Quiero decir que la gente a veces intenta encontrar a través del sexo cosas que son más fáciles de encontrar en otras maneras».
Me detengo aquí en la vida de la autora. Patricia Highsmith murió en Suiza y dejó estipulado que sus documentos quedaran en dicho país. Hoy en día están en los Archivos Literarios Suizos, en Berna. Mientras vivió poco se supo de su vida privada, tras su muerte se dieron a conocer los escritos privados de Highsmith, incluidos los diarios. La vida de la autora estuvo marcada por una mala relación con su madre, el odio hacia el padrastro, la culpa por su lesbianismo y las múltiples parejas sexuales y relaciones amorosas que terminaron mal.
Lo que dice Carol aquí es lo más parecido a lo que vivió Highsmith durante su despertar sexual. Highsmith asumió su lesbianismo y tuvo múltiples experiencias. Algunos afirman que este saltar de relación en relación denotaba una constante búsqueda del ideal amoroso.
Hasta aquí la autora y sigamos con la obra. Carol es una novela del descubrimiento amoroso de una mujer por otra mujer, el de Therese, y de la liberación femenina, gracias al amor de otra mujer: Carol. ¿Cómo sucede todo esto?
Hasta ahora he puntualizado los inicios del enamoramiento de Therese hacia Carol.
Therese descubre que puede enamorarse de una mujer, se lanza al vacío por ella, rechaza a su prometido. Éste, Richard, intenta rescatarla de esa otra mujer y está convencido de que lo que siente su ex prometida hacia esa otra mujer, es pasajero. Ella corta con él definitivamente y emprende el viaje hacia el oeste de EEUU con Carol.
Durante el viaje, descubre los verdaderos sentimientos de esta última, vive el sueño de libertad, huye con ella y la espera.
Experimenta finalmente el amor físico y placentero, pero el sexo, como le dijo Carol, es parte de la convivencia. Cómo pueden tener relaciones sexuales, cómo pueden jugar con sus pies bajo la mesa. El sexo no es el centro medular de esta relación lésbica, lo es el entendimiento mutuo, el apoyo, la complicidad. El mundo de Therese se concentra en Carol. ¿Es necesario que el mundo de una fusione con el mundo de la otra para formar una relación amorosa? Tal pareciera que sí, que para que una relación lésbica fructifique ambas deben fundirse hasta olvidar sus identidades y así volar hacia la libertad de su amor.
Carol, en cambio, se siente libre al lado de Therese, se siente así porque admira su juventud y su nulo yugo, desea hacer como ella y simplemente desaparecer. Desea ser ella misma de nuevo, vivir, ser feliz, amar a quien quiera y no dejarse llevar por las normas sociales que le han sido impuestas, sobre todo por la familia de su exmarido, porque con él todo es cuestión de posesión. Carol ha sido la posesión de Harge durante su corto matrimonio y él aún desea tenerla, no por amarla, sino porque ha sido suya.
EL ENEMIGO
Harge actúa como un enemigo silencioso del amor entre Carol y Therese. Durante su viaje hacia el oeste de EEUU, ellas han sido perseguidas por un investigador privado contratado por éste para obtener información sobre las relaciones que ambas sostienen. Él desea aún controlar la vida de Carol. Aunque no la quiere consigo, pero tampoco la quiere con alguien más y mucho menos con una mujer. Nada más humillante que tu exmujer se vaya con otra, además del desperdicio que significa que una mujer atractiva se vaya con otra mujer. ¿Cómo ésta puede hacer su vida y romper las normas sociales? ¿cómo una mujer es capaz de buscar su propia felicidad por encima de los valores familiares y hasta por encima de sus hijos?
Harge contratará al investigador privado y usará las leyes estadounidenses a su favor con el fin de que Carol se rinda y acceda a las peticiones de su familia, para que ella tenga derecho de ver a su hija Rindy unos cuantos días al año.
A pesar de ello, ambas emprenderán la huída. Carol quiere a su hija, pero desea su libertad. En este punto, ella no está huyendo hacia la felicidad, sino de sus responsabilidades. Cuando no puede más con las intimidaciones de su exmarido, hace un alto en el viaje y regresa a Nueva York para arreglar su divorcio. Therese queda en esperar su vuelta.
EL AMOR
¿Qué es el amor después de todo? ¿El sentimiento madre-hija de Carol hacia Rindy o la fascinación de amar en libertad a Therese?
Therese ha quedado decepcionada al saber que Carol no regresaría con ella y se vuelve a Nueva York. Allí, convencida de que Carol se ha rendido a los deseos de Harge, se desprende de su recuerdo y emprende su propio camino. Cambia de vestimenta y busca trabajo nuevo como escenógrafa.
Pasado algún tiempo, Carol la ha citado en un bar. Therese sólo quiere entregarle las llaves del auto que las llevó por el país. Carol desea decirle algo más: «El apartamento es bastante grande para dos. Esperaba que te gustara y que quisieras venir a vivir conmigo, pero supongo que no querrás…¿Te gustaría?».
Therese titubea, se imagina la vida al lado de Carol, la vida que siempre quiso con ella, pero al final le dice: No.
Therese está descorazonada. ¿Qué otra cosa se puede pensar ante la inminencia de la derrota de la libertad del individuo ante los mandatos de la sociedad? Tal parece que toda relación homosexual, o no convencional, lucha no sólo contra los problemas que se puedan presentar en la cotidianidad, no sólo contra las incompatibilidades de los caracteres de cada quien, sino que también lucha, y muy duramente, contra la sociedad homogeneizante, contra las normas rígidas e indiferentes de las diferencias de todo tipo. Therese, empero, se muestra valiente y decide salir adelante, a pesar de la soledad, a pesar de saberse marcada por el escándalo. Ella sale y se enfrenta a sí misma. No cambia, descubre el velo que tenía sobre sí, mira sin miedo su presente y tiene ansias del futuro, aunque en él no vaya a estar Carol.
EL AMOR TRIUNFA
Therese estaba sola en una fiesta. Se siente atraída hacia una guapa actriz que acaba de llegar y, al parecer, la atracción es mutua. Sabe de pronto que esta mujer no le significará nada, que quizás sea una más.
En un arranque de cordura, Therese toma su abrigo y sale en búsqueda de Carol. La encuentra en el lugar donde ella le dijo que estaría, la mira sonreír, la ama nuevamente y avanza hacia ella.
Este final feliz es un final rosa, y también inesperado. Ante la liberación de Therese y el aparente retroceso de Carol, el lector no espera que ellas terminen juntas. Por un momento, durante la fiesta, pareciera que Therese ha dejado atrás a Carol y que su vida y su carrera tendrán un nuevo comienzo. Carol, en cambio, permanecerá sola, sin el cariño de su hija y trabajando en una mueblería.
En realidad ¿quién dejaría pasar la oportunidad de tener la vida con el amor? ¿quién no dejaría todo ante la posibilidad de una vida llena de dicha? ¿En realidad no olvidarían los tragos amargos cuando venga el ser amado a ofrecer su hermosa compañía y su corazón?
Eva B. Castañeda Palacios. (México, 1983) Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Hispanista y soprano-mezzosoprano. Profesora de creación literaria y de alemán. Estudia el kitsch en la literatura mexicana del siglo XX. Canta en diversos grupos corales con obras desde Vivaldi hasta Britten. Como solista canta Lied alemana.