«No es sólo la controversia del aborto lo que provoca reacción, atención y discusión.Sino que se trata de otros gestos simbólicos. El barco siempre ha simbolizado la libertad, pero ha sido dominado por hombres. Cuando las mujeres toman el cargo, se desencadena la fantasía y la esperanza de la gente». Rebecca Gomperts. (01:05:56, en Vessel the Film, LLC.) 2014.
Año 2000 Róterdam, Holanda. Surge un proyecto de asistencia médica para guiar a mujeres en la realización de un aborto seguro en países en donde esta práctica es ilegal y criminalizada. Según estadísticas, una de 300 mujeres muere debido a un aborto peligroso; cada 10 minutos en el mundo muere una mujer a causa de una mala intervención abortiva, es decir, 47 mil mujeres al año.
La clínica navío de Women on waves surca los mares territoriales en una lucha entre las legislaciones vigentes de cada nación que visita y que se ha transformado en su fuerza de acción, (dentro de una campaña solidaria y humanista, como las integrantes de esta colectiva argumentan), con la labor de apoyar “el derecho de las mujeres a decidir”, y así eliminar el sufrimiento de quienes desean terminar con su embarazo, por las razón que cada una de ellas tenga.
El documental se basa en proyectar una visión médica y política de un grupo de activistas para crear una red de colaboraciones en varios países del mundo, donde a pesar de las leyes anti-aborto y las amenazas jurídica y penal explícitas de realizarlo, todavía existen enormes cantidades de mujeres que mueren a causa de llevar a cabo técnicas abortivas de alto riesgo, o por la insalubridad, motivo por el cual el esfuerzo de Women on waves está volcado en suministrar información puntual para reducir los daños irreversibles sufridos en algunas mujeres a causa de, por ejemplo, golpear su estómago hasta abortar, introducir una rama y raspar el útero o ingerir cloro, formas de hacerlo que, preocupantemente, están muy extendidas por todo el mundo.
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Las estrategias para acercar una información confiable y el soporte de acompañamiento han sido muy distintas en cada una de las campañas que han realizado a lo largo de nueve años en Europa, Sur América o África y cuya herramienta fundamental para lograrlo ha sido el uso de la WWW. Ahí, ese otro holandés errante está también, transitando un nuevo mar inmenso que despierta ilusión, reinventa la historia, a la vez que también nos hace reflexionar sobre el tipo de poder que las mujeres están adquiriendo. Ofrece, así mismo, una alternativa para la comunicación entre distintas realidades, y crea un puente para la transformación legislativa en favor de procedimientos y regulaciones para permitir una intervención médica más segura.
Video documental presentado en el Festival Internacional de Cine Documental de la ciudad de México DOCSDF por La organización Navegando Para Salvar (Sailing for Saving), el 21 de Octubre 2015.
Visita: sailingforsavingmx.wordpress.com
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NOTA IMPORTANTE: Mientras veía el documental en “las islas” de Ciudad Universitaria, México DF, me sentí muy aliviada pensando en que existe un grupo de profesionales que han logrado establecer un argumento irrefutable a favor del derecho a decidir de las mujeres sobre su vida y sobre su bienestar, sobre todo de aquellas que están convencidas de terminar con su embarazo. (W~ o ~w son mujeres que entienden por lo que pasa otra mujer en un momento crucial como este). Que apoyan desde la verdad, el compromiso social y la acción solidaria una causa valiosa, más que eso, una causa justa. Aquí me detengo. Tiempo después reflexiono sobre lo visto en el documental. Hoy me encuentro personalmente ante un descubrimiento de índole espiritual (no religioso, pues no soy practicante de ninguna religión), y considero una obligación expresar, junto a esta reseña, lo que sé sobre las implicaciones que un aborto origina a nivel kármico. Abortar es un acto de gran responsabilidad y alta repercusión. Por ello recomiendo que revises una liga en donde tendrás otro punto de vista al respecto, (¡Véalo, véalo sin compromiso!) Es sólo un poco más de información para tomar consciencia. Claro está que cada quien enfrenta su vida como mejor lo siente, lo cree y lo entiende.
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Video sobre el karma. https://www.youtube.com/watch?v=t73cxPkcvjE
Si después de revisar el video crees necesitar apoyo, envía un correo a gironazen@gmail.com con el subject “apoyo a la resolución kármica de los abortos”. Natalia te responderá para ayudarte. No es necesario poner ninguna explicación extensa. Saludos.
*Obras de Daniela Ortiz de Zevallos y Regina José Galindo
La facilidad con que se protege a un cigoto es la misma con la que se viola y mata a mujeres. La ferviente manera con que se dan argumentos para defender a esa vida –“inocente”, “con derechos”, “que merece vivir”- que se empieza a desarrollar, se desmoronan cuando ese producto nace y, sobretodo, si nace como mujer.
La moral hipócrita que permea la sociedad, afecta en mayor medida a las personas que son consideradas “menos” desde una escala de valores que está de más repetir, y que se vuelve a agudizar una y otra vez cuando esa persona se puede nombrar en femenino: por omisión se le niegan derechos de protección y decisión sobre sí misma.
¿Porqué la exigencia de una posibilidad de vida se acaba en circunstancias en donde la madre tiene características “no deseadas”? ¿Porqué el aborto provocado por “fuerzas del orden” no es penado ni criticado como el ejercido por una mujer consecuente con sus necesidades y decisiones? ¿Porqué la decision de vida/muerte necesariamente es una imposición desde el Estado y los organismos paraestatales sobre una lógica de dominación en corporalidades no deseadas?
Pongo aquí dos piezas importantes sobre el derecho a decidir, que nos confrontan con esta barbarie al retomar los archivos y testimonios de mujeres que, de distintas maneras, han sido víctimas de estas determinaciones.
1924 – 1939 – 1996/ Daniela Ortiz de Zevallos
Al interior de un fanzine y a doble plana, se ve la fotografía en perfil y desnuda de Lina Medina Vázques, pequeña niña embarazada. En la misma hoja, se sugiere acudir al sitio web www.1924-1939-1996.tumblr.com. Ya al interior de la página, un menú con tres fechas nos invitan a recorrerla: 1924, año en que se legaliza el aborto terapéutico (permitido cuando la vida y salud de la madre está en peligro) en Perú, y cuya ley se encuentra vigente; 1939 año en que nace el hijo de Lina Medina, cuando ella tenía 5 años de edad y 1996, “año en el cual se realizan esterilizaciones forzadas a miles de mujeres indígenas bajo el gobierno de Alberto Fujimori”[1].
La brevedad y contundencia de la pieza muestra con precision cómo de forma sistemática se imponen decisiones en donde la palabra de las mujeres es acallada y sus derechos como personas, anulados: la fórmula religiosa de control devino la virtud clínica dadora y negadora de vida a modo, en una niña que –“milagrosamente”- ha sido capaz de dar vida a los 5 años, y en una indígena esterilizada contra su voluntad.
Las fechas se vuelven importantes porque reiteran la falta de derechos en que las mujeres se mueven cotidianamente. La última, dolorosamente cercana (1996) y en donde vemos a la indígena Juana Rosa Ochoa Gira, horas antes de morir, recuerda los años en que se aplicó la política de salud pública de “control de natalidad” y método “para erradicar la pobreza” de Fujimori, en la que fueron esterilizadas más de 300 mil mujeres[2], especialmente indígenas, cuyo móvil original ha sido señalado por personas como Giulia Tamayo, la principal abogada que visibilizó este caso de esterilización forzada:
“Las zonas más afectadas por este programa eran puntos calientes dentro del conflicto armado. Allí se establecían cuotas para reducir la natalidad y los médicos debían cumplirlas. No fueron médicos fanáticos los que practicaron las esterilizaciones sino que cumplían un plan masivo que supervisaba directamente Fujimori. Los médicos debían cumplir metas y tenían incentivos.” Otras regiones afectadas, según la abogada, fueron zonas con intereses económicos asociados a la extracción de madera y petróleo”[3].
