Coletivo Coiote tiene una cantidad incontable de integrantes. llevan ocho años trabajando juntxs -y más, desde las ancestralidades africanas e indígenas que el calendario cristiano no sabe cuantificar. Realizan Transformance contra arte, vida y muerte.
¿Trabajan con alguna comunidad en especial? Si es así, ¿cuál?
Trabajamos con gente no socialmente aceptada, en marginalidad extrema, en órganos periféricos no generalizados, con cuerpos sin lavar y demonizados por castrar instituciones. Partimos de la lucha de clases, la descolonización, la muerte del patriarcado y los privilegios que oprimen a la marginalidad que se imponen. Estamos ahora en Brasil, pero hay coyotes dispersos en toda América Latina que llamamos LatinAmerIndia.
¿Cuál es la importancia de su trabajo como colectivo?
La importancia del colectivo es que nos permite fortalecernos y hacer nuestras críticas del sistema Tecnoindustrial, la sociedad en quiebra y la heterosexualidad dominante. Con respecto a nuestro propio trabajo, es importante para empoderarmos juntos y luchar contra todo tipo de género y la opresión de clase. Cuando estamos solos podemos andar en la calle y tenemos que protegernos para no morir; cuando estamos en colectivo estamos armados hasta los dientes e invertimos el miedo hacia nuestros opresores potenciales, porque saben que juntos podemos matarlos y cocinarlos en nuestro caldero. ¡RACHA MACHO RACHA FACHO!
¿Cómo se organizan?
De manera fluida y orgánica, ya que somos nómadas siempre es importante encontrar personas y otros colectivos en los lugares que pasamos para realizar nuestras acciones con personas que conocen el lugar. Primero sentimos el espacio, vamos a infectar y realizar nuestras acciones con el fin de pensar en las desterritorializaciones, en la política local, en las opresiones a menudo camufladas, pero siempre empezamos desde el contacto con las personas.
¿Cuál es la importancia de la colectividad en su trabajo?
Es precisamente la de deconstruirnos juntas, sabernos periféricas y marginales pero encontrándonos con otras personas que también existen otras personas que lo son y no asimilan el estado, la familia, la policía, la iglesia, la farmacia, los bancos y todas las demás formas institucionales que nos oprimen y segregan. No estamos solas. No estamos para enseñar de manera lineal a nada ni a nadie, por lo que nos movemos en la desescolarización, aunque muchas veces la opresión hace que algunas personas no entiendan este punto. Procuramos mostrar que estamos en el mismo barco y debemos unirnos para destruir juntas el CIS-TEMA capitalista.
¿Se vinculan con otros colectivos para trabajar?
Sí, con múltiples colectivos que trabajan desde la disidencia sexual, transfeminismo, performance, monstruosidades, el movimiento libertario, y también hacemos acciones directas desde esa guerrilla. Hay algunas personas y grupos con los que siempre volar juntos, como lo es “Solange to aberta-Pedrx Costa”, “Kleper Reis”, “Bloco livre reciclato”, “anarkofunk”, “Monstrx Erratik”, “Sara Panamby e Filipe Espindola”, etc…
¿Tienen un manifiesto o declaratoria de principios?
Tenemos, pero como siempre estamos mutaciones, podríamos tener varios manifiestos, nuestro cuerpo equivocado es nuestro manifiesto.
¿Trabajan en algún espacio en específico?
No, pero performamos sobre todo en la calle, que es donde creemos que tenemos un mayor poder de rebelión y terror, además de ser donde están nuestras articulaciones: habitantes de la calle, vendedores ambulantes, prostitutas, etcétera … A menudo, el proceso creativo también se produce en lugares abandonados. Somos parte del movimiento de ocupación, así que siempre transitamos en squatts anarco-punks, ocupaciones de viviendas… en estos lugares siempre nos sumamos y descontruimos.
¿Cuales son los retos a los que se enfrentan al trabajar en conjunto?
Llevamos procesos de descontrucciones individuales y únicas que a menudo devienen a enfrentamientos y desacuerdos por ser cuerpos historicisados y que han tenido múltiples experiencias, pero con muchas opresiones en común. Lo que nos une es nuestro afecto y los disturbios. Como somos nómadas, también hay que buscar alternativas.