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ENTREVISTA CON MOREHSHIN ALLAHYARI

POR MELISSA AGUILAR

//(ENGLISH VERSION + REFERENCES BELOW)//

Es viernes, verano tico, día soleado después de Semana Santa. Desde los cerros de Escazú en San José, Costa Rica, me conecto a Internet a mis 11:11am. Dos horas en el futuro, a las 13:13 en Nueva York, Morehshin se conecta también. Mi mesa está llena de papeles con notas para no olvidar preguntar lo importante, y tomo el té como si nada para disimular mi emoción nerviosa de la conversación que se viene. Del otro lado de la pantalla, en el futuro neoyorquino, Morehshin me cuenta que estuvo lloviendo levemente, y empezamos.

Meli.- Básicamente, quiero que nos enfoquemos en tres aspectos de tu trabajo. Uno de ellos es relacionado a She Who Sees the Unkown (Ella quien ve lo desconocido), luego sobre #Additivism y Material Speculation: ISIS (Especulación material: ISIS). Pero primero, quiero preguntarte ¿Cómo va el ejército de diosas y figuras?

Morehshin.- Van bien. Estoy trabajando en siete figuras de Jinn cuyas historias están interconectadas. Al mismo tiempo, estoy haciendo mucha investigación y leyendo sobre ciencia ficción, tratando de usar el material para las historias que quiero escribir sobre estas siete figuras Jinn. Acabo de terminar de construir un sitio web para este proyecto que agrupa todo, ya que la información no está disponible en línea actualmente. Cuando este terminado el proyecto, voy a subir el archivo que estoy construyendo en el sitio web también.
http://shewhoseestheunknown.com

Meli.- ¡Qué emocionante! Tengo muchas ganas de ver el ejército completo en el futuro!

Morehshin.- ¡Yo también!

Meli.- Tengo curiosidad, estas Jinn, sé que las remodelaste a partir de imágenes (dibujos) pero, ¿Han existido tridimensionalmente antes? ¿Inicialmente fueron esculturas o solo hay representaciones pictóricas?

Morehshin.- ¿Te refieres a cuando las modelé en 3D?

Meli.-

Morehshin.- En el inicio fue todo basado en imágenes. ¿Si recuerdas mi charla [Design Trouble, Seattle, Abril 2019] donde muestro imágenes de estas antiguas ilustraciones? Este es material que encuentro en diferentes libros. Uno de ellos es por ejemplo un libro llamado Kitab Al-Bulhan (El libro de las maravillas ), Este es un libro con 700-800 años de antigüedad. Luego utilicé y me re apropié o recreé diferentes ilustraciones e historias de él como material nuevo para mi proyecto She Who Sees The Unknown. (Por ejemplo) la (historia) de la Serpiente Que Ríe; la ilustración (original) tenia un rostro inexpresivo, y yo lo convertí en un rostro más animado, mostrando un rostro riendo, pero es una risa que asusta, alocada, histérica, – la cual es una palabra que tiene una larga historia sexista, y hay mucho material en relación a ella y al feminismo-. Quise darle vuelta a esa
estructura de poder o la vergüenza alrededor de la locura o la histeria, no solo con la imagen, pero además contando una nueva historia de la Serpiente que Ríe. Así que estoy usando esta histeria, esta locura, como algo que puede ser muy poderoso, en lugar de negativo. Quise jugar con eso, y usarlo como algo que es en realidad muy poderoso y hermoso. 

Meli.- Es también como refigurar nuestra concepción de las emociones

Morehshin.- Exactamente

Morehshin Allahyari, She Who Sees The Unknown: The Laughing Snake, Installation with 3D printed plastic sculpture, mirrored room, and interactive hypertextual narrative, Photo by Don Hall, MacKenzie Art Gallery 2019. Foto tomada de shewhoseestheunknown.com

Meli.- Me encanta esta idea de refigurar y como se convierte en una posibilidad para crear futuros y mundos alternos. Especialmente ahora, cuando estamos en un momento tan crítico, esto es súper valioso, tener un motivo, apropiarse del arte y crear significado a través de las narrativas. También es por ello que estoy tan inclinada a tu trabajo; con él muestras que sí tenemos el poder, las posibilidades y las herramientas para recrear lo que ya está ahí y contarlo de una manera distinta. 

Morehshin.- Totalmente, y creo que hay mucho que hacer en ese sentido. Especialmente este proyecto contiene muchas historias no contadas y mal representadas. Es decir, cuando piensas sobre estas cosas, estas figuras femeninas o queer, sus historias nunca se contaron, nunca se tomaron en serio. Al menos para mi, creciendo en Irán, era algo que resonaba profundo en mi cabeza. Estudiábamos todas estas figuras masculinas y superhéroes masculinos y sus historias y las mujeres nunca tuvieron ningún tipo de material en nuestra escuela, o nunca se les prestó atención culturalmente en este tipo de relatos míticos.

Meli.- Correcto. También esta la posibilidad de cambiar las ideas de la historia del arte y la concepción de las imágenes que se nos ha impuesto. Digo esto, porque recuerdo en el texto The Distributed Monument (El Monumento Distribuido) sobre Material Speculation en el 3D Additivist Cookbook (El Recetario del Aditivista 3D), el autor menciona algo sobre el aura de la obra de arte refiriéndose a Walter Benjamin, ¿cierto?1 Benjamin cuestionaba si en la representación el aura del arte original se perdía y si esta seguía siendo auténtica o no. En tu trabajo, traes de vuelta a la vida estas figuras, los originales se destruyeron, entonces, de acuerdo a él, perderían su aura. Sin embargo, una vez más, no me interesa mucho su discurso (que de alguna manera se nos ha impuesto), ya que podemos crear nuestros propios significados.
Así que, quisiera preguntarte ¿Cómo te sientes respecto a esta idea del aura? Yo veo más como un aura multiplicada en las nuevas concepciones que podemos agregar a las piezas impresas en 3D, como si lo que haces es más bien expandir el significado de la obra de arte.

Morehshin.-  Sí, me gusta lo que dices, multiplicar la idea de la obra. Que no debe ser un objeto que tiene cierto tipo de “autenticidad” y “originalidad” y que por ello contiene un espíritu sobre el cual tenemos que pensar. Sino más bien, tener, a través de la copia, de la reapropiación -estoy de hecho más interesada en la idea re apropiar que de copiar- la posibilidad de crear nuevos mundos.
Encuentro esto muy importante porque si piensas en el pasado, la historia está llena de cosas que fueron influenciadas por el patriarcado, el colonialismo y distintas estructuras de poder que están bien jodidas. Sentir confort en el pasado y creer que “oh es algo que estuvo allí y que fue original, así que es mejor” es algo automático, y a eso me refiero con re figurar. Por ello estoy interesada en ese concepto, un término que yo acuñé en relación a She Who Sees the Unknown (Ella quien ve lo desconocido), que trata sobre refigurar y
como dar la vuelta a las estructuras de poder.

Meli.- ¡Eso es muy poderoso! (darle la vuelta a las estructuras de poder), me apasiona esa idea.

Morehshin.- Sí, hay mucho por delante en ese sentido. Distintas personas lo hacen de maneras distintas. Yo siento que ahora soy parte de unx colectivx de personas que están haciendo mucho trabajo similar acerca del pasado y esta idea del presente y el futuro, pero enfocado en personas de color, y de nuevo, en diferentes niveles de colonialismo, sexismo, racismo, a través de sus experiencias. Siento que soy parte de un ejército de ejércitos; lo estamos creando y es verdaderamente importante hacer trabajo que señale cosas que se dan por un hecho o que no han tenido el espacio para que se les preste atención y que tienen que ver más con amplificar, amplificar es muy importante, pienso mucho en ello.

Meli.- Sobre amplificar las voces y las prácticas de aquellxs que no necesariamente tengan acceso para hacerlo. Esta idea, que sientes que eres parte de un ejército de ejércitos, se refleja en el The 3D Additivist Cookbook (El Recetario del Aditivista 3D). Me deleitó ver el trabajo de otras artistas a las que sigo como Tabita Rezaire en el libro; eso realmente me inspiró, si ves, de alguna manera terminamos conectadxs, es tan motivador ver a este conjunto de personas trabajando juntas alrededor de temas tan relevantes. Una de mis mentoras, me lo dijo una vez: las personas luminosas atraen la luz de las otras, y es cierto.

Morehshin.- Sí, mucho de lo que hicimos con #Additivism se convirtió más hacia la construcción de una

Portada del Recetario del Aditivista 3D.
Imagen de portada por Shane O’Shea
2017.

comunidad, construir un colectivo y pensar sobre el proyecto más allá del libro. Es decir, el libro en sí mismo ayudó realmente a juntar esta comunidad, creo que fue una gran experiencia de aprendizaje. Nunca había trabajado en un libro que involucrara alrededor de cien personas. Fue mucho trabajo y edición, seriamente, a un nivel que no había experimentado antes en términos de concordar con material de otrxs artistas.
Además, casi siempre, lxs artistas no adoran las colaboraciones, usualmente es colaborar con una, dos o tres personas más. Esta colaboración con cien personas fue muy intensa, pero al final fue muy valiosa, trabajar juntxs, concretarlo juntxs fue toda una nueva experiencia para mi.

Meli.- ¿Hay proyectos derivados de esto? ¿Planeas hacer un segundo llamado o algo similar, a pesar de que fuera tan demandante?

Morehshin.- Con #Additivism?

Meli.-

Morehshin.- No, no creo expandirlo de esa manera. Pero definitivamente algo que ha sucedido naturalmente es que diferentes curadores se nos han acercado y nos han invitado a hacer diferentes exposiciones con diferentes selecciones de trabajos que están en el libro. Lo que hemos hecho algunas veces es mostrar The 3D Additivist Cookbook en una pantalla táctil, para que las personas interactúen y pasen tiempo con el libro en el espacio expositivo. De igual forma, siempre hacemos una selección distinta de lxs artistas que pueda ser buena para lxs curadores, dependiendo del tema. Por ejemplo, alguien nos llama y nos dice: “Estamos haciendo una exposición sobre bio política y nos interesa mucho su proyecto, ¿qué podemos hacer para mostrarlo?” Y lo que hacemos es dar algunas sugerencias de personas y proyectos en el libro que resuenen con ese tema y les ponemos en contacto con el o la curadora para la muestra.
Me encanta como el proyecto ha tomado estas otras formas de existir, adoro como ha tomado vida por si mismo; esa es la expansión del trabajo. El libro y el manifiesto han sido ampliamente leídos y compartidos en escuelas, fab labs y maker spaces, es muy bueno ver eso.

Meli.- También funciona como una guía para otros proyectos, es tentacular en ese sentido, eso es maravilloso. Es una entidad que trajiste al mundo.

Morehshin.- Muy cierto, y muy hermoso pensarlo de esa manera.

Meli.- También pienso en lo que ustedes hablan sobre el potencial de la pequeña escala. Quiero decir, #Additivism no es un proyecto de pequeña escala, pero está compuesto de muchos proyectos más chicos y ello inspira a las personas a tomar acciones considerando el potencial de la pequeña escala, (no solo en sentido literal); lo cual es muy potente.

#Additivism. Imagen Cortesia de Morehshin Allahyari y Daniel Rourke

Morehshin.- Exacto, lo que también apunta a lo que dije durante mi charla [Design Trouble Symposium, Abril 2019], creo en micro acciones como formas para tener macro influencia.2 Lo mismo aquí; este es un proyecto de pequeña escala y con ideas y aproximaciones que luego ocasionan una influencia mayor.

Meli.- Si, definitivamente. El otro día estaba en el Caribe, en Limón, Puerto Viejo, una playa en Costa Rica, para la Semana Santa y una chica me comentó sobre cómo los vecinos se juntan el lunes después de la vacación para recolectar toda la basura que los turistas dejan en la playa durante la semana. Es una comunidad pequeña recogiendo pequeños trozos de basura, están juntos accionando algo relativamente pequeño pero con mucho impacto, porque ni la municipalidad ni el gobierno lo van a hacer. Es una acción pequeña pero poderosa si tomamos en cuenta la ubicación y la geografía: playa en un pueblo chico, un país chico, pero con alto impacto durante todo el año.

Morehshin.-  ¡Sí! Es una locura pero también tiene sentido ¡Rituales diarios de activismo movilizador! ¡Eso es potente e importante!

Meli.- ¡Sí! (Ríe con nervios) Investigar tu trabajo me ha llevado a pensar mucho sobre el plástico y el desperdicio en general.
Visité un nuevo espacio en San José (CR), llamado Casa Caníbal, donde tienen un programa llamado Pulgateca: una librería de chatarra electrónica aún en proceso. Es la primera en Costa Rica. Los laboratorios de reciclaje en maker spaces son comunes en otros países, pero no aquí. Mis amigxs son quienes lo crearon, así que es bueno regresar y verles haciendo estas activaciones para la reapropiación tecnológica con arte. Invité a mis primas y desarmaron una pantalla de computadora por primera vez, esto les emocionó mucho, se siente muy bien ser parte de iniciativas así de cualquier manera posible. Esto es muy positivo para mi, porque antes colaboraba con un espacio que no era tan crítico.

