imágenes y texto por Azucena Blanco
La vi [a Playboy Mommy] muy como una figura de Magdalena. La vi como alguien cuya reputación se ha vuelto bastante mala a causa de los medios que usa para sobrevivir. Hubo algo en mí que se alineó con esta mujer de mala fama con la cual la gente tiene problemas. A veces tienes que lograr cosas de maneras no tan bonitas. Vi fuerza en ella. Puede hacer cosas que esas mujeres que son aceptadas en los círculos literarios no pueden hacer, porque ella puede tragar… Esta mujer en Playboy Mommy, ella tragará. Se tragará un billón de semillas para proteger a su pequeña niña.
Tori Amos en referente a su canción playboy mommy
Contra la maternidad asexuada, dulce y delicada, por una maternidad subversiva, empoderada, mutable y gozosa, por ese estado sexual del cuerpo y de reconocimiento. Por ese cuerpo expandido hasta sus límites, por esos pechos llenos e hinchados, por esa espalda arqueada y elástica, por ese galope hormonal que me hizo sentir fuerte y cachonda, por ese vaivén de la niña que cohabitó éste útero pues éramos dos ella y yo, por ese cuerpo que recuerdo con cariño y a veces extraño rompo etiquetas, hoy escribo desde la rabia:
Mi maternidad no está sometida a un modelo absurdo e inexistente, no hay una forma de vivir la maternidad; la idealización, la abnegación y el sacrifico son una ficción del sistema. Mi lucha va de mi propia experiencia de dar testimonio de la violencia sistemática de la que una es objeto y el miedo patológico en el que se es introducida hago un ejercicio de memoria desde el momento en que estaba gestando momentos en que yo era muy joven y el feminismo era una incógnita por plantearme; fui bombardeada de normas a cumplir, me sentí a como un conejillo de indias un objeto de estudio por el aparato médico , familia y la sociedad todos podían aconsejarsobre el cómo ser una “buena madre” a base de juzgar. Vista desde su empañada lupa como un bulto en estado de convalecencia embrutecido por su condición física y hormonal se nos condena a un estadío de permanente de soledad, una maternidad cargada de culpas y miedos, bases de control de este sistema patriarcal
Hoy me apropio de esos modelos anatómicos las llamadas “Venus Grávidas” y la hago mías. Modelos utilizados con fines “didácticos” para la instrucción médica sobre el funcionamiento del cuerpo femenino. El prototipo de belleza durmiente alcanzado con las Venus médicas, en el que la piel pálida, el cabello suelto y el estado de reposo contribuían a sugerir un estado de pasividad frente a la acción del hombre que procedía a analizar su cuerpo hoy les inscribo PUTA Y TOMO ESE INSULTO QUE NO ME PUDIERON DECIR A LA CARA, los vuelvo stickers para invadir los espacios públicos.