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Por un verano sin Piñera – performance de Rocío Hormazábal

En Chile, el 18 de octubre de 2019, se detonó lo que se llamó “Estallido social”, el primer factor que produjo estos sucesos fue el alza en la tarifa del sistema de transporte público de Santiago. Miles de estudiantes secundarios se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago (tren subterráneo). Estas manifestaciones, que se extendieron a lo largo de todas las regiones de Chile, y se le sumaron mas demandas con causas como el derecho a la salud pública, demanda por la ley de aborto, pensiones y un largo etc. Sin dejar de lado las demandas feministas, bajo este contexto es que el 25 de noviembre de 2019 día de la “No violencia contra la Mujer” es que salgo a la calle luciendo un bikini rumbo a Plaza Dignidad (centro neurálgico de las manifestaciones).

 

En este punto debo aclarar que esa prenda de vestir no le corresponde a la Gorda ya que social y culturalmente estamos educados y convencidos de que la gorda debe esconderse y no mostrar su cuerpo, porque no cabe en los estándares de belleza, y como acto subversivo es que luzco airosa un bikini para finalmente proclamar en la plaza sobre un tipo de violencia a la mujer que esta normalizado e invisibilizado: La violencia entre mujeres.  Basta de recibir insultos desde el propio género por el cuerpo que tenemos, basta de boicotearnos y usar nuestras propias dolencias para violentar con lenguas de fuego a nuestras compañeras por como lucen.
En septiembre de cada año en Chile comienza la publicidad que se les hace a productos para adelgazar o sesiones de gimnasio para tener un cuerpo perfecto para lucir sin vergüenza en el verano, y bajo este contexto es que aparece una frase repetitiva que alienta a las personas a adelgazar para poder tener derecho a sacarse la polera en playas y balnearios: “Por un verano sin polera”, pues bien yo me sirvo de esa frase para unirla con la demanda de la destitución o renuncia del presidente del país de ese entonces, Sebastián Piñera, quien a propósito del estallido social declaró que el país estaba en guerra y procedió a levantar toque de queda para tener a la sociedad controlada y así un sinfín de desafortunados dichos y actos por parte de él y su gabinete.
Es así como nace la performance “Por un verano sin Piñera” en la cual una gorda se pasea libre por las calles de Santiago en bikini, quitasol y una pequeña piscina de plástico esperando que para el verano ya no tengamos un presidente tan nefasto.

Posteriormente otrxs ilustradorxs reinterpretaron las fotografías del performance y las transformaron en dibujos que han circulado en redes sociales, como una manera de homenaje a la acción y como formas de protesta.

Performance – Rocío Hormazábal Vallecillo
Equipo- Wincy Oyarce, Zaida González Ríos, Diego Argote y Andrés Valenzuela.
Fotografías por – Andrés Valenzuela.

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Rocío Hormazábal Vallecillo (1982) San Bernardo – Santiago de Chile, es Artista Visual, Fotógrafa y Modelo XXXL.

Es Licenciada en Artes Plásticas con Mención en Fotografía título obtenido en la Universidad de Chile. Además posee un Diplomado en Gestión Cultural de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Sus obras se basan en una mirada social crítica de los estereotipos de belleza e idealizaciones estéticas, formando parte de cuerpos disidentes y rechazados social y culturalmente.

Se expresa utilizando distintas disciplinas de las artes tales como la performance, técnicas mixtas, instalaciones, fotografía y el autorretrato propiamente tal. Con el tiempo se ve convertida en activista contra la gordofobia y promoviendo a través de sus redes sociales  la autoaceptación del cuerpo tanto femenino como masculino y de todes en general. Paralelo a su carrera como artista se desarrolla en las artes escénicas adquiriendo experiencia en cine, series de tv y teatro, también se desempeña como modelo para distintas disciplinas como fotografía, dibujo, pintura y escultura.

https://www.rociohormazabal.cl/

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Colectiva Chuvajetik: Murales comunitarios por las disidencias

Las Chuvajetik -locas/locura en lengua Tsotsil- somos una colectiva de maricas y lesbianas que radican, resisten y se organizan en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Desde el 2017 hemos convocado a la denuncia pública de las violaciones a nuestros derechos humanos a través de acciones educativas, de incidencia política y comunicación. Para este año decidimos impulsar una faceta más visual, resultado de procesos colectivos y de ejercicios de exploración en torno al cómo impactar en la población local a través de acciones culturales y artísticas en espacios públicos. Fue así que surgió una inquietud de denunciar-cuestionar a través del arte con en el proyecto “Murales por la disidencia”, además de impulsar una serie de intervenciones visuales en algunas zonas de la ciudad.