Meli.-¿Alguna vez has tenido algún tipo de encuentro trascendental con una obra de arte en particular?

Morehshin.- ¿Como si he sentido una conexión en términos de la reproducción del aura y eso a lo que te referiste antes?

Meli.- Si, cómo sentir el poder de una obra que trasciende el tiempo y el espacio

Morehshin.- Uf, buena pregunta. No lo sé, debo pensar más en eso.

Meli.- O, más bien, ¿como si has estado en un museo en un momento en particular y has visto una obra que te provoca una sensación que no has sentido antes, que no supieras que esta ahí y que despertó algo significativo en tu ser?

Morehshin.- Quiero decir, eso me ha pasado definidamente con el video arte, más que con cualquier otra forma artística, nunca he sentido algo similar al ver una pintura o escultura. Hay algo sobre el time based media con lo que conecto de una manera diferente, especialmente cuando la pieza tiene historia o texto o al contrario, cuando es altamente abstracta.
Recuerdo una vez, de adolescente, que fui al museo de Arte Contemporáneo de Teherán. Había un video de Shirin Nishant, ella es un artista de video muy conocida en Irán, y tuve este momento de experimentar “algo”… en ese tiempo yo no sabía lo que era el video arte, no tenía idea de este formato… solo sabía que estaba viendo algo así como una combinación de una película y video
experimental, y ninguno a la vez; eso también fue parte de la experiencia. Ni siquiera sabía cómo posicionar este formato en mi cabeza. Así que era eso, y también que el contenido se me hacía muy extraño, además era una figura femenina y una artista mujer. Todo el trabajo en sí mismo era muy poderoso, nunca lo voy a olvidar. Ahora, de adulta y siendo artista, tengo una percepción
mucho más crítica de su trabajo, hay cosas que no me agradan de su obra, pero en ese momento, ese trabajo en particular fue tan impactante y como tú dices, sentí una emoción que nunca había sentido en referencia a ninguna cosa.

Meli.- Genial! gracias por compartir!

Morehshin.-  ¿Querías hablar sobre Material Speculation verdad?

Meli.- Sí ¿quieres agregar algo sobre eso?

Morehshin.-  Cuando trabajé en esa obra, realmente estaba pensando en ello no sólo como un proyecto de reconstrucción sino también como un proyecto artístico. Es decir, que los objetos reconstruidos no sean sólo réplicas sino también son objetos de arte. Yo realmente tuve que ser fiel al proceso y con She Who Sees the Unknown estuve haciendo mucha re apropiación; pero con este trabajo quise asegurarme de que los artefactos modelados en 3D fueran lo más preciso posibles basados en las imágenes a las que tenía acceso. Ello creó un proceso diferente, pero al mismo tiempo, los originales ya se habían destruido, y ya que estaban destruidos y perdidos, lo mejor que podíamos hacer era crear proyectos similares, lo cual es armar un tipo de reconstrucción.
Y debido a que el aspecto investigativo de este proyecto es tan importante, recolectar la información era tan importante, me quise asegurar de que ello quedara manifestado en él; así que incluí memorias USB dentro de los artefactos, etc. Básicamente elementos de archivo dentro de la escultura. Estaba pensándolas como cápsulas del tiempo. En ese momento, creía que entre más se difundiera la información, más se preservaba y se recordaba el aura de las figuras, ¿Sabes a lo que me refiero? Entre más se compartiera, más se mantenía viva, su memoria se mantenía viva de algunas formas. Así que, sí, esa fue la parte verdaderamente importante para mi en este proyecto.
En este momento, estoy editando un video que hice, la documentación de una lectura performática para el New Museum hace un par de semanas llamada Physical Tactics for Digital Colonialism (Tácticas Físicas para el Colonialismo Digital). Tuve la oportunidad de hablar de los problemas que tengo respecto a esta idea del open source y como no es siempre algo bueno. Cuando damos acceso libre a algo, debemos preguntarnos ¿quién realmente va a tener acceso a ello y cómo? ¿A través de cuáles plataformas, presentado en qué lenguaje? Pienso que las personas son a veces ingenuas con el Open Source, de la misma manera que en los 80s se pensaba sobre el Internet: como iba a cambiar nuestras vidas, “porque ahora tenemos acceso a información y podemos democratizar esto”, y por supuesto esta  apreciación era muy ingenua y falsa. Lo mismo con el Open Source, sólo porque las personas piensan que algo puede ser compartido abiertamente, puede ser copiado y puede haber acceso, es siempre algo bueno. Yo también pensaba así en el 2016, cuando trabajé en este proyecto, me tomó un tiempo ver que el Open Source puede ser algo de lo que se aprovechan (otrxs) de muchas formas. Este video habla sobre muchas cosas alrededor de Material Speculation: ISIS que he mencionado en otras charlas, pero en realidad esta es la primera vez que tuve la oportunidad de sumergirme profundamente en el concepto.

Meli.- ¡Espero verlo con emoción! Sí, algunas veces las personas son muy entusiastas sobre el Open Source, y en general con cualquier cosa nueva, con cada nueva tecnología, así que es muy interesante que lo apuntes hacia el Open Source, (viene a mi mente el caso de Microsoft comprando Github).

Morehshin.-  Sí! Especialmente, hablo mucho de los supuestos muy binarios y positivistas que las personas pueden hacer sobre el trabajo de construcción digital hecho por Google Art and Culture Institute u otros espacios en Silicon Valley. Así, que si, eso sería! Dime si tienes alguna otra pregunta.

<*** BONUS ***>

Meli.- Si, tengo otras preguntas rápidas que tienen que ver más con tu práctica artística. ¿Como es tu proceso creativo? ¿Prefieres el aislamiento o los espacios colectivos?

Morehshin.- Me gustan ambos por distintas razones. Creo que voy entre hacer proyectos de largo plazo que pueden ser a la vez individuales o colaborativos. Por ejemplo, colaboré con otro artista-escritor (Daniel Rourke) por tres años durante el trabajo con el 3D Additivist Manifesto y posteriormente The 3D Additivist Cookbook.
Nuestra colaboración fue tan profunda e importante en la creación de este trabajo que no creo que #Additivism podría haberse convertido en lo que es sin la colaboración que cada uno trajo al proceso. Pero ahora, durante los últimos dos años he trabajado en She Who Sees The Unknown que es más que nada un proyecto individual, sin embargo he colaborado en pequeñas secciones con estudiantes, colegas, etc… pero soy yo el 99% del tiempo en el estudio trabajando sola. Encuentro estas dos aproximaciones a la creación muy importantes en mi trabajo como artista.

Meli.- ¿Tienes algunas técnicas para conectar con tu creatividad y enfocarte? Por ejemplo meditación o ciertos tipos de descansos, etc.

Morehshin.- Trato de tomar de 2 a 3 días de descanso entre 2 o 3 semana de trabajo continuo diario. Uno de mis lugares favoritos para pasar tiempo es este cementerio enorme cerca de mi casa, llamado Green Wood Cemetery. Adoro pasar tiempo allí. No lo veo como una cosa oscura gótica, sino como algo muy hermoso y positivo. Me ayuda a apreciar el respirar y envejecer.

Meli.-  Gracias por el video de Shirin Nishant, esos extractos son muy poderosos, tanto en imagen como en sonido ¿Es ella una de tus primeras influencias?

Morehshin.-  Sí. Una de mis primeras influencias en la categoría de video arte, se podría decir.

Meli.- ¡Gracias por el tiempo extra para responder estas preguntas!

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1 “El Aura, menos importante en la persistencia de la copia digital, se intercambia por la inmortalidad, garantizada durante el tiempo que las reproducciones se multipliquen y se muevan .” M.Allahyari, P.

2 How 3D Printing Can Preserve History – Tech+Art | Genius: Picasso. Available at
youtu.be/t1hfZx2kvPY?t=205

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/// ENGLISH VERSION ///

It’s Friday, tico summer, a sunny day after Easter Holidays. I go online at 11:11 am from the Escazú Mountains in San José, Costa Rica. Two hours in the future, at 13:13 in New York City, Morehshin goes online too. My table is full of papers with notes so I don’t forget to ask anything important, and I drink my tea as nothing is happening to hide my nervous excitement about the conversation to come. On the other side of the screen, in the New York future, Morehshin tells me that there was a little rain, and so, we begin.

Meli.- Basically I want to focus on three aspects of your work. One of them is related to She Who Sees the Unknown, then, about #Additivism and about Material Speculation. First, I wanted to ask you: How is the army of goddesses and figures doing right now?

Morehshin.-  They’re good. I am working on seven Jinn figures right now that their stories are inter connected to each other. At the same time, doing a lot of research and reading on science fiction, trying to use some of the material for the stories I want to write about these seven jinn figures. I just got done building a website for this project that puts everything together because the information is not available online right now. At the end when this project is done I am going to put all the archive that I am building on the website as well.  http://shewhoseestheunknown.com

Meli.-  Exiting. Yeah, looking forward to see the whole army in the future!

Morehshin.-  Me too!

Meli.- I am curious, these Jinn, I know you remodeled them out of pictures, but have they ever been in a tridimensional form before? Where they initially sculptures or you only had images?

Morehshin.- You mean when I 3D modeled them?

Meli.-  Yeah

Morehshin.- At the beginning it was all based on images. I don’t know if you remember my talk; [Design Trouble, Seattle, April 2019] where I was showing images of these old illustrations. These are material that I found from different books. One is for example this book called Kitab Al-Bulhan (The Book of Wonders ), this is a book that is about 700-800 years old. Then I used that and re-appropriated or recreated different illustrations and stories from it to use as new material for my project She Who Sees The Unknown. [For example] the [story] of the Laughing Snake, the [original] illustration had a still face image and then I turn it to more of a face that is more animated showing her face as a laughing face, but a laughing that scares, like mad, like hysteria, which is a word that actually has a very long sexist history and there is a lot of material in relationship to that and feminism.
I wanted to turn that power structure or the shame around madness or hysteria around. Not only in the image but also to tell a new story of the Laughing Snake. So I am using this hysteria, this madness as something that can be powerful rather than something that is considered as negative. I wanted to play with that, and use it as something that is actually very powerful and beautiful.

Morehshin Allahyari, She Who Sees The Unknown: The Laughing Snake, Installation with 3D printed plastic sculpture, mirrored room, and interactive hypertextual narrative, Photo by Don Hall, MacKenzie Art Gallery 2019. From shewhoseestheunknown.com

Meli.- Is also like refiguring our conception of emotions

Morehshin.-  Exactly

Meli.- I love this idea of refiguring and how it is a possibility to create alternative futures and worlds. Especially right now, when we are in such a critical moment, this is super important, to have a motive, to appropriate art and create meaning trough narratives. So that is also why I am driven by your work, because we actually do have the power, the possibilities and the tools to recreate what is already there and tell it in a different way.

Morehshin.- Totally, and I think there is a lot of room to do that. Especially this project has a lot of un-told histories and mis-representations. I mean when you think about this stuff, about these female or queer figures, their stories never were told, they were not taken seriously. At least for me, growing up in Iran, it was something that was in the back of my head. We studied all these male figures and male superheroes and their stories and women never had any kind of material in our school, or like culturally to pay attention to this kind of mythical stories.

Meli.- Yeah, and also to change ideas about art history and our conception of images.
I say this, because I remember in the The Distributed Monument the text about Material Speculation in the 3D Additivist Cookbook, it mentions something about the aura of the artwork [referring to] Walter Benjamin, right?3 Benjamin was questioning if with the representation, the aura of the original artwork is lost and about whether is it still authentic or not. But in your work, you are bringing back to life these figures, since, the originals are lost, according to him, they would technically loose their aura. But again, I don’t really care so much about his discourse, because we can create our own meanings. So I wanted to ask you about how do you feel about the aura? I see more like a multiplied aura in the new conceptions that we can add to the 3D printed pieces, like you actually are expanding the meaning of the artwork.

Morehshin.- Yeah, I like what you just said, multiplying this idea of the work. That it doesn’t have to be one thing that contains this sort of authenticity, and originality and that because of it then it also contains like a spirit that we have to think about. But rather have, through copying, through re-appropriating – I am actually more interested in re-appropiating than copying- we can create new worlds. And I find that very important because if you think about the past, the history is full of things that were influenced by patriarchy and colonialism and different power structures that are really fucked up to think about. And to feel comfort in that past and think that “oh that is just something that was there and that was original, so is best”, I think that is automatic, that [is] what I mean by refiguring. That is why I am interested in this concept, a term that I coined, in relationship to She Who Sees the Unknown which is on how to refigure, how to actually turn around this power structures.

