Tonantzin, llévame al cerro de los cardos.
Cárgame entre tus brazos más fuertes que la chingada,
préstame tu luna para hacerle sexo oral a un desconocido,
dime que soy bonitx, Tonantzin,
dime que soy bonitx porque tú eres la única a la que le creo.
Arráncame las uñas y cámbialas por acrílico,
hazme un tutú mexica,
quítame el afrancesamiento de jerezana estúpida,
emborráchame con Huitzila
y fabricarme una peluca mestiza
más mestiza que Thalía.
Tonantzin, dime, Tonantzin,
¿Por qué me conviertes en bruja y en puto?
¿Por qué me quiero morir todo el tiempo?
Que se acabe el mundo, Tonantzin,
que me regresen la tierra y me la metan en la boca,
que el lodo de mi saliva se convierta en pasta,
que la pasta del lodo se convierta en semen.
Semen que me saca sangre,
semen que corre por mis venas,
semen que se mete en los pulmones,
semen que me provoca arcadas.
Tonantzin, préstame el velo estrellado para limpiarme la espalda.
¿Por qué nunca me has llevado a la luna, mamá Tonantzin.
Quiero ser tú, vestida de soledad,
quiero ser generala armada
y diosa chipil vestida con hilo de oro,
quiero una corona hecha de arracada de niña jerezana.
Quiero no ser asesinade.
Mi instinto fue huir.
Mi instinto fue huirte.
Huí de la comodidad moral de irresponsabilidades cardinales,
huí del privilegio blanco y de padres normados,
huí de una vida triste auspiciada por ti, Tonantzin.
Corrí lejos,
hasta dónde me alcanzarán las piernas.
Te huí, Tonantzin, te huí.
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*Ganador del 1er Slam Queer/ Cuir Querétaro
Juan Carlos Hernández García, Marica buchonx zacatecanx, artista visual no binarix, nació el 14 de junio de 1999 en Jerez, Zacatecas. Cofundador de los colectivos interdisciplinarios Contrajerezanos y Aquelarre Gráfico, ha expuesto diversas galerías y espacios independientes en los estados de Zacatecas, Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes. Actualmente estudia la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Querétaro.
Me arrebataste mi tierra muchas veces,
me hundiste en un balde de esos de madera que doña Rosita guardaba en su zaguán,
por si llovía, pa’ regar las dalias que adornaban su patio de enfrente.
Y esas flores eran del mismo color de mis pétalos,
de un rosa mexicano,
de un rosa zacatecano,
del mismo rosa que tenían las muñecas de las nietas de esa vecina.
Zapatitos rosas.
Y yo, inocentemente, quería unos iguales para mis luchadores.
Pero doña Rosa nunca me regañó por jugar a las muñecas con sus nietas. Tú sí.
Tú me hundiste en esos baldes llenos de agua.
Tú envenenaste la sopa de fideos que hizo mi chita un jueves, llegando de misa,
tú me tiraste el plato caliente encima,
tú apagaste el radio con el noticiero de Panchito Sánchez,
tú quemaste el álbum de fotos donde yo mismo guardé los panfletos de mi mamá en
campaña.
Y lloré, verga que si lloré un chingo.
Me tapaba con el cobertor amarillo que tenía desde bebé,
lloraba contra la almohada para callar los gritos,
deslavando la tela vieja de esa cobija que sentía era la única que me escuchaba.
Y no me sentía de ninguna parte,
no me sentía de aquí pero era lo único que conocía.
¿y entonces de dónde era si mi refugio sólo era darlo todo por sentado? como mi
familia, por tu culpa.
Me arrebataste la tierra cuando me obligaste a sólo ser una rama de tu arboleda de
conserva.
Me cambiaste por una versión más flaca, más güera, más alta y pues más hetero, y la
pusiste en mi generación y en todas las que siguieron,
le pusiste un sombrero de charro y la montaste a un caballo,
le diste dinero y un apellido de respeto.
Me hiciste ponerme una texana que no me quedaba,
y hasta unos botines que me sacaban callos,
pero a la mera hora me metiste un dedo en el culo
y me sacaste de un putazo del baile cuando Las Huilotas estaba sonando.
Y me hiciste pensar que de todo yo misme tenía la culpa,
que me lo merecía por haber nacido con un pecado que no se lava en el bautizo, pero
ahora te miro a los ojos y te enfrento,
te hablo con maldiciones y hasta te mando a la chingada.