Chuvajetik surge por la necesidad de hacernos visibles, conocernos y organizarnos como una red de trabajo y colaboración que busca impulsar el cambio de conductas LGBTIfóbicas en San Cristóbal, principalmente. Quienes han podido visitar o vivir en este pueblo mágico quizás han pasado por alto el nivel de invisibilidad en la que vive la población local de la diversidad y disidencia sexo genérica. Lo primero que salta a la vista es que no existen espacios LGBT. Ellxs, nosotrxs, nos encontramos relegadxs o las periferias de la ciudad o incluida en sus dinámicas sociales con sus respectivas demandas de autocensura, además de vivir diversos niveles de violencia que van de la invisibilidad, los miramientos, los ninguneos a la que asesina, calla y perpetua dinámicas machistas.

Durante estos años hemos buscado tomar el espacio público con acciones que brinden información o que de alguna manera interpelen a las personas que las observan sobre las actitudes que toman frente a temáticas que incluyan de manera explícita a las disidencias sexo genéricas en general con énfasis en la población TRANS en particular. Cabe señalar que este enfoque ha sido impulsado por la impunidad que rodea a los transfeminicidios ocurridos en la localidad desde el 2018.

Las primeras acciones realizadas por la colectiva van dirigidas a la difusión de información y la convocatoria social, esto mediante la reproducción de programas radiofónicos sobre sexualidad en espacios públicos en torno al Museo de la Ciudad, en donde se aprovechó
para lanzar una campaña de convocatoria para participar en la primer marcha performática por el Respeto y reconocimiento de todas las formas de amar, la cual incluyó la instalación de una bandera monumental arcoíris en la Plaza de la Paz.

Para 2018 decidimos diversificar las actividades impulsadas para entender la cuerpa como espacio de resistencia y de lucha. Realizamos el primer ciclo de cine LGBT en el centro cultural Kinoki para generar debates y reflexiones sobre lo que implica ser una persona de la disidencia sexogenérica en las instalaciones de La Enseñanza, además de llevar a cabo diversos talleres que implicaran un intercambio de experiencias entre sus participantes (conversatorios sobre el papel y significado de la comunidad, elaboración de banderas arcoíris, tejido y bordad, prácticas de vogue, maquillaje drag y la segunda marcha performática por la dignidad, reconocimiento y respeto de todas las formas de expresar y vivir el amor.

Para el año siguiente, además de seguir impulsando las mismas actividades, significó involucrarnos con otros proyectos personales y colectivos locales a través de conversatorios o diálogos en espacios como La Reci, el Paliacate, Aula P’ejel, MUSAC y Kinoki. Fue este el año del transfeminicidio de Aylin, mismo que nos convocó a alzar la voz por ella en diferentes espacios políticos y públicos a nivel local. Su muerte nos acercó más a entender la necesidad de generar esta red de apoyo/ atención/ respuesta/ denuncia que ha ido perfilando el trabajo de la colectiva hasta hoy.

En febrero de 2020 mataron a Isabel, y decidimos salir de nuevo a la calle con una marcha performática no masiva con carteles por algunas de las principales calles de la ciudad para visibilizar los transfeminicidios ocurridos en el municipio y exigir justica, verdad y no
repetición. En el día del orgullo impulsamos la intervención “paisaje sonoro por la diversidad” que consistió en reproducir música marica y trans en diferentes puntos de la ciudad. Así como a todes, debido al contexto, decidimos parar y escucharnos para reconectar. Reconocimos que la respuesta ante un futuro incierto es la organización colectiva comunitaria y que el arte era una forma de encauzar tanto la denuncia pública como la petición política por frenar la violencia transfóbica y homofóbica.

Si bien la lucha por los derechos de la disidencia inicia en la localidad desde los años 80 ́s con los movimientos lésbico-feministas los avances hacia una igualdad de condiciones, sobre todo a nivel cultural, han sido limitados. La población de la diversidad y disidencia sexo genérica que vivimos en este lugar seguimos viviendo exclusión, rechazo, negación de servicios, discriminación, acoso, humillaciones, ruptura familiar, abandono, violencia y asesinatos.

Uno de los retos que enfrentamos es la negación a nuestra identidad disidente, producto del estigma y prejuicios en esta sociedad patriarcal y heteronormada. Creemos que para construir una sociedad más equitativa necesitamos conocer y valorar a las diversidades,
sus cualidades, necesidades y aportes; un primer paso es la visibilidad en el espacio público. En este tenor, con la iniciativa de Murales Comunitarios por la Disidencia buscamos expresar valores como la diversidad, la interculturalidad, el respeto, la solidaridad y la inclusión.

El primer paso fue motivarnos a reconocer nuestras capacidades artísticas más allá de la técnica: entender el arte como un instrumento político y estético de impacto social. Lanzamos la convocatoria y contamos con el apoyo de un fuerte movimiento ambientalista en la localidad: #SomosLaMaya, colonia que nos abrió los brazos para recibir dos murales: Un Mundo Digno para Todes y Por el Milagrito de que No Nos Maten. Además, logramos plasmar un mural más en uno de los barrios más antiguos de la ciudad. Para el mismo convocamos a la palabra de Lia “La Novia Sirena” con su lema: ningún lenguaje de odio arrancará nuestra existencia.