Meli.- Thank you, that is very powerful! (Turning around the power structures), I love
that.

Morehshin.- Yeah, there is a lot to do in that sense. And different people do it differently. I do
feel that right now I am part of a collective of people that are doing a lot of similar work relating actually to the past and this idea of present and future, but really focusing on brown and black people, people of color, and then again different levels of colonialism, sexism, racism, through these experiences. I do feel like part of an army of an army, we are doing this and is really important to make work that sort of puts finger on things that maybe are taken for granted or haven’t had the space to be paid attention to and which are more of amplifying, amplifying is really important, I think about that a lot.

Meli.- About amplifying the voices and practices of those who don’t necessarily have access.
This idea, that you feel you are part of this army of armies of people, is reflected on The 3D Additivist Cookbook. I was very pleased to see the work of some people that I follow like Tabita Rezaire on the book, and that really inspired me, because then, you see, somehow we end up being connected -it was very
motivating to see this compound of people working together on this kind of things.
One of my life mentors told me once that luminous people attract each other’s light, and it is true.

Morehshin.- Yeah, a lot of the stuff we did with #Additivism became so much more about building a community around us, building a collective and thinking about the project beyond the book. I mean, the

Cover of The 3D Additivist Cookbook.
Imagen by Shane O’Shea
2017.

book itself really helped bringing this community together, but I think that [it] was a very important learning experience. I had never worked on a book that involved like a hundred people. It was a lot of work and editing, seriously, to a level that I had never experienced in terms of dealing with material and others people’s works. Plus often as artists don’t always love collaboration but is always like one other, two other, five other people [working together]. And this collaboration with one hundred other people was very intense but in the end it was very worthy, to work together, to put it together it was really a new experience for me.

Meli.- Are there any more projects derivate from this? Do you plan on making a second call or something like that -even thought it was so demanding-?

Morehshin.- You mean with #Additivism?

Meli.- Yeah

Morehshin.- No, I don’t think about expanding it in that  way, but definitely something that has happened naturally is that different curators have approach us and have invited us to do different exhibitions with different combination of the work that is in the book. What we sometimes have done is that we show the 3D Additivist Cookbook on a touch screen monitor and then people can interact and spend time with the book at the exhibition space. But also every time we collected a different group of artwork from the people that can be good for the curators based on the theme. So for example someone would contact us and they would say to us “Oh we are doing a show that is about bio politics and we are really interested in your project, what are the things we can do to show this work?”
And what we do is we make some suggestions of people and projects in the book that would fit with that theme and put them in touch with the curator for the exhibition. I kind of love that this project has been taking all this other forms and ways of existing and I love how it sort of has taken its own life, and that is
for me the expansion of the work in some way. The book and manifesto both also have been widely read and shared in different schools, fablabs and maker spaces. So it’s really nice to also see that.

Meli.- It also works as guide for other projects; it is kind of tentacular in a way, that’s amazing. It is an entity that you birthed.

Morehshin.- Very true and a beautiful to think about it.

Meli.- I also think about what you guys talked about the potential of small scale. I mean, #Additivism is not a small-scale project but it is composed of many smaller projects and it inspires people to make actions working with the potential of small scale, (not just in the physical concept of scale), and that is
very powerful.

Morehshin.- Exactly! Which also points to this thing that I said during my talk [at Design Trouble Symposium, April 2019], which is how I believe in micro actions as ways of having macro influences.4 That is the same thing; this is a small-scale project and the ideas and approaches to something and then creates a larger scale influence.

#Additivism. Image courtesy from Morehshin Allahyari and Daniel Rourke

Meli.- Yeah, definitely.
The other day I was in the Caribbean, in Limon [Puerto Viejo], a beach in Costa Rica, for the Eastern Holidays and a lady talked to me about how the neighbors get together the Monday after to pickup all the trash that the tourists leave at the beach during the week. So, it is a small community picking up little pieces of trash, they are all together making something relatively small but is has so much impact, because the municipality or the government is not going to make it. It’s like a really powerful and “small” scale action if we see it from the point of view of the location and geography: small village in a beach, in a really small country but it has a big impact for the whole year.

Morehshin.- Yeah, that’s crazy, but it also makes sense. Mobilizing daily activism rituals! That is powerful and important.

Meli.- Yeah, [laughs nervously]
Researching about your work I’ve been thinking a lot about plastic and trash in general. I visited this new maker space here [in San José] Casa Canibal and they have a program that is called La Pulgateca, a library of electronic junk that they are getting together. It is the first one here in Costa Rica. Recycling labs in
#Additivism. Image courtesy from Morehshin Allahyari and Daniel Rourke maker spaces are super common elsewhere but not here. My friends are the ones organizing it, so is good to come back and see the people making these activations to re-appropriate technology with art. I introduced it to my cousins and they dissembled a computer screen for their first time, they were super exited; it feels really good to be part of that in any way possible. That is very positive because I used to work with another maker space that wasn’t that critical.

Have you ever had any kind of trascendental encounters with a particular art piece?

Morehshin.- That I felt that connection in terms of reproduction and aura or all that stuff you mean?

Meli.- Yeah, like the power of an artwork that transcends time and space?

Morehshin.- Uf, Good question, I don’t know, I have to think about that

Meli.- Or something like, you were in a museum at a particular moment, and saw an artwork and felt something that you didn’t knew that was there, that really clicked you, something like that?

Morehshin.- I mean, I would say that has definitely happened to me with video art, more than with any other art form, that I have never felt the same emotions while looking at a painting or a sculpture. There is something about time-based media, that I definitely connect with in a different way, especially when it has a story or text in it, or when it is really abstract.
I remember one time when I was a teenager and I went to Tehran Museum of Contemporary Art. They were showing a video of Shirin Nishant, she is a really well known Iranian video artist, and I had like this moment of just experiencing something… this was when I didn’t even know what video art was so, I had no
idea what this format was….Just that I was watching something that was a combination of a movie and a film or experimental cinema, and none of them, but also kind of part of that whole experience. I didn’t even know how to position this format in my head. So it was that, and also the content was so weird and it was a female figure and a female artist. All that and the work itself was so powerful, I will never forget that. Now, more like an adult and an artist, I do have a more critical approach to her work, there are things that I don’t like about her work, but that particular work at that time was so moving and like you said, it was some emotion that I have not felt before in response to anything else.

Meli.- Nice, thanks for sharing!

Morehshin.- You said you wanted to talk about Material Speculation right?

Meli.- Yes, if you want to add anything to that.

Morehshin.- When I worked on that piece, I was really thinking about it not just as a reconstruction project but also as an art project. That the objects that re reconstructed are not just reconstruction objects but are also art objects. I really had to be faithful to the process and with She Who Sees the Unknown I am
doing a lot of re-appropiation; but with this work I wanted to make sure that the 3D modeled lost artifacts were as accurate as possible based on the images that I had access to. That made a different process, but at the same time, the originals were already destroyed, so that was already gone, and there is no way
really to replace this, because they’re just destroyed and gone, the best we can do is maybe to do similar projects which is to create some kind of reconstruction.

And then because the research aspect in this project was so important, gathering the information was so important, I wanted to make sure that it became part of the process so, I included these usb drives inside the artifacts, etc. (Basically elements of archiving within that sculpture). I was thinking about them at that point as time capsules. For me at that time, the more this information got shared, the more that aura was kept and remembered; you know what I mean? The more it was shared the more it was kept alive, its
memory was kept alive in some ways. So yeah, that was for me really important as part of making this project.
Right now I am editing this video that I did, the documentation of a performance lecture I did, at New Museum a couple of weeks ago, called Physical Tactics for Digital Colonialism. There I got to talk about the problems I have with this idea of Open Source and how Open Source is not always good. And how we have to ask, when we are giving access to something openly, who is going to really have more access to it and how? through what platforms presented by what language? I think people can be naive sometimes about Open Source, the same way people were with Internet in the 80’s, thinking “Wow this is going to change our lives, because now we have freedom of expression, and we have access to information and we can sort of democratize this thing”, and of course that was very naive and not true.

The same thing with Open Source: people think because something can be shared openly and can be copied and can have access, it is always a good thing. And I also thought that when I was in 2016, working on this project and it took me some time to see how Open Source actually can be taken advantage of
in so many ways. So this video talks about a lot of things about Material Speculation: ISIS that I have talked about it during talks but really this was the first time I had a chance to really dive deep into this concept.

Meli.- Looking forward! Yeah, sometimes people are super enthusiastic about open source and with everything new, with every new technology, so its very interesting that you point that towards open source, (I just tough about Microsoft buying Github).

Morehshin.- Yeah, specially, I do talk a lot about the very binary, positive thinking assumptions that people might make about digital construction work done by Google Art and Culture Institute or like other Silicon Valley spaces.
So yeah, that’s it!
Let me know if you have any other questions.

<*** BONUS ***>

Meli.- Yeah, I do have other quick questions (more about your work practice). How is your creation process? Do you prefer isolation or collective workspaces?

Morehshin.- I like both for different reasons. I think I go back and forth between doing long terms projects that could be either isolated or collaborative. For example, I collaborated with another artist/writer (Daniel Rourke) for 3 years to work on the creation of The 3D Additivist Manifesto and then The 3D Additivist Cookbook..
Our collaboration was so deep and important in the making of this work and I don’t think #Additivism could ever become what it is without the collaboration and what each of us brought into the process. But now for the last 2 years I have been working on She Who Sees The Unknown which is mostly a solo project although I have collaborated on small sections of different pieces with students, colleagues, etc. but it’s me %99 of the time at the studio alone working. I found both of these different approaches to creation to be super important in my growth as an artist.

Meli.- Do you have any techniques to connect with your creativity and focus? For
example meditation, certain types of breaks, etc.

Morehshin.- I try to take 2-3 days breaks between 2-3 weeks of working almost everyday.
One of my favorite spots to spend time at is this huge beautiful cemetery close to my house called Greenwood cemetery. I love spending time there. I don’t see it as this dark goth thing but actually really beautiful and positive. It makes me appreciate breathing and aging.

Meli.- Thanks for Shirin Nishant’s video; those excerpts are very powerful, both in the image and the sound. Is she one of your first influences?

Morehshin.- Yes. One of my first influences in the video art category I would say.

Meli.- Thank so much for the extra time you took to answer those questions! =)

[divider]

3 “Aura, less relevant in the digital copy’s persistence, is exchanged for immortality, guaranteed as long as
the reproductions multiply and move.” M.Allahyari, P. Soulellis. The 3D Additivist Cookbook. (129)

4 How 3D Printing Can Preserve History – Tech+Art | Genius: Picasso. Available at
youtu.be/t1hfZx2kvPY?t=205

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REFERENCIAS/RECOMENDACIONES –
REFERENCES/ RECOMMENDATIONS
• Morehshin Allahyari
morehshin.com
• #Additivism
https://additivism.org/about
• Benjamin, Walter. “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” Discursos Interrumpidos. (Argentina: Taurus, 1989)
• Design Trouble. Washington State University. April 3-4, 2019.
http://designtrouble.uw.edu/
• New Museum
https://www.newmuseum.org/
• Physical Tactics for Digital Colonialism. Event at New Museum.
https://www.newmuseum.org/calendar/view/1481/physical-tactics-for-digitalcolonialism
• Pulgateca. Casa Canibal CR.
http://www.pulgateca.net/
• Shirin Nishant. Mahdokht & Passage Excerpts.
https://vimeo.com/77073284
• She Who Sees the Unknown
http://shewhoseestheunknown.com
• Tabita Rezaire
https://www.tabitarezaire.com/

[divider]

Melissa Aguilar Rojas (1990) es diseñadora gráfica, artista visual e investigadora de Costa Rica, residiendo en Ciudad de México. Es maestrante en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Facultad de Arte y Diseño. Melissa se dedica a la intersección del arte y la tecnología, nuevos medios, museos y educación artística. /

Melissa Aguilar (1990) is a graphic designer, visual artist and researcher from Costa Rica, based in Mexico City. She is a master student of the National Autonomous University of Mexico, Faculty of Art and Design (UNAM-FAD), and member of ICOM Costa Rica. Melissa is dedicated to art and tech, new media, museums, and art education.

meliaguilar.com

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EL SIMPLE HECHO DE NOMBRARLO YA GENERA ESPECULACIÓN

Bajo una perspectiva crítica el proyecto Barrio Alameda, desarrollado por Colectivo OVNI (Yolanda Benalba y Rodrigo Cué) aborda el fenómeno de gentrificación que desde hace varios años se vive en el Centro Histórico de la Ciudad de México.  El proyecto abre un espacio a la reflexión colectiva mediante la organización de eventos públicos y la vinculación con la comunidad que habita el edificio del emblemático Café Trevi.
«El concepto de gentrificación ha tomado una dimensión en el imaginario urbano casi proporcional a sus efectos mismos. Es entendido de forma global como el desplazamiento de habitantes de un barrio que a sido descuidado, y que tras proyectos de inversión pública y privada, se suscita un incremento desmedido de las rentas, provocando que solo sea accesible a clases sociales con mayor poder adquisitivo.
Esta publicación forma parte de una investigación artística en la que hemos registrado los procesos de lucha por la permanencia y el arraigo en el contexto del Centro Histórico; en específico del edificio ubicado en la calle Colón número 1  de la Alameda Central en la Ciudad de México. Donde un grupo de vecinos y locatarias han resistido al acoso inmobiliario, la corrupción del gobierno y la amenaza de transformar lo que ha sido un patrimonio social y cultural en un espacio de coworking y hotel boutique, siguiendo la tendencia global de convertir los centros históricos en grandes centros comerciales aptos ara el consumo de estilos de vida.»
Proyecto seleccionado en la residencia de vinculación comunitaria Me Sobra Barrio 2019, del Centro de la Imágen (México) desarrollado de mayo a septiembre del mismo año.
1º Edición:

Septiembre 2019
Ciudad de México
150 ejemplares

Papel reciclado gris, color, 20 páginas

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#PoeTINDER

fotografía por Ithmus

por Joaquín Diez Canedo

Soy super relax,

amable cordial,

honesta,

directa,

nada estresada.