Aún cuando la esterilización forzada fue declarada crimen de guerra en el proceso de Núremberg entre 1945 y 1946, cuyo primer estatuto dice que cualquier procedimiento médico debe tener el consentimiento voluntario de la persona, las mujeres en este contexto fueron condicionadas a recibir –o no- asistencia médica y apoyos económicos y en especie (como alimentos básicos), para lograr su aceptación; otras, fueron directamente secuestradas y operadas.
“Tenía 30 años cuando me hicieron la operación y desde entonces soy casi inútil en el campo”, asegura Cléofl Neira, de 50 años, desde la puerta de su casa de adobe. En Yanguila, un pueblo de unos cien habitantes cerca de la ciudad de Huancabamba, en el norte del Perú, más de 15 mujeres sufrieron la misma operación de ligadura de trompas. La mayoría de estas campesinas se quedaron inválidas y con problemas dolorosos de salud.
(…)
“No quería someterme a esta operación, pero no sabía que ya no podría nunca más tener hijos, no me lo dijeron. Ellos venían con promesas de comida, de medicamentos pero no vimos nada, sólo los dolores”, explica Cléofl, madre de siete hijos que tuvo antes de la operación. “[4].
Las consecuencias de estas operaciones no han sido solamente la incapacidad de procrear, sino las secuelas permanentes: fisiológicas (invalidez y dolores por las malas operaciones, hechas además con anestesia veterinaria para abaratar costos); psicológicas (muchas mujeres presentaron cuadros depresivos severos, algunas incluso han intentado suicidarse), sociales (la esterilización produjo el rechazo por parte de muchas parejas, en algunos casos se generó un aislamiento de la comunidad), e incluso, la muerte (por lo menos 18 mujeres murieron a causa de la intervención quirúrgica).
Fujimori fue indultado en 2010, pero en mayo del 2015, gracias a diversos grupos de derechos humanos, se reabrió la investigación penal en su contra. El gobierno de Ollanta Humala, presidente actual de Perú, anunció hace unos días la creación de un registro de víctimas, que fue una de sus promesas de campaña en 2011. No obstante, algunas activistas lo ven con poca esperanza pues ese anuncio se da a simples 5 meses de realizarse las próximas elecciones, en ese país, lo que da poca certeza de que las mujeres obtengan una disculpa pública por parte del gobierno, su caso se reconozca como crimen de lesa humanidad y se les dé atención integral juridica y en salud. Además, la denuncia de las mujeres es poca, por el temor de ser estigmatizadas de nuevo.
Mientras, ellos siguen libres/Regina José Galindo
(Edificio de Correos. Guatemala. 2007)
Amarrada a una cama, Regina José Galindo yace con las piernas abiertas, completamente desnuda. Su vientre prominente de ocho meses de embarazo nos confronta con una realidad vivida a mediados de los 80 en regiones mayas de Guatemala:
Me ataron y me vendaron los ojos, tenía tres meses de embarazo, pusieron sus pies sobre mi cuerpo para inmovilizarme. Me encerraron en un pequeño cuarto sin ventanas. Les escuchaba decir malas palabras de mí. De repente vinieron al cuarto, me golpearon y me violaron. Empecé a sangrar mucho, en ese momento perdí a mi bebé.
– C 18311. Abril, 1992. Mazatenango, Suchitepequez. Guatemala: Memoria del Silencio.
Fui violada consecutivamente, aproximadamente unas 15 veces, tanto por los soldados como por los hombres que vestían de civil. Tenía siete meses de embarazo, a los pocos días aborté
C 16246. Marzo, 1982. Chinique, Quiché. Guatemala: Memoria del Silencio[5].
Los testimonios anteriores dan muestra de la política genocida que ejerció el gobierno guatemalteco hacia la comunidad maya en el contexto de la Guerra Civil y que era justificada al asumir que los indígenas eran “aliados naturales de las guerrillas”, impulsada además por el racismo y el “anti-comunismo” exacerbado.
Pero, sobre todo, ejemplifica lo que Rita Laura Segatto se refiere con la “pedagogía de la crueldad” que se vive en los conflictos armados más recientes, sobre todo en latinoamérica y en donde la violencia se ejerce de forma gratuita y sin remordimiento sobre cuerpos que funjen como víctimas sacrificiales de la guerra: “La destrucción del enemigo en el cuerpo de la mujer y el cuerpo femenino o feminizado (…) es el propio campo de batalla”, al cual se le destroza física y moralmente por parte de las fuerzas militares, paramilitares o paraestatales sin sentir ningún remordimiento ni vulnerabilidad, en donde el sufrimiento “es el modo de vida”, y en donde la violación se vuelve el sinónimo de la devastación física y moral de un organismo-pueblo y la violación es un “instrumento de limpieza étnica de bajo costo.[6]
Ver a Regina tumbada, piernas abiertas con sus ocho meses de embarazo nos recuerda que la violencia contra las mujeres está, segundo a segundo, latente de ejercerse sobre ese o cualquier cuerpo que se considere desechable, penetrable, por tanto asesinable, pero a quien se le señala, contradictoriamente, como “dador de vida sin condición” (Regina se encuentra atada con cordones umbilicales).
Ver a Lina, pequeña de 5 años, embarazada y habiendo “dado a luz”, nos recuerda la concepción divina que pesa sobre el cuerpo de las mujeres, quienes “se embarazan” como por “obra y gracia del espíritu santo” (nunca se encontró un culpable del embarazo de Lina, quizás tal vez porque no se le buscó demasiado) asumiendo toda la carga que puede representar el peso de poder concebir y la poca importancia que al final tiene ese cuerpo-recipiente (Lina educó a su hijo y todavía hace algunos años se buscaba la atribución de una pension económica, como prórroga de una justicia que nunca conoció).
Ver a Juana Rosa, antes de ser asesinada por negligencia médica, recuerda que la eficacia de la anticoncepción –y el aborto- no se manifiesta en formatos de educación sexual preventiva o en la decisión de las mujeres de acuerdo a sus necesidades, sino a políticas racistas y clasistas que no se detienen en violar de la formas más crueles el derecho a decidir apoyadas por organismos que debieran velar por el respeto a los derechos humanos, como la Organización de las Naciones Unidas.
¿Cuántas Juana Rosas, Linas, Cléofl, caso 18311 y 16246 estamos olvidando, estamos negando y cuántas más pasarán por las mismas injusticias? ¿Cuántas niñas más serán violadas y asesinadas o serán obligadas a parir en nombre de la vida y en detrimento de la propia? ¿A cuántas mujeres más se les encarcelará por abortar, perder a su bebé, querer tener más hijos, decidir? ¿Cuántas mujeres más -embarazadas y no- serán violadas por militares y policías y tendrán un aborto en consecuencia, o serán obligadas a parir los hijos de estas bestias?