Este proyecto significó un intercambio entre locuras, ya que para el pensamiento generalizado en esta localidad, aquellas personas que luchan por algo colectivo tienen algo mal en la cabeza. Y así es que las chuvas existimos y resistimos en un pueblo trágico de los Altos de Chiapas: construyendo desde la colectividad con miras a que la población en general y las disidencias tomemos conciencia de la necesidad de organizarnos comunitariamente.

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fb: @ColectivoChuvajetik

ig: @Chuvajetik

tw: @Chuvajetik

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Convocatoria Cineminuto contra la Transfobia

AHF México

Asociación por las Infancias Transgénero

Red de Juventudes Trans

Librería U-tópicas

La Sandía Digital A.C.

Hysteria! Revista

Cátedra Rosario Castellanos de Arte y Género

Seminario Permanente de Cine y Género

Filmoteca UNAM

Cooperativa de Imágenes

Convocan a participar en:
UN CINEMINUTO CONTRA LA TRANSFOBIA.

Sobre la Convocatoria:

Un fantasma trans recorre México. La teoría queer asoma por las ventanas de nuestras casas queriéndose robar a nuestras hijas. Hay cuerpos gestantes y menstruantes deambulando por la ciudad hormonando a familias enteras. El cuirismo ilustrado invade la academia y el lobby LGBT* bombardea con drones dinero gratis para campañas contra Harry Potter y sus secuaces.

Preocupades por la violencia que están tomando las discusiones en torno al sujeto político de los feminismos, el acceso a los derechos de las personas trans y el respeto a las identidades, nos movilizamos con la presente convocatoria para promover desde las narrativas audiovisuales la deconstrucción de todos estos mensajes que pretenden reestigmatizar al colectivo trans* y sus aliades.

Cuéntanos en un video de un minuto con los medios que tengas a tu alcance alguna historia de amor, una comedia, ciencia ficción, una historia de terror, una animación o lo que se te ocurra que ayude a contrarrestar los mensajes de odio, los discursos contra derechos y las representaciones tóxicas en torno a lo trans*. Apelamos a la creatividad individual y colectiva para seguir construyendo prácticas e imaginarios de género y
sexualidad donde quepamos todes.

BASES:

Géneros:

1. Ficción
2. Documental
3. Animación

a) Podrá participar cualquier proyecto de manera individual y/o colectiva.

b) Los cineminutos podrán ser realizados con procedimientos y equipos profesionales, semiprofesionales, teléfonos celulares o cualquier otro dispositivo. No se valorarán los medios sino la originalidad y contundencia de la obra.

c) Los trabajos presentados deberán tener una duración de 60 segundos o menos, sin incluir créditos.

d) El contenido visual y sonoro deberá ser totalmente original o, en su defecto, deberá contar con la cesión de Derechos correspondiente (La cual deberá estar en los créditos).

e) No hay límite para el número de trabajos que puede presentar cada participante.

f) La inscripción es completamente gratis.

g) El jurado evaluará la coherencia técnica y narrativa de los trabajos.

h) El Jurado estará conformado por tres integrantes del medio, de reconocida trayectoria, y serán designados por la organización de la Convocatoria.

i) La producción que se presenta para participar pasará a formar parte de un  Acervo Virtual dedicado a la lucha y acción contra la transfobia. Se garantiza su uso para fines exclusivamente activistas y de difusión, conservando lxs autorxs todos los derechos que la ley otorga.

FECHAS:

* Lanzamiento de la convocatoria: Viernes 21 de agosto 2020.

* NUEVO cierre de convocatoria: JUEVES 15 de octubre de 2020.

* Resultados: 15 de Noviembre

* Evento: Muestra de los mejores cineminutos y premiación: Pendiente de confirmación por contingencia.

PREMIOS:

1º PREMIO
– Cámara GoPro HERO8 Black

2º PREMIO
– Grabadora Zoom H4n Pro Portable

3º PREMIO
– Pack de Películas y Libros (Filmoteca UNAM)
– Libro a elegir de Librería U-tópicas (hasta 500 MXN)
-Kit de playera, publicaciones y stickers de Hysteria! Revista

La convocatoria está abierta para personas de todo el mundo.  La ceremonia de premiación y exhibición se realizará en Ciudad de México, invitamos vigorosamente a lxs autorxs que resulten ganadorxs a que nos acompañen en el evento.*

Asimismo los cineminutos premiados serán exhibidos en la la Muestra de Video-arte «El Ojo Oportuno»; que se realizará en el mes de noviembre en el Cinematógrafo del Museo Universitario del Chopo, quien garantiza su uso para fines exclusivamente académicos y de difusión, nunca con fines de lucro, conservando lxs autorxs todos los derechos que la ley otorga.

*En caso de no residir en la Ciudad de México se les hará llegar el premio a su correspondiente lugar.