Ahora soy yo mismx quien se mete un dedo en el culo,
ahora soy yo mismx quien se imprime “Puto” en la frente,
ahora soy yo mismx quien se entacona y se ve divinx,
quien pasea oronda y se expone a los chiflidos de viejos puercos y sermones de
señoras recién confesadas.
Ahora soy yo quien decide y yo sé que eso te dolió.
Y te enojaste tanto tanto que te estás vengando,
porque me hiciste sentirme incómodx en mi casa,
porque me hiciste imposible que recuperara a mi propia madre, porque me acosaste
en las calles de mi propio pueblo, de mi lugar, de mi único lugar.
Y eso es lo que más me duele, después de todo, sentir a mi pueblo tan mío,
pero que Jerez ya no me sienta suyo.
y no sé dónde estoy
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*Ganador del 1er Slam Queer/ Cuir Querétaro
Juan Carlos Hernández García, Marica buchonx zacatecanx, artista visual no binarix, nació el 14 de junio de 1999 en Jerez, Zacatecas. Cofundador de los colectivos interdisciplinarios Contrajerezanos y Aquelarre Gráfico, ha expuesto diversas galerías y espacios independientes en los estados de Zacatecas, Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes. Actualmente estudia la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Querétaro.
Cuando Raquel me pidió que posara desnuda para ella acepté, primero, porque era mi amiga y necesitaba ayuda en su propuesta de sesión de desnudos feministas para un trabajo final de la escuela de fotografía, pero también porque me daba curiosidad experimentar el mostrarme sin ropa y posar frente a mis amigas, pues Alondra, la chica más divertida y confiable de mi universidad, haría la sesión conmigo. No me lo planteé como una situación erótica entre mujeres (¡que cuando así se quieren son tan placenteras!), más bien, significaba reconocer mi cuerpa como mi primer territorio y mostrarla libre, plena y verdadera frente a otras féminas, y más importante, frente a mí misma. Pero por obvio que sea, la situación ameritaba varios retos por los que yo no había atravesado.
Al llegar con mis amigas hablamos un poco y Raquel nos hizo algunas preguntas importantes para plantear su proyecto como desnudos feministas, y, entre tanta charla, una de las preguntas que mayormente recuerdo fue si nuestra cuerpa nos pertenecía o no. “¡Pues sí! ¡Claro que nos pertenece!”, contestamos Alondra y yo efusivas. Pero entonces, ¿qué pasaba cuando transgredían nuestra corporeidad, desde las opiniones misóginas de nuestros profesores hasta el feminicidio por nuestras parejas? Bajo estas circunstancias, ¿la cuerpa seguía siendo nuestra? ¡Por supuesto que sí! Lo diré y lo gritaré las veces que sean necesarias.
La cuerpa es nuestra y NO le pertenece a nadie más que a nosotras mismas, ni a nuestras parejas, ni a Dios, ni a mamá y papá, ni al tipo que nos manosea en la calle, ni a NADIE más. El problema cuando lo dudamos (y quiero aclarar que Raquel nunca lo dudó, sino que trataba de provocarnos con sus preguntas para escuchar nuestras respuestas) es que le sistema lleva generaciones completas haciéndonos sentir y creer que esto no es así, y más bien, nos obliga a pensar que nuestra cuerpa existe para crítica y disfrute ajeno. Por ejemplo, los medios nos bombardean con imágenes de mujeres jóvenes, esbeltas y bien arregladas todo el tiempo, además de mostrarlas como las favoritas de los hombres. ¿Y qué pasa con las mujeres que no cumplimos con esos cánones estéticos al pie de la letra? ¿O con las mujeres que no sean ser las favoritas de los hombres ni nada de ellos? En mi propia historia, recuerdo que hace años cuando era una adolescente, me puse de todo en las estrías de los senos para que desaparecieran, después gasté mensualidades completas en productos para el cabello, maquillaje y ropa que no necesitaba, pero siempre tenía una sensación de que no era suficiente, como si siempre me faltara algo. Pero no, a mí no me faltaba nada, mi cuerpa estaba y está completa. Ahora sé que hagas lo que hagas para el patriarcado nunca es suficiente, siempre hay algo que puedes hacer para “verte más hermosa” según sus parámetros de lo bello en una cuerpa de mujer. Aunque, de hecho, el sistema siempre busca que te sientas así y no sólo en lo estético: insuficiente.