Recordemos el caso de Adriana Manzanares, que en Guerrero fue encarcelada durante siete años (fue liberada en 2014) por tener un aborto espontáneo y en quien el peso de la ley descargó toda su furia por no saber hablar español y a quien la sociedad estigmatizó por, supuestamente haber sido infiel. Nos sobran nombres de mujeres que “se embarazan”, “abortan”, “provocan”, “son infieles”. Nos faltan todos los nombres de hombres –y de instituciones- que violaron, ultrajaron, asesinaron, acosaron y que lo seguirán haciendo.
[1] “Arte” en Archivo PNSRPF (archivo e investigación crítica acerca del “Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar”). Disponible en: https://1996pnsrpf2000.wordpress.com/arte/
[2] Laura Puertas. “Fujimori ordenó la esterilización forzosa de 200.000 mujeres indígenas en Perú “ en El país. 25 de junio, 2002. Denuncia basada en un informe realizado por una comisión del entonces ministerio de Sanidad, la esterilización también incluyó mujeres de zonas pobres y agrícolas. Posteriormente se habló de más de 300 mil mujeres esterilizadas, por la investigación de una Comisión Especial: Melisa Silva, “Perú archiva el caso de la esterilización ‘forzada’ de más de 300.000 mujeres”, en La Vanguardia, 29 de enero, 2014. También fueron esterilizados más de 25 mil hombres.
[3] Anna Viñas, “Esterilizadas a la fuerza” en El Mundo, 22 octubre 2011. Para su consulta en: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2011/10/22/esterilizadas-a-la-fuerza.html
[4] “Perú. Esterilizadas a cambio de arroz” en LIWEN ÑI MAPU & ASOC. COLECTIVO RED DE NOTICIAS E INFORMACIÓN SOBRE PUEBLOS INDÍGENAS Y DERECHOS HUMANOS. 21 de abril, 2011. Disponible en: https://liwenmapu.wordpress.com/2011/04/21/peru-esterilizadas-a-cambio-de-arroz/
[5] Texto que acompaña las fotografías de la acción. Disponible en la página de la artista: http://www.reginajosegalindo.com/trbj/0701.htmlMemoria del Silencio, el lugar de donde se extraen estos testimonios, es un informe creado por la Comisión del Esclarecimiento Histórico para determinar la violencia ejercida en Guatemala durante las tres décadas de enfrentamientos armados que, además, tuvo como principal víctima de violencia por parte del Estado, al pueblo maya. Una versión del informe es descargable en: http://www.gt.undp.org/content/dam/guatemala/docs/publications/UNDP_gt_PrevyRecu_MemoriadelSilencio.pdf
[6] Rita Laura Segato, Las nuevas formas de la violencia y el cuerpo de las mujeres, Puebla: Pez en el árbol, 2014. 58-60, 27.
“No es igual tener cuerpo de mujer que tener cuerpo de varón, no significa lo mismo en nuestras comunidades y sociedades, queremos que nuestro pueblo así, pues, lo reconozca. Queremos hacer acciones que dentro de los procesos de cambio, signifiquen alegría y felicidad para nuestros cuerpos de mujeres”.
Julieta Paredes
Las mujeres históricamente han quedado relegadas al ámbito privado: el hogar, la crianza de hijos e hijas, el cuidado de la familia, entre otras actividades. Se les ha impuesto y hecho creer que por naturaleza tienen un lado maternal, el cual se irá desarrollando en el transcurso previo a la maternidad, ya sea con las amistades, la familia, el noviazgo, etcétera, hasta que llegue el momento en el que su plenitud como mujer culmine y sean madres. Y sí, hay muchas mujeres que conciben la maternidad como plenitud, algo que anhelan y esperan que suceda, pero ¿qué pasa con las que no desean ese tipo de plenitud para su vida y recurren al aborto?
De acuerdo a un informe realizado por el Colegio de México y Guttmacher Institute en el 2009, más del 54% de embarazos en México recurrieron al aborto, es decir, se practicaron 1 millón 26 mil abortos por año en todo el país, de los cuales más del 55 % fueron como consecuencia de embarazos no planeados, con lo que es un tema de salud pública. El aborto solamente ha sido aprobado en el Distrito Federal, mientras que en los 31 estados sigue siendo ilegal. Es importante señalar que la interrupción del embarazo es más difícil para las mujeres que no cuentan con los recursos necesarios para practicarlo en una clínica segura o con una persona especializada, siendo éstas las más expuestas a morir por una mala intervención o complicaciones.
Así, la ilegalidad del aborto en México no solo es mortal, sino también criminaliza a quienes conscientemente lo desean. La opinión pública es la que determina el futuro sobre la vida de las mujeres y sus cuerpos; la religión con un discurso de «sexo para procrear y preservar la humanidad», posturas que se contraponen con los casos de violaciones cometidas por algunos sacerdotes y su encubrimiento, a pesar de ser ellos quienes «defienden la vida». De igual manera, los medios de comunicación muestran las consecuencias de los abortos, culpabilizando a la mujer, avergonzándola, evadiendo la responsabilidad de las instancias gubernamentales, las cuales son causantes de que se realicen abortos inseguros y en la clandestinidad en todo el país…
La carga moral que para muchas personas supone el aborto es consecuencia de los estereotipos culturalmente aceptados para definir la feminidad, así como de la valoración de la maternidad como el atributo esencial de las mujeres. Por otra parte, si bien México es un país de tradición laica, la Iglesia católica ha jugado siempre un importan te papel en el contexto político del país e influido en la actitud de sectores sociales muy amplios respecto a la sexualidad y la reproducción. (González de León, 2002, p.8).
Cabe resaltar que en el 2014 se creó la Comisión de la Familia y Desarrollo Humano, impulsada por el Senado de México, con el fin de mejorar la calidad de vida de la familia mexicana, fortalecerla y velar por sus derechos. Sin embargo, entre las primeras opiniones emitidas, uno de sus integrantes mencionó que no querían abortos. Acaso ¿no es una violación a los derechos humanos la imposición de la maternidad? ¿el decidir por otros cuerpos? ¿definir el destino de una mujer? ¿limitar el acceso a la salud, partiendo de normas morales que impiden ejercer un aborto libre y seguro, poniendo en riesgo la vida de las mujeres?
Es importante señalar que la maternidad impuesta y a la que apela la mentalidad conservadora, está basada en un modelo de familia patriarcal, que lleva a las mujeres a desempeñar jornadas en el hogar no remuneradas y de doble o triple explotación y es que con la economía actual, no es suficiente el ingreso monetario de un integrante. De esta manera, las mujeres muchas veces tienen que cumplir con el trabajo fuera del hogar, al interior de éste y, además, sexualmente.
La penalización del aborto, en un contexto patriarcal y con una economía tambaleante, es un arma de doble filo, ya que la mujer ejerce varias funciones: participar en el ámbito público por una cuestión económica, pero en el cual no puede pasar demasiado tiempo, puesto que tiene que regresar al espacio privado; el hogar y cuidado de hijos o hijas. Así, las políticas públicas parecieran ser creadas para que las mujeres no puedan dedicarse a más actividades, como desempeñarse plenamente en el espacio público, la organización política, acciones que las lleven a emanciparse y transgredir los parámetros de la mentalidad conservadora.
Así, la maternidad parece ser un castigo hacia las mujeres por los descuidos, accidentes o falta de información respecto a las relaciones sexuales, ejerciendo presión para que declinen ante cualquier acto que afecte la moral de algunos sectores sociales. De igual manera, quienes toman las decisiones sobre el aborto, no solamente son mujeres sino también hombres, quienes no saben del proceso físico que implica el embarazo, ni viven la maternidad. Por lo tanto, ni hombres, ni mujeres pueden decidir sobre otras personas.