INSCRÍBETE:

– Recuerda que deberán darse un tiempo para llenar con los datos solicitados en el formulario de inscripción, y después cargar su cineminuto en nuestro repositorio.
– Los trabajos se entregarán en MP4, codec H.264, resolución: 1920×1080.

Accede al formulario de inscripción AQUÍ

CONTACTO:

cinevstransfobia@gmail.com

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Mil agujas por la dignidad. Manifiesto

Mil agujas en Santiago de Chile
Mil agujas en Santiago de Chile

[ads2] Karen Rosentreter es organizadora de la manifestación textil «Mil agujas por la dignidad» llevada a cabo el 7 de diciembre de 2019 en más de 21 países y 70 ciudades del mundo. Ponemos a continuación el Manifiesto de la misma, así como trabajo de Karen y el link para ver la documentación de dicha manifestación.

Hoy es un día importante para América Latina. Sin importar el color de las telas y menos las puntadas que se han dado, las textileras nos cansamos de la falta de cordura, de la falta de humanidad, y nuestros bordados se transformarán en gritos de justicia, porque somos todas las voces acalladas de nuestra Latinoamérica sufriente, la que sigue respirando, aunque la quieran hacer agonizar.

Honremos a nuestras mujeres y hombres que entregaron sus almas al trabajo por la dignidad, desde de sus agrietados rostros, desde sus inmerecidas jubilaciones, desde el olvido de una sociedad que no los contempló. Reivindiquemos a todas nuestras maestras, esas de manos marcadas por jornadas extensas, las de ojitos cansados por coser de noche, de enseñanzas humildes pero profundamente significativas, porque sus hazañas de guerreras textiles, no caben en los libros de historia para recordarlas. Gracias por todas las puntadas que dieron, porque con ellas nos trazaron el camino que hoy nos lleva a exigir la vida que merecemos.

Reclamemos, con la punzante lengua de nuestras agujas, todo aquello por lo que gritó la Violeta, no hay que “ser sabio competente” para entender que lo robao, no es más que la esencia colonizada de nuestro pasado, por el solo hecho de ser los Americanos del patio de atrás. Los hijos de los incas que nacieron en ese pedacito de tierra que la historia no recuerda, el destino exótico para los turistas extranjeros, el manantial donde los poderosos meten sus manos y se quedan con nuestra agua, con nuestro cobre, con la savia de nuestros árboles y hasta con el hierro de nuestras venas.

Pero poco a poco se cose la manta, porque las acciones urgentes de la gente y todo lo que hilvanan sus ilusiones cansadas, son el aire de los pulmones de este continente. Nuestros anchos pensamientos, son como las alamedas que alguna vez nos ofrecieron caminar y en la inocencia de nuestra pobreza, creímos en el demonio de turno que nos cortó en pedazos. Pero despertamos y nos cosimos las manos, para seguir tocando la guitarra de Víctor, para seguir bordando de día, de noche, sin luz, con la ropa de nuestros desaparecidos; con las ansias de volver a abrazarlos enhebramos nuestras agujas, y con todas las angustias de nuestros días sin ellos, bordamos una eternidad de cantos textiles que se escuchan hasta hoy.

Que esta danza de piel morena se haga costumbre, porque fuimos paridos desde la misma tierra, esa que nos da el café más poderoso del mundo, la que nos abraza por la cordillera, la que nos contempla desde el cañaveral, nos arropa desde la pampa, nos acaricia desde el mar caribe y nos cuida desde el océano Pacífico y también desde el Atlántico.

Una mujer adulta muestra una manta con bordados.

En un 7 de diciembre de 2019, las y los textileros repartidos por el mundo nos unimos a una sola puntada, a un solo corazón, porque a las ideas le crecen alas cuando son colectivas, cuando van direccionadas a un bien común. Gracias a todas las “Mil agujas por la Dignidad” presentes hoy.

Para ver más acerca de este evento: https://milagujasporladign.wixsite.com/manifestaciontextil

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Karen Rosentreter. Profesora y artista visual chilena originaria de Valparaíso. Actualmente reside en Barcelona donde acaba de terminar un máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte en la Universidad de Barcelona.

Ha realizado y participado de diferentes muestras y proyectos artísticos de carácter social y comunitario. Una de sus principales líneas de investigación tiene relación con el arte textil femenino y el reconocimiento de los artistas latinoamericanos. Actualmente se desempeña como dinamizadora social y codirige el grupo de arpilleras de Poble-sec, en la ciudad de Barcelona.

En la actualidad su proyecto Mil agujas por la Dignidad funciona como plataforma de difusión de proyectos textiles.

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Arpilleras urbanas por la justicia

Por Cynthia Imaña

con fotos de Memorarte y Marcelo Aragonese

El colectivo Memorarte se formó el año 2015, después de que 3 arpilleristas (Alejandra Campos, Cynthia Imaña y Erika Silva) acordaran trabajar en conjunto en la difusión y fomento del trabajo de las antiguas arpilleristas de tiempos de dictadura, que se enfrentaron al régimen con hilos, agujas y pedazos de tela.

