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Sobre la representación simbólica del cuerpo y la violencia hacia lxs otrxs

Revisión al trabajo fotográfico de Luca Gaetano Pira

Por Marisol Maza

IN LAK’ECH – HALA K’IN (Yo soy otro tu – Tu eres otro yo)

En las culturas de los pueblos originarios el entorno es concebido como parte de un todo; un universo en el que animales, plantas, elementos y fenómenos naturales coexisten en una cosmovisión basada en un profundo respeto a la Naturaleza.

Mientras tanto, la filosofía occidental parte de la contraposición entre lo humano y todo el resto del género animal y remarca la supremacía del “hombre” basada en estas diferencias.

      El control sobre la naturaleza es el principio de la Modernidad y es sobre esta noción de violencia que se funda la noción de mundo. El pensamiento moderno legitima la violencia ejercida sobre otrxs velando por el dominio de la vida, es decir, el dominio occidental de la muerte.Se plantea la categoría del “otro” como alteridad, donde el conquistador establece valores de tolerancia, donde todx lx distintx debe ser sometidx.

     La noción de progreso fractura la unidad Naturaleza a partir del especismo, el racismo, etc. poniendo como centro al “hombre moderno” en contraposición a lo femenino, lo salvaje, lo no civilizado. Se construye una hegemonía del poder, y el principio del biopoder para administrar la vida de unxs en provecho de otros.

     Luca Gaetano Pira es un fotógrafo radicado en Berlín que trabaja con la noción del sufrimiento como un problema de cuerpo, común en lo animal y lo humano y hace evidente la violencia ejercida sobre estos, una violencia que esta culturalmente normalizada; que estamos acostumbradxs a ver y raramente nos incomoda.

     Su trabajo no es una critica a la depredación natural, sino a la maquinaria de industrialización de los cuerpos para satisfacción de otros; al sometimiento y la apropiación de sus condiciones de vida; en ocasiones desde su nacimiento, a la modificación de sus cuerpos, de su movilidad, de sus hábitos.

     Sus personajes son seres híbridos, que contemplan un entorno agresivo, contaminado, violento.

     Plantea lo animal/humanx no como oposición sino como una misma naturaleza, como una afinidad que no parte de las similitudes sino de la pluralidad y la multiplicidad.

     Pienso el devenir animal sugerido por Deleuze como un contagio o como un “agenciamiento”, un devenir animal que se reconoce en su entorno y desde ahí construye su territorio. Este devenir múltiple es una postura contra la opresión de otrxs porque hace objeto de reflexión a los emsamblajes de existencias conformadas por devenires animales que comúnmente se mantienen al margen, reprimidos, prohibidos…

     Volver a pensarnos en la naturaleza a partir de la afinidad y las múltiples diferencias es generar nuevas condiciones para pensar y representar al otrx y por lo tanto de poner en cuestión todo sistema de valoración jerárquica.

Mas información: http://www.luca-gaetanopira.com

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Rapsodia por Paola Daniele

Fotografías por Paola Daniele 

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Paola Daniele Coreógrafa  y performer, vive y trabaja en París. Atraída e inspirada por el universo femenino, fascinada por el cuerpo humano y sus múltiples identidades y formas, a partir de 2013 realiza investigaciones sobre la sangre de la mujer. Fundó el colectivo Hic est Sanguis Meus – Esta es mi sangre, manifiesto feminista – Reuniendo a diversos artistas que trabajan en – e inspirados por – el tema de la sangre menstrual. Sus actos performativos son violencias de amor, escribe el crítico Massimo Schiavoni: Aspectos Específicos de la vida que, a través de la desnudez «manchada» de color rojo sangre, da a luz una empatía amorosa, apasionada, casi erótica, acentuada por el color que significa peligro , la violencia, sino también la fuerza y el valor de Marte «.

dolceredenzione.com

hicestsanguismeus.com

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Tra(n)splantar: Poéticas anales y Amor Vegetal

por  Johan Mijail

El Amor Vegetal es experimentar una pérdida en el sentido de la sexualidad reproductiva, preferir dedicar tiempo a buscar información sobre cómo las plantas terrestres y marinas se colaboran entre sí, y esto, con el fin de no pensar a su vez en la institución pareja, traicionando así el amor romántico aprendido en el seno de la familia heterosexual donde la mayoría crecimos, el seno donde también nos enseñaron a entender nuestro deseo como un desvío, como una vergüenza, un desacato patológico, una contranaturaleza.