Es importante mantener siempre la consigna: «Mi cuerpo, mi decisión» y ejercerla en todo momento. Somos las mujeres quienes tenemos la última palabra respecto a nuestros cuerpos, dejando de ser juzgadas y criminalizadas por las decisiones que tomemos respecto a éste.
Hoy, mañana y siempre será momento de levantar la voz, de apoyar a nuestras compañeras, hermanas, amigas, conocidas y no, que han sido señaladas por su elección de no ejercer la maternidad y realizarse un aborto, saber que la vergüenza sólo es parte de una imposición moral, machista, que está basada en el control de nuestros cuerpos, de los cuales sólo nosotras tenemos decisión. El Estado teme que rompamos el capullo y volemos, porque tienen miedo de que emprendamos nuevos caminos, donde nos encontremos con otras mujeres y juntas nos organicemos para elevarnos hacia lo más alto y desde ahí, ninguna persona, solo nosotras decidamos cómo volar.21
Referencias
Comisión de la Familia y Desarrollo Humano. (s.f.) Recuperado el 2 de septiembre de 2015, de http://www.senado.gob.mx/comisiones/familia/
González de León, Aguirre, D. (2002). El aborto en México. Recuperado el día 2 de septiembre de 2015, de http://ccp.ucr.ac.cr/ac/gonzalez.pdf
Juárez, F. Et al. (2013). Embarazo no planeado y aborto inducido en México: causas y consecuencias. Nueva York: Guttmacher Institute Recuperado el 3 de septiembre de 2015, de https://www.guttmacher.org/pubs/Embarazo-no-deseado-Mexico.pdf
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Metztli Hernández Jiménez. Egresada de Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Defensora de mi cuerpo y su presencia en los espacios públicos. Opositora del sistema patriarcal que oprime, violenta y ocasiona la muerte de miles de mujeres y también de hombres que rompen con el esquema machista. Con una profunda esperanza en que el rumbo de nosotras las mujeres tiene que cambiar, va a cambiar.
Todas estas ilustraciones y carteles son enviados por amig@s en Chile y en diferentes partes del mundo especialmente para el proyecto Gráficas por el Aborto en Chile. Tod@s coincidimos por ABORTO legal, libre, gratuito y seguro como una necesidad URGENTE EN CHILE.
ABORTO – medida performATIVA #2 fue una acción realizada en la Plaza de los Papas (Campo Grande / MS), dentro de la IV Temporada do Chapéu (evento organizado por el grupo Teatro Imaginário Maracangalha) en octubre de 2013. Dicha acción fue parte del proyecto “Qual o real da poesia?” contemplado para el Premio Rubens Corrêa de Teatro – 2013 de la Fundación de Cultura do Mato Grosso do Sud. El objetivo era discutir públicamente la relación entre violencia contra las mujeres, política y economía a través de una investigación corporal que transitó por las nociones de SAGRADO y PROFANO y la contaminación de uno a otro con el fin de reflejar/reflexionar lo que pasa con esta dualidad en la vida cotidiana.
Lígia Marina es artista escénica (e interlenguajes), productora cultural y estudiosa de las relaciones entre arte y política. Es becaria de CAPES en el curso de Mestrado del Programa de Posgrado en TEATRO de la Universidad del Estado de Santa Catarina (UDESC) con una investigación sobre formas escénicas contemporáneas de agitación y propaganda (agitprop) e integra el grupo IMÁGENES POLÍTICAS, ambos con la orientación de la Profesora Dra. Fátima Costa de Lima. Es graduada en Educación Artística con habilitación en Artes Escénicas por el Instituto de Artes de la UNESP.
Actualmente participa, de un proyecto artístico de interlenguajes en la Aldea indígena de etnia terena Limón Verde (Aquidauana/MS) por el Premio Más Cultura en las Escuelas/MinC-MEC y es también colaboradora del ERRO Grupo (Florianópolis).
Les presentamos con mucho entusiasmo al colectivo «Las 3erres», quienes nos cuentan cuál es su principal trabajo:
No tenemos una estructura rígida ni está compuesto por un grupo definido de personas, funciona a manera de nodo, es decir como conexión o red para diversos proyectos o propuestas, «si quieres hacer algo con nosotrxs, si alguien propone algo, quien esté dispuestx, pueda cooperar, tenga tiempo o la disposición, está en él».
Dos chicas formamos la parte estructural de este colectivo. Una, facilitadora de procesos de aprendizaje en temas sociales, y otra, pedagoga, ambas feministas. Hasta ahora el colectivo ha tenido dos ejes: la búsqueda de acciones performáticas relacionadas con la situación político-social de México (como el caso de los 43 normalistas desaparecidos por el Estado), bajo el cual participaron a principio de año en un evento en el Museo Casa de la Memoria Indómita, con un performance integrado por 4 personas. El otro eje del colectivx ha sido el tema del aborto, desde donde creamos una página, cuyo objetivo es informar a través de la web y mediante testimonios, preguntas o dudas anónimas aspectos relacionados con el servicio de aborto legal, que se lleva a cabo en hospitales y clínicas del DF, llamado Interrupción Legal del Embarazo (ILE). La página cumplió un año de iniciada y hasta el momento hemos recibido dudas y preguntas referentes al servicio de ILE, pero también dudas en cuanto a abortos inducidos de manera doméstica, por mujeres que no pueden trasladarse al DF, o por mujeres que se encuentran en otros países donde no es legal su práctica. Al recibir algún mensaje, lo revisamos y respondemos con la mayor prontitud posible y, aunque agunas mujeres piden que no sea publicada su duda, la mayoría no tiene problema con ello. Todo es recibido vía inbox
Aun cuando nuestra idea al comenzar la página fue concentrarnos en el servicio de ILE, se ha dado pronta respuesta, seguimiento en algunos casos que lo han pedido, o “canalización” hacia otras páginas o sitios que pueden ajustarse a las necesidades de las mujeres que quieren terminar con su embarazo. Nuestra página no pondera el servicio institucional por sobre el uso doméstico de Misoprostol, pues pensamos que cada mujer tiene necesidades diferentes (y construcciones ideológicas particulares), y que para resolverlas requiere de opciones. Esta página pensamos que es sólo una de ellas.
Nuestro álbum Mitos ha tenido muy buen recibimiento y se ha vuelto muy popular, aunque no tenemos una producción cuantiosa en cuanto a Mitos se refiere, nos parece importante su desarrollo permanente para poder analizar de manera sustentada y argumentada posturas típicas que han colaborado al estigma del aborto. Pensamos que esto ayuda a una profundización de ideas de quienes estamos a favor de él. Evidentemente hemos tenido comentarios y posturas en contra, que, ofensivas o no, se expresan en los comentarios o el muro de la página. Afortunadamente, son las menos.
No tenemos la regla de borrar los comentarios, en un principio pensamos que era necesario para evitar confusiones, pero hemos decidido que no hay necesidad de ello. De hecho una de nuestras líneas fundamentales a la hora de administrar la página es no ofender a nadie. Esto puede sonar muy “girly” o intrascendente, pero para nosotras es muy importante pues por un lado no encontramos una diferencia o un impacto significativo a la hora de informar usando groserías y por el otro no es nuestro estilo (personal) y en tercer lugar y quizá de los más importantes, no queremos convencer a nadie ni pensamos que eso sea posible con ofensas. Pensamos que quienes no están a favor del aborto y se dan un paseo por la página están en su derecho y a título personal y por la experiencia que tenemos con personas y grupos, no es nuestra intención reproducir online el “la letra con sangre entra”.