Luego del golpe militar del año 1973, la dictadura comenzó a detener y hacer desaparecer a cualquier persona que consideraran adversario político. Las familias de estos detenidos desaparecidos, generalmente mujeres; las madres, hijas, hermanas y abuelas, comenzaron a indagar sus paraderos, por lo que eran duramente reprimidas. Buscando apoyo llegaron a la Iglesia, y así se formó primeramente el Comité Pro Paz, y luego la Vicaría de la Solidaridad, donde llegaron a trabajar voluntariamente algunos abogados para apoyar a estar mujeres a quienes nadie escuchaba.

Las oficinas de la Vicaría se llenaron de mujeres dolidas y desesperadas, y los pasillos estaban llenos por largas horas, así que a una de las abogadas le surgió la idea de hacer una actividad que les permitiera ocupar el tiempo y sobrellevar de mejor manera el sufrimiento que vivían.

Como la mayoría eran pobladoras muy pobres, tampoco tenían para comprar materiales para hacer algo, por lo que se les ocurrió ocupar la tela de los sacos de harina que se repartía en las mismas dependencias de la Vicaría. Con el apoyo voluntario de la artista visual Valentina Bonne, quien conocía las molas panameñas, unió esta técnica con el bordado tradicional chileno y así surgió una nueva técnica que es el bordado con retazo o ensamble de telas, que se pasaron a llamar arpilleras.

Las familiares de los detenidos desaparecidos comenzaron a contar en sus textiles todo lo que estaba pasando y de lo que nadie hablaba por miedo: las desapariciones, muertes, torturas a los que estaba siendo sometido el pueblo.

También representaban la pobreza, el hambre y la represión a la que estaban expuestas. Estos bordados fueron el único medio que tuvieron estas mujeres para denunciarlo horrible que estaba pasando en el país ante los ojos del mundo.

Actualmente usamos las arpilleras como instrumento de denuncia y memoria, conformando la resistencia textil contra las desigualdades e injusticias del Chile actual. Nos juntamos una vez por semana, para planificar nuestros bordados y actos según la contingencia. Pueden ver nuestro trabajo y convocatorias en FB: @colectivomemorarte.

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Cynthia Imaña. Arpillerista chilena, dedicada a que la historia de las arpilleristas de la dictadura se conozca en todo el mundo, como una lucha anónima, en que unas cuantas valientes mujeres se enfrentaron a una feroz dictadura sólo armadas con una aguja, hilos y unos pobres trozos de tela.

Búscala en su FB: @cynthiarpilleras

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Bordamos Feminicidios. Acompañar bordando

Por Marisol Maza

¿Y si un día yo no vuelvo quién recordará mi nombre? ¿Quién contará mi historia?

Bordamos Feminicidios es un grupo de mujeres que surge ante la impotencia de ver como nos están matando, la tristeza y desesperación de saber que mañana faltarán otras mujeres más…

Quienes en algún momento hemos bordado acudimos a la convocatoria de las compañeras organizadoras con el objetivo de visibilizar y hablar de los casos de feminicidio en México y también como un espacio de acompañamiento entre nosotras para sobrellevar los procesos de duelo, enojo, miedo…

Durante el sexenio de Felipe Calderón se disparó el número de asesinadxs y desparecidxs en el país, producto de su mal llamada “guerra contra el narcotrafico”. A raíz de esto, entre otras formas de protesta, surgieron varios colectivos de bordadorxs exigiendo justicia para las víctimas, con réplicas en distintas ciudades del país y del extranjero. Paralelamente a la ola de violencia generalizada se incrementa también el número de feminicidios, destacándose algunos estados y municipios, entre ellos el Estado de México, donde en ese momento era gobernador Peña Nieto, y quien en el 2012 asumió la presidencia del país.

Bordamos Feminicidios comienza en noviembre de ese año para bordar específicamente los casos de mujeres y niñas asesinadas. Desde esa fecha cada año se han incrementado de manera alarmante las cifras de feminicidios diarios en todo el país.

La importancia de este proyecto no ha radicado en saber bordar; muchas de las participantes no habíamos bordado nunca anteriormente. Lo que se hace no es arte ni artesanía y los bordados no forman parte de ningún proyecto personal ni de lucro.

El bordado es una actividad para dedicar tiempo y atención desde lo individual en tiempos libres, de transporte, en la sobremesa, etc. y desde la colectividad como un espacio para socializar entre todas y acompañarse. En una sociedad que nos dice que las mujeres no podemos hacer cosas juntas y nos enseña a desconfiar y competir, son especialmente valiosas este tipo de propuestas que desmontan en absoluto esas ideas.

También se han organizado bordadas colectivas en lugares públicos como parques para dar a conocer el proyecto, y como acción de ocupación de los espacios públicos. Constantemente se nos dice que las calles no son un espacio seguro para estar, por lo tanto un grupo de mujeres bordando en una plaza es también un acto de resistencia.

