El hombre perfecto

Eldi Dundee Fetish boys 2008/2011, etching, 1/20
Eldi Dundee
Fetish boys 2008/2011, etching, 1/20

 

Alan Palma

El hombre perfecto, la cita perfecta, el amigo perfecto, los pantalones perfectos, el peinado perfecto, la calificación perfecta, las nalgas perfectas, el pene perfecto etcétera.

    Tal vez cambie la palabra, pero en nuestra sociedad se busca la perfección, en todo, en las cosas y en las personas, pero ¿en realidad la buscamos? o ¿buscamos algo que se nos ha dicho cómo tiene que ser, pero que al final sabemos no vamos a encontrar?

    En la cotidianidad la palabra perfecto hace una referencia directa al canon establecido lo mejor de lo mejor, y aunque la realidad diste mucho de ser perfecta, los medios masivos de información se encargan de hacernos creer que la perfección, como ellos la presentan, es asequible y real. Pero ¿qué es lo perfecto? La misma definición de la palabra queda algo ambigua, nos permite establecer esos límites de lo menos defectuoso o lo más cercano a la excelencia; entonces al final del día ¿buscamos lo perfecto para nosotros? o ¿buscamos lo perfecto para la aprobación social?

    En el mundo gay, de los antros, de la fiesta, del desvelo, del precopeo, del status, hay una gran influencia de los medios hacia la búsqueda del status quo de la perfección homosexual, por lo que muchos hombres gay buscan ser y estar con el hombre perfecto para obtener la aprobación social.

    La sociedad en que vivimos es sumamente consumista; sin embargo, en los círculos gay afines al Capitalismo Rosa esto se acentúa aún más, pues los gays somos híper consumistas: debemos tener los mejores zapatos, la mejor playera, el mejor pantalón, o tener todo el vestuario salido de la tienda Z o B, el Iphone no puede faltar o el nuevo celular más caro, y es ahí donde entra cierto canon del hombre gay perfecto.

    El hombre gay perfecto debe tener primero, los atributos de los cánones estéticos que marca la moda, músculos bien marcados, altos, guapos; después la vestimenta, como ya lo mencionamos, y por supuesto un buen puesto ejecutivo en alguna empresa donde gane de los 20 mil pesos para arriba; en los medios así los muestran, por lo que el ideal de la pareja gay es ver a dos hombres igualitos viviendo juntos.

    Obviamente la realidad es distinta, aunque estoy seguro que muchos chavos homosexuales desearían esto, pero dada la improbabilidad de toparse con un chavo pudiente, caucásico, en forma, y gay, en México, muchos nos bajamos de la nubecita, aterrizamos, nos desengañamos y buscamos al hombre perfecto para nosotros.

    El hombre perfecto cambiará dependiendo el gusto de cada quien y es ahí donde llegamos a un universo hermoso de diversidad, en donde nos podemos conformar con lo que nos toca o podemos encontrar lo que andábamos buscando. Está por ejemplo, el llamado Oso, aquél hombre barbón, gordito y bien peludo de todos lados; o el leather, el transexual, el otaku, la jotita (sin ser peyorativos), el hipster, el chacal, el macho, el botudo, el nerd, el alto, el güero, el moreno, el X, en fin, existen tantos gustos y subjetividades como personas existimos en este mundo.

    Todos necesitamos amor, y aunque hay algunos que terminan comprando la idea del comercial, al final, después de tanto bombardeo y no poder conseguir lo que se les ha indicado, terminan echándose al que más criticaban o al que menos se imaginaban o, mejor dicho, después de unas dos chelas, terminan aceptando lo que en verdad les gusta, y si después de la cruda siguen sin aceptar que les fascinó, es muy fácil echarle la culpa al alcohol.

    En un mundo gay donde todo es tendente a la superficialidad y frivolidad, o te quedas solo o aceptas que el amor no puede ser construido por una serie de factores específicos y meramente físicos.

    Yo creo que el hombre perfecto existe para todos, y se encuentra cuando menos lo esperamos, definitivamente nos tiene que gustar físicamente, así sea el más feo dentro del canon estético establecido, pero nos tiene que gustar físicamente, y de ahí el siguiente paso, nos tiene que convencer todo lo demás que no tiene que ver con lo físico y material.

    Al final hay para todos y dicen que el que busca encuentra, solo que primero tenemos que saber bien que estamos buscando para poder encontrarlo.

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