Puede ser que por las características de la página, sus objetivos y estilo seamos calificadas de “moderadas”, feministas progre, etc etc. Sin embargo no tenemos problema con definiciones, categorizaciones o etiquetas. Nuestra postura, experiencia, y visión personal, no están a discusión ni son importantes, creemos que es más importante el mantener un eje definido que para esta página, para su objetivo y sobre todo para las mujeres que lo requieran, funcione, tal y como ha probado hacerlo hasta ahora. Comulgamos con la idea de que no hay feminismos mejores o peores, pues mantenemos una postura del conocimiento complejo y del bien común. Creemos firmemente que es importante informar y divulgar lo más posible relacionado con el servicio ILE, para generar mayor apropiación de él y continuar con la tríada que en lenguaje de derechos señala como características de ellos: el acceso, el tránsito y la permanencia. Actualmente, estamos trabajando en un tríptico informativo que pueda ser repartido de manera física y electrónica con información del servicio ILE, su relación con el feminismo, historia e importancia.
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Si quieres ponerte en contacto con ellas, ya sea para consultarles sobre la ILE o seguir la valiosa información que cotidianamente ofrecen a través de sus redes sociales puedes hacerlo por aqui: https://www.facebook.com/Interrupción-Legal-del-Embarazo
Me presento. Me llamo Soledad Arnau y, soy Licenciada en Filosofía (UNED). Soy Experta en: «Filosofía para la Paz», «Filosofía Feminista», «bioética y diversidad funcional (discapacidad)» y «Filosofía para la Vida Independiente». Soy Becaria-Investigadora del Dpto. de Filosofía y Filosofía Moral y Política (UNED) y del Instituto Borja de Bioética (IBB-URL), y formo parte del Comité de Ética Asistencial (CEA) del Hospital Nacional de Parapléjicos (HNP) de Toledo.
Igualmente, soy una mujer con diversidad funcional (discapacidad), en este caso, física, por una Artrogriposis Múltiple Congénita, y a consecuencia de ello tengo grandes necesidades de apoyo, a fin de poder llevar una vida normal y en igualdad de oportunidades que la demás ciudadanía: ¡una vida independiente!. De hecho, necesito de los apoyos humanos de mis Asistentes Personales, entre 16 y 18 horas/día, de lunes a domingo, 365 días/año y, finalmente, también, soy usuaria de una silla de ruedas electrónica.
Mi amiga y compañera de viaje, la Artrogriposis, ha interceptado mis cuatro extremidades, motivo por el que tengo una tetraplejia importante, y unas «manifestaciones corporales» un tanto peculiares, y a las que comúnmente se suele denominar como «deformidades o malformaciones». Si ahora mismo fuera un feto, sería un «feto con malformaciones (físico -biológicas)». De acuerdo a nuestra normativa actual vigente, en este caso, la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, podría haber sido abortada antes de las 22 semanas sin ningún tipo de penalización contra mi madre. Y, con cierto beneplácito social (posturas feministas, posicionamientos de juristas…) y profesional (principalmente, del mundo de la medicina).
¡Verano 2012!: La esterilización forzosa y el aborto eugenésico
El debate público se desarrolla de la siguiente manera. A lo largo de este mes de julio de 2012, el actual Ministro de Justicia, D. Alberto Ruiz Gallardón, ha realizado un par de declaraciones que han tenido un fuerte impacto social. El primero, ha sucedido cuando el 04/07/2012 ha anunciado que, hoy por hoy, descarta eliminar el artículo 156.2 del actual Código Penal que despenaliza la esterilización forzosa o forzada de personas con diversidad funcional o discapacidad, que son declaradas incapaces judicialmente, porque entiende que «no se trata de una vulneración de sus derechos»[1]. El 31/07/2012 ha vuelto a pronunciarse sobre esta cuestión comentando que se estudiará la petición propuesta por el CERMI.
Es prioritario que esta práctica cese como «opción segura» para que no existan embarazos no deseados. El CERMI ha hecho público que, sobre todo, son las mujeres con diversidad funcional quienes sufren mayoritariamente esta problemática. Existen residencias de personas con diversidad funcional o discapacidad, donde se solicita la práctica de la esterilización como requisito para acceder a una plaza residencial. Por ello, es importante identificar estas residencias, denunciar a quienes gestionan estos recursos, puesto que son responsables de esas «normativas internas», y que, en muchas ocasiones, son centros que están financiados por fondos públicos y/o privados, y por la propia persona con diversidad funcional que va a acceder a dicha plaza residencial.
La segunda noticia, todavía mucho más impactante si cabe, ha sucedido el 22/07/2012. Tras el anuncio de modificación de la ley actual sobre el aborto, de 2010, se ha comunicado que el «aborto eugenésico» ya no va a seguir siendo un supuesto válido para abortar sin penalización alguna, porque vulnera el derecho humano a la vida en igualdad de términos.
Las Personas con lesión medular ante los nuevos desafíos bioéticos del «aborto eugenésico»
La «lesión medular» es una realidad que atañe a muchas personas. Las causas son bien distintas: accidentes de tráfico o laborales, tumores en la médula espinal…. traumatismo obstétrico[2] (la frecuencia aproximada es de un 1%) o una malformación a lo largo de la gestación (p ej., casos de mielodisplasia[3]). Esta es una visión biomédica de esta condición humana. Sin embargo, este punto de vista no puede ser razón necesaria, ni suficiente, como para que las personas que estén en esta circunstancia, sufran socio -políticamente discriminación sistemática por ello (desigualdades estructurales en: educación, trabajo, igualdad de oportunidades, vivienda, control de los servicios que reciben, esterilización forzosa o involuntaria…).
El «Aborto Eugenésico» simboliza todo un imaginario en el que «rechazamos directamente lo que entendemos que es diferente, defectuoso…». Pero, no sólo eso. También «nos creemos con el derecho» a no traer niños/as defectuosos/as a este mundo, ni tener la necesidad de cuidarles y/o tener que invertir recursos públicos para construir un mundo más amable. Por tanto, abortar, significa seleccionar el tipo de hijo/a, y de miembros de una sociedad, que deseamos que conformen la población actual, y futura.
Existe una búsqueda de perfeccionamiento humano, que se apoya en los avances biotecnológicos y biomédicos en los últimos tiempos. Sin embargo, este deseo de «perfección» parece que no atraviesa un proceso paralelo, y convergente, de «humanización». Es difícil proporcionar una «vida digna» a las personas con lesión medular, o con otras diversidades funcionales, puesto que partimos de la base que «nos creemos» que cuando alguien se encuentra en esta circunstancia «ha perdido valor» o «no tiene (el mismo) valor», o que existen serios condicionantes que impulsan la práctica del aborto eugenésico como mejor opción. Vida digna, implica dignidad a lo largo de todo el ciclo vital y existencial de un ser humano: gestación, nacimiento, desarrollo y muerte; con y sin capacidades; no encarnizamiento terapéutico….