NOMBRAR es traer de vuelta, hacer presente… lo que no se nombra no existe pero ¿Desde dónde y de qué manera se nombra?

Paralelamente a la espectacularización que se hace de la violencia feminicida, la revictimización, el morbo y el amarillismo, es importante generar otras narrativas; desde la indignación y la empatía señalando siempre al agresor como culpable.

Uno de los puntos más importantes del proyecto ha sido rescatar la individualidad de cada una de las mujeres que faltan; que sus nombres e historias no se pierdan en las cifras. No es solo una más; es Fátima, es Ingrid, es Valeria…

Los datos para los bordados son tomados de notas de prensa, sin embargo en los textos se escribe en primera persona enfatizando el nombre de la víctima, fecha, lugar y datos relacionados con su vida o actividades. El objeto de esto es “prestarle eso que a ella le fue arrebatado y que nosotras todavía tenemos: vida, tiempo, espacio, voz”  darle la oportunidad de narrar su denuncia desde su voz.

En algunos casos, si se conoce el nombre del asesino (muchas veces familiar o pareja sentimental) a criterio de la bordadora se deja en lápiz sin bordar o se borda tachado en otro color.

Más allá del proceso de hacerlos, los objetos finales son una forma de materializar el dolor, la idea es generar un memorial que también sirva para visibilizar los casos y sensibilizar a la sociedad en general.  Los pañuelos bordados se han montado en varios espacios, llevado a marchas en contra de los feminicidios y se han mostrado en eventos públicos.

Actualmente el proyecto funciona a través de una página en facebook, donde se comparten notas de feminicidios y otras violencias hacia las mujeres. Si estás interesada en colaborar con el proyecto puedes escribir al FB de Bordamos Feminicidios.

En este país feminicida los nombres de nuestras muertas también se escriben con hilo morado, rodeados de flores. Las ausencias también se cuentan desde el amor.

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Marisol Maza (México, D.F) Artista Visual. Trabaja con fotografía e intervenciones al espacio público. Su trabajo se ha presentado en varias ocasiones en México y el extranjero. Actualmente trabaja en el proyecto Cartografías Temporales que consiste en intervenciones a partir del mapeo de las ocupaciones temporales en espacios urbanos.

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Llamado de CapuchasRojas EnResistencia de Chile

Fotografías e información de Francisca José Jimeno

La intervención #CapuchasRojasEnResistencia es un llamado feminista que invita a las mujeres a fabricar una capucha roja para manifestarse en las diversas convocatorias, principalmente en miras al 8M, conmemoración internacional de la mujer trabajadora. Así es como en cada territorio las agrupaciones feministas y lesbofeministas han convocado a talleres y performances para visibilizar la prenda símbolo de resistencia.

El sábado 21 de Febrero, la colectiva “No Somos Eva” citó a  las mujeres de Litoral Central en el mirador del Paseo 21 Mayo de el Puerto de San Antonio, Chile; un territorio que sufre por la devastación socioambiental: contaminación del agua potable, extracción de áridos, extinción de flora y fauna nativa; y el evidente machismo de la actividad portuaria.

Se extiende la invitación a mujeres y disidencias para reunirse a crear este símbolo de lucha.

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Colectivo “Bordadoras en resistencia” De Santiago de Chile

Fotos de Bordadoras en resistencia y  Marcelo Aragonese 

El objetivo principal de Bordadoras en Resistencia es utilizar el oficio del bordado como instrumento para difundir y visibilizar la problemática de la violencia de género, de las que muchas mujeres son víctimas en nuestro país.

El oficio del bordado está ligado históricamente a la cultura femenina de nuestro país, siendo el arma que tuvieron las mujeres que sufrieron la violenta represión política de la dictadura chilena en los años 70´/80´. Actualmente, este oficio ha sido retomado por el movimiento feminista, que utiliza el bordado de resistencia para reclamar sus demandas y exigir el respeto de sus derechos.  A raíz de ello es que este colectivo surge al alero de una masiva manifestación del las activistas LasTesis, que reunió una multitud de mujeres en Santiago, y donde algunas quisieron seguir manifestándose a través del bordado.

Como colectivo buscamos que las mujeres tomen conciencia de sus derechos y la exigencia del respeto de éstos, no sólo a nivel familiar, sino también de parte de la comunidad en general y el Estado chileno. Para lograr estos objetivos, realizamos talleres prácticos de bordado de resistencia de manera gratuita y abiertos para mujeres de toda edad.

En este proyecto se nos han unido a la distancia un grupo de mujeres mexicanas que también bordan contra la violencia de género, denunciando los graves niveles de feminicidios que ocurren en ese país. Nos comparten a través de las redes los bordados que realizan para visibilizar la problemática que nos une a ambos países y a toda América Latina en general.