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Es la virilidad del clítoris de las mujeres africanas y escribo África para vengarme. Porque escribir y proyectar una relación con ese continente es una respuesta a lo que me negaron. Escribo África sintiendo la potencia del tambor, de las caderas. Sin nada, como buen africano voy experimentando pérdidas, sonriendo también. Sin más que eso, invento mi propia imaginería, mi negricia dañada, travesti, corporal. Sin ajayu ayer, sin paciencia escribo también llamp’uchuymani mezclando todo, inventado una posibilidad. La conclusión es una imagen dipsómana, con un pene, con labios o más bien es el tiempo de esperar al señor esplendor todos los días porque esas son las imágenes fundamentales del amor vegetal. De mi proceso estético y artístico, de mi transidentidad.

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El amor vegetal como tecnología de hacerse en tanto consideramos el residuo como un lugar posible.  Una militancia transfeminista construida en contradicciones fundamentadas en querer ser correspondido. Es entonces, el tartamudeo cuando hablamos de los actos de habla, cuando afirmamos un resultado científico. Es poner en tensión a quien te pregunta ¿Quién eres? ¿De dónde eres? ¿Cuánto te mide el pene? en una conversación de chat. El Amor vegetal es un gif donde los sustantivos PERVERTIDO AVERGONZADO LOCO, se escriben en alta escuchando un playlist de música triste; ojalá mexicana, ojalá que latinoamericana.

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El amor vegetal es una excusa o más bien un artefacto de distracción a una pérdida amorosa. Una concentración en las plantas que están, ahora, a mí alrededor y en todo el planeta. El amor vegetal es una interpretación del presente, una reflexión pasional de transformación semiótica y semántica. Un lugar para escribir en difícil. Un programa nuevo de rechazo a la inclusión perversa a la sociedad del consumo. Es, más bien, un regalo de signos que no tienen que ver con la producción de dinero. Un fracaso. Un ano abierto, activo, con ganas de hablar, disfrutando su fisura; un lugar de goce decolonial con mucho vino, miradas y caías sobre una mesa, caídas en la vida. Una cadena planetaria de formas y funciones dudosas. Hacer silencio: eso es el amor vegetal. Es invertir tiempo en ocio, en saber que jamás nos comprenderemos. El Amor vegetal, no es un antagonismo: ni vegetarianismo, ni veganismo.

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El amor vegetal es un plan diferente, una experimentación donde sabemos que lo único que tenemos son los afectos para con uno, para con los demás. Quererte en tanto no seamos jamás iguales, es cuando no tienes peces, perros, gatos, aves como mascotas. SENTIR es amor vegetal. Sentarse es amor vegetal. Salir es amor vegetal. Llorar y bailar es la metodología fundamental de la desesperanza que propone el amor vegetal.  La bipolaridad es un amor vegetal, junto con la negación de la disforia de género, del déficit atencional.

Devenir muerte.

Lo que no sirve para nada es amor vegetal. El transfeminismo es el amor vegetal. La comprensión del amor vegetal está instalada en un leer paródicamente sus puntos de vista, lo que propone, lo que deviene.

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El amor vegetal no se excluyó de esa tendencia inherente a toda vida orgánica en tanto siguió siendo una pulsión emocional y contradictoriamente racional que devino muerte. Es un ritual funerario que le dice “adiós” a un científico, alcanzando así a convertirse en una metodología amorosa nueva, dispuesta a un proceso simbiótico nuevo, también, y de valoración a los sentimientos más profundos que había conocido como organismo. La falta de internet para conocerme todas las bibliotecas cercanas y la gente rara que va por ahí. Una sanación autogestionada eso es el amor vegetal.

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El amor vegetal tuvo su fin hace justamente tres semanas, cuando el aura gris de aquel organismo que fue alguna vez motivador de todo esto se hizo presente. No fue más, entonces, que un proceso creativo intenso que concluyó con imágenes como la que acompaña este texto y este fragmentado registro textual.

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Si bien el amor vegetal es un posicionamiento posible para vivir una vida más vivible, para llevar dignamente una crisis, un dolor, tiene como toda metodología desesperanzadora un “hasta aquí”. En conclusión, fue un ciclo que terminó monumentalizado en un altar de flores, ramas, hojas y arvores saliendo de un ano, de una copa de agua amarillenta, en un altar donde descansan Shangó, Yemayá, Felipe Camiroaga, Santa Martha, La Mano Poderosa y Samuel.