Desde la «Bioética de/desde la diversidad funcional» (Arnau Ripollés[4], 2011), o que «nace al otro lado del espejo» (Romañach Cabrero[5], 2009), se percibe otro punto de vista: ¡todas y todos, con y sin diversidad funcional, o con cualquier otra tipología de diversidad, como seres humanos, tenemos la «misma dignidad»!. La dignidad, por tanto, es inherente, tanto si una persona con diversidad funcional pasa por un proceso de rehabilitación y/o curación, como si no lo hace (o, aunque pase, que no lo logre, tal cual prescribe la ciencia biomédica). Esta nueva mirada bioética, por tanto, se fundamenta en el enfoque de derechos humanos de Naciones Unidas: es decir, la diversidad funcional ya no es principalmente una cuestión de salud, sino de derechos humanos. Y, por ello mismo, la erradicación de nuestra discriminación por ser diferentes y nuestra plena participación en la sociedad en igualdad de oportunidades, es el objetivo prioritario a alcanzar. En ese marco, la salud pasa a ser, simplemente, uno de nuestros muchos derechos.
Las personas con lesión medular, u otras diversidades funcionales, merecemos ser ciudadanas y ciudadanos de primera. Nuestros derechos humanos así lo expresan. Para lograrlo, necesitamos que se acabe con toda la discriminación que existe contra nuestra condición humana específica. El aborto eugenésico no puede seguir siendo motivo de aniquilación humana con/contra la diversidad funcional. El aborto, en todo caso, debe ser libre y gratuito.
[3] Malformación que consiste en un fallo en el cierre del tubo neural durante el periodo embrionario. El término Mielodisplasia engloba un grupo de defectos congénitos de la médula espinal. El defecto congénito comúnmente se denomina Espina bífida o espina abierta (EB). Para mayor información, se recomienda la lectura de VALDÉS, N.; PONCE, M. Y ARRONTE, I.: «Lesión Medular en Niños». Disponible en web: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-doc/fisioterapianinolesion_medular.pdf
[4] ARNAU RIPOLLÉS, Mª. S. (2011): «La Bioética de la diversidad funcional. Voces diferentes para una Cultura de Paz», en ANCHUSTEGUI IGARTUA, E. y CASADO DA ROCHA, A. (Edit.) (2011): 17ª Semana de Ética y Filosofía Política: «Nosotros y los Otros». Congreso Internacional de la Asociación Española de Ética y Filosofía Política (AEEFP). (San Sebastián, 1-3 de junio de 2011). País Vasco: Universidad del País Vasco. Págs.: 244 -245.
[5] ROMAÑACH CABRERO, J. (2009): Bioética al otro lado del espejo. La visión de las personas con diversidad funcional y el respeto a los Derechos Humanos, A Coruña: Ediciones Diversitas-AlES.
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Soledad Arnau Ripollés. Feminista. Filósofa para la Paz. Bioeticista. Escritora. Directora de la Universidad Abierta Iberoamericana Manuel Lobato (UAIML-IPADEVI). Presidenta de la Asociación Instituto de Paz, Derechos Humanos y Vida Independiente (IPADEVI). Licenciada en FILOSOFÍA, por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED-España). Master en: (Título Propio) Master Universitario “Europeo en Discapacidades”, por la UNED; Master (online) Universitario Oficial Europeo en “Bioética”, por la Universitat Ramon Llull (URL); Master Interuniversitario Oficial en “Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos”, por la Universidad de Málaga (UMA); (Título Propio) Master (online) Universitario en “Sexología y Género”, por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). Título de Especialista en “Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos”, por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Título de Experto Universitario en “Sexualidad humana y Educación sexual”, por la UNE
Decir que el proyecto de ley en actual debate legislativo regula el «aborto terapéutico» es equívoco, sobre todo porque se trata de un proyecto que hasta ahora no contempla el resguardo de la salud de las mujeres.
Gran parte de los medios de comunicación del país, así como representantes del gobierno, se refieren al proyecto de ley «sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en 3 causales» presentado por la Presidenta Michelle Bachelet, como al proyecto de ley de «aborto terapéutico».
Más allá de la comprensible necesidad comunicacional de un nombre más corto y sencillo, el uso de la expresión «aborto terapéutico» supone ciertos equívocos con respecto al contenido real del proyecto en discusión. Aunque compartimos una visión mucho más amplia respecto a lo que debe contemplar una ley de aborto para garantizar la autonomía reproductiva de las mujeres, creemos que este equívoco merece un análisis más preciso.
El sentido natural de la expresión «terapéutico» se relaciona con todo aquello que tiende hacia la preservación o recuperación de la salud de las personas. Así, por ejemplo, se llaman tratamientos terapéuticos aquellas intervenciones de diverso carácter a los que se someten las personas frente a variados problemas de salud física o psíquica. Hablar de «lo terapéutico» entonces, obliga a hablar de la salud de las y la forma en que , en este caso, el proyecto de ley sobre aborto la integra (o no) en sus contenidos.
La salud de las personas es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Esta definición no ha cambiado desde 1948 y es la base de leyes y políticas públicas en materia de salud a nivel global, destinadas a asegurar a todas las personas ese estado completo de bienestar físico, mental y social hasta el máximo posible.
Desde esta perspectiva, decir que el proyecto en debate legislativo contiene un modelo de «aborto terapéutico» resulta, cuando menos, ambiguo. Sin duda, las 3 causales inciden sobre la salud de las mujeres. Que ellas se encuentren viviendo un embarazo que pone en riesgo su vida, o que es inviable, o que hayan resultado embarazadas a consecuencia de una violación son situaciones que suponen daños o riesgos concretos a la salud física y psíquica de las mujeres. Sin embargo, estas son sólo 3 extremas situaciones dentro de las múltiples formas en que un embarazo puede poner en riesgo la salud de las mujeres.
Desde 1931 hasta 1989 el Código Sanitario, en cambio, permitía el aborto por «razones terapéuticas». Se estableció así en reconocimiento a la praxis médica. La interpretación de los casos que la expresión «terapéutico» permitía incluir varió a través del tiempo. Por ejemplo, considerando la definición de la OMS, la interpretación de esta norma en el gobierno de Salvador Allende permitió una aplicación más amplia, al tener en cuenta también los factores sociales que afectaban a las mujeres que se encontraban frente a un embarazo no deseado. De este modo en el Hospital Barros Luco se practicaron abortos a solicitud de la mujer hasta las 12 semanas de gestación (Matamala, 2014).
Desde 1991 se registran diversos intentos para modificar la prohibición absoluta del aborto en Chile. Dentro de estos proyectos se han presentado posturas más abiertas que si consideran la salud de las mujeres. Incluso el 2013 se presentó un proyecto que plantea el sistema de plazos de acuerdo al cual la mujer tiene derecho a interrumpir el embarazo durante los primeros meses sin necesidad de demostrar la existencia de supuestos determinados.
A nivel global, 59 países permiten el aborto cuando está en riesgo la salud de las mujeres: 36 de ellos en casos de riesgo vital o para la salud física y en otros 23 también cuando hay un riesgo para la salud psíquica de la mujer (Instituto Guttmacher, 2009). Estas leyes son, sin duda, de aborto terapéutico. Como señalan reconocidas profesionales de la salud como Marisa Matamala, se puede decir que todo aborto es terapéutico, en la medida que la interrupción voluntaria del embarazo tiene por objetivo la recuperación de la salud física y psíquica de las mujeres, en un sentido amplio.
Una verdadera regulación de aborto terapéutico debe permitir, por ejemplo, el aborto cuando una mujer necesita comenzar un tratamiento de quimioterapia, caso en el que el retraso en el inicio del tratamiento puede tener graves consecuencias para su salud. Estos casos, sin embargo, no están considerados en la actual redacción del proyecto de ley, puesto que es éste sólo se explicita riesgo actual o futuro para la vida de la madre, sin incorporar la salud.
