Ambivalencia, por Laura Escobar

La cicatriz puede ser visible o no, puede ser física o emocional, pero habita en el cuerpo. A veces duele, a veces evoca la alegría de estar viva. Está ahí como parte de mí, me configura, me hace llorar, me hace sonreír. Me forja, me da identidad. Me recuerda erosiones, caminos recorridos y decisiones. La cicatriz siempre estará antecedida por la herida. Por eso, la cicatriz será poéticamente ambivalente. Reconocerla como propia, me da la posibilidad de re-encontrarme con mi pasado, curarme, reapropiarme de mi cuerpo y confiar en mí misma. “Aquí dolió, aquí sanó” dice Louis Madeira, pasado y presente se conjugan y laten en la misma piel.

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Laura Escobar Colmenares (Oaxaca, México) Feminista y Educadora comunitaria. Forma parte de las colectivas de mujeres Por Nosotras Mismas y la Red Trenzando Saberes. Le gusta leer, escribir, dibujar, tallerear, amar, viajar y comer (también beber). FB Lau Escol.

 

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