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Parece que fue una falsa alarma endosimbiótica porque de no ser así, la asociación entre ese organismo de (ahora) aura -doliente, en malestar- y yo, debió de darse y habitar nuestros interiores hasta la eternidad. O sea, no hubo jamás emancipación, sino un homosexualismo heteronormado.

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Escribo aquí el fin del amor vegetal. Pero mientras espero un correo electrónico con un archivo en vídeo que registra la potencialidad estética de este intenso proceso de reconciliación creativa conmigo. No puedo dejar pasar por alto un texto de Paul B. Preciado y cómo me hace sentido su proceso trans y lo que propone el amor vegetal. En este caso lo que tiene relación con su voz. Cuando trata de explicar que esa nueva voz, que ni siquiera sus padres llegan a reconocer a veces, no deberíamos entenderla como masculina por la suministración de testosterona que se inyecta periódicamente, sino quizás como el sonido de las ballenas o un trueno. Dice:

“Si hubiéramos dedicado tanta investigación a comunicar con los árboles como hemos dedicado a la extracción y el uso del petróleo quizás podríamos iluminar una ciudad a través de la fotosíntesis, o podríamos sentir la sabia vegetal corriendo por nuestras venas, pero nuestra civilización occidental se ha especializado en el capital y la dominación, en la taxonomía y la identificación, no en la cooperación y la mutación. En otra episteme, mi nueva voz sería la voz de la ballena o el sonido del trueno, aquí es simplemente una voz masculina”¹.

También pienso en ese sueño que tuve donde mi boca se desfiguraba, perdiendo mis dientes- Que según una información que busqué en internet- refleja “miedos e inseguridades”, pero quizás el Amor Vegetal sea mi propio proceso de transidentidad. Donde este cuerpo que me enseñaron como humano, al menos en la ficción de la escritura o en un sueño va perdiendo los privilegios que promueven el humanismo racista, colonial y el especismo. En fin, el amor vegetal sin suministración de hormonas o intervenciones quirúrgicas, es al parecer un proceso de transexualidad poética, política y estética donde yo misma construyo mi ficción, mi camino hacia enfrentar los miedos y las inseguridades que esta cultura heterosexual te hace enfrentar cuando te experimentas desde la sexualidad anormativa.

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* El texto completo puede leerse en el siguiente enlace http://johanmijailcastillo.tumblr.com/textocritico

¹ Puede leerse este artículo completo en la Revista Estado Mental en el siguiente enlace https://elestadomental.com/especiales/cambiar-de-voz/otra-voz

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Captura de Vídeo de la serie de performances Amor Vegetal de Johan Mijail. Registrado Por Leonardo Salazar, Residencia Co-Habitar 2015. Las Ventanas, localidad de Puchuncaví, Provincia de Valparaíso V Región, Chile.

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Johan Mijail Castillo Guillén (Santo Domingo, República Dominicana, 1990) Periodista, escritor y performer. Ha publicado un poemario (Metaficción, 2011).  Ha presentado exposiciones fotográficas, performances y spoken Word. Trabaja gestión cultural y colabora para medios de comunicación de su país.

http://johanmijailcastillo.tumblr.com/

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Ceremonias para la recuperación de una playa por La Bala Rodríguez

«Ceremonias para la recuperación de una playa» es el registro fotográfico de un conjuro de amor para la playa Balandra, en Baja California Sur, ejecutado en 2012 por la performancera mexicana La Bala Rodríguez en protesta por la iniciativa de privatización de esta hermosa playa pública para construir un centro turístico.

Queremos imaginar que el ritual funcionó, además de muchas otras iniciativas de la población organizada, pues el proyecto ecocida se detuvo, manteniendo a Balandra con su milenaria e imponente hermosura.

Fotoperformance
Ceremonias para la recuperación de una playa
Baja California Sur 2012

Para conocer más sobre el caso https://peninsulanaturaleza.wordpress.com/bajacalifornianos-en-contra-de-privatizacion-de-playas/

 

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Desbordes de vida y color de Oscar Jauregui

Un trazo sencillo pero bien definido reparte los espacios de color con los que Oscar Jauregui nos anima a ver esas corporalidades «otras» de forma placentera: las viejas, las gordas, las que están llenas de estrías, las que no tienen porqué -ni quieren- definirse sexualmente.

