ROJO SANGRE.ENTRAÑA.SEXO.DOLOR.DESEO.PODER.Y.MISTERIO

Por Liliana Ang

Roja es la sangre y la víscera: lo interno, lo informe, lo vivo. Tal vez porque representa la vida (el corazón que late) es también uno de los colores del sexo. Rojo es el erotismo y la excitación. Los labios del deseo son rojos. En Historia de O., a O. le maquillan los pezones y la vulva de color rojo intenso como preparación para el sexo. Rojo es también el color de la menstruación, el acto biológico que para la mayoría de la sociedad sigue siendo tabú en el siglo XXI. Por esto, es un color que esconde. Algo secreto reside en el rojo, y tiene que ver con el poder. No estoy hablando del ‘poder femenino de engendrar vida’, sino de otro, más oscuro y retorcido.

Carrie, la novela de 1974 de Stephen King, inicia con una escena de mucha tensión en torno a la menstruación de la protagonista. A partir de ese punto, Carrie descubre y aprende a controlar su poder: la telequinesia. La sangre es una metáfora del poder oscuro que permite a la protagonista destruir un pueblo entero. El libro inicia y termina con baños de sangre, menstruación el primero y sangre de cerdo el segundo. La telequinesia y el rojo de la sangre son símbolos de un poder secreto, con un potencial destructivo único.

Las cuatro pinturas que aquí presento contienen elementos de color rojo, como la sangre o el maquillaje. Pero en todas sucede algo más. Hay un secreto latente que se esconde tras el maquillaje de ‘la dolorosa’, en el encuadre cortado de las sangrantes y tras las cortinas que descubren apenas un fragmento de una escena incierta. Ese misterio es un eco del poder secreto del rojo, y es ahí donde reside el poder de las escenas representadas.

En mi manera de entender el mundo como en mi pintura, mis referentes son diversos aspectos de lo femenino. El rojo es uno de los colores más simbólicos y expresivos, al tener vínculos con la excitación y el sexo, las vísceras, la sangre y el dolor y con el poder de lo secreto y del misterio. Tiene mucho más cuerpo que su tono apastelado, el rosa, el color considerado como femenino por antonomasia en nuestra sociedad y adorado por casi todas las niñas. Tal vez si tuviera que elegir un color para representar la feminidad sería el rojo. Acaso el rojo en realidad no es otra cosa que un rosa que ha crecido y que ha madurado; y que contiene simbólicamente dolor, deseo, entrañas, secreto y poder.

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