Abordar el aborto desde la Salud Pública significa considerar su impacto en la salud de la población desde una concepción integral (Eguiguren, 2014). Para lograr una verdadera protección de la salud de las mujeres con relación al embarazo, es necesario ir mucho más allá de las 3 causales actualmente contempladas en el proyecto gubernamental y que así se trate, realmente, de un proyecto de aborto terapéutico.
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Patsilí Toledo Vásquez / Doctora en Derecho Público Universidad Autónoma de Barcelona, Profesora Universidad Pompeu Fabra
Lieta Vivaldi / Abogada, Estudiante de doctorado en Sociología en Goldsmiths, Universidad de Londres.
Este trabajo tiene la pretenciosa intención de servir como guía básica a la hora de defender el derecho a decidir sobre el aborto. No se garantiza la victoria en ninguna discusión, pero al menos pondrá a pensar un poquito al dueño de la mente cerrada.
Los argumentos son una recopilación sacada de distintas fuentes, entre ellas páginas pro-vida, instituciones religiosas y el pronunciamiento oficial del vaticano. Enemigos de la libre elección.
Estos argumentos son repetidos hasta el cansancio, seguros de que si dices algo muchas veces se vuelve verdad, y también son exclusivos: siempre los mismos y con la misma base. Comencemos.
“La vida humana debe ser protegida desde su comienzo como en las diversas etapas de su desarrollo” . (Declaración oficial sobre el Aborto, recuperado de la página oficial del Vaticano, 2015)
El favorito. Utilizado siempre al principio de la discusión porque es el padre de los demás argumentos. Moralista y sin bases científicas sólidas. También usado y repetido casi textualmente en la doctrina del PAN (partido acción nacional, México).
Refutarlo es fácil puesto que está basado en un principio moral muy débil. La mejor forma de llegar a conclusiones más elaboradas es tomar el mismo argumento y elaborar preguntas inocentes con las cuales, casi siempre, los mentecerrada llegan a la conclusión de su error. En este caso se debe plantear una ponderación de derechos. La vida del feto es meramente una posibilidad, y su desarrollo no puede darse sin antes considerar sus vías.
La vida de la mujer es una realidad, está sucediendo y tiene vías que se pueden ver obstruidas si se le obliga a ser madre. Entonces, ¿es mejor defender una posibilidad o una realidad? ¿es mejor poner en riesgo y desequilibrio el desarrollo de una vida plena para tratar de impulsar una posibilidad? Y esta posibilidad está muy debilitada ya que su desarrollo depende de la madre, a la misma que se le obstruyeron las vías de desarrollo por no permitirle decidir sobre su propio destino.
Es un círculo vicioso y cruel.
“El primer derecho de una persona es la vida”
Hermano del argumento anterior, seguramente su mentecerrada favorito lo usó y se sustentó en su amor por el derecho y las leyes. Básicamente, la refutación es la misma. ¿Ponderar el derecho de quién?. Aquí se debe añadir siempre el derecho a elegir de la mujer, en pleno uso de conciencia. Entonces, tenemos dos derechos: el de la vida desarrollada que decide elegir contra la opinión e imposición de los mentecerrada.
“El feto siente dolor”
A partir de este argumento nuestros mentecerradas se ponen científicos. Empiezan a hablar de semanas de gestación y desarrollo del feto. Cosas que ni ellos (ni yo, la verdad) entienden muy bien.
Les gusta decir que a partir de la tercera semana de embarazo se desarrolla el sistema nervioso central y -añaden con voz dramática- «a los 21 días les late el corazón». Porque el desarrollo del sistema central se da de golpe y es este el encargado de la recepción y percepción del dolor, según los mentecerrada.
Aquí hay que explicarles que esto no es así. Que el sistema nervioso central empieza a desarrollarse a la tercera semana, pero es un proceso que implica el desarrollo también de la corteza cerebral y es hasta que se completa dicho proceso, cuando se tiene la capacidad cerebral suficiente para procesar el dolor. Como en la semana 22 o por ahí: “sin lugar a dudas el feto humano es incapaz de tener sensaciones conscientes y por tanto de experimentar dolor antes de la semana 22‐24” (Tapia, 2015)
“El aborto destruye la conciencia de la madre”
Como ya vieron que no manejan mucho los temas científicos, los mentecerrada regresan a los argumentos morales. En este caso, uno tiene que darles la razón. Sí, efectivamente, el aborto destruye –en muchas ocasiones, no hay que generalizar- la conciencia de la madre, pero el problema es el mismo mentecerrada.
En una persona consciente y libre de prejuicios, con equilibrio mental y plena razón el practicar un aborto no tiene que suponer ningún peso de conciencia. Pero para una persona influenciada por mentecerrados que le dicen que lo que hace está mal, que no tiene salvación y su único destino es el infierno, por supuesto que moralmente la va a destruir.
La solución es dejar de darle poder de decisión a los mentecerrada y que dejen de criminalizar a la mujer por decidir. No es lógico criminalizar y re criminalizar a por algo que a alguien no le parece y que en suma no le afecta ni le beneficia porque no es su vida sobre la que está decidiendo.
“No debiera existir un derecho de la mujer al aborto porque el hijo no forma parte de su cuerpo sino que es un ser humano con identidad propia”
El más aberrante de todos. Porque el embarazo incluye una cláusula que dice que no puedes hacer uso de tu vientre ni decidir sobre él si «está siendo ocupado» en ese momento. En cuanto hay algo externo en tu cuerpo deja de ser tuyo. Por eso tampoco pueden aceptar trasplantes de órganos porque es de alguien más y entonces ya no eres tú. Seguramente eso piensa los mentecerrada.
Pero para las demás personas que no hemos visto ni firmado esa cláusula, mi cuerpo, aunque esté ocupado, es mi cuerpo. Y no es solamente eso, aparte de mi cuerpo, es mi vida y son mis responsabilidades. No es como decidir cortarte las uñas o no. Porque esta decisión genera obligaciones en el futuro.
Explíquele con esto a su mentecerrada que sigue siendo su cuerpo y sus consecuencias. Puede añadir que el feto “no es un individuo biológico ni mucho menos una persona” (Tapia: 2015) pero eso ya es mucho para el corazoncito de los mentecerrada.
“El aborto no está justificado ni en caso de violación porque supondría castigar a un inocente”
Es mi argumento favorito porque es bien fácil de voltear. Tan simple: aplíquelo a la mujer embarazada. Ella también es inocente y también está siendo castigada al obligarla a asumir una responsabilidad de la cual ella no es responsable. La causa de una violación siempre es un violador y es el violador el que debiera enfrentar todas las consecuencias.
Aquí, a los mentecerrada les gusta añadir una conmovedora historia tipo: “a mi vecina la violaron y tuvo un hijo y ahora es feliz y cree en el amor”. Porque para los mentecerrada sólo podemos simpatizar con historias de maternidad feliz pero ellos no pueden simpatizar con historias de aborto feliz, donde no se obliga a la víctima a pagar el castigo.
“El aborto no debe ser usado como método anticonceptivo”
¿Porqué un procedimiento que actualmente es invasivo, peligroso y se tiene que hacer a escondidas es la primera opción de todos como método anticonceptivo?
Explíquele a su mentecerrada que esto no es así. Que abortar no es fácil ni cómodo. “Como si abortar fuera rico. Como si la legalidad de sacarse el apéndice provocara que todos lo hiciéramos porque sí” (Gutiérrez: 2014). Explíquele que nadie lo va a usar de método anticonceptivo porque todos somos más prácticos que eso.