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Manto a Los Siempre Presentes

Por Patricia Catalán Benítez, Vicky Martínez Stumpf y Sandra Ciro Contreras

A través de este manto inmortalizamos
tu canto nunca más silenciado por el desamor
y el olvido.
(Extractos de conversaciones entre tres migrantes latinas y feministas)

Los complejos conflictos que atraviesan la realidad latinoamericana tienen raíces coloniales. Este relato (siempre) incompleto de nuestra identidad y territorio, parece escrito por el lado opuesto de la punta del lápiz. Somos pueblos sin historia, países sin verdad y una región sin memoria.

En los ritos mortuorios de la cultura precolombina Paracas, se envolvía el cuerpo del difunto en un manto textil portador de significativos diseños: chamanes, colores y patrones geométricos; con el cual buscaban la inmortalidad al vestir y acompañar de manera sagrada al espíritu que seguía su camino hacia la otra vida.

Aunque muchísimos pueblos indígenas siguen resistiendo en todo América, gran parte de las prácticas rituales han sido perdidas, y otras han sido insertadas o impuestas. Entre la amalgama de creencias y significaciones de la muerte que hoy atraviesan el continente, el común denominador sigue siendo la necesidad de despedir al ser amado a través de un ritual para el cual es requerido su cuerpo.

La desaparición forzada es un crimen ̶i̶n̶v̶i̶s̶i̶b̶l̶e̶ invisibilizado, un crimen negado y el que más impunidad tiene. Es un delito profundamente violento que busca producir dolor, miedo y control. Hablamos de los “chupaderos” en Argentina, los “falsos positivos” en Colombia o los “levantados” en México, por mencionar algunos de los términos que son una realidad cotidiana y a su vez de la cual no se puede hablar.

El dolor de la desaparición forzada no es ajeno a casi ningún país en nuestra región, y sus razones aunque diversas, son suspicazmente similares. Las guerras civiles, las dictaduras y los megaproyectos económicos legales e ilegales, dejan a su paso ausencias, vacíos y preguntas, los hilos sueltos de Latinoamérica.

En un intento de reconexión con las prácticas ancestrales, en esta obra retomamos el manto mortuorio como acto ritual, para abrazar la ausencia de nuestros desaparecidos, recordar a los “nadie”, a los “NN”. Queremos visibilizar lo (que quieren hacer) invisible.

Las mujeres latinoamericanas, como colectivo, somos el sujeto político que le ha hecho frente a la violencia y la política del terror que quieren imponernos con las desapariciones. Somos las que buscamos1, denunciamos y exigimos verdad y justicia. Somos Las Madres de la plaza de Mayo contra el “Proceso”, buscando a sus hijos y nietos en Argentina. Somos Las Madres de Soacha contra el terrorismo de estado en Colombia, mal llamado “falsos positivos”. En México somos Las Madres de Ciudad Juárez, buscando a sus hijas en el desierto y Las Rastreadoras de Sinaloa, que tienen más éxito encontrando los cuerpos de sus desaparecidos que cualquier autoridad. Somos Las Arpilleristas de Chile plasmando en sus bordados la búsqueda de sus familiares. Somos la resistencia! Somos la memoria viva!

“Son tantos día a día
los que simplemente no aparecen que un día no cabrán en el subsuelo y brotarán y cubrirán todo este territorio”2

Quisimos mostrar rostros de víctimas y evitar la despersonalización de los números y las estadísticas, números que además no han sido más que subregistros de una realidad atroz, pues la huella del terror que deja la desaparición forzada en nuestras sociedades no es mensurable. Y números en los cuales no se incluyen a las víctimas indirectas3, las familias, que cargan con un dolor casi perpetuo y a quienes ningún gobierno está interesado en dar respuestas.

El arte textil tan relegado de las artes, como todo lo femenino (o feminizado), salvaguarda la historia de los pueblos, y ha servido como medio de denuncia y memoria de la mujer latinoamericana. Nos resulta más que oportuno usar el arte textil para visibilizar una lucha tan femenina como lo es la búsqueda de personas desaparecidas.

Utilizamos una técnica de unión andina llamada espina de pez, costura en la que las puntadas se alternan para tomar cada paño por arriba y por debajo, formando una espiga que articula el encuentro de las partes4.

Frente al peso del alma, tomamos los hilos sueltos de nuestros desaparecidos y creamos una envolvente para el vacío que dejan, para llenar su cosmos de color e inmortalidad. Siguen presentes en nuestra memoria, los abrazamos, y gritamos fuerte

¡PRESENTE, PRESENTE, PRESENTE!

1. En Colombia, que es un caso cercano a nosotras, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, para el periodo 1934-2014, el 90,77% de los reportes de desaparición forzada se hizo por mujeres, principalmente madres, seguidas de compañeras sentimentales y esposas, después hermanas y finalmente hijas.

2. Fragmento de “Desaparecidos” poema de Jesús María Peña Marín (Chucho Peña) Actor, poeta y cantor. Nació el 22 de febrero de 1962 en Medellín. El 30 de abril de 1986, a la edad de 24 años, fue desaparecido en Bucaramanga y posteriormente asesinado.