Por otro lado, y mientras combates los demonios que el patriarcado te introdujo, un día sales a la calle sintiéndote bonita, feliz, libre y plena y es ahí cuando algún cobarde te mete la mano en la entrepierna mientras vas en el bus o bailas en el bar, te levanta la falta cuando sales del colegio o cuando vas a un encuentro erótico, te lanza algún piropo mientras sales a hacer ejercicio o caminas ebria por la banqueta, la situación da completamente igual. Y es ahí donde el Estado, los usos y costumbres culturales y la gente que te rodea te culpan a ti porque “algo debiste haber hecho para provocarlo”. Las compañeras chilenas con el grito tan sonado de “y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía, el violador eres tú”, hacen referencia al sistema violador donde se señala no solamente a quien perpetua el acto, sino también al sistema misógino que permite y fomenta que las transgresiones a nosotras ocurran a diario con evidente odio. La cuerpa nos pertenece, sin duda. Fue el patriarcado el que nos hizo dudar o sentir que esto no era así.
Después de esas reflexiones comenzamos la sesión. Y ahí, viendo la cuerpa desnuda de Alondra, me di cuenta que no solamente se trataba de mostrarme y reconocerme, sino también de reconocer una cuerpa ajena que se estaba mostrando libre frente a mí. Mientras nos tomaban las fotos y posábamos, como las mejores amigas que somos, manteníamos la conversación con Raquel sobre las luchas internas que hemos edificado en la reapropiación de nuestros cuerpos, y claro, también contábamos anécdotas, sentimientos, secretos e ideas sobre cómo esas luchas internas las estamos transformando en colectivas y día a día nos hacemos más fuertes dentro del territorio que son nuestras cuerpas. Amo a mis amigas profundamente y a todas las fuertes enseñanzas que a diario construimos y sembramos juntas, y claro, no es que siempre estemos felices y dispuestas a tomar un té y reír, es que a su lado también comparto y exploro el enojo que generamos, el miedo que sentimos, la tristeza que nos golpea, la agonía que mata y la rabia que quiere incendiarlo todo cuando tocan a una de nosotras. Con ellas me conozco y me reconozco en mi propio territorio corpóreo.
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Alejandra Bonilla González: Estudiante de Historia de la Faculta de Filosofía y Letras de la UNAM; bisexual, amiga, hija, nieta, pareja sentimental y, sobre todo, compañera de lucha de mis hermanas. Por otro lado, soy becaria CONACYT en el Instituto Mora, coorganizadora de varios congresos y coloquios sobre mujeres en la Historia en la UNAM, además de ponente en diversas universidades de la República Mexicana como la UNAM, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad Autónoma de Tlaxcala con trabajos sobre violencia, movimientos sociales y disidencias sexuales.
Este proyecto surge con el propósito de crear un espacio seguro, incluyente y libre de discriminación para el diálogo y la reflexión. Se trata de una plataforma para la creación poética subversiva decidida a confrontar los diferentes mecanismos de opresión y violencia que constriñen a todxs aquellxs que no se identifican con un mundo heteronormativo, racista, clasista, misógino y homo/lesbo/transfóbico.
Slam Queer/Cuir Querétaro tuvo su primera edición en la Central de Cultura Compartida el pasado 19 de septiembre de 2019, y pretende realizarse de manera periódica, invitando a los participantes a presentar sus mejores creaciones poéticas encarnadas en la combinación triádica indisoluble de texto, voz y cuerpo, abriendo las puertas a todo tipo de expresión que combine estos elementos y que se encargue de repensar desde una perspectiva Queer/Cuir crítica y reflexiva los afectos, los deseos, las vivencias y dolencias de un mundo ahogado en la distopía.
Entendemos lo Queer/Cuir como una forma de nombrar todo lo que escapa a los binarismos sexo-génericos, una forma de pronunciamiento post-identitario y una sinergia política para unir a todxs lxs que no formamos parte del discurso normativo y oficial del macro-relato hegemónico, con una especial atención a la crítica que se ha originado desde Latinoamérica a la Queer Theory cristalizándose en el concepto sudaca Cuir, para hacerle frente a las diferencias entre los contextos del norte y el sur, rescatando otras genealogías que toman en cuenta cuestiones de clase, raza, pertenencia y género en el nombrado «tercer mundo».
En este número de Hysteria! Revista tenemos el gusto de presentar la obra del ganador de esta primera edición del Slam queer/ Cuir Querétaro, Juan Carlos Hernández García con sus poemas «Guadalupe» y «Me arrebatarás la tierra».
Sobre Magia Prieta: es un proyecto independiente fundado en 2017 por el artista del performance Lechedevirgen Trimegisto y el diseñador multimedia Shorsham Lara, enfocados en la realización de propuestas culturales arriesgadas, alternativas y experimentales en la Ciudad de Querétaro.