M molestan las personas soberbias

y vanales

m dan

flojera.

[emoji]

HUSTLER,

dancer,

believer,

strong,

brave, direct, honest

when I love

fully.

Aquí para clases de baile

Escríbeme para más info.

Let’s go for a walk

for a drink

for a talk

let’s go dancing,

movies,

videogames,

let’s travel the world

Let’s

have

fun

tonight.

Mis fotos no tienen filtro.

Mexicana in Montreal !!

I love travelling,

singing and dancing.

Enjoy the time with your

friends and family

is

the

most

important.

Inefable

6 miles away.

Soy buena onda me gusta el

cine

cena

gym

shopping y sobre todo un buen café

para charlar

No tomo

me gusta conocer gente

y ganarme su amistad

Sophie, 25

5 miles away

Recommend Sophie

       To a friend

    Report Sophie

Rosela, 26

Part mermaid,

[part man,]

temporarily living

on land.

Me gusta viajar

a

otras

dimensiones.

6 miles away.

No soy

de esas mujeres que

les gusta

lo material,

no pretendo ser nadie solo yo

Amo caminar y comer,

escribo

de vez

en cuando,

recuerdo chistes malos,

olvido

los nombres

de mis películas favoritas,

y soy tan ubicada

que me pierdo

en mi misma calle

Latina Flight Attendant

& International Business

I believe in destiny and magic.

Spanish/English

Bla

bla

bla

Nunca sé qué poner en estas cosas,

mejor conversemos.

Me declaro enamorada

de México,

de su cultura

historia y gastronomía

[y luego te regalas toda entera

suave Patria, alacena y pajarera.]

Ana, 24

No me gusta el aguacate

(y

me dan

ñáñaras

las mariposas.)

Me gusta

bailar

samba.

No sex [emoji]

Maestra de profesión,

artista por convicción.

Hablemos

conóceme

y sorpréndete.

–>

ES IMPOSIBLE DESCRIBIRSE EN TAN POCO ESPACIO [, concluye.]

[divider]

Joaquín Díez Canedo N. (Ciudad de México, 1989) es historiador del arte. A veces, cuando no está haciendo tesis, hace otras cosas.

twitter  @joaquindcn

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La Unidad. Autogeografía vertical en siete niveles

por Rigoberto Reyes Sánchez 

Planta Baja. Con estacionamiento.

Mi abuela-niña arrancaba rábanos justo aquí, chamaca bandida que robaba hortalizas y raíces en las últimas tierras ejidales de la Magdalena Mixhuca, lugar del parto, cruce de canales. En 1972 aquél paisaje quedó definitivamente sepultado por la construcción de la Unidad Habitacional en la que ahora vivo. Ocho edificios clonados, ciento noventa y dos departamentos de cincuenta y seis metros cuadrados cada uno. Unidad sin nombre, levantada en una avenida que, no sin ironía, ostenta el nombre de Francisco del Paso y Troncoso, un buscador de historias perdidas. De oídas sé que las primeras en habitar esta Unidad de estilo funcionalista fueron pequeñas familias de jóvenes burócratas de la banca estatal. Los departamentos más codiciados eran los de la Planta Baja; no había que subir escaleras y, según me contó el señor B-31, ofrecían una magnifica vista a los jardines de la Unidad. En realidad parece que nunca existieron tales jardines, más que un recuerdo era un sueño. La Unidad es un archipiélago de cemento anaranjado rodeado de autos.

Aquí un auto es más una prolongación de la vivienda que un transporte. Un Chevy rojo 2000 opera como una prótesis de la bodega insuficiente para la señora A-02. Un Dodge Attitude 2005 sustituye cabalmente las funciones de un bar de barrio, con sistema de sonido incluido, generalmente abre los martes a la media noche. El Chevrolet Aveo 2017 rojo sirve a  la agobiada doctora C-12 como oficina y dormitorio diurno. El desvencijado Chrysler LeBaron 1984 no es un auto, es un talismán incrustado en el cemento para que el pasado no se vaya del todo. No son meros símbolos de estatus, los autos con sus lugares de estacionamiento funcionan como extensiones móviles de la propiedad privada, territorios arrebatados al espacio exterior,  por eso los defienden con tubos, palos y cubetas repletas de cemento. En la Unidad, como en la tundra, la ley es “ devora o te devorarán” (Jack London). 

Primer piso. Tiempo compartido. 

Aún quien vive solo siempre comparte su espacio aunque no sea con otros humanos. Además de las mascotas comunes, plagas de chinches, cucarachas o ratas que azolan de vez en cuando la Unidad generando las más diversas reacciones; desde el pánico colectivo hasta la pasmosa indiferencia de quién ya dio la batalla por perdida. Lugar aparte ocupan las plantas pues, a pesar de que se trata de presencias cuyo lenguaje y movimiento apenas percibimos, son cuerpos que transforman hondamente el espacio que comparten con nosotros, lo vuelven o más denso, o más rugoso o más viscoso. A veces, incluso, cuajan el tiempo en el que nos movemos, de un modo sutil nos acompasan a su ritmo. Poblar de un “mundo vegetal” los apartamentos es una forma de ensanchar el espacio doméstico y de dotarlo de una intimidad orgánica y muda. En este sentido, las plantas son mucho más que un ornato, el filósofo Michael Marder propone que pensemos en ellas “como fines en sí mismos, agentes activos y autónomos” con los que compartimos la existencia.  

Inventario de plantas que viven en el edificio B: Euphorbia milii o Corona de Cristo que estira sus tallos espinosos desde un balcón para tocar la luz solar con sus puntas coronadas de flores rojas, Echeveria Elegans, suculenta de bordes violáceos  que ha emigrado de maceta en maceta asentándose en tierras inhóspitas, Calatea luisae y Goeppertia altissima,  frondosas plantas de sombra que descansan en las escaleras al cuidado de un grupo de ancianas. Hedrea o hiedra  agarrada de raíces que se hunden en el piso pero cuyos retoños se han desplegado por balcones y herrerías hasta trepar a la azotea, su enredado cuerpo alberga orugas, hormigas y abejas. Pequeños racimos de resistentes Aegopodium podagraria y Urtica dioica, infames “malas hierbas” que brotan aquí y allá de entre las grietas que ha dejado el cemento, persistente memoria de un campo que fue.  

Segundo piso. Se renta.

Esta es una ciudad que crece esclerotizando barrios y expulsando cuerpos. La estrategia económica de la especulación inmobiliaria posee una dimensión pedagógica: la permanencia es un privilegio de unos pocos, el resto deberá asumir la desposesión, alquilar como forma de vida líquida. Uber, Spotify, AirBnb, CoWorking, CoLiving, en inglés suena más sofisticada la precarización. Sin auto, sin música, sin lugar para vacacionar, ni trabajar, ni vivir. Humo que se aviva a golpe de rentas. 

En la Unidad la renta aún no se convierte en tiranía y, por lo general, los alquileres suelen surgir de arreglos entre vecinos a pagos módicos, aún así la amenaza crece en los alrededores; al sur han brotado enormes desarrollos verticales como Privalta, un monstruo inmobiliario de 18 pisos de altura, o el Hotel y Centro Comercial Via 515 cuya construcción provocó en 2018 hundimientos  denunciados por vecinos.

La especulación agita los alrededores y habrá que reaccionar.  Una iluminación del pasado: “La noche del 6 de marzo de 1922, las prostitutas del puerto de Veracruz popularmente conocidas como ‘las horizontales de Guerrero’, amenazaron con quemar en vía pública las sillas, las camas y los colchones sobre los que trabajaban, en señal de protesta por las elevadas rentas que debían a los propietarios de los patios de vecindad que les alquilaban las pocilgas donde vivían”. 

Tercer piso. Vecindad. 

El miedo social otorga un nuevo esmalte a la arquitectura urbana. Muros, rejas, concertinas, hileras de botellas rotas, herrería en puertas y ventanas, cámaras de vigilancia, candados y cadenas, perros de ataque. El costo de esta seguridad es vivir encerrados en un panóptico con ojo de mosca. Sin embargo, a veces el miedo conjunta, agrupa, acuerpa, desestabiliza las fronteras que nos alejan del vecino. La forma por excelencia de reunión entre condóminos es la “Asamblea vecinal” que opera, ante todo, como un espacio de reconocimiento en el que el rostro del otro se nos revela con toda su cercanía, ambivalencia y afectación. El tema: ¿cómo cuidarnos de la inseguridad?, frente a las tentativas policiacas que suelen surgir tras estas  oleadas de temor, el señor B-31 recordó que la mejor forma de cuidar-nos es a través de la ayuda mutua (Kropotkin reverbera con el nombre descarapelado). Así se mantuvo a raya a la policía y  a sus encarnaciones civiles. 

Tras el barullo de la asamblea cae la noche y cada quién necesita volver, al menos  por un tiempo, a su fresca soledad, su claustro, su laberinto de cincuenta y seis metros cuadrados. Nietzsche tenía razón, “toda persona es una cárcel, y también un rincón” ,sin embargo recogerse no implica desatarse. 

Cuarto piso. Mirilla. 

Pero la privacidad es un privilegio. Las anchas ventanas luminosas permiten observar instantáneas de vidas ajenas, retazos de cuerpos e historias comunes que, aunque ocurren simultáneamente, no se tocan.  Secuencia de rectángulos brillantes en una pantalla de celular mirada con distracción o de reojo. El precio de ver es ser visto, no hay puerta con mirilla que resguarde al fisgón. Esta exposición inevitable sitúa a los cuerpos en una suerte de espacio gris cercano a la intemperie en el que el pudor se va diluyendo para dar paso a la mostración irremediable de la desnudez pálida de lo cotidiano.   

Quinto piso. Timbres. 

Yi-Fu Tuan  lo resumió en una elocuente imagen; ante lo aterrador del mundo exterior podemos cerrar los ojos pero no los oídos. El ruido nos hace sentir vulnerables pues quiebra la ilusión de distancia y protección que se pretende en el espacio privado. La experiencia urbana posee una importante dimensión sonora que está segmentada según las clases sociales, el proletariado regularmente habita los espacios “ruidosos” cercanos a fábricas, terminales aéreas, carreteras abarrotadas o centrales de abasto popular, además las vecindades y Unidades Habitacionales tienden a estar impregnadas de ruidos domésticos permanentes que reverberan en los cuerpos. 

Martes de noviembre. Compendio de ruidos: Trailers cruzando un puente a la distancia, ¿balazos o cohetes a las tres de la mañana? ambulancia, patrulla, patrulla, patrulla. Rumor de una Salsa a lo lejos, alguien llora ¿o canta?. Largos y amargos bostezos, ¿alerta sísmica? no, alarma de auto. Seis de la mañana, puertas que se azotan, licuadoras, regaderas abiertas, pedos, carraspeos. “El gaaaaas”, casi es mediodía. Repicar insistente del timbre de al lado “¿no me vas a abrir?, la niña está enferma…”. Gemidos de un video porno. Reguetón, reguetón, reguetón, vibran las ventanas, el estribillo: “Ella tiene nalga y tetita, nalga y tetita”. El timbre agudo de un triángulo: el vendedor de obleas. “La basuuura”, “Tor-ti-llas”, “el paan”, pulmones vigorosos. Autos que entran, una discusión acalorada, el motor de una, dos, tres, cuatro motonetas. Un perro ladra. ¿Alerta sísmica? no, un noticiero televisivo. Decenas de aviones atravesaron el cielo.  Grillos, un perro aúlla. 