“Fue una irresponsabilidad y la tienes que asumir, sino quieres puedes darlo en adopción”
Es que en nuestro país cuenta con un increíble y súper eficiente sistema de casas hogares y el sistema para adopción es accesible, rápido y humano. Según los mentecerrada.
Por eso, en lugar de corregir la “irresponsabilidad” lo mejor es dar en adopción al hijo. Eso es súper responsable. No quiero criminalizar a las personas que deciden dar en adopción a su criatura, sus razones y sus argumentos tendrán. Si fue una “irresponsabilidad” quiere decir que hubo un proceso de elección y un proceso donde debería de haber una responsabilidad, que fue, según el mentecerrada, donde se falló. Entonces debe haber también un proceso de elección y responsabilidad en la acción futura, es decir: la mujer que no hizo es la única que debe decidir qué hacer (o qué no) por tanto, este argumento es inválido e inadmisible, puesto que a priori se permite decidir, pero sino se cumple, se invalida el derecho para decidir.
Conclusión
Los mentecerrada tienen mucho que decir y que discutir, y nos podríamos envolver en discusiones interminables por eso, y ahí está un argumento principal:
¿Por qué me atañe a mí esta discusión? ¿Por qué le atañe al mentecerrada?
La única persona que debe decidir, es la mujer embarazada. Ni el mentecerrada ni yo tenemos que emitir comentarios al respecto. No es nuestra vida ni nuestro cuerpo ni nada. Pero tenemos que darle la libertad total a la mujer de que aborte, además de los medios para hacerlo. Nosotros somos el Estado y es nuestra obligación. El aborto es una decisión personal que debe ser tomada conscientemente sin miramientos religiosos o de cualquier otro tipo, y si se llega a la decisión de querer hacerlo, el estado debe facilitar los recursos y los medios para que se lleve a cabo de manera segura y eficiente.
Legislar sobre el aborto no aumenta el número de abortos por año, en cambio sí se disminuye drásticamente el número de muertes por abortos mal practicados.
Bibliografía:
Ortiz, A. (2001) Si los hombres se embarazaran ¿el aborto seria legal? México: Edamez.
Castañeda, P (2003) Interrupción voluntaria del embarazo: reflexiones teóricas, filosóficas y políticas México: CEIICH.
Gutiérrez. C. (2014) Esta columna la escribo para todos los pro vida (con mucho amor) The Clinic: Chile.
El vaticano (2015) Declaración sobre el aborto. Ciudad del vaticano.
Segura, R. (2012) Argumentos pro vida (por qué decir NO al aborto) Gandía: España.
Tapia, R (2015) La formación de la persona durante el desarrollo intrauterino, desde el punto de vista de la neurobiología México; UNAM.
Amo a mi madre. Mi madre que huyó con su novio cuando tenia dieciséis años en un arrebato, furiosa contra las reglas que le estaban imponiendo sin tomar en cuenta ni sus deseos, ni su voluntad; que no le daban razones y que sólo le gritaban. Se largó y era una forma de rebelarse y recuperar autonomía tomando sus propias decisiones. A pesar de eso, les dejó dinero y una nota que nunca encontraron. Cuando se fue, sus plan era irse con su novio y estudiar en donde llegaran, pero si él no regresaba o lo veía poco comprometido lo botaba para irse hacia Villa Hermosa con sus primas a estudiar y trabajar con ellas en su estudio, o estudiar y ser enfermera, pero estudiar.
Mi madre que se quedó en casa de mis abuelos paternos cuando se enteró que estaba embarazada, que se casó con mi papá hasta que tuvo dieciocho porque no tenía contacto con su familia desde que se fue y no podía conseguir el permiso para casarse. No estudió, mi abuelo paterno no la dejaba salir de la casa porque era muy joven y muy guapa, no fuera a enamorar a los vecinos y entonces qué cuentas le daba mi abuelo a mi padre. Mi mamá no asomó la cabeza fuera de esa casa hasta que mi hermana mayor empezó a ir al kínder.
Mi mamá que vivió con mis abuelos y mis tíos y mis tías, y eventualmente sus hijas y sus hijos. Todos juntos en esa casa, bajo el cuidado del gran patriarca, macho y fuerte que desde su horno de fundición decía y decidía quién era y quién no era de la familia. Mi hermana me cuenta esto y me dice que fue feliz, mi mamá me cuenta esto y me dice que sí y que no, que más de una vez se peleó con mi abuelo, que siempre se mantenía al margen cuando no le incumbía pero que no la pasó tan mal, que mis tíos eran divertidos y que mi abuela era adorable.
Mi hermana me cuenta que mi mamá iba a abandonarlas (a ella y a otra hermana) en el orfanato para dejar a mi papá y regresarse con su familia, también me dice que mi mamá se veía con un hombre en el parque a escondidas de todos; mi mamá me dice que no, que siempre estaba encerrada en la casa y que solo salía a llevar a mis hermanas a la escuela, que ella extrañaba mucho a mi papá que se aparecía cada quince días y que era el héroe de mis hermanas porque obviamente no estaba ahí para regañarlas.
Mi mamá que al final buscó a su familia y así como se había ido con mi papá decidió regresarse con su familia, y que si mi papá quería ahí le dejaba a sus hijos (porque ya había más) a ver si así ya los iba a ver mas seguido. Mi mamá que al final se fue con todos sus hijos y con su marido, a ver que pasaba ahora sí que ya era adulta y tenían que mantener una familia ellos dos solos.
Mi mamá me cuenta que ahí por los ochentas cuando sus siete hijos e hijas ya eran adolescentes quería tener otro bebé, pero que cuando se embarazó el doctor le dijo que estaba loca, que ya estaba muy vieja y que seguramente ese producto que tenía adentro iba a nacer muerto o peor (porque para el doctor era peor que yo naciera diferente a que mi mamá tuviera un feto muerto), que seguramente se muere ella y entonces mi papá se quedaba sin mujer y con un chingo de hijos (más la recién nacida que podría haber sido «diferente» y ¡uta que horror!), sin pensarlo le dio un pase para hacerse un legrado aunque ya tenía más de tres meses. Mi mamá se enojó, ignoró al doctor e hizo lo que quiso. Después de unos meses le llevo a su bebé que no estaba muerta y no había nacido con nada “mediblemente diferente” al consultorio para restregarle que se había equivocado, que le pidiera una disculpa a ella y a su bebé que estaba ahí seguramente haciéndose caca.
Y yo digo que en su lugar por la misma razón por la que mi mamá se fue, yo habría tenido no uno sino todos los amantes que hubiera querido, que mi cuerpo es mío y que la opinión de los demás vale para nada. Que yo sí hubiera dejado a las hijas que no hubiera querido tener y que además no estaban ayudándome a educar, que yo sí hubiera salido a tomar clases porque al final ese señor que dice ser mi marido viene cada quince días y que no es quién para decidir por mí. Que hubiera abortado desde la primera que no fue esperada, y a los que estaban naciendo mientras no había seguridad ni independencia y hasta la última aunque si la hubiera querido si es que mi vida corría peligro.
Le digo todo esto a mi mamá, espero que no se enoje ni se ofenda pero me dice que sí, que ella tomó sus decisiones y tuvo su vida, que yo de seguro tomaría otras, que la cosa es que si ella decidió así, yo pueda decidir lo contrario, así que yo sinceramente amo a esa señora que es mi madre.