Fat Horror: Una historia visual del terror gordo desde la transfeminidad

Durante el periodo de esta pandemia mi cuerpo se vio atravesado por tres

sucesos: el miedo, la transición y el terror, motivo por el que decidí escribir este texto entorno a una historia visual del terror gordo desde la transfeminidad. Este texto es un ensayo visual entorno a lo que considero una secuencia de transfeminidad en diversos escenarios de terror social que van desde crímenes, asesinatos, robos y descanso. Las ilustraciones que lo acompañan son un registro personal que he realizado en este proceso de pandemia en el que me vi envuelta en lo que yo llamo ‘’encarnar el terror’’.

A principios de pandemia toda persona gorda escuchó que quienes no éramos delgadas, seríamos las primeras que moriríamos, todo mundo nos daba por muertas. Ese periodo coincidió con una depresión prolongada que me mantuvo en escenarios de miedo constante. La segunda fase de la pandemia para mí fue la transición, pues decidí comenzar el tratamiento hormonal, sin embargo, no fui lo suficientemente sana y delgada para los médicos como para ser una chica trans ideal. Mi tercera fase fue el terror, que yo llamo mi fase fathorror que fue donde comencé a estudiar y rastrear la genealogía del terror gordo y el cómo me atravesaba a mi desde la transfeminidad.

Criminally Insane (1975) es un film de terror sobre Ethel, una gorda desquiciada con trastornos alimenticios que la llevarían a encarnar el terror en su entorno y decide hacer una masacre hasta que termina convirtiéndose en una gorda caníbal. El fathorror, desde mi punto de vista, es el terror y horror que encarnan las personas gordas, es decir, es entender el terror como un fenómeno social y que por tanto está constituido por dos elementos principales; el miedo y la moral. Para que el terror pueda ser terror, por lo menos deben existir estos dos componentes para que se hagan carne y por tanto, materia.

Podría decir que el fathorror es una dimensión grotesca de lo que en el cine se conoce como bodyhorror o terror corporal. Quienes fuimos y somos gordas, sabemos que el mundo le tiene miedo y pavor a nuestro cuerpo, encarnamos el terror que viene desde adentro.

Nunca había escuchado el término fathorror hasta que durante la pandemia encontré un cortometraje llamado «Cerdita» (2018) de Carlota Martínez que va de una gorda que es atacada por un grupito de rubias y que pronto se convertiría en un revenge que yo lo interpretaría y concluiría (para mi agrado) más como algo metafórico y con un desenlace alternativo, en donde Para, la protagonista, agoniza tanto su venganza e impotencia que crea un personaje ajeno a ella para atacarlas, algo así como un juego de terror psicológico donde se invierten los papeles. Mientras veía este corto pensaba qué si existe el queerhorror y blackhorror, este corto inauguraría tal cual el fathorror, sin embargo no sabía realmente nada sobre la genealogia del terror gordo y fue ahí que entendí la dimensión del miedo y la transición de pasar a la dimensión del terror.

La monstruosidad y el terror gordo tienen su historia y esta la encontramos prácticamente en la genealogia de la gordura en occidente. En el siglo XX el historiador Vigarello escribió «Historia de la obesidad» donde hace un recorrido histórico sobre los diversos procesos sociales, políticos, económicos y simbólicos de la gordura en la sociedad occidental y lo poco que él entendió de las sociedades no occidentalizadas. Todo esto me detonó una búsqueda por generar notas para conocer y conceptualizar sobre el fathorror o terror gordo y así entender el cómo se construye también la monstruosidad desde el cuerpo, pues históricamente aquello que nos da miedo simboliza la fuga de lo que está condenado y castigado socialmente y habitar el cuerpo también ha significado una persecución y exilio.

No se puede entender la historia del terror sin entender el terror como un proceso social más que estético. Cualquiera que quiera entender la gordura y su relación con la monstruosidad, tendría que recurrir a los archivos históricos para encontrar que nosotras siempre hemos encarnado y habitado eso.

Compartir una historia del terror gordo me llevaría muchas páginas, sin embargo, quiero dejar antecedentes visuales sobre gordura y terror en su intersección con la monstruosidad y transfeminidad gorda.

Las transexuales por si mismas ya estamos destinadas a ser criminales y delincuentes para los demás, somos peligrosas. Una transexual gorda entonces, es una bestia gigante que no tiene compasión por nadie y que no dudará en usar su cuerpo contra el mundo inofensivo que tanto la odia. Desde que tengo memoria, cuando la gente me insultaba, agredía o golpeaba, y mi reacción era de autodefensa, estaba destinada al castigo moral y físico, porque yo era una bestia que no debía responder ante ninguna agresión porque mi cuerpo era grande y gordo.

Fui castigada varias veces moralmente con el escarnio y exilio por tener un cuerpo de gorda y además, ser violenta. La gente solo me tenía miedo cuando yo estaba decidida a defenderme, porque en tanto vivía mi vida cotidiana, yo era un ser pasivo, inofensivo y dónde la gente podía depositar todo tipo de comentario y acción sin ninguna reacción. Cuando eres una transexual gorda la gente por lo regular espera mucho de ti; no eres lo suficientemente femenina porque la feminidad heterosexual es delgada. Una feminidad heterosexual en la gordura por tanto no encaja, entonces como la transfeminidad asimilada está cimentada en la heterosexualidad, no eres lo suficientemente trans por gorda. Pienso entonces que el miedo y la gordura se llevan bien con la delincuencia, criminalidad y lo bestial. Leer sobre asesinas, ladronas, transexuales terroristas y gordas golpeadoras me hizo renunciar a ser la víctima para traicionar incluso esas narrativas visuales donde yo como gorda, tendría que ser ilustrada y narrada en la ficción como víctima del mundo y no como devastadora del mundo, cuando por lo menos la ficción es el único lugar que por ahora me pertenece e interesa para encarnar el terror y la delincuencia y que por tanto es una urgencia desmoralizarlo.

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Rojo Génesis: Es Ilustradora, investigadora y creadora de Casa de Hadas, espacio de investigación en cine y terror transexual, lesbiano y gay en Latinoamérica. Coordina HORRORA, una revista que reúne contenidos de terror y horror hechos por personas LGBTIQ+. Su trabajo de ilustración tiene como propósito intersectar la gordura, transexualidad y terror, colocando en diferentes escenarios de delincuencia y miedo a sus personajes.
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Instagram: @_demonia_maldita_

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