Cuarto de azotea con perro. 

Obra negra de Goya. Desterrado  a la frontera con el cielo, un perro se vuelve sombra en la azotea. Ya no aulla, llora. 

[divider]

Rigoberto Reyes Sánchez Licenciado en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (medalla al mérito), Maestro en Estudios Latinoamericanos por la UNAM (mención honorífica), con estancia de Investigación en el Magister de Análisis Sistémico Aplicado a la Sociedad de la Universidad de Chile. Candidato a Doctor en el Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM con estancia de investigación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima Perú. Miembro del núcleo central del Seminario de Estudios Avanzados sobre el Cuerpo con sede en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM. Sus temas de interés son el arte y en general las prácticas simbólicas en su relación con la violencia política. Además de publicar diversos artículos sobre estos temas ha co-coordinado los siguientes libros: “Violencia, desaparición forzada y migraciones en Nuestra América” (Ediciones EON-UNAM), “La Liga Comunista 23 de septiembre a 40 años de su fundación: historias, memoria y archivo” (PELA-UNAM-UATX) y “Cartografías del horror. Memoria y violencia política en América Latina” (Editorial Casa del Mago). Actualmente es el coordinador principal del Dossier “Herencias y exigencias: los usos de la memoria en los proyectos políticos de América Latina y El Caribe (1959-2010)” de la revista Pacarina del Sur.

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Acompañar la vida. El trabajo de Regina López

texto por Tadeo Cervantes

De Laia, defensora de Santa María Ostula, he aprendido que la lucha es la vida y que la dignidad no se negocia” Regina López 

Esta es una conversación intermitente. Hecha por la espera. Respondida en el punto donde la señal agarra. Entre la distancia. Regina en las comunidades. Yo impotente y urbana. Lánguida en mi cama. Preguntando. Enviando una nota de voz. Ella acompaña. Documenta. Su trabajo es ese. Ella fotografía. Sus fotos son viajes, coberturas, seguimiento a los procesos comunitarios. Documentar, dice ella, es defender la vida, defender una forma de vida. Es preservar una forma otra de habitar, una forma otra de existir.

La lucha para nosotros urbanitas es espasmódica. Un momento que sacude. Una marcha que acontece. Un respiro. Allá, me comenta Regina, es un largo aliento. Un continuum. Son las mujeres que hacen tortillas y transmiten los saberes y cocinan y alimentan el fuego y levantan barricadas y las sostienen y.… son las mujeres. Ahí, no se está y se resiste. Ahí se está resistiendo.

La fotografía para Regina es una intercambio. Un reflexión sobre su propio estar en el mundo. Sobre su posición en el feminismo. Una forma de re-conocerse.

Presentamos en este número de Hysteria retratos de mujeres hechos por Regina en las luchas territoriales de los pueblos originarios.

Cambio de mayordomía en Xayakalan, comunidad nahua fundada en 2009 sobre tierras recuperadas que les habían arrebatado terratenientes junto con el crímen organizado de la región. Santa María Ostula, Michoacán. Junio 2015.
Cucú. San Miguel del Progreso, Juba Wajiin, comunidad Mé Phaá en resistencia a la minería. Montaña de Guerrero. Julio 2014.
Recuperación de territorio ancestral del pueblo wixárika de San Sebatián Teponahuaxtlán, en la frontera entre Jalisco y Nayarit. La comunidad reclama al rededor de 10,000 hectáreas invadidas desde mediados del siglo pasado por ganaderos mediante varios juicios en los tribunales agrarios. Exigen que el derecho histórico del pueblo wixárika sobre su territorio se haga valer.
Laia y su maíz. Parcelas en el territorio recuperado de Xayakalan, Santa María Ostula. Michoacán. Octubre de 2016.

Berta en la playa recuperada de Xayakalan, Santa María Ostula. Michoacán. Febrero 2015.
Acto conmemorativo por los 20 años de la masacre de Acteal. Acteal, Chiapas. Diciembre 2017.
Tercer nombramiento del Cocejo Mayor del gobierno comunal de Cherán K’eri. En el 2011, cuando la comunidad purépecha se levantó en armas, fueron las mujeres las que primero se enfrentaron al crimen organizado que talaba ilegalmente sus bosques, la comunidad se sumó a ellas para defender su territorio. Organizaron fogatas en las calles y ronda comunitaria para cuidarse mutuamente. Después la comunidad echó a los partidos políticos y armó un gobierno comunal.
Mujeres en la barricada. Costa michoacana. Julio 2014.
Tercias Compas registrando el Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan en el Caracol de Morelia, Chiapas. Marzo 2018.
Torneo de futbol en el Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan en el Caracol de Morelia, Chiapas. Marzo 2018.
Preparativos de la fiesta del segundo aniversario de autonomía del Ejido de Tila, comunidad ch’ol en Chiapas. Diciembre 2017.
Doña Güera y sus nacatamales, platillo para el día de muertos. Guerrera purépecha, de la comunidad de Cherán K’eri. Ella fue una de las mujeres que se enfrentaron al crímen organizado para defender su territorio. Falleció en 2017 a causa de cáncer de mama. Noviembre 2014.
Cocina comunitaria de Cherato, Los Reyes, Michoacán. Comunidad purépecha en defensa de su territorio ante la amenaza del crímen organizado. Junio 2013.
Huapango de los santos inocentes, realizado por el colectivo Aaltepe cada 28 de diciembre en Acayucan Veracrúz. Diciembre 2015.
«aquí está la lucecita que nos dieron. Segundo Encuentro de Mujeres que luchan en San Juan Volador, Veracrúz, convocado por compañeras del CNI y el CIG.
Mujeres al frente. Asamblea nocturna de Cherato, Los Reyes, Michoacán. Comunidad purépecha en defensa de su territorio ante la amenaza del crímen organizado. Junio 2013.

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Regina López es fotógrafa y videodocumentalista. Participa en diversos espacios colectivos, dando acompañamiento a proyectos de comunicación comunitaria y documentando procesos organizativos en comunidades indígenas. También ha colaborado en proyectos de investigación curatorial y mapeo. Es integrante de la Agencia Autónoma de Comunicación SubVersiones.

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Historias de la frontera. Alejandra Aragón en entrevista

por Tadeo Cervantes

Alejandra Aragón es una artista visual, fotógrafa, documentalista y activista oriunda de Ciudad Juárez, Chihuahua, una ciudad ubicada en la frontera norte de México, tristemente famosa por los casos de feminicidio que se han registrado desde principios de los 90 hasta la fecha, y es desde ahí que Alejandra narra diferentes aspectos que atraviesan la vida cotidiana de las mujeres en ese territorio lleno de violencias, pugnas y complejidades.

Estamos muy contentxs de haber podido conversar con ella sobre su obra y la manera en la que a través de la misma esta pensando este territorio y los cuerpos que lo habitan.

Tadeo Cervantes.- En el siglo XIX la pintura del paisaje fue una estrategia para poder dimensionar eso que es el territorio en un estado-nación en formación ¿Encuentras alguna relación entre esta estrategia y tu trabajo documental? ¿Encuentras algún paralelismo entre eso y un territorio que hay que re-estructurar?

Alejandra Aragón. Definitivamente el territorio debe re-distribuirse y por ende re-estructurarse. En el periodo del que hablas el paisaje fue usado como una herramienta directa para afirmar la “dueñidad”, la propiedad, el poder, el triunfo de la tecnología sobre la naturaleza y la dominación de la tierra. No sé si estoy intencionalmente re-configurando, porque me separan más de cien años de ese tiempo y muchas cosas pasaron en el siglo XX y los últimos años con respecto al uso del paisaje particularmente en la fotografía, pero si busco cuestionar esos paradigmas y mostrar sus repercusiones históricas. Que lo que me ocurre a mí, a nuestros cuerpos, al paisaje, a la ciudad, al país, no son particularidades, son el resultado directo de la precarización de la vida y la cultura que trajo consigo la eterna promesa del progreso moderno/capitalista.

fotografía de Alejandra Aragón

T. C.- En tu obra “Las Noches Invisibles” muestras esta complejidad entre las mujeres que trabajan de noche y las estrategias para hacerse de un territorio, ¿podrías hablarnos de eso?

A. A.- El proyecto Las Noches Invisibles (2016) tiene dos momentos. En el primero lo que deseaba era acercarme a las atmósferas, a como desde mi experiencia percibía estos espacios que mucho de ellos se hablaba pero pocas veces habían sido representados. Aunque ya desde mi escuela se venían explorando de otras maneras. Como en el trabajo pedagógico/relacional de Gracia E. Chávez. Lo que resultó es un mosaico de viñetas de la vida nocturna, en donde las mujeres estamos presentes. Y ojo, no todas las mujeres retratadas son trabajadoras sexuales, muchas son solo mujeres en una noche de copas con amigas. Me basé en una investigación de Jorge Balderas Domínguez que asevera que: “el problema es realmente entender la vida de los juarenses, entender la vida de las mujeres juarenses, entender que [tenemos] derecho a la vida”. Habitar la noche es algo a lo que tenemos derecho en una ciudad en la que el trabajo industrial capitalista consume el tiempo, “el bar es un lugar donde triunfa la identidad”, donde afirmamos nuestra humanidad y nuestros vínculos. Porque, si bien son espacios donde se reproduce violencia y traen arrastrando fuertes estigmas, yo quería hablar de como la habitamos nosotras, en ese sentido, si, como nos apropiamos de esos territorios.

Documentación de instalación del proyecto “Las Calles de la Vergüenza” (2014) en El Hotel Bombín, proyecto artístico/pedagógic de Gracia Emelia Chávez, profesora investigadora del Departamento de Arte de la UACJ.
De la serie de fotografía documental “Las Noches Invisibles” (2016)

En un segundo momento exploro los estigmas. No podía retratar la vida nocturna solo como un caleidoscopio de atmosferas coloridas y rostros apacibles, necesitaba internarme en la historia que había construido el estigma, y entender los mitos del pasado glamouroso siempre añorado por esta nostálgica ciudad. Así que hice un documental sobre Brenda y Cristina, ambas dedicadas al trabajo nocturno en dos momentos de la historia de Ciudad Juárez. Los relatos de ambas desdoblan esa realidad, y lo que develan es que la vida nocturna recae sobre los cuerpos de las mujeres, y que hubo actos muy específicos, decisiones que vinieron desde la esfera del poder que precarizaron la vida de las mujeres que trabajaban la noche. Antes del auge de la maquiladora en Juárez, el trabajo nocturno estaba sindicalizado y protegido. Ante el giro económico hacia el sector industrial empresarios expulsaron a las trabajadoras sindicalizadas y trajeron mujeres de otras partes de México. Hay un vínculo muy directo entre la historia de la violencia contra las mujeres, la trata y las estrategias de convertir a la ciudad en proveedora de mano de obra barata. Una vez más, ante el supuesto afán de progreso.

Del archivo de Doña Cristina Hernández López en la década del 70
Brenda en un still del documental “Las Noches Invisibles, (2016)

T. C.- Hay una forma interesante de cómo ligas un archivo personal que al mismo tiempo está resonando con la política presente. Y como la memoria del pasado construye un espectro de los acontecimientos presentes. Nos podrías comentar sobre esas relaciones entre las imágenes personales y lo político.

A. A.- No sé a cuál proyecto en particular te refieres. Pero te puedo contar del mas resiente, “Vine a la Pinta porque me dijeron que acá vivía mi padre…” (en proceso).

de la serie “Vine a la Pinta porque me dijeron que acá vivía mi padre…”

Es importante para mí hablar de como nuestras circunstancias no vienen de meras condiciones individuales, sino que existe una causalidad histórica y estructural. Mi intención con el proyecto es entretejer los vínculos que existen entre el constructo de la masculinidad hegemónica y la violencia que atañe al país. Esta no es idea mía, parto de las propuestas de Sayak Valencia y Rita Segato. Para mí, el abandono de mi padre, de mi abuelo, de los pueblos de la sierra de Chihuahua hoy a merced de supuestos grupos del narcotráfico son fenómenos consecuencia de una masculinidad afirmando sus potencias en un contexto capitalista.

Mi padre es una figura ausente que tuvo muchxs hijxs dentro y fuera de su matrimonio, en un afán de afirmar su potencia sexual, de igual manera que mi abuelo, quien dejó a su familia para afirmar su masculinidad con una mujer más joven ante el frenesí de lo que experimentó al emigrar de su pequeño pueblo, de igual forma que un joven pobre o no, se afirma con su troca cromada, sus armas, narcocorridos al poder acceder a mucho dinero. Y por encima de todo esto, el estado, paternalista, que igualmente abandonó sus eternas promesas, orillando a pueblos enteros a la diáspora para cumplir su agenda neoliberal.