Explorando las curvaturas o las flacideces, nos entrega ilustraciones llenas de amor, de relajación y gozo. Incluso cuando los personajes se presentan serios o llorando, la naturaleza y todo su colorido estalla en el pubis o sale de los pezones,  contagia todo el lienzo para implicarnos en un mundo en donde la belleza se pone de manifiesto y salta por medio de los tonos intensos. Todo está lleno de vida.

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Oscar Jauregui. (Ciudad de México, 1993). De formación historiadorx por la 12115504_1043517775679684_5804940353451092731_n-1Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de corazón estuche de monerías. Estoy interesadx en investigar, en la práctica y la teoría, las corporalidades disidentes y las posibilidades de las relaciones afectivas. Ilustradxr de sueños y música tropical. Criatura marina de tiempo completo.

https://www.facebook.com/wheniruninthedark

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Conoce el trabajo de la ilustradora Ania Pawlik

Ania Pawlik nos brinda una refrescante mirada de la sexualidad desde la naturaleza. El mar como remanso de seducción y autoerotismo, y unas frutas vulvares que desbordan sus jugos atrayendo fálicos moscos.

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Ania Pawlik.- Dibujante e ilustradora autodidacta. Su trabajo incluye personajes imaginarios llenos de detalles, partes del cuerpo y retratos mezclados con narraciones y simbolismo. Su estilo pasa por lo melancólico y surrealista hasta las atmósferas eróticas. Trabaja con distintas técnicas tanto en cuadernos como formatos grandes.

Viaja por toda Europa con la «Gallery on Wheels», en la cual también expone su trabajo.

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Sexy Veggies por the Niñxs

por the Niñxs (Rafael Koller y Helena Hernández)

Comenzamos la realización de esta serie por un chiste recurrente: el emoji de la berenjena fue censurado de una red social por ser utilizado como referencia al pene y por el encuentro con una tienda porno en la que se vendían fotografías porno amateur y se utilizaban verduras como objetos sexuales. Esta colección reúne 16 ilustraciones en las que las verduras tienen un objetivo: satisfacer todos los “apetitos” sean los que sean.

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The Niñxs (Rafael Koller y Helena Hernández)

Comenzamos nuestras carreras en lugares distintos (México y Suiza) y estudiamos carreras diferentes. Veíamos el mundo de una forma similar y nos conocimos hace cuatro años. Nos dimos cuenta que nos apasiona la misma actividad: el dibujo colectivo. Somos juguetones, divertidos y nos sorprendemos de nuestro alrededor, por eso nos llamamos «The Niñxs».

http://www.the-ninxs.com/

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Vulvagoría

Por Julieta Granados

Pequeño imaginario que invita a la recreación sensorial a través de símbolos que elogian la vivencia, el aroma, el fluido, la sangre, la libertad, el placer. Apología de la experiencia de ser vulva.

Julieta Granados. (SJR, Querétaro, 1984). Artista visual y creadora multidisciplinaria. Trabaja como tallerista y docente de artes plásticas desde 2009. Ha colaborado en cine independiente y participado con obra plástica y textil en diversas exposiciones dentro y fuera de México. Entusiasta de los espacios de aprendizaje y producción artística no institucionales.

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Simulacro por Rosa Borrás

Por Rosa Borrás

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rosaBorrasRosa Borrás. Ciudad de México, 1963. Estudió Diseño Gráfico en la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes, EDINBA (l981-86) y artes plásticas en el Massachusetts College of Art (1989-94). Cursó el diplomado en Gestión Cultural Ibero Puebla (2008). Asistió a talleres de grabado con Leticia Ocharán (1983-85), Oscar Gutman, (1998), Leticia Tarragó, (2000) y Alejandro Pérez Cruz (2013). Cuenta con 22 exposiciones individuales y más de 43 colectivas dentro y fuera del país. Su obra se encuentra expuesta en el Museo de Mujeres Artistas Mexicanas (MUMA). Creadora y gestora de varios proyectos independientes y autogestivos, entre ellos Estudios Abiertos Puebla Cholula (2010, 2011 y 2012). Inició y coordinó la réplica de Bordando por la paz, una víctima un pañuelo en Puebla (2012 -2013). Fue curadora y coordinadora del portal de arte feminista Provocarte (2014-2015). Ha publicado obra gráfica en las revistas de la UNAM, Crítica BUAP, Elementos BUAP, y Gaceta U.V. Actualmente es colaboradora y estudiante del Universitario Bauhaus, en la ciudad de Puebla.

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