3. Únicamente en Colombia y Perú se realiza el registro de víctimas indirectas de desaparición forzada, sin dejar de ser un subregistro que presenta incongruencias entre diferentes organismos.

4. María Soledad Hoces de la Guardia & Paulina Brugnoli. (2006). Manual de técnicas textiles andinas: Terminaciones. Santiago, Chile: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile.

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Patricia Catalán Benítez. Chilena, historiadora y artista plástica.
Vicky Martínez Stumpf. Chilena, Museógrafa y diseñadora textil.
https://qenqotextilstudio.wixsite.com/qenqo
Sandra Ciro Contreras. Colombiana, arquitecta y bordadora.
Las tres convergimos en Montréal, Canadá por azares del destino, lo cual es un eufemismo para no decir “por la falta de oportunidades en nuestros países”, y nos reunimos entorno a la lucha feminista y el despertar social en toda Latinoamérica.

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Primitiva Kutri / Natalia Cabezas

Fotografías Cristian Rojas y Francisca Jimenota
Texto: Francisca Jimenota y Natalia Cabezas
Audiovisual: Sebastián Moreno Triviño

«Habitamos con amor y respeto la tierra que nos alberga , respetamos a cada ser que transita libre en su espacio natural, cuidamos y respetamos la flujo natural del agua , nos sumergimos en ellas para limpiarnos , utilizamos las hierbas para sanar… Somos cuidadoras del territorio que es nuestro hogar , quebradas , lagos , ríos , bosque y la mar.. entendemos nuestra labor seres conscientes y mágicos en conexión con nuestra madre tierra»

Primitiva Kutri

Parte 1: Primitiva Kutri. Quebrada de Córdova, El Tabo

Primitiva Kutri teje sobre un territorio que yace entre dos placas. La Quebrada es un trazo que esas dos fuerzas dibujaron en Litoral Central. Una zona donde las aguas continentales comparten tierra con sus pares oceánicas. Los tejidos se afirman a través del entramado de los hilos, de la misma manera que la integridad de un territorio se sostiene en la dinámica de sus partes. La antropización ha atentado contra la riqueza nativa del lugar, significándole un riesgo a especies endémicas, algunas tan extravagantes que recién están siendo clasificadas para estudiarse; también en el lugar se encontró una especie de musgo que se creía extinto. La codicia ha provocado intervenciones en este santuario, provocando una erosión que aumenta la sequía y obliga a algunas especies a trasladarse o perecer.

Amparada en una perspectiva feminista, heredar el cuidado a la naturaleza, en lo íntimo y lo público, es una manera de promover la permanencia del territorio a las generaciones siguientes. El tejido y el bordado son un acto emancipatorio, la autora crea prendas funcionales, gráficas contestatarias y otras piezas que transitan entre ambos usos. La revuelta popular es un precedente a favor de la recuperación del tejido social y la resistencia territorial. Coaccionar por el lugar que se habita es tejer un entramado de conciencia por la vida. La dimensión en que nos desenvolvemos es tangible, fácilmente reconocible a nuestro alrededor; la tierra nos alberga y nos provee. La maternidad es una estación de la ciclicidad humana, la artista textil invoca con sus piezas a la armonía de la sexualidad, entregando autonomía a sus sucesoras a través del conocimiento.

La violencia patriarcal abusa de la capacidad reproductiva y en ese afán modifica a su antojo territorios y corporalidades que son autónomas.

Parte 2: Natalia Cabezas: Primitiva y les Niñes Salvajes

Sé que no fue casualidad que llegara a vivir al lugar donde mi abuela Primitiva nació y amaba estar junto a la mar, después de un tiempo viviendo en este nuevo territorio, me enteré que el lugar de origen de mi abuela estaba siendo contaminado por una empresa relacionada con los cementos y hormigones, que utiliza clinker componente cancerígeno que están envenenando a la comunidad, y por si fuera poco se encuentra a pocos metros de la boca toma de Esval, que es la empresa que distribuye al agua potable a toda la costa central, incumpliendo con todas las normas, además la industria cementera El Melón, contamina el río, las chacras y todo lo que está a su paso. Por este motivo me dirijo hacer una acción de arte fuera de estas empresas construyendo la casa de mi abuela, una casa de barro, donde se criaron mis ancestros , rememorando el buen vivir respetando la naturaleza, un poco construyendo la casa en la que hoy quiero vivir. Esta es mi forma de protestar por lo que ocurre en el territorio donde vivo con el agua potable.

 

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Francisca Jimeno. Egresada de fotografía en 2015, ejerciendo de manera independiente desde la fecha. Ligada principalmente a causas feministas y socioambientales he colaborado con diversos medios de «contracultura» para dar cobertura al agitamiento popular. Actualmente residente de Litoral Central. V Región, territorio donde conocí a la Artista Textil Natalia Cabezas.
Natalia Cabezas. Instagram @tejidassubversivas      FB tejidos subversivos

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