El archivo es una ventana a los signos de esa historia. Usé película infrarroja, tecnología bélica para develar ese espectro invisible en la batalla. Este país está en guerra, y la guerra es un acto de afirmación masculina por medio de la dominación del territorio. Estoy en el proceso del ampliar el proyecto para hablar un poco más a profundidad de los proyectos extractivistas de estas regiones de la sierra de Chihuahua, pues es lo que parece ser la motivación principal del fenómeno del narco y las repercusiones de esta realidad en las familias que emigraron a Estados Unidos.

T. C.- Existe una relación compleja entre quien documenta y lo documentado, entre quien representa y lo representado, incluso re-presentar, cómo lidias con estas tensiones, qué estrategias utilizas.

A. A.- Estoy definitivamente de acuerdo con esto que mencionas. Ha sido justo una de mis preocupaciones y lo que me desvió un poco de la práctica meramente documental, aunque no del todo. Para mí es una condición intrínseca de la fotografía documental, ya que en el proceso del registro de la vida o los eventos en donde los otros son actores el acto de fotografiar los objetiva. Esto es así porque lo convierte en imagen, que se puede reproducir, vender, etc. Pero trato de no caer en el debate pueril que circula mucho especialmente en el mundo del arte contemporáneo de si debemos o no descartar la
práctica documental, porque ese proceso de objetivación se da en muchas otras prácticas del arte.

Existen eventos en la vida social que tienen que ser documentados, que debe de quedar registro de que esto o aquello ocurrió. Es válido. Lo que si creo es que hace falta que ese gremio se cuestioné mucho más la capitalización de las imágenes y la forma como se relacionan con los sujetos. Porque, para bien o para mal, para vivir de esta profesión, existe un mercado sumamente enfocado a la práctica documental. Acabo de ir a un encuentro de fotógrafas latinoamericanas en Ecuador, y fue sumamente interesante ver las estrategias que las mujeres están llevando a cabo para cuestionar esta relación de formas super creativas, como el trabajo auto representativo de Elizabeth Farinango, ecuatoriana de origen Kichwa.
En lo personal esa reflexión la he estado planteado desde varios proyectos: Autorretrato Premonitorio (2017), Canibalismos de la Mirada (2018) , Paisajes Paralelos (en proceso) y más recientemente en Los Muros no son para Siempre (2019), estos últimos tres proyectos colectivos.

de la serie «Autorretrato Premonitorio» (2017)

Te cuento el caso particular de Autorretrato Premonitorio, el cual consideró una respuesta a las formas en las que se ha representado la vida de las mujeres de Ciudad Juárez generalmente de modo documental. Para mi era de suma importancia encontrar una forma de hablar de como fue crecer en una ciudad en la que desde pequeñas aprendimos que en cualquier momento nos podían desaparecer o matar, pero sin revictimizar, sin caer en el lugar común de retratar el cuerpo de otras mujeres. Me pregunté ¿por qué seguir depositando sobre nuestros cuerpos la carga simbólica de la violencia en Ciudad Juárez?

Entonces empecé a entrevistar amigas, a jugar con mapas de mi experiencia creciendo en la ciudad, a hacer derivas buscando signos de mi feminidad, y resultaron estas imágenes de baños de una secundaria donde las chicas se siguen diciendo putas como me lo decían a mí, de una papelería, de un mural de Blanca Nieves en una tapia. Me di cuenta de que entre el territorio y mi memoria se podía condensar mi identidad y mi experiencia como mujer. Mi memoria estaba llena de imágenes y sensaciones de la televisión y música de los 90’s, que fue justo el momento cuando los feminicidios
empezaron a ocupar el imaginario mediático.

Autorretrato Premonitorio (2017)

Además por esos días estaba leyendo a Marguerite Duras y Elena Garro. Duras tiene un texto bien bonito en su novela de El Amante en donde crea un bucle de tiempo interesante: ella en su vejez recurre a su memoria para situarse en el lugar de la niña que fue, viendo desde el pasado su futuro, para darse cuenta de que lo había presentido, lo había adivinado. Y así me sentí yo, como esa niña que sabia que su futuro estaba escrito por haber nacido en una ciudad como Juárez. De Garro retomo la idea de que la violencia anula el tiempo. De ahí viene la idea del fotograma. Detener el tiempo ya que el trauma y la violencia detienen la vida, anulan el futuro.

Antes mi idea era un tanto ingenua, quería dar una solución a este problema de la representación. Pero pues ya no pretendo dar respuestas, solo resultó que en esta particular experiencia el territorio toma el lugar del cuerpo, y las imágenes mediáticas el lugar de la memoria. Y ahí estoy yo, y espero se puedan encontrar otras como yo.

T. C.- ¿Qué papel juega lo urbano y lo territorial en tu trabajo, en una Ciudad como Juárez, donde la violencia desfragmentó la habitabilidad?

A. A.- Pues creo que justo a esta pregunta intenta dar respuesta el proyecto “Los Muros no son para Siempre” un trabajo colectivo que llevé a cabo con las artistas también juarenses, Maire Reyes, Nayeli Hernández, Iris Díaz, Ana Iram, Paloma Galavíz, Marcia Santos y una participación a distancia de Olga Guerra, una artista de Juárez que vive en Uruguay.

Ilustración de Nayeli Hernández

En el marco del 2do Encuentro Internacional de Objetos y Muros convocado por Tlaxcala 3, el día 13 de octubre del 2019, llevamos a cabo una serie de acciones de las cuales surgieron objetos, imágenes, ilustraciones y textos testimoniales. Recorrimos Ciudad Juárez desde uno de los extremos al sur donde vive Maire, pasando por los territorios que cada una habitamos en nuestra cotidianidad. Llegamos hasta el Puente Internacional Santa Fe por el cual cruzamos la frontera hacia El Paso Tx. y visitamos el barrio de Iris al otro lado, mientras Nayeli tuvo que esperarnos del lado mexicano por no tener documentación migratoria. Olga participó durante el proceso vía internet, en un intento de acercarnos ante la distancia que la separa de su natal ciudad.

El proyecto habla de como la ciudad entera es un muro de contención, y como las distintas fronteras que limitan el territorio han determinado nuestra identidad y repercutido sobre nuestros cuerpos. Justo da respuesta a como es que logramos habitar esta ciudad, a pesar de sus condiciones, y como nos afecta a las mujeres esa realidad.

Este es un link donde pueden ver todos los detalles del proyecto que es muy amplio y desemboca en un fanzine: https://cargocollective.com/alejandraaragon/Los-muros-no-son-para-siempre

T. C.- En parte de tu trabajo apuestas por la vitalidad por mostrar, como en Noches Invisibles y Cuéntanos de la Cuesta, aquellas personas, sobre todo mujeres, que resisten a pesar de lo agreste, nos podrías comentar un poco sobre eso.

A. A.- Si, me interesa mostrarnos como fuertes y resistentes, pero tampoco quiero romantizar la resistencia. Justo he estado reflexionando sobre la noción de “resiliencia” que se ha generado desde lugares como Juárez. La realidad es que es exhaustivo. A veces me parece que ese discurso propicia la noción de que vamos a resistirlo todo, siempre. Las identidades marginalizadas siempre han resistido. Pero también es válido no hacerlo. Irse, buscar lugares mas dignos para vivir. A veces parece que la miseria se ha capitalizado a tal punto de que, es justo desde esa condición que el arte y la cultura se sostienen. A Juárez me obsesiona entenderlo, hacer sentido de la realidad que se vive aquí. Porque para
bien o para mal Juárez se ha convertido en una categoría. Y no reniego de eso que me tocó vivir, soy de aquí, no podía ignorar mi realidad, pero estoy en un proceso donde me estoy replanteando muchas cosas.

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Alejandra Aragón es originaria de Ciudad Juárez, es Licenciada en Artes Visuales y Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Obtuvo la Beca PECDA en el 2011. Fue parte del Seminario de Producción Fotográfica del Centro de la Imagen en el 2017. Entre el 2013 y 2018 ha participado en varias exposiciones colectivas entre ellas en el Museo de Arte Moderno de Toluca, Hidalgo, Centro de la Imagen de la Cd. De México, en la Fototeca de Zacatecas, el Centro Cultural Tijuana en B.C. Fue parte del festival de documentales Ambulante y del Festival Monat der Fotografie-OFF Berlin en el 2018. Actualmente es becaria de programa Jóvenes Creadores del FONCA 2018-2019.

IG: aleprendelaluz
Página: https://cargocollective.com/alejandraaragon

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Descubrir la ciudad a través del cuerpo

por Paola Flores 

Quería abarcarlo todo y aun con esa voluntad, me quedé en el intento

El pavimento quema. Es fácil ver espejismos en la ciudad, otorgan la sensación de estar perdido en el desierto. Voy sola por la banqueta. Los rayos del sol se resienten en cada poro de la piel. Mis hombros indefensos están ardiendo y no dejo de pensar en el bloqueador que dejé olvidado en la casa. La gente duerme en la sombra que encuentra, no hay valiente que camine por la calle a esta hora. El cuerpo no resiste los 40 grados a los que se eleva la temperatura. Los pies se hinchan, pesan, reclaman* (Yibuti, 2009).

Un día desperté y me encontré arriba de un árbol en medio del desierto. Estaba en un país llamado Yibuti; el lugar más impensable del mundo. Yibuti; nación ubicada en el cuerno de África, es un pequeño territorio estratégico, en el que conviven multiplicidad de etnias, nacionalidades, lenguas y religiones. No reparo en las razones por las cuales llegué ahí; más bien, quiero enfocarme en la traza que esa experiencia dejó en mi cuerpo y en la forma de acercarme a otras modos de ver y vivir la vida, y cómo éstos se manifiestan en el espacio.

Yo no hablaba árabe ni francés. No sabía nada sobre los somalí y los afar. En ese tiempo, yo era una ignorante de todo lo que pasaba en esa zona geográfica. Eran formas, lenguajes y prácticas con las que nunca había tenido contacto. No siento vergüenza y lo digo como es, porque fueron todas esas preguntas ordinarias, las que me orientaron a caminar sus calles, observar a su gente, diluirme en sus espacios y dar respuesta a mi cabeza repleta de inquietudes. Esta ignorancia previa me provocó un fuerte impulso de conocer de manera empírica lo que este mundo me ofrecía.

Quiero entenderlo todo, cansarme de verlo, olfatearlo hasta asquearme. Perderme en su gente, vivir en sus casas y comer su comida. Caminar como caminan, peinarme como se peinan, mirar como miran, sentir el sol como lo sienten. Quiero saber lo que piensan de esto o de lo otro. Ir a todos sus centros de culto, rezar como rezan, bailar como bailan, entender como entienden. (Yibuti, 2009).

Desde el enfoque de la geografía de las emociones, se busca comprender la emoción (aquella que se experimenta y aquella construida conceptualmente) en su articulación socio espacial. Para Alicia Lindón (2009), las emociones – fuertemente vinculadas a la experiencia sensorial y al cuerpo- tienen una implicación en la relación que se establece con el espacio. Considera que las acciones que realizamos no son independientes a lo que sentimos al utilizar y pertenecer a los lugares.

Asimismo, Paula Soto, menciona que la ciudad no es solamente el medio físico, sino que “integra emociones, sentimientos, recuerdos, sueños, miedos y deseos de los sujetos como como ejes de la experiencia espacial individual y colectiva” (Soto 2011: 21).

¿Cómo comprender las interrelaciones entre el espacio, los sentidos y las emociones? Necesitaba establecer una relación con los rincones que visitaba Es así que tanto en el ámbito personal como profesional, me di a la tarea de concientizar y agudizar la exposición de mi cuerpo al espacio en la ciudad. Mi cuerpo se volvió el campo de recepción de información por excelencia y punto de arranque para comprender lo que pasaba a mí alrededor. Empecé a crear una estrategia en la que no sólo aprendiera a moverme en esos ambientes; sino que me permitiera, sobre todo; apropiarme, conocer, sumergirme a profundidad en ellos.

El cuerpo y lo que sentimos es una ventana que nos sitúa en la ciudad y nos invita a experimentarla de un modo específico. Es así que, identificar la experiencia sensorial se volvió una acción fundamental. Saber cómo leerme, lo que percibía en mi cuerpo ya partir de ahí, acercarme a una realidad que me era infinitamente ajena. Reconocerme y observar. La utilización práctica de los sentidos en el espacio, formó parte de mi proceso pedagógico para comprender lo que estaba viviendo.

Mi cuerpo es el campo donde se establece esta diversidad de experiencias. Es el sitio deliberadamente escogido para construir otras visiones. Es una noble posibilidad y un inagotable descubrimiento. Mi cuerpo, desde dentro se identifica para relacionarse afuera. En él constato mi existencia, la capacidad de adaptarme y sorprenderme, mi percepción se modifica; yo acepto, me dejo llevar a la vez que escondo los ojos que miraron otro mundo. (Yibuti, 2010).

Esta conciencia perceptiva y corporal implica una constante ruptura y replanteamiento de ideas, de lo que he aprendido, de lo que conozco, de lo que pienso. Es comprender desmenuzando lo que vivo, priorizando mis sensaciones y emociones. Procuro apartar las ideas preconcebidas y atribuidas al contexto en el que me encuentro. Veo con lupa el espacio en el que vivo e intento entender el territorio desde mi experiencia.

El avión ha hecho una escala en Sana (Yemen), antes de llegar a Yibuti. Estoy sola, cansada y aunque trato de ocultarlo, nerviosa. Hay demasiado bullicio y no entiendo los anuncios, no entiendo lo que pasa, ni lo que tratan de decirme. Trato de no desconcentrarme, observo sus gestos, trato de entender de qué va. Pido información, pero no me contestan. Con cada movimiento que realizo me gano una estampida de miradas desaprobatorias. Me siento como un venado indefenso antes de ser cazado. Opto por observar e imitar lo que las mujeres hacen y así pasar desapercibida.

Los hombres me miran insistentemente, siempre con su aire prepotente, con su ceño fruncido. Me empujan para pasar antes, no me dirigen la palabra, ni las gracias, ni las buenas tardes. Pienso que van solos, hasta que enseguida que bruscamente me rebasan, soy empujada de nuevo, esta vez por la mujer con niños en brazos que hace lo posible para alcanzarlo. Suben al avión e inmediatamente han provocado un desorden, se sientan en el lugar que les da la gana y a pesar de los reclamos, nadie soluciona. Lo único que quiero es sentarme, ponerme los audífonos y cerrar los ojos. Me toca el asiento en la ventana, estoy junto a puros hombres. Hablan y gesticulan fuertísimo. Ya van dos veces que tengo que esquivar los movimientos del joven sentado a lado mío. Sus amigos ocupan los asientos alrededor. Su ruidosa plática pinta para durar todo el viaje. Me siento demasiado pequeña (Yibuti, 2009).

Instalada en el país africano, me interesaron particularmente las mujeres. Los movimientos de su cuerpo, sus gestos y astucias. Me volví aficionada a caminar por la ciudad y registrar la forma en la que se comportaban en el espacio público. En cualquier oportunidad me colaba en sus prácticas cotidianas, ya que para mí, no bastaba con permanecer impávida observándolas.

Cuando pasan cerca de mí, aquellas mujeres a quienes llamo las sultanas de Yibuti, cierro los ojo. Intento grabar la sensación del viento que su cadencia al caminar deja. (Yibuti, 2010).

Las pláticas invitaron superar los debates sobre diferencias absurdas. Las había observado tanto que podía predecir sus movimientos. Me gustaba estar ahí para realizarlos, esparcirme entre ellas, entenderlo desde mi cuerpo. Me compartieron un poco de lo que miran sus ojos, con lo que aprendí a combinar sus colores, y discernir las texturas adecuadas del vestido de fiesta, el de diario, el de domingo. Mis sentidos reaccionaron e incorporaron la inmensidad de formas, olores y tonalidades; mi piel olvidó las modas ya acostumbradas.

Escuché con atención lo que percibía mi cuerpo, lo que veía, lo que escuchaba u olía en lo cotidiano, en las calles, en las esquinas; Identifiqué las emociones que sentía en el espacio, al estar y desplazarme en él. Todo me abría la posibilidad de vincularme con Yibuti. Todo me daba respuestas y me planteaba nuevas preguntas.

Ya no me asusto cuando gritan cerca de mí. No me perturba sentir la densidad de su mano estrechando la mía. Ya no me angustio al ver tanto velo negro cubriendo su cuerpo; sólo huelo el cálido perfume que deja a su paso, lo escribo en mi memoria. Acepté la lentitud que las convierte en eternas, mi mirada ha musicalizado sus danzas. Aprendí a disfrutar la belleza sutil que se esconde tras esas telas tornasol (Yibuti, 2010).

Un recuerdo recurrente la calle Aux Mouches, en el centro. Imagino el escenario que se construye. Callejones infinitos, sucios, decadentes. La gente pasa, hay mucha. Avanzan lentamente. Recuerdo la sensación de cuando pisan mi sandalia torpemente. La calle está llena de infinitas telas de todos los colores posibles Las telas empiladas, según el color, el estampado, el uso. Veo la tienda que en la puerta tiene un poster con una niña orando a Alá, la niña es casi rubia. Las mujeres pasan. Su ingenio para combinar los estampados más impensables con el color más brillante nunca antes visto. Admiro el ritmo de la tela que se mueve marcando sus formas, el rápido gesto para acomodar el velo en sus hombros.

Me involucro con lo que tocan, con lo que respiran, con la manera como ven, sólo así entiendo mi cuerpo, solo así aprendo del otro cuerpo (Yibuti, 2010).

[divider]
* Una primera versión de este texto puede encontarse en el documento elaborado a partir del seminario El cuerpo y sus representaciones coordinado por Karen Cordero y organizado por el Cenidi Danza José Limón en 2009. Puede consultarse en:

https://mexicana.cultura.gob.mx/es/repositorio/detalle?id=_suri:INBA:TransObject:5bce83537a8a02074f8311fd

Bibliografìa

Lindon, A. (2009), “La construcción socioespacial de la ciudad: el sujeto cuerpo y el sujeto sentimiento” en Cuerpos emociones y sociedad, Córdoba, Núm. 1, Año 1, pp. 06-20.

Soto, P. (2011). “La ciudad pensada, la ciudad vivida, la ciudad imaginada. Reflexiones teóricas y empíricas”. La Ventana 34: 7-38

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El sueño de toda célula – antología poética de Maricela Guerrero

» Cuerpo/célula» por Alex XAB

Selección de Tadeo Cervantes

Sonoridades

Hay ronroneos, bufidos que claman:

Llueve más de lo que esperábamos y la tierra ruge:

un acto de restauración:

soñamos devenir y clorofila:

recuperación:

aliento:

lluvia

sobre las plantas y los árboles en el baldío de al lado:

 

sonoridades

que resuenan al día

en que nos conocimos

y a devenir amantes

redes

y miradas de reconciliación.

        Una loba acecha desde lo alto del bosque.

 

Partidas

 

Parto de que a mi padre carpintero a veces le duelen los pulmones

parto de que un día amanecimos con miles de mariposas por todas partes y cadáveres de pájaros en las calles

que restringieron el uso de los autos

que nos asustamos

y de todas formas

no inventamos una mejor forma de hablarles

de comunicarnos.

 

Cuál es la variante dialectal en que traducir esto:

moléculas de agua fósforo nitrógeno sales minerales y cobijo

 

¿De qué manera una madera madre atiende el crecimiento y el ritmo de sus hojas sus retoños: plántulas a la vera?

¿De qué manera una madera madre

puede enviar mensajes punzantes y turbios

en moléculas dolorosas?

 

Azar y entretejidos: espacios que se restauran y florecen.

A veces deternerse es otra forma de fluir y amar.

Decir

no es suficiente:

es preciso respirar:

mensajes de humus y nitrógeno y aminoácidos y alegría

 

de qué manera: azar:

 

aquí se dice de árboles y bosques a kilómetros de distancia donde se sueltan lobos y se respira.

 

se dice de lobos y de ciervos

y también se busca

una lengua

en la que hablarte

y cobijarte sea vibrante y tierno, anémona.

 

A ocho años de distancia del día en que nos alivió una sábila, vi un video el video de los lobos, que me mostraste:

 

Reintrodujeron lobos en un bosque.

Catorce, los echaron a correr por la reserva.

Todo comenzó con los lobos cazando ciervos, dice el documental.

Redujeron la población de ciervos y las plantas crecieron de nuevo.

Llegaron insectos y florecieron nuevamente plantas y brotes de árboles.

Regresaron aves y castores que construyeron diques para que las especies de los ríos prosperaran, y los reptiles y conejos.

Y hubo charcas y el cauce de los ríos fue de nuevo caudaloso:

Guadalupe.

 

A unos metros de distancia las células de la Maestra Olmedo reconocen la información que dieron en exploraciones a bosques artificiales y a bosques orgánicos en sopas en suéteres en ropitas tejidas y que podrían decir serenamente: basta.

 

Soñé con lobos.

Nos perseguían.

Entramos todos:

optar por el azar.

 

A veces detenerse es otra forma de fluir.

Una manada a nuestro lado duerme bosque arriba.

Datos

La lengua del imperio de nuestros días está cifrada en estadísticas, en ríos de datos fluyendo por redes de energía y siliconas, sales: que acumulan reglas y multas y cárcel a los que van en contra del imperio y a nuestra forma establecemos formas de resistirnos a esa lengua: a veces nos sale a veces no.

 

El imperio habla en monedas y talentos que absorben y cercan ríos que destrozan territorios y extraen minerales y ríos y personas: que disuelven, trozan y acumulan. Intervienen procesos metabólicos: sustraen.

 

Acumular es una lengua imperiosa.

Competir es una tarea imperial.

 

Imponer es la masmédula de esto que hasta ahora vislumbro como lengua imperial inserta y dolorosa: aguda, punzante: imponer es una forma de dolor que se introyecta y envenena.

 

Hace pensar en sustracciones.

 

Hay algo que requerimos conocer. Hay algo que es preciso comprender y amar. Hay algo ajeno que debe ser soltado.

Soltemos lobos.

Soltemos la idea de que estamos solos.

Esta noche a dieciséis kilómetros de distancia en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía las células de la maestra Olmedo se debaten entre el sueño de devenir células o dormir profundamente; no podemos acompañarlas.

 

Respirar

 

Había una vez un mundo en el que el sueño de las células sólo era devenir células y fluía en lenguas vernáculas:

 

después comenzamos una carrera por buscar la combustión para producir magnitudes en la lengua del imperio, que la idea del imperio impuso.

y a veces parece

que perdimos

que rompimos

aceptamos jaulas, jardines botánicos y zoológicos:

 

oficinas

vehículos de locomoción

altius fortius raudos:

 

aunque en el baldío de al lado:

la vida bulle

y me vuelvo cursi

y simple:

imagino que si hago

crecer un árbol podremos hablar

y escucharnos

así:

respiraciones

comunes,

puntos de vista paralelos:

un lobo y un cangrejo:

anémonas malvas:

valentía

y abrazo en

un álbum de la forma de las hojas en las manos

 

diques y represas a la lengua del imperio:

con sus magnitudes y medidas:

 

aunque ahora te encuentres

en la misma ciudad

a nueve kilómetros y un metro de distancia

a veinte minutos sin tráfico

estás más lejos que la

secuoya que la mujer

no pudo salvar

que los bosques que se están talando justo ahora

o el manantial que resguardaron esta

tarde los municipales:

sembraré un árbol.

 

Estoy aquí hablando en lo que tengo porque

respirar contigo es una transformación que produce aliento.

 

Alentar es una forma redonda y cálida de resistir.

Devenir célula que sueña devenir célula.

 

¿Cómo en una lengua precisa, anémona?

 

Soñaríamos fonemas que devienen precisos e impermanentes márgenes de holgura y placidez, extensiones inmensas de un presente bullendo en la hermosa combustión de inspirar oxígeno y expirar dióxido de carbono y otros gases: reburbujeo de calidez y luz, aromas, balbuceos, quejidos, babas, mocos, fluidos estruendosos, amorosos gemidos que quedan balbuciendo una inhalación tras otra y dan paso a nuevas y redondas maneras de compartir espacio, ocupar tus honduras y las mías como el agua que fluye en las montañas: claro río.

Amarnos en presencia y alegría como la gota que derrama el vaso, amarnos ahora anémonas imantadas y espléndidas en inhalación y exhalación profunda bosque arriba ajenas al dolor y a las imperiales formas. Ajenas al tú o al yo trágico, cómico y Leucipo.

Amarnos ajenas anémonas precisas y bullentes formas de la tarde, presencias espumosas transformadas en calidez y bonituras deleitables sin orillas, trancas: hojas sueltas.

Amarnos malvas volcadas en caricia en alegría en prístinas piedras al fondo del claro río, manantial, tumbadas en paz y en reverberaciones libres:

Amarnos

Y a veces detenerse es otra forma de fluir.

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Maricela Guerrero, (Ciudad de México, 1977), compone poemas y otros materiales mientras intenta hacer crecer suculentas en los intersticios oficiniles. Kilimanjaro, traducción de Stalina Villarreal, Cardbord House Press, Pheanix, USA, 2018; Se llaman nebulosas, Conaculta, México, 2010; Fricciones, Centro de Cultura Digital, 2016, http://editorial.centroculturadigital.mx/libro/fricciones, entre otros; y el más reciente El sueño de toda célula, Premio Clemencia Isaura de Poesía 2018, Antílope Editorial, Ciudad de México, 2018. @papelcontante pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte.

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Como el mar, el cuerpo

El video narra en una línea de tiempo cómo los senos han tenido muchísimos significados a lo largo de la historia, y cuales han sido algunas de las luchas, reivindicaciones y controversias que han marcado esta parte del cuerpo. Habitamos un cuerpo que cambia, muta, madura. Tú, ¿cómo nombras a cada una de las partes de tu cuerpo?

CONTRASEÑA: Como el mar el cuerpo

Producción: LA GOTA GORDA, Marcela Medina S.
Duración: 11:40 min.
Dirección y producción: Guadalupe Sánchez Sosa
Texto: Nuria Gómez Benet
Animación: Guadalupe Sánchez, Cecilia Rivera y Víctor Beltrán
Asistencia técnica: Cecilia Rivera y Víctor Beltrán
Voz: María Sandoval
Música original y Cello: Natalia Pérez Torner
Saxos y flauta: Alberto Delgado
Diseño sonoro: Antonio Castillo

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Guadalupe Sanchez Sosa Artista visual egresada de “San Carlos” ENAP UNAM.  Formó parte del Colectivo Cine Mujer. Como ilustradora ha publicado en El Naranjo, CONAFE y CONAPRED entre otros. Ganó el Ariel  como directora de arte con Perfume de Violetas. Dirige y produce el largometraje documental La Primera Sonrisa seleccionado en Ambulante, GIF, DOCSDF, y FICM. Su Cortometraje animado Niño de mis Ojos ha sido seleccionado en mas de 20 festivales Internacionales. La Primera Sonrisa, es su primer largometraje documental donde también hace uso de la animación experimental y Como el mar, el cuerpo es su primer performance que incluye un video animado.   Se ha entregado en busca de su propia expresión, vinculada casi siempre a los niños y las mujeres.

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«Movimiento fronterizo» un performance de Marina Barsy Janer

por Marina Barsy Janer

La configuración de una acción colectiva.

perforada a través de la esencia relacional que conforma la superficie de la piel;

atravesando fronteras y a la vez convirtiéndose en zona fronteriza.

Geografías corporales (in)deseables se vuelven la frontera misma.

disposición de un espacio global;

disposición de intimidad,

de afectividad.

Fronteras invisibles situadas en todas partes y en ninguna

respirando a través de un sistema circulatorio.1

Hacer palabras de un acontecer

La performance BORDER MOVEMENT… [Grenzbewegung… / movimiento fronterizo…] fue una acción de la performera puertorriqueña Marina Barsy Janer en colaboración con la artista alemana del tatuaje, Caro Ley realizada el 2 de diciembre de 2016 en Rostock, Alemania. Fue una invitación de la académica y artista Andrea Zittlau como parte del evento “Transnational Performance in Practice” de la Universidad de Rostock. Durante la performance una camilla con una tela blanca sostiene el cuerpo femenino desnudo de M, todo afeitado y boca arriba. Vestida con una bata médica de un blanco traslúcido, con la cabeza afeitada y de pie, C comienza a abrir (tatuando sin tinta) la herida en el cuerpo de M. La herida es una línea fronteriza continua que divide el cuerpo de M horizontalmente: cicatrizando un futuro. La frontera comienza y termina en la vagina de M, haciendo un recorrido por todo su cuerpo, partiéndolo en dos. En el transcurso de la incisión, C presiona sutilmente su bata sobre la herida de M, absorbiendo la sangre que desprende su piel. La bata blanca que cubre el cuerpo de C se mancha con las finas líneas de sangre de M: rompiendo la continuidad de la línea creada en el cuerpo de la otra. La frontera continua en el cuerpo de una se convierte en las líneas de sangre fragmentadas en el cuerpo de la otra. La atmósfera sonora alterna el fuerte sonido provocado por la máquina de tatuar, con sus pausas en forma de silencios y un audio de distintas voces que se escucha por momentos.

Acostado sobre la camilla cubierta de tela blanca el cuerpo quieto de M se ubica en un espacio diáfano de paredes blancas con dos ventanas. El entorno es controlado y estéril semejante a un evento de disección o de cirugía. La línea (o camino) que corta el cuerpo de M hace un recorrido que comienza desde la vagina, se desplaza por el interior de su pierna derecha hacia su pie, luego recorre todo el exterior de su lado derecho que se encuentra de cara al público invitado, desde la pierna hasta llegar a la cabeza afeitada de M. La línea atraviesa la cabeza de M y descansa en el lado izquierdo de su cuello. M y C intercambian miradas. C deja la máquina a un lado, entendiendo en la complicidad de sus miradas la necesidad de respirar por unos momentos. El paso de la frontera por la cabeza ha producido un leve mareo en M. C toma con ternura firme las piernas de M y las dobla para que le descansen flexionadas sobre el pecho. M en todo momento permite que su cuerpo sea manipulado por C. Luego C vuelve a estirar las piernas de M y retoma la línea que ahora cruza por todo el exterior izquierdo del cuerpo de M, lado que mira hacia las ventanas que dan a la calle. Cuello hombro, codo, muñeca, dedos, muñeca, codo, axila, costillas, cadera, muslo, rodilla, pierna, tobillo, dedos de los pies, interior de la pierna, vagina. Se forma una línea de formas orgánicas que parece trazar una geografía. Desde el comienzo del acto de abrir la piel, C imprime su bata sobre el cuerpo de M, absorbiendo la sangre en forma de línea que éste desprende. El cuerpo desnudo de C se observa a través de su bata traslúcida. Sus piernas llevan otras líneas tatuadas con tinta negra.

BORDER MOVEMENT. 2016. Marina Barsy Janer en colaboración con Caro Ley. Foto Isil Sol Vil.

Trazar cuerpos-geografías: Línea divisoria y vincular.

Trazar una línea que divide visualmente el cuerpo en «frente» y «atrás» se inserta en una historia de dualidad impuesta (civilización / barbarie; hombre / mujer; mente / cuerpo; ciudadano / inmigrante; Mismo/ Otro) arraigada dentro de los cuerpos modernos. La exterioridad se crea como régimen de poder que traza una línea que permite que exista el privilegio / la opresión. Esta imposición es violenta, tan violenta que se sostiene en todas nuestras relaciones y nuestras formas de ver y estar en el mundo.

Sin embargo, esta línea también es un camino que entrelaza las partes aparentemente separadas de la geografía corporal, como un sistema circulatorio o de irrigación. El cuerpo está acostado y el camino se traza horizontalmente, nace y concluye desde el centro; es decir, desde la vagina. ¿Qué pasa si esta línea trazada como cartografía también se ve como el trazado de una posible horizontalidad? La utopía está en el horizonte, como diría Eduardo Galeano y en la organización horizontal de una comunidad heterogénea.

Además, la geografía corporal está viva y con su fuerza vital, su movimiento. El camino también se está viviendo a través del cuerpo. Dependiendo de la posición de la geografía corporal, la línea está «distorsionada» de su función de división original y se encuentra en otro lugar. La línea de la mano puede encontrarse con la línea de la rodilla; la línea de las caderas puede encontrarse con la línea del brazo. ¿Qué pasaría si este encuentro de la «línea fronteriza» es la posibilidad no sólo de tejer solidaridad sino también de comprender (vivir, experimentar, sentir) que todas las opresiones se llevan a cabo bajo un mismo sistema moderno/colonial/capitalista/patriarcal que nos afecta y nos segmenta de maneras abismalmente distintas?

Perforar la capa externa del cuerpo, el órgano más grande de todo el cuerpo humano, es un acto de conectar y profundizar, conociendo la fluidez entre el «fuera» y el «adentro» del Yo (que existe siempre en relación). El otro cuerpo que permite que esta línea emerja de adentro hacia afuera podría ser su perpetuador: el agresor. Este otro cuerpo-geografía tiene otra historia y viene de otro lugar. Sin embargo, ella tiene sus propias líneas / caminos marcados en su propia piel. Su bata blanca translúcida revela sus líneas y expone su cuerpo en una conversación que me refleja. Ella cuida este cuerpo-geografía el cual traza y marca su propia superficie corpórea con los trazos de mi sangre.

Dos mujeres de fenotipos parecidos encontradas en una acción de ritual social. Dos mujeres nacidas el mismo día en años distintos. Dos mujeres de geografías políticas distintas. Una proviene del Caribe, de la colonia más antigua del mundo (Puerto Rico) y la otra de la Europa Occidental (Alemania). Geografías distintas, cuerpos similares, historias encontradas. Encontradas. Construir una acción a partir de nuestro vínculo, donde las similitudes fisionómicas y las diferencias geográficas y nacionales entran en juego. Abrir la piel de la otra. La línea fronteriza de mi piel es fragmentada en su bata, se quiebra y se abre. Cada contacto de la maquinaria fronteriza (máquina que produce la herida de la frontera) se transforma con el contacto de los cuerpos, lo que permite la fragmentación de la línea fronteriza en la corporalidad de la otra.

Los binomios opresora / oprimida fueron construidos y deconstruidos simultáneamente. Como ha dicho Caro Ley sobre Border Movement…: “Trazar fronteras en un cuerpo, deconstruirlas en el otro (cuerpo)”.2 La incisión de la línea continua en mi cuerpo se deconstruye y se fragmenta en el suyo. Más allá de este elemento visualmente presente, lo que crea la posibilidad de la fragmentación es el contacto entre los cuerpos. Es el contacto en sí mismo el que se materializa en la bata médica de Ley. ¿Y qué tipo de contacto? La forma que toma esta conversación de cuerpos es de extrema ternura y cuidado. La frontera abierta en la piel se hace visible develando la frontera existente en la geografía social. Se devela la realidad geopolítica de las relaciones modernas, que han sido amputadas por las jerarquías de poder que categorizan a los cuerpos (personas, culturas, saberes, elementos, naturaleza) en mayor o menor valor. La superficie vulnerable de la piel permite la sanación de la herida a través de la relación creada con la otra. Esa “otra” es espejo de una misma.

El audio que se escucha durante la acción discute teorías alrededor de las fronteras y su confección moderna vinculada a las historias del colonialismo. La cartografía moderna tiene una historia de la dominación colonial productora de la actual globalización de las estructuras de poder. La frontera no sólo se concibe como la división de las naciones, sino que se extrapola en temas más amplios de otro tipo que han llegado a representar un espacio más allá de la especificidad temática del muro geopolítico. Esta noción de frontera entiende el mundo contemporáneo como construido por capas de fronteras y dicotomías (de cultura, género, raza, generación, clase, etc.). Las fronteras habitan nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás, con la tierra y con los espíritus. Descolonizar nuestras relaciones en el mundo es un proceso largo, continuo y políticamente existencial. Concebimos la descolonización de nuestra experiencia relacional y con ella la mente-cuerpo-alma y la Tierra.

Movimiento grieta

FRONTERAS DE MIEDO

OTRO

OTRA

OTROA

ESPEJO FRONTERA

MITÁ Y MITÁ

REFLEJO DE UN CONSTRUCTO DE INDIVIDUO

SANGRE HISTÓRICA DE UN YO EXCLUYENTE

REFLEJO DE SEPARACIÓN

GRIETA QUE AULLA

DIFERENCIA DEMARCADA PARA PERPETUAR LA OPRESIÓN

COMUNIDAD VIOLENTADA

TIERRA ESTERILIZADA POR SED DE PODER

MOVIMIENTO DE AFECTOS ACORRALADOS Y VIOLADOS

UNA

Y OTRA

VEZ

ISLAS DE AGUA COMÚN

CUERPAS DESCOLONIZADAS

FUERZA ANCESTRAL

ESPIRITUALIDAD REBELDE

IMAGINARIO FLOR e SE

Y LLUEVEN RAICES CON ALAS

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*Este texto es un extracto de un ensayo publicado en la revista FRONTERAS No 4 Julio-Diciembre 2018. Disponible en: https://fundacionproyectof9.wixsite.com/proyectofronteras/revistafronteras

1 Texto de la performance BORDER MOVEMENT…traducido del inglés. Original disponible en www.marinabarsyjaner.com

2 Publicado en la página de Instagram de Caro Ley: www.instagram.com/caroleytattoo/

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Marina Barsy Janer

Artista de la performance, investigadora y curadora independiente. Doctora en Historia y Teoría del Arte por la Universidad de Essex. Directora del espacio de creación y pedagogía radical MATERIC.ORG y curadora del festival internacional de performance EMPREMTA.

Link: www.marinabarsyjaner.com

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